Re: El cerdo y los camarones.
Greivin. dijo:
¿Me pregunto si por esta causa, conocida por Dios, que conoce el tiempo y las sasones, se prohibió desde un principio, el comer la carne de cerdo.?
12/05/2004 | EFE.-Rumanía criará cerdos transgénicos cuyos órganos podrán ser usados para trasplantes a humanos, informó hoy el Instituto de Medicina Comparada de Bucarest (IMC), que calificó este proyecto como un estreno científico en el sureste de Europa.
Con este fin, el IMC firmó el pasado sábado con la compañía holandesa "Pig Health Specialist" y con el criadero SPF de Topoloveni (100 kilómetros al noroeste de Bucarest), un contrato de asociación pública privada.
El proyecto, titulado "Top-Parc", que incluirá también un centro de investigación para la medicina veterinaria y para la biología, costará 6 millones de euros y será finalizado en 2006.
"Con el material genético conseguido aquí se podrán realizar trasplantes de órganos y tejidos (páncreas, riñones, piel, músculos, tendones, ligamentos) del cerdo al hombre", aseguró Ion Miclaus, director de IMC.
Mencionó que el criadero será "un verdadero banco de órganos" que "hará desaparecer las largas listas de espera" de las personas en sufrimiento confrontadas con la escasez de órganos.
Miclaus explicó que, desde el punto de vista genético, el cerdo es el animal más próximo a la estructura del hombre.
El cerdo transgénico es libre de afecciones transmisibles al hombre, mientras que sus órganos son modificados para ser plenamente compatibles con los humanos.
Al inicio, serán traídas de Holanda, bajo el estricto control del Instituto de Control de la Salud de los Animales de dicho país, 200 cerdas preñadas e inmunizadas.
Como medida suplementaria de seguridad y para prevenir la aparición de cualquier germen patógeno, las cerdas transgénicas nacen sólo por operación cesárea, informó Miclaus.
El criadero estará situado en una zona con un medio ambiente muy puro, en una región de colinas circundada de bosques y se beneficiará de guardia militarizada.
La inversión de Topoloveni será sostenida tanto por fuentes gubernamentales rumanas, como por la compañía holandesa, mencionó el ministro rumano de Investigación Científica, Serban Valeca.
Las dos partes están interesadas también en la exportación de órganos que se podría realizar a partir del año 2006.
Greivin.
Llegará el día en que o más apreciado de algunos cerdo no será precisamente el jamón, ni siquiera el de la pata negra. Se buscarán como verdaderos tesoros su corazón u otros órganos, no para comérselos sino para trasplantarlos a seres humanos que así lograran sobrevivir a fallos d los propios órganos. Estamos no ante una inocentada, una visión loca o una ficción de alguna imaginación desbocada. Los científicos llevan tiempo realizando experimentos y piensan que probablemente hacia el año 2010, estas previsiones serán una feliz realidad para miles de enfermos.
ESCASEZ DE ORGANOS HUMANOS PARA TRASPLANTES
En 1945 Joseph Murria consiguió el primer éxito en un trasplante de riñón: donante y receptor eran gemelos idénticos. La técnica de los trasplantes se topó durante años con una barrera difícil de salvar: los donantes eran necesariamente seres humanos vivos y de ellos únicamente se podía tomar uno de los órganos dobles, por ejemplo, un riñón.
Un paso importantísimo en la medicina de trasplantes se dio al poder contar con los órganos procedentes de cadáveres, pero la generosidad humana no ha avanzado tan rápidamente como la técnica. La de manda de órganos es muy superior a la que proviene de cadáveres y todas las soluciones intentadas para remediar la escasez han resultado insuficientes. El esfuerzo educativo, estimulando a al donación gratuita, las leyes que permiten la toma de órganos de cadáveres cuando no consta la oposición de difunto, el pago a los donantes, han aliviado un poco el problema de la escasez. Por eso, ya hace años afloró un viejo sueño: el recurso a los sufridos y callados animales como fuente de órganos para trasplantes humanos.
HISTORIA DE TRASPLANTES ANIMALES
Hemos de remontarnos a principios del siglo XX para encontrar los primeros intentos de trasplantes de órganos de animales. Todos fracasaron. Una larga pausa nos lleva a la década de los sesenta. El 5 de noviembre de 1963 Keith Reemsta, universidad de Tulane, EEUU, injertó seis riñones de chimpancé a seis pacientes cuyos riñones no funcionaban. La supervivencia mayor fue de 9 meses. También en 1963, Thomas Starzl, en Denver, EEUU, trasplantó seis riñones de mandril con una supervivencia máxima de tres meses. El 23 de enero de 1964 encontramos el primer trasplante de corazón por James D Ardí, el órgano procedía de un chimpancé y no funcionó.
De nuevo una pausa de 20 años . E n 1985 y en Loma Linda, EEUU, L. Baily trasplantó un corazón de mandril a una niña recién nacida, a la que se conoce como "bebé Fae". La pequeña sobrevivió 3 meses. En junio de 1992 y en Pittsburg, EEUU, repite Thomas Starzl, esta vez con el hígado de dos mandriles a dos pacientes que sufrían bloqueo hepático. Uno murió a los 28 días, el otro a los 71.
EL CERDO, CANDIDATO NUMERO UNO PARA TRASPLANTES
Dentro de los animales, la opción más atractiva es, de por sí, la de los primates no humanos , por su mayor semejanza genética con el hombre. Esta vía es impracticable pues el número de estos primates es insuficiente, su cría muy costosa y estas especies correrían el peligro de desaparecer.
Otras especies: el carnero, la cabra, el canguro son zoológicamente tan indicadas como el cerdo, pero su reproducción es lenta y su cría más difícil. Al final, las preferencias se han decantado por el cerdo. Probablemente éste (no importa su raza) sea el animal más indicado como fuente de órganos para humanos. Es fácil de criar, su alimentación no es cara, su reproducción es numerosa , crece rápidamente: todo ello son ventajas pues en cualquier momento se podría elegir el ejemplar en función de su talla, sexo y edad. Además, a diferencia de los primates no humanos, el cerdo tiene pocas enfermedades debidas a bacterias o virus y no sufre enfermedades malignas trasmisibles al ser humano. Por otro lado, d entre os millones de cerdos criados cada año entre nosotros para la alimentación, sólo unos miles serían necesarios para trasplantes.
En relación con los primates, el credo tiene una importante desventaja: los problemas de rechazo son más serios. Afortunadamente la superación de esta grave dificultad está en camino porque los cerdos cuyos órganos se destinen al trasplante para seres humanos, se trata de introducir modificaciones genéticas que hagan sus órganos más compatibles con el cuerpo humano y reduzcan así el peligro del rechazo.
LA MORAL TIENE ALGO QUE DECIR
Ya que los cerdos no pueden expresar su opinión ni dar su consentimiento, en su lugar los seres humanos nos preguntamos si estas acciones médicas son lícitas moralmente o no. Una minoría se opone absolutamente a todo tipo de trasplante de animal a ser humano por ser contrarios a los "derechos" de los animales. A mayoría creemos que no existen objeciones de fondo de esta práctica que, por lo tanto, se puede llevar a cabo con cordura y sensatez si se cumplen algunos requisitos.
Se han de poner en la balanza los beneficios esperables y los perjuicios previsibles, si sopesados todos ellos, los beneficios superan alos perjuicios, se podrá proceder tranquilamente a estos trasplantes. El principal beneficio que se busca y espera es la salvación de muchas vidas humanas y la mejora de la calidad de vida de las personas necesitadas de un trasplante. Se pueden descubrir otros beneficios de menor relieve: evitar situaciones penosas sanatorios y familiares ante la petición de autorización para tomar los órganos del difunto, poner fina un comercio inmoral de órganos y a un "turismo de trasplantes", etc.
Un riesgo importante es el paso del animal al hombre de gérmenes causantes de enfermedades o infecciones de alcance desconocido, con el peligro añadido de que el contagio llegue a otros seres humanos y se cree problemas de salud pública. Parece ser que los científicos, muy advertidos de este riesgo, tomarán las medidas para conjurarlo.
Algunos se preguntan sobre el impacto psicológico de estos trasplantes. ¿Cómo se verá uno con un corazón de cerdo? No se puede excluir la aparición de problemas en la aceptación de sí mismo que, sin embargo, parecen superables con un adecuado apoyo psicológico. ¿Cómo le verán los demás? ¿No lo discriminarán? Estos temores no son demasiado fundados, sobre todo, cuando esta clase de trasplantes se vaya extendiendo. Cosas que al principio pueden chocar, dejan de hacerlo al ser más comunes.
El sacrificio de los animales por razón de trasplantes es injustificable para algunos, la mayor parte de los humanos, por el contrario, lo considera razonable. El bien logrado: salvar una vida, es mucho más importante que el obtenido comiéndose un buen plato de jamón.
Es muy difícil poner de acuerdo opiniones tan dispares. Los pacientes que pueden beneficiarse del trasplante de animales, sus familiares y otros muchos prefieren la supervivencia del ser humano a al del animal y no les faltan razones.
Termino con un pregunta inofensiva: quienes se oponen radicalmente al trasplante de órganos de animales al ser humano ¿dirán lo mismo cuando necesiten el corazón de un cerdo para salvar su vida o lo precise un familiar suyo?
P. JAVIER ELIZARI, CSSR