Sería una manera de controlar algo la situación, pero no la soluciona del todo, seguiría habiendo conflictos, y seguirían multiplicándose hasta que finalmente fueran mayoría (que al ritmo que vamos ya no queda mucho para eso).
La única manera de solucionar el problema definitivamente es expulsarlos a sus países de origen. A todos los ilegales. Y con los legales, hacer una selección exhaustiva: quienes cumplan una serie de requisitos que demuestren que están perfectamente integrados en la cultura occidental pueden quedarse; los que no los cumplan, retirada de permisos y fuera también. Y eso sí, retirada de nacionalidad a todo el que no sea originario del país, aunque haya nacido en él. Sólo puede ser nacional quien lo sea realmente, de sangre, no porque lo diga un papelito. Quienes se queden, que se queden en estatus de residentes extranjeros y punto. Y, por supuesto, dejar de importar inmigrantes masivamente, controlar de manera estricta quienes pueden entrar y permanecer en el país, como hacen en el resto de países del mundo.
