¿QUE ES LA LLENURA DEL ESPÍRITU?
REFLEXIÓN
Tres palabras relacionadas entre sí expresan la verdad de estar lleno del Espíritu. Dos de ellas son adjetivos que describen a los que están llenos, y la otra un verbo que expresa la idea.
Primeramente, los pasajes que destacan individuos que se caracterizaban por estar bajo el control del Espíritu:
• Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, Luc. 4:1
• Varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo… Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, Hch. 6:3,5
• Esteban, lleno del Espíritu Santo,… vio la gloria de Dios, Hch. 7:55
• Bernabé… era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe, Hch. 11:24
• Los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo, Hch. 13:52
• Sed llenos del Espíritu, Ef. 5:18
La otra palabra señala la llenura del Espíritu en un individuo para darle la capacidad para una responsabilidad que Dios le había asignado:
• Juan… será lleno del Espíritu Santo; Elisabeth fue llena del Espíritu Santo; Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, Luc. 1:15,41,67
• fueron todos llenos del Espíritu Santo, Hch. 2:4
• Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo…, Hch. 4:8
• Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios, 4:31
• Saulo… seas lleno del Espíritu Santo, Hch. 9:17
• Saulo… lleno del Espíritu Santo, dijo …, Hch. 13:9
En estos casos (con la posible excepción de Luc. 1:15) la llenura es obra de un momento.
Quizás esto nos ayuda a entender esta declaración difícil acerca de Juan el Bautista; el Espíritu le daría constantemente una capacidad singular para su obra específica.
La llenura del Espíritu involucra tanto un control como una capacidad.
Nuestra responsabilidad es la de permitir continuamente al Espíritu a controlar nuestras vidas. “Sed llenos del Espíritu”, Ef. 5:18.
Es interesante que, aparte de este versículo, Lucas es el único que habla de esta verdad.
En su Evangelio sólo Uno, el Señor Jesús, está típicamente bajo el control del Espíritu.
“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto”, Luc. 4:1.
En Hechos, cuando el Señor había ascendido, él identifica nueve individuos que estaban llenos del Espíritu.
Siete veces en sus dos libros, Lucas habla de creyentes llenos del Espíritu.
Que el Señor prospere esta breve meditación, sobre la llenura del Espíritu Santo y los lectores puedan discernir el contraste, con los brincos, los estremecimientos convulsivos, las caídas al piso, la verborrea incoherente que falsifica al idioma, cuya fuente no es el Espíritu por cuanto Jesús jamás nos dio ese ejemplo.