Re: Intento de profanar ostias por unos jovenes.
Paz de Dios, estimado Petrino.
Petrino dijo:
A mí me da la impresión que buena parte de tus críticas a la Transubstanciación provienen de una mala compresión de esta doctrina católica. Y creo que si la comprendieras mejor, la criticarías menos. Por eso mi esfuerzo será aportar a una mejor comprensión de cual es la fe católica en este punto.
Tal vez sea mala comprensión de mi parte, como dices, o tal vez no. No obstante ello reconozco, valoro y agradezco el buen esfuerzo que realizas en nuestra conversación.
Petrino dijo:
En la Transubstanciación solo cambia la sustancia del pan. Por eso se llama trans-substanciación = cambio de sustancia. Luego de las palabras de la Consagración, toda la sustancia de pan se transforma en la sustancia del Cuerpo de Cristo, sin cambiar en nada los accidentes.
De acuerdo.
Petrino dijo:
O sea, dicho en fácil: luego de la consagración, cambia solamente lo que ES aquello que está en la patena. No cambia nada más. Es un cambio ontológico. Cambia el SER de aquello que está sobre la patena.
O sea, el pan deja de ser pan, ya NO ES más "pan".
Por eso entiendo que el "
solamente" utilizado en tu frase está lejos de suponer "algo mínimo", ya que lo allí realizado afecta a la parte fundamental del cambio ontológico (supuestamente) realizado: nada menos que
el SER del elemento eucarístico.
Petrino dijo:
Entonces la hostia consagrada tiene migas, tiene porosidad, se quebra, tiene textura, todo lo de un pan. Pero las palabras de Dios han sido pronunciadas sobre aquel trozo de pan, con una sentencia divina: "Esto ES mi Cuerpo". Entonces, la orden del Creador hace que aquello que está en la patena cambie lo que es. Antes era una cosa, ahora es otra cosa, por orden de Dios.
O sea (perdón por la insistencia, pero el punto es clave para sintonizar y evitar vaguedades), que lo que está sobre la patena, según enseña la Iglesia católica, DEJÓ DE SER PAN.
Petrino dijo:
No hay cambio físico alguno. Este es el poder de la Palabra de Dios..
Bueno, aquí veo la apertura a posibles vaguedades...
Cuando el poder milagroso de Dios se manifestó a lo largo del registro Bíblico, siempre hubo cambio perceptible a los sentidos en el objeto receptor del mismo. Cuando Jesús cambió el agua en vino, ya no se veía agua, se olía agua y se gustaba agua, sino que el cambio fue completo, sustancial y material. Cuando Jesús, por el poder de Dios, resucitó a Lázaro, no dijo: ese cadaver maloliente ya está vivo, aunque no lo parezca, sino que le dijo "Lázaro, ven fuera!" y el vivo se lo veía como vivo, no mantuvio su físico muerto, putrefacto y maloliente. Cuando Jesús convirtió un par de panes y peces en alimento para una multitud, no los convenció de estar estomacalmente satisfechos, sino que los panes y peces se multiplicaron física, material y realmente. Los milagros de Dios buscan darle la gloria merecida al Omnipotente. Mal pueden dar la gloria si el milagro es imperceptible, aunque pongamos mucha fe en que realmente "algo debe haber sucedido", porque el ministro así lo dice. Por eso, en este puntual caso, me parece incompatible que "el poder de la Palabra de Dios" se vea reflejado precisamente en el hecho de que "nada cambió físicamente". Es como si le dijera que lo que estás viendo ahora no es un monitor de computadora, sino un enorme diamante en bruto de 5000 kilates. Eso sí ¿he?...
"bajo la apariencia, forma, textura y olor de un vulgar monitor de computadora".
Dice el Catecismo
"«La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de Cristo en este sacramento, `no se conoce por los sentidos, dice S. Tomás, sino solo por la fe , la cual se apoya en la autoridad de Dios'...» (CIC N° 1381)
Aquí (para aceptar un hecho bíblicamente forzado) les alcanzaría con "sólo por la fe". Parece que las obras (percibir fácticamente la realización del milagro) son consideradas innecesarias...
Cosas que tienen ciertas teologías.
Ahora bien, probablemente (digo probablemente) argumentarás que el mismo Jesús afirmó "bienaventurados los que no vieron y creyeron". Lo cierto es que aquí Jesús se está refiriendo a la incredulidad de Tomás (Dídimo) respecto a Su resurrección, la cual fue hecha
una vez y para siempre. Yo no he presenciado esa resurrección ni tampoco tuve la tremenda experiencia física de poder meter la mano en el costado del Salvador, sin embargo CREO en Su resurrección sin haberla visto. Algo muy diferente es el caso de un milagro que sucede (sucedería) constantemente ante nuestros ojos, pero que nuestros ojos NO PUEDEN PERCIBIR... Ciertamente el esgrimido
"bienaventurado los que no vieron y creyeron" debe tener su límite, pues de lo contrario nos pasaríamos creyendo
cualquier cosa, con tal de suponer que por ello "seremos bienaventurados". Sabemos eso de que "un texto fuera de contexto, más que un texto es un pretexto".
Petrino dijo:
La hostia consagrada es el Cuerpo de Cristo con materia de pan.
El 100% DE LA SUSTANCIA DEL PAN se convierte en Cristo, no la materia del pan.
O sea que la Hostia consagrada tiene materia de pan, pero no es pan. Se ve como pan, pero no es pan. Huele como pan, pero no es pan. ¿Es realmente Cristo o es realmente pan? ¿O es realmente ambas cosas?
Dice el
Magisterio del Concilio Vaticano I, De la explicación de la transustanciación [Del Decreto del Santo Oficio de 7 de julio de 1875] (Denzinger 1845 punto III):
A la duda: "Si puede tolerarse la explicación de la transustanciación en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía que se comprende en las proposiciones siguientes:
1. Como la razón formal de la hipóstasis es ser por sí o sea subsistir por sí, así la razón formal de la sustancia es ser en sí y no ser actualmente sustentada en otro como primer sujeto; porque deben distinguirse bien estas dos cosas: ser por sí (que es la razón formal de la hipóstasis) y ser en sí (que es la razón formal de la sustancia).
2. Por eso, así como la naturaleza humana en Cristo no es hipóstasis, porque no subsiste por sí, sino que es asumida por la hipóstasis divina superior; así, una sustancia finita, por ejemplo la sustancia del pan, deja de ser sustancia por el solo hecho y sin otra mutación de sí, de que se sustenta en otro sobrenaturalmente, de modo que ya no está en sí, sino en otro como en sujeto primero.
3. De ahí que la transustanciación o conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo puede explicarse de la siguiente manera: El cuerpo de Cristo al hacerse sustancialmente presente en la Eucaristía, sustenta la naturaleza del pan, que deja de ser sustancia por el mero hecho, y sin otra mutación de sí, de que ya no está en sí, sino en otro sustentante; y por tanto, permanece, efectivamente, la naturaleza de pan, pero en ella cesa la razón formal de sustancia; y, consiguientemente, no son dos sustancias, sino una sola, a saber, la del cuerpo de Cristo.
4. Así, pues, en la Eucaristía permanecen la materia y forma de los elementos del pan; pero existiendo ya en otro sobrenaturalmente, no tienen razón de sustancia, sino que tienen razón de accidente sobrenatural, no como si afectaran al cuerpo de Cristo a la manera de los accidentes naturales, sino sólo en cuanto son sustentados por el cuerpo de Cristo del modo que se ha dicho".
Se respondió: "Que la doctrina de la transustanciación, tal como aquí se expone, no puede ser tolerada".
http://www.mercaba.org/CONCILIOS/C_20.htm
Me llama la atención que dentro del rechazo precedente se encuentre la frase
"Así, pues, en la Eucaristía permanecen la materia y forma de los elementos del pan; pero existiendo ya en otro sobrenaturalmente, no tienen razón de sustancia.." que entiendo es lo que estarías proponiendo.
Petrino dijo:
Mmmm más facil? Tal vez así: no se disuelve el ser, se disuelve su materia, o se descompone su materia o cambia su materia.
Si la "sustancia" (cuerpo real de Cristo) resulta ser sólo algo inmaterial, y lo que se descompondría sería sólo la materia del pan.. ¿a qué se debe la razón de que se deba comer a Jesús "en ayunas"? De hecho, algo inmaterial como la sola "sustancia" no se mezclaría con algún alimento previo que se hubiera comido...
Dice el Código de Derecho Canónico:
"Quien vaya a recibir la santísima Eucaristía ha de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas" (Cód 919, punto 1)
Tengo un librito viejo titulado "Catequesis de iniciación Cristiana", 18° edición, impreso en 1981 y con las debidas licencias de Imprimatur eclesial. En la página 88-89, bajo el título "La Eucaristía", pregunta y responde:
Después de la consagración ¿hay en la hostia pan o en el cáliz hay vino?
-Después de la consagración no hay en la hostia pan ni en el cáliz hay vino, sino sólo los accidentes o apariencias de pan y vino, como el olor, el color, el sabor, etc..
a) La respuesta es clara: en la hostia "no hay pan".
b) Menciona las... "apariencias" de pan y vino. Una apariencia es algo que aparenta, pero que NO ES.
¿Y por qué no se ve el cuerpo de Jesús en la Hostia?
Porque está escondido bajo las apariencias del pan.
a) ¿Jesús está escondido? Vaya!
b) Nótese que no habla de pan, sino de "apariencias del pan"
Finalizando
Para finalizar (porque me he extendido demasiado) quisiera hacer referencia a las palabras del sacerdote
ALONSO RODRIGUEZ S.I. (1526-1616) de la Cía de Jesús de Valladolid, en su obra "Ejercicios de Perfección y Virtudes Cristianas" (Ed. Testimonio, Madrid, 3° edición), obra que es utilizada como material de estudio en los seminarios sacerdotales católicos.
"CAPITULO 2
De las excelencias y cosas maravillosas que la fe nos enseña que habemos de creer en este divino Sacramento.
...
La segunda cosa maravillosa que aquí habemos de creer es que después de las palabras de la consagración no queda allí pan ni vino, aunque a nuestros ojos, tacto, gusto y olfato parezca que si,pero la fe nos dice que no...
Y allá en el maná, sombra y figura de este Sacramento, hubo también esto, que sabía el maná a todas las cosas: sabía a perdiz y no era perdiz; sabía a trucha y no era trucha; así este divino maná sabe a pan, y no es pan; sabe a vino, y no es vino.
EN los demás sacramentos no se muda la materia en otra, sino el agua en el bautismo se queda agua, y el óleo, óleo en el sacramento de la confirmación y la extremaunción, pero en este sacramento [LA EUCARISTIA] múdase la materia. De manera que aquello que parece pan, no es pan, y aquello queparece vino, no es vino; sino la sustancia del pan se muda y convierte en el verdadero cuerpo de Cristo nuestro Salvador, y la sustancia del vino en su sangre preciosa...
Lo tercero, hay otra cosa particular en esta conversión,... después de la consagración, en la hostia no queda nada de la sustancia del pan, y en el cáliz no queda nada de la sustancia del vino, ni de la forma ni de la materia... están allí los accidentes sin estar en sustancia y sujeto alguno, siendo propio de los accidentes estar juntos y pegados con la sustancia, como lo enseña toda la filosofía; porque la blancura, claro está que, naturalmente, no puede estar por si, sino junta y pegada con alguna sustancia; y el sabor y el olor también. Pero aquí, sobre todo orden de naturaleza, se quedan los mismos accidentes del pan y del vino, siendo sobrenaturalmente sustentados por sí solos, como en el aire; porque la sustancia del pan y del vino ya no están allí, como habemos dicho; y en el cuerpo y sangre de Cristo, que sucede en su lugar, no pueden estar aquellos accidentes, y así los tiene y sustenta Dios de por sí con un perpetuo milagro.."
(P.Alfonso Rodríguez S.I., Ejercicios de Perfección y Virtudes Cristianas, pág. 1116-1118)
Por todo lo expuesto, continúo considerando que la teología católica enseña que la Hostia consagrada es Cristo corporalmente real (más allá de los accidentes visibles), y ya no pan, el cual es comido como acto sacramental en pos del beneficio espiritual que de ello resultaría, circunstancia en total incongruencia con las palabras del mismo Jesús, quien enseñara que nada de lo que entra por la boca puede tener consecuencias a nivel espiritual, sino que
"...porque va al vientre y luego a la letrina." Es Palabra de Dios (Mateo 15:16-17)
Bendiciones en Cristo