Ahora que estamos en estas fechas, donde más de la mitad del mundo, recuerda, o conmemora, el sacrificio de Jesús, me vino a la mente el texto de Éxodo 21:23,24 que dice:
“Pero si le causan otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie”
Reflexionando sobre este texto, y relacionándolo con la propia vida que Jesús pagó por nosotros, llegué a la conclusión que Jehová no es un Dios imparcial (en el sentido de poner una norma “vida por vida” y después injustamente espera que otros la cumplan) al contrario, reflexioné que Él también se sujeta a esa misma ley.
¿Por qué lo digo?
Porque cuando Jehová entregó la vida de su hijo por la humanidad, “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” Él también se impuso “a sí mismo” esa ley (a pesar de ser Dios todopoderoso).
¿Cómo?
Recordemos que cuando Adán pecó, nos dejó a todos la herencia congénita de la muerte.
Romanos 5:12 “el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”
Por tanto, y según la ley de “vida por vida” impuesta por Dios, había que pagar una compensación por lo que Adán hizo perder a toda la humanidad.
La pregunta es; ¿Cumplió Él también con esa ley de “vida por vida”?
Sí, si la cumplió. Él también se impuso “a sí mismo” esa ley.
Pero había un problema para cumplirla. Nadie en la tierra podía dar una compensación igual a lo que perdió Adán porque, según leemos en Salmo 49:7 “ninguno de ellos podrá, en manera alguna, redimir al hermano ni pagar a Dios su rescate.
Romanos 3:10 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno”
Sólo había uno, Jesús, que tenía una vida perfecta e incontaminada en el cielo.
Y Jehová puso la vida de su hijo Jesús perfecta como compensación por lo que Adán (en ese momento un ser perfecto) quitó a la humanidad.
Romanos 8:32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
¡Qué gran muestra de amor y justicia demostró Dios!
Bueno, y… ¿Qué me hace ver a mí (en realidad a todos) la actitud de Jehová sobre este hecho?
Salmo 189:14 dice: “Justicia y derecho son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Me hace ver que su “trono” Jehová lo utiliza para tratarnos no de un modo severo, o distante, sino al contrario, amoroso y misericordioso, pero al mismo tiempo justo, recto e imparcial.
Me hace ver que tenemos la suerte de tener este gran Dios de amor que no discrimina, porque es recto en todos sus tratos.
Por último…
No es que me olvide del gran sacrificio de Jesús. No. Sería injusto si lo hiciera.
Es solo que en este Tema enfoco mi atención en la manera justa y recta que tiene Jehová de Gobernar.
“Pero si le causan otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie”
Reflexionando sobre este texto, y relacionándolo con la propia vida que Jesús pagó por nosotros, llegué a la conclusión que Jehová no es un Dios imparcial (en el sentido de poner una norma “vida por vida” y después injustamente espera que otros la cumplan) al contrario, reflexioné que Él también se sujeta a esa misma ley.
¿Por qué lo digo?
Porque cuando Jehová entregó la vida de su hijo por la humanidad, “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” Él también se impuso “a sí mismo” esa ley (a pesar de ser Dios todopoderoso).
¿Cómo?
Recordemos que cuando Adán pecó, nos dejó a todos la herencia congénita de la muerte.
Romanos 5:12 “el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”
Por tanto, y según la ley de “vida por vida” impuesta por Dios, había que pagar una compensación por lo que Adán hizo perder a toda la humanidad.
La pregunta es; ¿Cumplió Él también con esa ley de “vida por vida”?
Sí, si la cumplió. Él también se impuso “a sí mismo” esa ley.
Pero había un problema para cumplirla. Nadie en la tierra podía dar una compensación igual a lo que perdió Adán porque, según leemos en Salmo 49:7 “ninguno de ellos podrá, en manera alguna, redimir al hermano ni pagar a Dios su rescate.
Romanos 3:10 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno”
Sólo había uno, Jesús, que tenía una vida perfecta e incontaminada en el cielo.
Y Jehová puso la vida de su hijo Jesús perfecta como compensación por lo que Adán (en ese momento un ser perfecto) quitó a la humanidad.
Romanos 8:32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
¡Qué gran muestra de amor y justicia demostró Dios!
Bueno, y… ¿Qué me hace ver a mí (en realidad a todos) la actitud de Jehová sobre este hecho?
Salmo 189:14 dice: “Justicia y derecho son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Me hace ver que su “trono” Jehová lo utiliza para tratarnos no de un modo severo, o distante, sino al contrario, amoroso y misericordioso, pero al mismo tiempo justo, recto e imparcial.
Me hace ver que tenemos la suerte de tener este gran Dios de amor que no discrimina, porque es recto en todos sus tratos.
Por último…
No es que me olvide del gran sacrificio de Jesús. No. Sería injusto si lo hiciera.
Es solo que en este Tema enfoco mi atención en la manera justa y recta que tiene Jehová de Gobernar.