NOTAS HISTÓRICAS

LA TÓRTOLA Y LA PALOMA DE CANTARES



Por un Hermano de nuestras asambleas.

Cantares 2:8-13,14



HORA DE DESPERTAR

El Rey pidió que no despertaran a la Novia, “hasta que ella quisiera”. El problema es que ella seguía durmiendo, y nunca despertó. Se quedó muy acomodada en el lecho de flores.



Ella seguía durmiendo, pero el Señor mismo la despertó, ya que venían cambios. Entró un nuevo tiempo.

(Cantares 2:10-13) Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.



a. Pasó el Invierno, Llegó la Cosecha

En Israel, el invierno es el tiempo frío, pero también es la época de lluvia. En verano no llueve en absoluto. Es el tiempo en que la tierra se alimenta del agua del cielo, la cual es bendición del cielo.

(Eze. 34:26) Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.



A veces las bendiciones vienen “disfrazadas”. La lluvia trae frío y humedad que nos incomoda, pero al final vemos el resultado positivo de esa agua del cielo. De igual manera, a veces las dificultades u obstáculos en la vida nos traen al final bendición.



El resultado de la lluvia es una cosecha abundante.

(Hebreos 6:7) Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios.



La lluvia representa la Palabra de Dios. Si la recibimos y la guardamos vendrá bendición.

(Isaías 55:10-11) Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.



Dios había enviado la bendición del Cielo, y ahora era tiempo de cosecha, de recogerla.



Así como el Rey llegó en tiempo de cosecha y despertó a la Sulamita, también el Señor vendrá en tiempo de la cosecha de los frutos y despertará a Su Novia.



Las últimas Fiestas bíblicas, que hablan de la segunda venida del Señor, caen en otoño, en el tiempo de la cosecha. Estas son: Fiesta de Trompetas (Rosh Hashana), Día de Expiación (Yom Kippur) y Tabernáculos (Sucot).

(Santiago5:7-8) Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.



b. Las flores en la Tierra

En los árboles frutales, la flor sirve como el anuncio o la promesa que el fruto vendrá pronto. Primero viene la flor, y luego surge el fruto de la corona de la flor.



El Rey hace referencia a la flor de la vid, la cual es dulce. Muchas veces las cortaban, y las secaban, para luego echarlas al vino para darles una fragancia más intensa.



El fruto del higo comenzaba a salir en el invierno; sin embargo, éstos maduraban hasta el principio de la primavera. Para Julio ya estaban completamente maduros.



La época de cosecha era muy alegre porque hacían festivales en torno a la recolección. Los cantos y danzas eran comunes.



b. La voz de la tórtola

Las tórtolas pertenecen a la familia de las palomas. Son aves migratorias, que se trasladan al sur para el invierno, y regresan para la primavera. Cuando en Israel se oye la “voz de la tórtola”, es porque ya llegó el verano, y viene pronto el tiempo de la cosecha.

(Jeremías 8:7) Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.



Había llegado el tiempo de la cosecha, y la Novia debía despertar. Había trabajo que hacer. El Novio estaba a punto de partir, y estaba invitando a la Novia a irse con Él…



NUEVA REVELACIÓN DEL AMADO

Aquí la Novia ve otro aspecto de su Amado que no conocía. Viene saltando y conquistando. Pero lo reconoce por Su voz (Juan 10:27).

(Cantares 2:8-9) ¡La voz de mi amado! He aquí él viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados. Mi amado es semejante al corzo, o al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías.



La Novia ya había conocido la faceta de Pastor, quien dio su vida por salvarla. También lo había conocido como el Amor de su vida. Pero ahora lo va a conocer como el Rey que viene conquistando…



a. Montes y collados

El Rey viene saltando sobre los montes y brincando sobre los collados. Éstos representan los reinos del mundo, y los obstáculos que no nos dejan avanzar en la vida.



El Amado salta sobre los obstáculos como un venado salta en las montañas, subiendo a las alturas sin esfuerzo alguno.



Para el Señor no hay problema que sea demasiado grande que no puedo superar. Nada es imposible para Dios (Luc. 1:37).

(Mateo 17:20) Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que, si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.



Todavía no hemos escuchado la voz de la tórtola en nuestro país, pero todos estos elementos nos anuncian un nuevo tiempo, tiempo de primavera, donde oiremos a esta ave migratoria que se expresa en sonidos anunciando que el invierno se ha ido.

Bueno hermanos, tengamos paciencia, el tiempo de la canción viene, el tiempo de mostrarse las flores en la tierra, viene.

En nuestro país, nuestra querida patria Venezuela, se ha de oír la voz de la tórtola.

Este tiempo que estamos viviendo, ha de pasar por la gracia de Dios y mientras duren estas circunstancias, no cabe duda, estamos experimentando la gracia de nuestro Dios, su mano tierna, poderosa y prominente, nos está socorriendo.

Más adelante leemos:

Cnt 2:14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes,

Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz;

Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.

Los entendidos en la fauna de Palestina nos informan que esta ave no es la misma tórtola que anuncia la primavera. Sino que es la conocida paloma de las rocas, leemos:

Jer 48:28 Abandonad las ciudades y habitad en peñascos, oh moradores de Moab, y sed como la paloma que hace nido en la boca de la caverna.

Esta es la paloma de, las rocas.

Y aquí, en Cantares 2:14, tenemos un llamado a esa paloma que en otras palabras significa:

“Amada, no te escondas”

“No te refugies en lo secreto de tu escondido nido, quiero disfrutar tu rostro, quiero que me hagas oír tu voz, porque dulce es la voz tuya y hermoso tu aspecto”

Cuál es la aplicación, cuál es la animación.



Hermanos, estamos como esta paloma, en lo escondido de nuestras casas, que nos manda a guardarnos lo más posible, a evitar los conglomerados, a evitar las reuniones como tal.

De manera que repetimos, es una necedad insistir en estas condiciones y de paso violentar los ordenamientos de la ley, de las autoridades del país. Leemos:

Rom 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

Rom 13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

De manera que insistir en congregarnos, utilizando algunas trampitas, algunos atajos, no es piadoso, no es cristiano, no es sabio.

Quienes insisten en hacerlo, pasaran a la historia, no como más santos, sino más necios, y como más desobedientes y rebeldes a Dios y a su Palabra, exponiéndose a ser contagiados y a convertirse en personas canales para el contagio de otros.

Estamos, entonces, como la paloma de las rocas de Cantares 2:14, estamos en lo escondido de nuestras casas.

No estamos haciendo presencia pública, congregacional, pero, un momentico, eso no quiere decir que nuestro Dios y nuestro amado Salvador se quede sin gloria, porque leemos:

Cnt 2:14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes,

MUÉSTRAME TU ROSTRO, HAZME OÍR TU VOZ

Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.



“MUÉSTRAME TU ROSTRO, HAZME OÍR TU VOZ”

Cada hermano, cada hermana, puede decir al Señor:

“Aquí estoy en mi casita, aquí estamos encerrados,”

Pero hay una conexión espiritual desde nuestra casita, desde nuestro cuarto, hasta el Trono de Dios, para mostrar nuestro rostro y para hacer oír la voz de nuestra alabanza y nuestra adoración.

Y nos anima el Señor cuando nos dice:

“PORQUE DULCE ES LA VOZ TUYA, Y HERMOSO TU ASPECTO”



Desde su Trono el anhela oír la voz de adoración y alabanza de cada salvado, desde el rincón de su casa, para él.

Esperamos que esto anime a los santos a pronunciarse en esta hora, en animación y adoración individual delante de su Trono.
 
Cuenta Nelson Mandela:

Después de convertirme en presidente, le pedí a algunos miembros de mi escolta que fuésemos a pasear por la ciudad. Tras el paseo, fuimos a almorzar a un restaurante.

Nos sentamos en uno de los más céntricos, y cada uno de nosotros pidió lo que quiso. Después de un tiempo de espera apareció el camarero trayendo nuestros menús. Fue justo entonces cuando me di cuenta de que en la mesa que estaba justo frente a la nuestra, había un hombre solo, esperando ser atendido.

Cuando fue servido, le dije a uno de mis soldados «ve a pedirle a ese señor que se una a nosotros».

El soldado fue y le transmitió mi invitación. El hombre se levantó, cogió su plato y se sentó justo a mi lado.

Mientras comía sus manos temblaban constantemente y no levantaba la cabeza de su comida. Cuando terminamos, se despidió de mí, sin apenas mirarme, le di la mano y se marchó.

El soldado me comentó:

Mandela, ese hombre debía estar muy enfermo, ya que sus manos no paraban de temblar, mientras comía.

¡No, en absoluto! la razón de su temblor es otra. Me miraron extrañados y les conté:

Ese hombre era el guardián de la cárcel donde yo estuve encerrado.

A menudo, después de las torturas a las que me sometían, yo gritaba y lloraba pidiendo un poco de agua y él venía me humillaba, se reía de mí y en vez de darme agua, se orinaba en mi cabeza.

Él no estaba enfermo, lo que estaba era asustado y temblaba, quizás esperando que yo, ahora que soy presidente de Sudáfrica, lo mandase a encarcelar y le hiciese lo mismo que él me hizo, torturarlo y humillarlo.

Pero yo no soy así, esa conducta no forma parte de mi carácter, ni de mi ética.

Las mentes que buscan venganza destruyen los estados, mientras que las que buscan la reconciliación construyen naciones.


Nelson Mandela


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BIENAVENTURADO ES AQUEL QUE NO HALLE TROPIEZO EN MI

Por Don Gelson Villegas

Apreciados en Cristo, muy buenas tardes. Otra vez tenemos múltiples razones para estar alegres en Cristo y agradecidos por su mucha bondad sobre nosotros. Esperamos que ustedes, igualmente, tengan un corazón rebosante de gratitud. No olvidando que aún aquellas cosas que pudiera parecernos adversas, forman parte del programa de Dios. Recordemos que todas las cosas ayudan a bien a los que Dios aman. No hay despropósito alguno, en nada que el permita o deje de hacer. Sus caminos son perfectos y aún aquello que nosotros no entendemos hoy, lo entenderemos después y el resultados será postrarnos en alabanza, adoración y gratitud al llegar a entender que nunca el epílogo de nuestra historia, pudiera llegar a ser tan feliz, si nosotros hubiéramos sido los artífices de nuestra propia historia y no él.

Tenemos por delante, apreciados hermanos, una bienaventuranza en Lc.7:23, bienaventuranza que no siempre hay acuerdo entre los expositores en relación al sentido de estas palabras, sobre sí es una palabra de amonestación o una palabra de animación. Leemos:

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Que no se escandalice, que no se turbe, que no se desanime por algo que el Señor haya dicho, por algo que el Señor haya hecho, por algo que ha salido del Señor y que no satisface enteramente el entendimiento y los anhelos de sus redimidos al precio de su sangre.

La Versión "Dios habla hoy" dice:

" Y dichoso aquel que no pierda su fe en mí "

Entonces, necesitamos hermanos, el contexto de estas palabras, para entender esta bienaventuranza que nos habla de no desmayar en nuestra fe hacia Cristo. para que no lleguemos a dudar de su bondad en la perfección de sus propósitos hacia nosotros con una voluntad agradable y perfecta.

En el contexto observamos que Juan el bautista, está en la cárcel, un fiel siervo de Dios, enviado para preparar el camino al Redentor que venía detrás de él.

Juan está preso y envía a dos de sus discípulos para preguntarle al Señor:

¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

La respuesta contundente del Señor, fue contemplada por los discípulos de Juan, leemos:

Luc 7:21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.

Luc 7:22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;

Y seguidamente dice el Señor:

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

La debilidad de la naturaleza humana ve tropiezos dónde sólo hay perfección.

La respuesta del Señor está vinculada a la pregunta que Juan ha enviado al Señor por medio de dos de sus discípulos.

Juan bien puede cuestionarse:

"Estoy preso, y he enseñado que detrás de mí viene uno del cual no soy digno de desatar la correa de su calzado, pero sigo preso y Señor sabe que estoy preso"

"¿No dice la Escritura que el Mesías va a subyugar a sus enemigos y a establecer su Reino Milenial y yo que soy su precursor, estoy preso?"

"Tampoco he escuchado que el Señor va a sacarme de aquí"

Estas razones bien pudieron hacer que Juan enviara sus discípulos para preguntarle al Señor:

¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

Y la respuesta del Señor:

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Nos cuesta admitir que haya aquí una palabra de censura, es una palabra de animación que implica una censura a aquel hombre tan fiel, atravesando circunstancias muy difíciles en la cárcel, pensando que el Señor debió haberse manifestado para sacarlo a él de esa situación,.

Tenemos el ejemplo de siervos de Dios siendo mencionados en su debilidad, porque Dios no esconde en su palabra la debilidad de los suyos, sino que la muestra en toda su magnitud para manifestar su gracia y a la vez para ayudar a los que en tiempos subsecuentes, habríamos de transitar la senda de sus caminos y encontrar escollos y dificultades en el camino.

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Creemos que por el contexto, esto está dicho a propósito de la preocupación de Juan, pero la expresión posee un alcance más amplio.

Bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí, es una palabra para nosotros también... se dirige a usted hermano, a usted hermana, está hablando conmigo.
Nos ayudaría un poco a entenderlo si recordamos que algunos, durante la vida terrenal del Señor, en su Ministerio, algunos manifestaron hallar tropiezo, no comprender, no entender y hasta censurar en alguna medida las palabras y las acciones del Señor.

Recordemos, por ejemplo, aquellos asustados discípulos en medio de una gran tempestad, acompañada de vientos huracanados y a punto de zozobrar, y el Señor durmiendo sobre un cabezal>

Mr. 4:38 ... y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?

"¿Cómo es posible que estés durmiendo mientras nosotros estamos en grande angustia y próximos a la muerte?"

En otra ocasión el Señor llega a Betania y allí está Marta afanada y turbada con muchos quehaceres y María a los pies del Señor, deleitándose en su bendita palabra y allí vemos a Marta tropezando, haciendo un reproche al Señor, leemos>

Luc_10:40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.

En la muerte de Lázaro, ambas le dijeron al Señor:

"si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto." (Jn. 11:21,32)

En otras palabras, le están diciendo al Señor: "Has llegado demasiado tarde y ya no hay nada que hacer".

Estos ejemplos nos demuestran que los hombres y mujeres fieles amantes del Señor, en algún momento y en circunstancias muy difíciles, la debilidad afloró en ellos, y ciertamente las expresiones mencionadas, indican que hallaron tropiezo en el Señor. No entendieron las palabras del Señor, no entendieron las acciones del Señor y llegaron a cuestionar al mismo Señor en estas circunstancias difíciles.

De manera que aquí está esta palabra de bienaventuranza para el que no halle tropiezo en el Señor, para que aprendamos a confiar sin reservas en su gloriosa persona, en su infinito poder, en su perfecta palabra:

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Pero hay un detalle muy hermoso que nos eleva y a la vez nos postra en alabanza en acción de gracias a nuestro Señor.
Que luego que los mensajeros de Juan se fueron, el Señor comenzó a decir a la gente:

¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

Luc 7:25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están.

Luc 7:26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.

Luc 7:27 Este es de quien está escrito:
He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.

Luc 7:28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

¿Usted logra percibir, logra captar este detalle tan maravilloso?

Que luego de expresar estas palabras:

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Y Juan circunstancialmente halló tropiezo en el Señor. Pero después de ellos, el Señor empieza a presentar las virtudes de Juan, PARA DARNOS A ENTENDER QUE NUESTRAS DEBILIDADES, NUESTROS MALOS PASOS EN EL CAMINO DE LAS VICISITUDES , DE LAS DIFICULTADES., CUANDO NUESTRA FE FLAQUEA, CUANDO NUESTRA ENTEREZA DE LAS CONVICCIONES, MUESTRA DEBILIDAD Y FRACTURA, EL SEÑOR ESTÁ DICIÉNDONOS AQUÍ QUE SU GRACIA Y SU APRECIO Y SU AMOR HACIA NOSOTROS, PERMANECE FIEL.

Hechos como los que estamos viendo en Juan, no descalifican, no descartan, no anulan al hombre de Dios y a la mujer de Dios.

Pensamos por ejemplo en el profeta Elías, leemos:

Stg_5:17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.

No está hablando de pasiones morales, está hablando del aquel hombre valiente que contendió contra los profetas de Baal y Dios habló por medio del fuego dándole una gran victoria, pero luego lo contemplamos, acobardado, huyendo de la amenaza de una mujer Jezabel.
Esto no anuló ni descalificó en el ojo de Dios ni en el corazón del Dios Eterno, a aquel profeta del AT.

Luc 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

Palabra de bienaventuranza, tendiente a acrecentar nuestra fe y a valorar y a crecer en el conocimiento de nuestro Amado y Bendito Salvador.

Qué el Señor prospere su Palabra.
 
EL MATRIMONIO IMPROCEDENTE

Por Don Neal R. Thomsom, Guacara, Venezuela

Ilustraciones del yugo desigual en el matrimonio, entre creyente y no creyente en Cristo

La soledad no es agradable. Toda persona busca la felicidad en su vida y este deseo le conduce a acercarse a otros. Se buscan las amistades para no vivir solitario. Dijo Dios a Adán: “No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para él”, Génesis 2.18, y por esto instituyó el yugo matrimonial para la felicidad y el bienestar del hombre.

Si la Biblia enseña la ventaja de la unión de personas, ¿qué significa el yugo desigual? Sabemos que Dios busca nuestro bienestar y no nuestro mal. Por consiguiente, cuando nos hace una prohibición, sabemos que es para nuestro bien. Sus mandamientos no son gravosos, 1 Juan 5.3. Cuando dice, “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos”, sabemos que es una prohibición para librarnos de problemas, tristezas y lamentos. Por supuesto, el diablo siempre engaña, enseñando cierta felicidad o ventaja en el yugo desigual.

La figura se toma del campo donde el yugo es un palo labrado que descansa sobre el pescuezo de dos animales. Lleva ganchos de madera o de hierro para unir los dos bajo el yugo. A veces varias yuntas de animales (bueyes, por ejemplo) están unidas; el propósito es beneficioso, porque dos son mejores que uno.

En la ley de Moisés, Dios presentó una ilustración espiritual cuando dijo, “No ararás con buey y con asno juntamente”, Deuteronomio 22.10. Aquello sería un yugo desigual. Este yugo desigual no se limita al matrimonio. Se incluyen muchas otras uniones en la vida del creyente –en el compañerismo, los negocios, la política y la religión, por ejemplo– pero aquí vamos a considerar sólo el matrimonio.

¿Qué concordia Cristo con Belial? 2 Corintios 6.15.

En el matrimonio se prosigue la armonía. Este el secreto de la felicidad y se hace posible donde hay igualdad de naturaleza espiritual. Dios sabe que no se puede perfeccionar el gozo en un yugo desigual, y por consiguiente a las personas que son salvas, o renacidas, nos manda a no unirnos con los infieles. Otros yugos se pueden romper, pero éste es de por vida.

Dios nos da muchos ejemplos bíblicos para hacer hincapié en la seriedad del asunto.

Dijo Abraham a su mayordomo: “No tomarás para mi hijo (Isaac) mujer de las hijas de los cananeos”, Génesis 24.2,3. Los cananeos eran incrédulos e impíos. Cuando posteriormente Esaú se casó con dos cananeas, “fueron amargura de espíritu a Isaac y Rebeca”. Luego dijo Isaac a su hijo: “No tomarás mujer de las hijas de Canaán … y Jacob obedeció a su padre y a su madre”, Génesis 28.6,7.
Se demuestra la convicción de parte de los fieles de que el yugo desigual no agradaba a Dios. ¡Ojalá que todos los padres fuesen fieles como aquellos patriarcas, y todos los hijos obedientes a los consejos sabios, como Jacob fue en lo relatado!

Después de la redención de Egipto, Dios habló muy claramente a la congregación de Israel: “Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti”, Éxodo 34.12. Él sabía que la amistad conduciría al matrimonio.
Sansón es uno de los ejemplos más destacados de la tristeza del yugo desigual. Él fue escogido por Dios para servirle con poder, pero terminó en fracaso: “Vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos … y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió: Tómame esta mujer, porque ella me agrada”, Jueces 14.1 al 3.
Él no pensó en agradar a Dios, sino a sí mismo. El resultado fue triste. No había armonía, sino intriga, y el matrimonio no duró más de una semana. Habló de su esposa como “mi novilla”. En realidad, Sansón había sido escogido por Dios como novillo para servirle, pero la que él escogió era inmunda como asna en sentido figurativo. Era un yugo desigual.

Sansón no aprendió. Después se enamoró de una mujer en Sorec, llamada Dalila, que también era filistea. Este segundo yugo le llevó al fracaso. Su sueño en el regazo de Dalila indica que estaba también dormido espiritualmente. “Él no sabía que Jehová ya se había apartado de él”, Jueces 16.20. Como resultado, perdió la vista y quedó ciego hasta la muerte.

Otro personaje que se destaca por su desobediencia es Salomón, quien “amó … a muchas mujeres extranjeras … gente de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros, porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor”, 1 Reyes 11.1,2. “¿No pecó por esto Salomón? Aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras”, Nehemías 13.26. El yugo desigual le condujo a la ruina.
El rey Josafat fue causa de otra tristeza en el caso de su hijo Joram. Este se casó con la hija de Acab y Jezabel, llamada Atalía. Todo empezó con la amistad entre estas familias. “Después de algunos años descendió a Samaria para visitar a Acab; por lo que Acab mató a muchas ovejas y bueyes para él y para la gente que con él venía”, 2 Crónicas 18.2.
Joram era un joven de 17 años cuando conoció aquella muchacha. Sin duda ella se adornaba como su mamá, con los ojos pintados con antimonio y la cabeza ataviada, 2 Reyes 9.30. Dios nos indica que toda la familia era impía, y el joven se casó con una impía. Le parecía, quizá, que era mariposa inocente, pero resultó ser como una tigra. Durante su vida Joram perdió su familia en manos del enemigo como tantos hijos de los yugos desiguales se pierden. También perdió sus bienes y su salud, 2 Crónicas 21.17,18.

La disciplina del Señor cayó sobre él. Después de su muerte, su esposa mató toda la descendencia real. Era mujer de sangre, como su madre Jezabel. ¡Qué los jóvenes no se dejen engañar por las “mariposas”!

La Biblia sigue dando ejemplos tristes una vez vuelto el remanente de Babilonia. “El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras … porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de la tierra; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado”, Esdras 9.1,2.
Pasada una generación, se repitió el pecado. El sacerdote Eliasib había emparentado con Tobías (un amonita) y le había hecho una gran cámara, Nehemías 13.4. Nehemías sacó fuera a Tobías de la casa de Dios. Pero el mal ejemplo de Eliasib ya había conducido al pueblo a hacer lo mismo. “Vi asimismo … a judíos que habían tomado mujeres de Asdod, amonitas, y moabitas; y la mitad de sus hijos hablaban la lengua de Asdod, porque no sabían hablar judaico”, Nehemías 13.23,24. Esto demuestra un resultado común del yugo desigual. Por falta de acuerdo en las cosas del Señor de parte de los padres, los hijos se crían aprendiendo el lenguaje del mundo en vez de la Palabra de Dios.

Todas estas escrituras citadas nos recuerdan que, siendo creyentes, somos santos. Por consiguiente debemos practicar la santidad y separarnos del mundo de los impíos.

Si se comete el error de entrar en un yugo amistoso, se puede romperlo en un momento. Si es un yugo comercial, también hay la salida, aunque haya pérdida material. Pero si el yugo es matrimonial, no hay salida. Bajo la ley, los israelitas podían repudiar a sus mujeres y corregir su desobediencia, como en el caso notable de Esdras capítulo 10. Pero Jesucristo quitó este permiso de la ley en Mateo 5.31,32.

El matrimonio no se disuelve de tal forma.

1 Corintios capítulo 7 habla de esto, y los primeros versículos de 1 Pedro capítulo 3 también.
 
LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR JESUCRISTO

Por un Hermano de la asamblea

Lectura Juan 20.19 al 29; un lugar aparte

Muchos de los eventos que tuvieron lugar a partir del día de la resurrección pueden relacionarse sobre cómo Cristo llegó a donde estaba la gente.
Los relatos figuran en Mateo 28, Marcos 16, Lucas 24 y Juan 20, 21.

Otras manifestaciones en resurrección incluyen:

María ante la tumba, Juan 20
Un grupo de mujeres de regreso del sepulcro, Mateo 28
Dos viajeros en el camino de Jerusalén a Emaús,
Lucas 24
A Simón, Lucas 24
A los discípulos en el aposento alto en dos ocasiones, Juan 20
A los discípulos en una montaña en Galilea, Mateo 28
A los discípulos en la playa, Juan 21
A un grupo grande de discípulos (500), 1 Corintios 15
A Jacobo, 1 Corintios 15
A los discípulos antes de su ascenso al cielo, Hechos 1

El Señor se manifestó a gente en la mañana, la tarde y la noche. Apareció en un huerto, en el camino, en una casa, en una montaña y a la ribera de un lago. Apeló a los sentidos humanos, comiendo, hablando, soplando y mostrando las manos, los pies y el costado. Su resurrección fue real, como lo era su cuerpo, con todos los sentidos que hemos mencionado, pero único en el sentido que podía entrar en recintos cerrados y salir de ellos. El suyo era en verdad un cuerpo resucitado y se nos recuerda que en la ocasión del rapto “traeremos también la imagen del celestial”, “seremos transformados”, 1 Corintios 15.49,51.

JUAN 20:19-29

v.19 EL TEMOR DISIPADO
Los discípulos están juntos pero temerosos de los judíos. Las puertas están cerradas pero leemos que “vino Jesús, y puesto en medio” les habló. En una ocasión anterior le vemos andando sobre las aguas y en aquella ocasión su presencia ahuyentó el miedo. Es hermoso cuando se le oye decir: “Paz a vosotros”.

v.20 UN HOMBRE GENUINO
“les mostró las manos y el costado” En Lucas 24.39 leemos: “un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo”. No sólo se disipa el miedo sino que el regocijo toma su lugar, “se regocijaron viendo al Señor”

v.21 LOS COMISIONÓ
Si bien en Mateo 28 y Marcos 16 se ofrecen mayores detalles acerca de la comisión, aquí es claro que el Salvador les está enviando. Es interesante observar que en el primer “envío”, relacionado con el Padre y el Hijo, el que comisiona se queda atrás, pero cuando el “envío” se relaciona con el Salvador y sus discípulos, ellos son despachados con un acompañante

v.22 LOS CAPACITÓ
El servicio para un maestro exige que sus siervos sean capacitados, así que Él “sopló” sobre ellos. Después del día de Pentecostés, todavía por realizarse, aquellos que eran de Cristo contarían con el Espíritu de Dios morando en ellos. Antes de esa fecha el Espíritu venía y se iba de sus siervos. Véanse Jueces 11.29, Jefté, y 13.25, Sansón.

v.23 UN MENSAJE DE PERDÓN
El mensaje versará sobre el perdón de los pecados. Ellos serían los predicadores pero el perdón sería de parte de Dios. El cielo no ratificaba lo que hacían, sino que ellos reconocerían lo que había sido hecho en el cielo. El versículo se entiende mejor como: “Aquellos pecados que ustedes perdonan ya habrán sido perdonados a esas personas, y aquellos pecados que ustedes no perdonan no habrán sido perdonados a esas personas”.

vv 24, 25 LA BENDICIÓN PERDIDA
Lamentablemente, Tomás estaba ausente. ¿Por qué? No se nos dice pero sin duda él perdió por eso. Perdió estar con el Cristo resucitado, y por ocho días más Tomás no contaba con el poder que vino sobre los otros discípulos. No debemos ser culpables de perder las ocasiones cuando los santos se congregan con el Señor; esta conducta contradice a las Escrituras; véase Hebreos 10.25.

vv 26 al 28 LA GRACIA DESPLEGADA
Posiblemente hubiéramos descartado a Tomás, pero el Maestro no lo hizo. El Salvador visita al grupo de nuevo, Tomás presente esta vez. Lo reta con base en las dudas expresadas tan elocuentemente en el v. 25: “No creeré”. Ahora reconoce claramente: “¡Señor mío, y Dios mío!” Grande fue la declaración de la deidad del Señor Jesús; es Señor, es Dios.

v.29 LA FE TRAE BENDICIÓN
Tomás fue bendecido por haber visto, pero se promete una bendición mayor: “bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.

Que el Señor prospere este breve bosquejo sobre su resurrección.
 
LA SALVACIÓN EN TRES TIEMPOS

Por Don William McDonald

La salvación en tres sentidos

Cuando recién habíamos recibido a Cristo, la mayoría de nosotros pudimos pensar en un solo tipo de salvación, la salvación de nuestras almas. En nuestro estudio bíblico intentamos automáticamente encajar este sentido en toda mención de la palabra. Pero pronto nos dimos cuenta de no siempre encaja. Entonces llegamos a reconocer que salvación es un término muy amplio que significa la liberación, la seguridad o la firmeza.



Veamos tres usos diferentes de la palabra en Filipenses:



Afortunadamente las versiones de las Escrituras que estamos usando ahora rezan en el 1.19, “esto resultará en mi liberación”, porque leemos en una que otra versión que nuestros abuelos usaban, “resultará en mi salvación”. Pablo está diciendo que espera ser suelto pronto de la cárcel.

En el 1.28 leemos, “En nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación”. Probablemente se usa el término aquí en su sentido más puro, refiriéndose a que el creyente puede ser guardado en las tribulaciones de esta vida.

En el 2.12, salvación quiere decir algo muy diferente. “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”. Se trata de la solución de un problema grave que se había presentado en la iglesia en Filipos (2.1 al 4, 4.2). Pablo les recuerda que la respuesta quedaba en que todos asumieran la mente humilde y abnegada del Señor Jesús.

En tres pasajes se usa el verbo salvar como alternativa a ahogarse en agua:



En la nave rumbo a Italia, Pablo dijo al centurión y los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros, Hechos 27.30,31.

Por la fe Noé … con temor preparó el arca en que su casa se salvase, Hebreos 11.7. Sin el arca, las aguas del diluvio hubieran ascendido hasta consumir la familia.

… se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.

1 Pedro 3.19,20.



Pero a nosotros más nos interesa salvación y salvarse en el sentido de no sufrir las consecuencias del pecado. Este es el sentido más común en el Nuevo Testamento.



Aquí tenemos que aprender a distinguir entre los tres tiempos de la salvación:



Pasado Fui salvo de la pena del pecado.



Presente Estoy siendo salvo del poder del pecado.



Futuro Voy a ser salvo de la presencia del pecado



En el pasado

Aquí hay unos versículos que hablan en su primer sentido de ser salvo de la pena del pecado:



En esperanza fuimos salvos, Romanos 8.24

Nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, 2 Timoteo 1.9

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, Tito 3.5

En estos ejemplos el verbo salvar está en el pasado, pero hay otros versículos que hablan de la salvación del castigo del pecado donde el verbo no está en el tiempo pasado:



No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos,

Hechos 4.12

Por gracia sois salvos por medio de la fe Efesios, 2.8

Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo, Romanos 10.9

Así que, usted tiene que decidir por el contenido del versículo, y no por el tiempo del verbo, si se trata de una salvación consumada ya. Si el tema es la salvación una vez por todas, entonces uno sabe que se habla de la salvación en el pasado.



En el presente

Aunque es cierto que he sido salvo, es igualmente cierto que estoy siendo salvo día a día. He sido salvado de la condenación, y estoy siendo salvado del daño. He sido salvo de la pena del pecado, y estoy siendo salvo del poder del pecado. He sido salvo por la obra que Cristo terminó en la cruz, y estoy siendo salvo por la vida y el ministerio de Cristo a la diestra de Dios. Esto es lo que quiere decir Romanos 5.10, por ejemplo: “Si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.



El tiempo presente de la salvación es muy parecido a la santificación en el sentido del proceso de ser separado a Dios del pecado y la contaminación. Leemos de esto en Hebreos 7.25: Cristo “puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.



En el futuro

Finalmente, hay el aspecto futuro de la salvación. Al encontrar al Salvador cara a cara seremos salvos de la presencia del pecado. Nuestros cuerpos serán redimidos y glorificados. Los versículos siguientes describen esta gloriosa consumación de nuestra salvación:



Ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos, Romanos 13.11

Somos del día… con la esperanza de salvación como yelmo, 1 Tesalonicenses 5.8

[Cristo] aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar

a los que le esperan, Hebreos 9.28

Sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero, 1 Pedro 1.5

Todos los tres tiempos:

Llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados, Mateo 1.21

Vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación

… fuisteis sellados con el Espíritu Santo, Efesios 1.13

Uno no tiene que escoger en casos como estos, porque aplican con la misma fuerza a todas las tres fases de la salvación.
 
UNA MUJER

Por Don Gelson Villegas

“Vino a él UNA MUJER, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa” (Mateo 26:7).

Hay algunas particularidades en María la de Betania que, por supuesto, hacen de ella una de las creyentes más especiales del Nuevo Testamento. Mostrar, pues, tales particularidades será la tarea de nuestro presente escrito.

Primero, es la única persona que el Nuevo Testamento presenta siempre a los pies del Señor.

En Lucas 10:38-42 ella está a los pies del Cristo para recibir instrucción, puesto que su amado Salvador es su Maestro; en Juan 11:32 María llora por la muerte de su hermano Lázaro a los pies de Aquel que es la resurrección y la vida. Allí ella recibe consolación, pues quien ha llegado a Betania a simpatizar con los enlutados en su Consolador; en Juan 12:3 unge los pies del Señor Jesús y los enjuga con sus cabellos. Ella está allí para expresar devoción, para dar adoración, porque para ella aquel Bendito Ser es su Señor.

Segundo, es la única creyente que unge al Señor de una manera integral, completa. Juan dice que ungió los pies y los enjugó con sus cabellos (12:3), pero Mateo (26:7) y Marcos (14:3) dicen que María derramó el perfume de nardo puro sobre la cabeza del Salvador. Creemos que no hay contra- dicción y que, como relatan Mateo y Marcos, el perfume fue derramado sobre la cabeza, pero, sin duda, aquella fragancia corrió hacia abajo y Juan recoge el momento cuando la misma llega a los pies. Entonces, el Ungido de Jehová llega a ser ungido por la mano devota de una mujer.

La piedad y el amor al Salvador siempre llevarán a emular al Padre en lo que respecta a las glorias del Hijo.

El Dios suyo le ha ungido con óleo de alegría más que a sus compañeros (Sal. 45:7) y le ha hecho más excelso que los cielos. La profecía le presenta en la fragancia de su gloria: “Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos” (Sal. 45:8); el Cantar emula la presentación fragante de la profecía: “A más del olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado” (Cant. 1:3); María la de Betania cumple, literalmente, la Escritura al derramar aquel nardo sobre su Salvador y Señor.

Tercero, es probable que haya sido una de las pocas personas que creyó en la resurrección del Señor antes de Su muerte y, por ende, actuó en consecuencia: “Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura”, dijo el Señor en Marcos 14:8.

¿Le ungió en vida porque sabía que un vencedor sobre la muerte no necesitaba esos perfumes?

¿Había llegado a entender que Dios no permitiría que su Santo viese corrupción?

Las otras mujeres piadosas se prepararon para ungir un cuerpo muerto yacente en la tumba, pero ellas tuvieron que regresar con especias aromáticas intactas ante el hecho de la resurrección, tal como se infiere de la lectura en Marcos 16:1-6 e, igualmente en Lucas.

En todo caso, no es que las mujeres que no pudieron ungir el cuerpo del Señor dejaron de agradar al Señor, pues, en el sentido positivo de la expresión, el Dios de los cielos valora las intenciones del corazón (tal como se aprecia en el caso de David y su deseo de edificar casa para su Dios (1 Rey. 8:17-20), sino que María tenía una perfecta sintonía con los tiempos de Dios. Sin duda, la devoción y comunión del creyente hacia su Señor le lleva a servirle según el perfecto tiempo de su voluntad.

Cuarto, las ocasiones donde en Las Escrituras leemos acerca de “la casa llena” tienen que ver con la presencia y la gloria de Dios. Por ejemplo, en los primeros tiempos del reinado de Salomón “… la casa se llenó de una nube… porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios” (2 Crón. 5:13,14); en el caso de la visión del profeta Isaías “la casa se llenó de humo” (Is. 6:4). Igualmente, en la visión del profeta Ezequiel “…la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente… y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa” (Ez. 43;4,5). El registro del tema termina en Apocalipsis 15:8, en don- de leemos que “el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder”; no sin antes registrar la expresión en Juan 12:3, donde leemos que “la casa se llenó del olor del perfume” como resultado de la unción que María derramó sobre el Cristo. En este caso la referencia no es al templo sino a una casa particular, pero podemos aplicar el caso a la experiencia de hermanas piadosas y devotas que impregnan de grato olor la asamblea y hacen llegar la ofrenda fragante de una vida rendida hasta el mismo trono de Dios. Creemos que tal es el caso tan especial de María de Betania.

Quinto, es en el caso de María donde tenemos un ejemplo claro de lo que significa el galardón y la vindicación del Señor para aquellos que le aman y le honran. En Lucas 10, y en contraste con Marta, el Señor sanciona que María ha escogido la mejor parte, la cual como galardón no le será quitada. Igualmente, a tal grado satisfizo al Cristo la unción de María que otorgó para ella algo no reservado a ningún otro: “Os digo que donde quiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella” (Mateo 26:13). El comentario del Señor (tal como es vertido en el evangelio según Marcos) cobra un sentido muy especial por ser, precisamente, de labios del Salvador: “Esta ha hecho lo que podía”.

Es pues, una forma de decir que María, de haber querido hacer más, no le hubiera sido posible.

Según el perfecto conocimiento del Señor, ella había llegado al límite en su servicio y devoción hacia Él. Sin duda, estos galardones dados a María con alcance terreno son un reflejo de cuáles y cómo serán los criterios delante del Tribunal de Cristo.



Que el Señor prospere su Palabra.



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QUÉDATE DONDE HA PASADO EL FUEGO



Por un hermano ya con el Señor.

Había sido un día seco, soleado, con una gentil brisa, y todo iba bien en la cabaña de troncos. Acababan de recoger la cosecha del pequeño campo de maíz que tenían enfrente.



Mientras los propietarios de la tierra observaban contentos la larga hierba de la pradera ondularse hasta la distancia bajo la brisa, contemplaban su suerte en la vida con indisimulada satisfacción. Después de un día inusualmente caluroso, la brisa los refrescaba.



De repente, se vio una larga y oscura nube sobre el horizonte, seguida casi de inmediato por un cárdeno resplandor. Estaba a muchos kilómetros de distancia del pequeño asentamiento, pero no era por ello menos alarmante para sus habitantes; aunque no lo hubieran visto nunca antes, no hubieran podido equivocarse acerca del horrendo espectáculo. Con miradas ansiosas fue circulando la noticia: «Se ha incendiado la pradera.» Sí, ahí estaba el fuego, dirigiéndose hacia ellos, viniendo precisamente en dirección a ellos.



Pronto todos se dieron cuenta de que con el viento que hacía, que ya había arreciado hasta convertirse en un ventarrón, y con lo secos que estaban la hierba y los matojos de la pradera por causa del ardiente sol diurno, de nada iba a servirles su estrecho cortafuegos. Era un incendio pavoroso y veloz — poco menos que un horno ardiente desplazándose a unos quince o veinte kilómetros por hora. ¿Qué podría detenerlo? Nada, simplemente nada.



¡Ah, lector, si pudieras estar a sólo un kilómetro de este incendio, y ver las ardientes llamaradas barrerlo todo, y a la multitud huyendo despavorida delante de ellas — huyendo por sus vidas!



Nunca olvidarías esta escena. Osos, bisontes, antílopes, y toda clase de cuadrúpedos —una multitud abigarrada—, todos conscientes del valor de la vida frente a una muerte inminente. En aquel momento ni les venía a la mente lanzarse a la presa unos sobre otros, delante de tal adversario. No tenían tiempo para pensar, apenas tiempo para respirar. ¡Qué escena!



¿No te recuerda esto una descripción del último día (Apocalipsis 6:15), donde se dice que los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los esclavos y los libres, una muchedumbre transida de terror, toda entremezclada, se ocultaban en cuevas y peñas? Si alguna vez llegas a ver esta escena, sabrás que estás sin esperanza. Por ello, apresúrate ahora a tu libertador.



Los que viven en las regiones de las praderas silvestres saben muy bien que sólo tienen un camino, que sólo tienen un medio de salvación frente al terrible enemigo que acabamos de describir. Gracias a Dios, hay una vía, y sólo una, de escape, y ésta es dada sólo al hombre; ningún animal puede librarse. Sólo el hombre.



¿Será verdad? ¿Puede un hombre salvarse de uno de estos horrendos incendios de la pradera?



Sí, y de esta manera: Un hombre, con una cerilla, lo que hace es tomar algo de aquel mismo elemento perseguidor, el fuego, y encender la larga y seca hierba a sus pies. Con la misma velocidad, este nuevo fuego se lanza hacia adelante, consumiendo todo lo que encuentra en su avance. Antes que llegue el gran fuego, pasa a la tierra ennegrecida, donde ya todo ha quedado consumido. Está a salvo, totalmente a salvo. Cuando el fuego llega a este lugar, no encuentra nada que consumir, y por eso no puede acercarse a él, no puede tocarle. Y hacia él se lanzan quizá miles de pobres animales, casi sin aliento, y se ponen a salvo, totalmente a salvo; porque al haber pasado el fuego una vez por aquel lugar, ya no puede volver a hacerlo.



Verdaderamente, uno comprende entonces las repetidas palabras: «Mantente donde ha pasado el fuego.»



Ésta es sólo una pálida imagen del Gran Día cuando vendrá el terrible fuego de la ira de Dios. Sí, y se está avecinando. Bien puedes compadecerte de aquel que no esté entonces «donde ha pasado el fuego».



Igual de sencillo que es para alguien tomar una cerilla y encender la hierba delante de él, y luego ponerse donde ha pasado el fuego,—así de sencillo es refugiarse en la obra consumada de Cristo. Dios gastó el fuego de Su juicio en Su amado Hijo, y ahora ha prometido una seguridad presente y eterna a todo aquel que tome su puesto en Él, refugiándose en Aquel que llevó nuestra sentencia en la cruz.



«De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16).



Hemos dicho que es «sencillo» confiar en Cristo y refugiarse bajo Su preciosa sangre; pero esta responsabilidad es tuya. Si la descuidas, sólo te queda una alternativa, que es tomar tu lugar entre la multitud condenada, ocultándote en cuevas y peñas.



¡Piensa en esto! Si la ira de Dios ha caído sobre tu Sustituto, ¿puede volver a caer sobre ti? Amigo, ponte «donde ha pasado el fuego», y entonces todo lo que tendrás que hacer será alabar a Dios por haber permitido que Su ardiente juicio pasara por encima y consumiera a otro, y amarle y vivir para Aquel que tomó tu lugar y murió por ti.
 
DOS MESONES

Por Don Samuel Ussher (hijo)

BASE BÍBLICA

Leamos: Lucas 2:1-12,15-17; y capítulo 10:30-35

Esperamos que el Señor bendiga su Palabra en nuestros corazones.

Lucas está haciendo referencia a dos mesones:
1. El mesón donde no hubo lugar para él, ni para María y José, la noche de su nacimiento.
2. En el capítulo 10 Lucas nos da la parábola del buen Samaritano y allí el Señor habla de un mesón, donde sí había lugar para él.

Él es el buen Samaritano.

Y podemos pensar, hermanos y hermanas, en estos dos mesones y algunas lecciones, que quizás podamos aprender de estos dos lugares.

El Mesón era un lugar, una posada, donde se podía hallar descanso, hallar refugio para pasar una noche.

Era el lugar dónde se podía encontrar seguridad de los peligros de la noche. Y cuando llegó el momento del nacimiento del Señor, guiados por la palabra de Dios y por causa del Edicto de Augusto Cesar, José y María llegaron a Belén, la ciudad de David.

José era de la casa y linaje del rey David y el iba para ser empadronado allí. Y cuando llegaron, se cumplieron los días del alumbramiento de María, pero no había lugar para ellos en el mesón. Nos llama la atención que la ciudad de David se llama Belén, que significa: “Casa de pan y de alabanza”.

Es un lugar que nos hace pensar en un lugar de refugio, pero es un lugar que nos hace pensar en una asamblea.

La asamblea congregada en el nombre del Señor debe ser un lugar de “Pan y de alabanza al Señor”.

En aquella noche en Belén, no había lugar para ellos en el mesón.

Apreciados hermanos y hermanas, en este mundo hay muchos mesones, que aparentemente están en Belén, pero no hay lugar para el Señor.
Recordamos la carta que el Señor envió a la iglesia de Laodicea, y allí leemos:

Apo_3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

El Señor está a la puerta de aquella asamblea, llamando. Él no está del lado de adentro como el Señor, no está del lado de adentro como el que está dirigiendo todo. Él está afuera, a la puerta.

Hay allí adentro una potestad humana, autosuficiente, porque dice:

“Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”

No hay lugar para él Señor en este mesón.

Vamos a pensar hermanos, que, en este mundo, no hay lugar para él.

A lo suyo vino y los suyos, no lo recibieron.

Vino a este mundo que su mano había formado, y su propia criatura, que salió de su mano, lo rechazó.

Lo llevó al calvario, le dio una cruz, lo rechazaron. No había lugar para él en el mesón.

Y este mundo, sigue siendo, exactamente igual, al Salvador rechaza este mundo pecador.

Este mundo, apreciado hermanos y hermanas, no ama a nuestro Señor, no tiene lugar para nuestro
Señor, aborrece a nuestro Señor. En la parábola de las diez minas, la embajada enviada tras él, dijeron:

“No queremos que éste reine sobre nosotros.”

No había lugar para él en el mesón de Israel.

Si nosotros queremos estar asociados con esta bendita Persona, mientras más cerca caminemos de él, mientras más procuremos obedecer su voluntad, mientras más proclamemos las virtudes de su Persona a este mundo. En esa medida, vamos a descubrir, que este mundo, tampoco lo quiere.
No había lugar para ellos en el mesón.
Apreciados hermanos y hermanas, el Señor nos ayude a llevar su vituperio.

El escritor a los Hebreos dice:

“Salgamos pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio”

No había lugar para ellos en el mesón. Y para el creyente fiel, devoto a su Señor, que quiere honrarle y obedecerle, el mundo, tampoco tiene lugar para él.

Luc_21:17 y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.

Estamos sintiendo el vituperio que este mundo da.

Los que quieran vivir piadosamente, padecerán persecución.

¿Estamos sintiendo hermanos, ese rechazo del mundo?

Nos debe preocupar, sí en la empresa, en el colegio, en el barrio, todos se la llevan bien con nosotros. No debemos ser un problema. Pero, quiero decir, debe preocuparnos si ellos nos consideran como uno más de ellos.

Un hermano, hace unas semanas atrás, en unos estudios bíblicos, él nos contaba como siendo nuevo creyente continuó con esa afición al fútbol. Y un hermano enfocando su bienestar espiritual, se le acercó y le dijo:

“Hermano, estar siempre allá en el estadio, no lo va ayudar espiritualmente, esto es algo que le va a impedir, crecer en el Señor”

Aquel nuevo creyente, no le gustó.

Y él dijo dentro de sí: “El fútbol no me hace daño a mí, yo quiero continuar allí”

Y él continuó por algunos días, hasta que una tarde se presentó en el estadio el técnico que estaba formando los equipos, el rápidamente cuando lo vio, dijo: “A fulano, lo queremos aquí en este equipo” Y él fue hacia allá, cuando escuchó a otro que estaba dentro del equipo decir:

“Esto es lo que me gusta de fulano, que él es evangélico, pero es como uno de nosotros”

Bueno, eso lo curó. Él se disculpó diciendo: “Perdonen, hoy no puedo jugar”

Y más nunca jugó.

Debe preocuparnos hermanos, cuando hay lugar para nosotros en ese mesón, que rechaza a Cristo.

Nos anima ver, que, aunque no había lugar para ellos en el mesón, el Salvador llegó y fue envuelto en pañales, acostado en un pesebre. En ese lugar afuera, en el lugar humilde, rechazado, sí había lugar para él.

Me estaba preguntando, ¿Si José era de la casa y la familia de David, no le quedaría algún familiar en Belén que lo hospedara? No. Pero allá, fuera del mesón, sí había lugar.

Y fue en ese lugar fuera del mesón, dónde los ángeles dirigieron a los pastores. Un lugar fuera del campamento, hermanos, dónde sí hay lugar para él.

Ese lugar es la asamblea congregada al nombre del Señor.

En Belén seguramente no había solamente un solo mesón, seguramente había varios, pero no había lugar para él.

Y en este mundo, hermanos, seguramente hay muchos lugares, hay muchas congregaciones, muchos grupos que profesan “amar a Cristo”, pero no hay lugar para él. Pero sí hay un lugar fuera de ese campamento, fuera de todo eso, dónde sí hay lugar para él. Salgamos pues, a él, fuera del campamento, fuera de la cristiandad profesante.

A veces decimos que el Señor nació y fue envuelto en pañales, acostado en un pesebre y que eso está en un establo. Pero no lo sabemos. Sí era un edificio rústico, o si era un establo, o si era al aire libre, no lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que era en las afueras de la ciudad de Belén.

Hermano y hermanas, hay un lugar fuera de todo otro lugar religioso, aparte, diferente, dónde él no es rechazado y ese lugar es la asamblea.

Sí usted se identifica como miembro de una congregación que se llame tal o cual cosa, y es miembro de la asociación tal, y a usted le van abrir los brazos.

Pero diga, “yo me congrego con creyentes en el Señor” sin reconocer nombre alguno, solo su bendito nombre. No pertenecemos a ninguna federación, ni reconocemos ninguna sede terrenal, y no será recibido.

Hermanos, no nos de vergüenza asociarnos con el Señor, en el lugar de afuera de la cristiandad profesante, porque ese es el lugar que él reconoce.

Cuando Dios envió ángeles del cielo para guiar a los pastores a la Persona del Señor, los envió a ese lugar rechazado, humilde, despreciado y “veréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”.

Ese fue un lugar de adoración. Allí los pastores llegaron y él era el centro de aquel momento, el niño que había nacido.

Queremos animar a la juventud a desarrollar en tu corazón una convicción profunda de lo que es una asamblea congregada al nombre del Señor.

Llegar a comprender la tremenda distinción que hay, entre una asamblea y una denominación, sea la que sea; sea la mejor de todas, hay un mundo de diferencia.

La denominación está dentro del pueblo de Belén que no tiene a Cristo en el centro.

Una asamblea está fuera de todo eso.

Cuando llegamos a Lucas 10 encontramos un mesón donde sí hay lugar para él.

El buen Samaritano es una ilustración preciosa, del Señor Jesucristo.

Encontramos al hombre que descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.

Y allí estaba a la orilla del camino, sin ayuda, en peligro de muerte.

Y pasó aquel sacerdote por aquel lugar y viéndole, pasó de largo. No había compasión en su corazón viéndole herido.

El levita igualmente le vio y pasó de largo.

Pero un Samaritano, que iba de camino, viéndole, fue movido a misericordia.

Quién de vosotros salvados, no nos identificamos con ese hombre herido, medio muerto.

Estábamos, muertos en nuestros delitos y pecados, pero hubo uno que tuvo compasión de nosotros, iba de camino, pero era un viaje con propósito. Iba rumbo a un destino, y en ese viaje se detuvo, para atender a nuestra necesidad como pecadores perdidos. Y bajándose de su cabalgadura, atendió a aquel pobre hombre.

Esta es una hermosa ilustración de la salvación que hemos recibido de nuestro Señor Jesucristo.

Él descendió, él se humilló, él llegó hasta dónde estábamos hundidos en nuestros pecados. Lo primero que el hizo fue curar, lavar sus heridas.

Luc 10:34 y acercándose, vendó sus heridas,
Viéndole fue movido a misericordia y acercándose, vendó sus heridas.

Esto es lo que el Señor hace, al salvarnos. El primero vendó las heridas, producidas por el pecado.

¿Y cómo las curó?

Echándoles aceite y vino.

El aceite servía para suavizar esa herida, para que dejara de arder; y el vino, era como un antiséptico para limpiar, desinfectar.

Mire hermano, hermana, cuando el Señor nos salvó. El no solamente suavizó, pero él limpió.

Nos preocupa, cuando después de una profesión de Fe, no hay evidencia de una obra que ha suavizado y que ha limpiado el pecado.

Nos preocupa cuando personas profesan ser salvas y no han sido limpiadas, de sus vicios, de sus malas mañas.

Nos preocupa cuando su carácter no sido suavizado conforme al carácter del Señor.

Nos preocupa cuando personas profesan ser salvos y no han sido limpiados de la fornicación, Y
PROCURAN ACOMODAR UN CONCUBINATO CUANDO OYEN QUE VA HABER BAUTISMOS.

¿Quién puede dudar que el aceite en la palabra de Dios nos habla del Espíritu Santo?

Y el vino habla del gozo que produce el Señor.

Y cuando aquel Samaritano levantó aquel herido y lavó y vendó sus heridas, le echó aceite y vino.

En ese mismo momento de la salvación, el creyente recibe el Espíritu Santo de Dios, recibe el gozo de la salvación.

“y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.”

Ya no iba a ser atacado otra vez, por aquellos ladrones, ahora está en un lugar seguro, está montado en la cabalgadura y está siendo llevado a un mesón, y dice:

“Y CUIDÓ DE ÉL”

Queremos pensar nuevamente en el mesón como una ilustración de la asamblea.

Oh hermanos, el propósito de Dios es que cada persona que cree en el Señor, llegue a la asamblea.

Nosotros debemos tener eso por delante en la predicación del evangelio, debemos ver cada pecador como un candidato para la salvación y para ser útil entre el pueblo del Señor.

Debemos predicar con todo el corazón con ese propósito por delante, pero también debemos considerar a personas creyentes que están en una denominación, como creyentes que pudieran también llegar a ese mesón bendito.

Lo primero que tenemos que hacer, es cerciorarnos que sean realmente salvos. Y sí son salvos, el Señor dice: “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen”. Así que deje caer en su oído y en su corazón algunas porciones claves de la palabra de Dios que el Espíritu Santo puede usar para guiarles hacia la verdad.

No los borremos del mapa, vamos a cerciorarnos con la ayuda del Señor sí en verdad son salvos. Y sí son salvos hay la posibilidad de que sean guiados:

“montándolo en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él”

En este mesón sí había lugar para el Señor, para el Samaritano y había lugar para toda persona que el trajese al mesón.

Hermanos y hermanas, cada creyente que llega a una asamblea por convicción bíblica, es traído por el Señor.

Nosotros debemos recibirlo.

Que variedad de personas llegan a la asamblea y no todos tienen la misma formación. No todos tienen los mismos modales. No todos tienen la misma forma de ser, pero sí han sido traídos por el Señor, debemos recibirlos.

Sin duda, este caballero que llegó aquel día al mesón, era muy distinto a los demás que estaban allí: Herido, medio muerto, bien aporreado. Pero fue el Samaritano el que lo trajo.

“Recibíos los unos a los otros, en el Señor”

Otra cosa que notamos es que él mismo cuidó de él.

La Presencia del Señor en la asamblea, es algo que cuida, que preserva al creyente. Debemos hermanos, evitar todo aquello, que pudiera impedir, el disfrute pleno de la presencia del Señor.

Y otro detalle que notamos es que allí había un mesonero y el Samaritano le dijo:

“Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.”

Y así es el deseo del Señor en la asamblea, que haya un cuidado especial, el uno por el otro.

Es cierto que los ancianos deben tener ese cuidado especial por la grey.

Están allí porque el Gran Pastor de las ovejas, les ha dado la responsabilidad de ser pastores de sus ovejas, entre tanto que el venga. Así que deben cuidar las ovejas como él lo haría.
Cada vez que haya necesidad de corregir, que haya necesidad de aconsejar un creyente, que el Señor nos ayude a escuchar la palabra del Señor: “Cuídamele”.

“Cuídalo, como yo lo cuidaría, trátalo como yo lo trataría, háblale como yo le hablaría”
“Cuídamele”.

Pero él se fue, prometiendo regresar otra vez:

Luc 10:35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Hermanos, estamos en el mesón espiritual, en la asamblea, pero nos queda pocos días en este mesón, solo estamos de paso, es solo un mesón, vamos a la Casa del Padre, él viene pronto para llevarnos allá, así que: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Él iba a volver muy pronto… ¿Cómo sabemos eso?

Bueno, antes de partir sacó dos denarios. El denario era el valor de un día de trabajo de un obrero.

Entonces aquel Samaritano le dio el pago por dos días y le dijo que los demás gastos los pagaría cuando el regresase.

En estas condiciones, yo creo, hermanos, que él esperaba regresar muy pronto.

Solo dos denarios fue lo que le dio. El Señor viene pronto, queda poco tiempo para llevar su vituperio, para ser fiel a él.

Queda poco tiempo para testimonios fieles a su Persona y a su Palabra en este mundo.

Queda poco tiempo para cuidar del amado pueblo del Señor.

Que el Señor nos ayude y que el bendiga su Palabra.
 
¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA CARTA A LOS HEBREOS?
Por un hermano ya con el Señor.
La llamada carta o epístola a los Hebreos es una obra profunda y muy interesante. Sin embargo, que el autor sea el apóstol Pablo es solo una tradición y una deducción lógica, pues la Biblia no lo afirma directamente.
Entre las razones más importantes para que muchos críticos actuales duden de que el autor fuese Pablo es que no se parece a las demás cartas suyas; por ejemplo, no empieza con saludos y comentarios personales y está escrita de una forma más ordenada y lógica. La explicación es muy sencilla: no es exactamente una carta, sino más bien una tesis, un tratado (al igual, por ejemplo, que 1 Juan). No obstante, la conclusión sí es muy típica de Pablo (Heb 13:17-25) y además en ella se nota que el escritor, pese a estar en Italia, era bien conocido por sus destinatarios judíos.
Hay muchas diferencias de estilo que se pueden explicar fácilmente teniendo en cuenta que el auditorio y el objetivo son diferentes al resto de las cartas (en 1 Corintios 9:20 ya había dicho el propio Pablo: "A los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley (aunque yo no estoy bajo la ley) para ganar a los que están bajo la ley"). Por ejemplo, algunos críticos alegan que Hebreos menciona muchos detalles sobre el mundo judío que no aparecen en otras cartas, como detalles sobre el templo o el sacerdocio. Hay que tener en cuenta en primer lugar que las otras cartas van dirigidas tanto a judíos como a gentiles, y esta solo a judíos; la mayoría de los gentiles no podrían captar muchos de los razonamientos expresados en Hebreos (lo cual concuerda totalmente con 1 Cor 9:21: "a los que están sin ley, como sin ley (aunque no estoy sin la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo) para ganar a los que están sin ley.").
Por otro lado, el propósito de Hebreos es precisamente comparar la adoración de los judíos con la de los cristianos para demostrar que esta es superior, por eso es lógico que mencione muchos detalles del judaísmo.
También alegan que en Hebreos faltan algunos términos habituales en los demás escritos de Pablo; por ejemplo en vez de referirse a Cristo llamándolo "Cristo Jesús", le llama "el Hijo". Pero esto también se explica por el objetivo de la carta: mientras los judíos se jactan de la importancia del que consideran fundador de su religión, Moisés, el fundador de la religión cristiana es muy superior a Moisés, pues es nada menos que el Hijo de Dios.
Otra diferencia que se suele señalar tiene que ver con el empleo de citas de las Escrituras Hebreas. En las demás cartas de Pablo, se ve que el apóstol usaba con relativa libertad los pasajes; aunque sus citas siguen a veces la Septuaginta (LXX), otras veces presenta su propia traducción del hebreo, y en otras ocasiones simplemente da una cita aproximada o paráfrasis. Por contraste, dicen que las citas de las Escrituras Hebreas que hay en Hebreos están tomadas casi textualmente de la LXX.
Sin embargo, de entrada, el uso de la LXX no es raro en Pablo (por ejemplo, se cree que en Romanos 15:9-12 se cita de la LXX las 4 veces). Pero, además, todas las citas que aparecen en Hebreos, puede perfectamente ser una traducción de Pablo del texto hebreo que conocemos hoy (el masorético) salvo estas citas, que coinciden con la LXX pero no con el texto masorético: Heb 1:6; 2:6-8; 10:37, 38. Esto puede deberse, o bien a que Pablo aquí usó la LXX, o que el texto masorético se corrompió en estos pasajes y Pablo usó una versión hebrea anterior.
También es interesante sobre este tema que el escritor de Hebreos parafrasea Deuteronomio 32:35 en Hebreos 10:30 exactamente como en Romanos 12:19.
En cualquier caso, como la Biblia no dice directamente el nombre del autor, esto no es más que una deducción; no creo que tuviera mayor importancia para los creyentes si en el futuro nos enterásemos de que el autor fue, por ejemplo, el propio Apolos o Lucas.

Pero lo que sí podemos considerar, es que el motivo deliberado de ocultar el nombre del autor, se debe al tema del Libro, la superioridad de Jesús, el Hijo de Dios, por encima de todo.

La Preeminencia del Señor, impidió que el escritor sagrado colocase su nombre, al considerar esto como un acto indigno de la criatura.
 
EL AMOR QUE VALE.

Por Adrián Rogers

TESORO BÍBLICO:

“Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37).

El autor y orador creyente S. D. Gordon, dijo:

“En la vida de todo hombre existe un trono. Y cuando el yo o uno mismo está en el trono, Cristo está en la cruz. Pero cuando Cristo está en el trono, el yo o uno mismo está en la cruz”.

Existe algo que usted acepta como lo mejor, que cautiva su atención, y que controla su vida.

Sus decisiones son tomadas en base a eso.

El plan de Dios no es que Cristo posea un lugar en su vida o que Él tenga prominencia en su vida.

Jesucristo merece e incluso demanda, preeminencia en su vida.

Sin refutación, sin rechazo, sin rival.



APLICACIÓN PRÁCTICA:



¿Qué ocupa el trono de su vida?

¿Usted mismo-?

¿Su familia?

¿Su posición?

¿Su hogar?

¿Sus posesiones?

¿Su apariencia física?

¿Sus talentos?



Pídale a Dios que le perdone por tener algo o alguien en el trono que no sea Él.

Pídale que le dé fortaleza para arrepentirse y “re-entronarlo” a Él como Señor.
 
LA MESA DE LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN

Por un Hermano de nuestras asambleas.

Buenos días a todos mis hermanos en Cristo, hoy es primer día de la semana y primer día del mes de noviembre.
Con alegría hemos escuchado que el gobierno ha permitido la reapertura de los locales para celebrar reuniones de cultos.

Pero hay tristeza al contemplar algunas restricciones que tienen que ver con la prohibición de asistir a los hermanos mayores de 60 años y las restricciones que afectan la Cena del Señor.

1. Informar a las personas mayores de 60 años y a los fieles que hayan tenido síntomas de gripe, tos, malestar general, abstenerse de asistir a las ceremonias religiosas.
2. Las ceremonias religiosas deberán adaptar su formato, evitando aquellas prácticas que implican algún tipo de contacto personal, entre personas de hogares distintos. Como abrazos, besos, o pasar de mano en mano objetos de cualquier tipo.

Me viene a la mente una circunstancia especial, donde contemplamos a nuestro amado Salvador respondiendo a las autoridades judías, quienes estaban acusando a sus discípulos de arrancar espigas de los sembrados, y era día de reposo.

Mar 2:24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?
Mar 2:25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;
Mar 2:26 ¿cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

Solo hallamos tres muebles en el lugar Santo, escenario del servicio habitual de los sacerdotes.

1. La mesa de los panes de la proposición
2. El candelero
3. Y el altar de oro del incienso

Todo el modelo del Tabernáculo tiene relación con Cristo, de ahí la solemne advertencia a Moisés:

Éxo_25:40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

Nada fue dejado a la imaginación humana.

Éxo 25:23 Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.
Éxo 25:24 Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor.

La madera del árbol de acacia es dura y consistente, con ella se hicieron las varas que entraban por los cuatro anillos de oro de las cuatro esquinas de la mesa, fueron revestidas de oro y eran usadas cuando había necesidad de llevarla cuando el tabernáculo era desarmado en su camino en el desierto.

El tabernáculo fue construido con tablas de madera de acacia, y las barras que apuntalaban las tablas de los lados del tabernáculo, también fueron hechas de madera acacia.

De manera que la madera de acacia es un tipo de lo que es laborioso, de lo que es humano.

Y el oro, como siempre, es un símbolo de lo divino. Por lo tanto, aquí Dios nos está presentando una figura de Cristo en su naturaleza humana y divina, combinadas en su Persona. La acacia y el revestimiento de oro, también fueron usados en la construcción del arca del pacto, en el lugar Santísimo, otro mueble que nos habla de la Persona de Cristo.

Esta mesa fue diseñada por Dios para colocar doce panes, uno por cada tribu de los hijos de Israel.

Es en Levítico que hallamos cómo eran elaborados estos panes:

Lev 24:5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.
Lev 24:6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.
Lev 24:7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.
Lev 24:8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.
Lev 24:9 Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.

Estos panes eran elaborados con flor de harina de trigo, muy fina.

La pesada piedra del molino, pasaba una y otra vez sobre el grano de trigo, hasta pulverizarlo en harina muy fina.

Luego, eran horneados, pasados por fuego.

En sentido espiritual, existe una relación con las palabras del Señor cuando dijo:

Jua 12:24 De cierto, de cierto os digo, que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
Jua_6:51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

Los panes se hornearon.

Por lo tanto, presentan a Cristo como expuesto a la acción del fuego purificador de la santidad de Dios, por el cual fue escudriñado y probado cuando estuvo en la cruz.

Los salmos hacen escuchar su voz:

Sal_12:6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra,
Purificada siete veces.
Sal 22:14 He sido derramado como aguas,
Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas.
Sal 22:15 Como un tiesto se secó mi vigor,
Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Sal_88:7 Sobre mí reposa tu ira,
Y me has afligido con todas tus ondas.

El Señor respondió plenamente a las demandas de la Justicia de Dios, el gobierno de los hombres lo condenaron, pero la Justicia de Dios lo exaltó hasta lo sumo.

En la ley está escrito:

Deu 23:25 Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.

Por ningún lado aparece la excepción que no se puede arrancar espigas en día de reposo, esto fue un añadido de los hombres. Y esto se los hizo notar el Señor con el ejemplo del asno o buey sedientos en día de reposo (Lc.13:15).

El hacer el bien al hombre o a los animales no estaba impedido en el día de reposo.

Respecto al Señor del día de reposo, las autoridades judías increparon al apóstol Pedro diciendo:

Hch 5:28 diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
Hch 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron:

ES NECESARIO OBEDECER A DIOS ANTES QUE A LOS HOMBRES.

No estamos en contra de las disposiciones preventivas o protocolos a llevarse en las reuniones en los recintos religiosos.

Pero los sobreveedores o ancianos de la asamblea, tienen la responsabilidad delante del Señor, para que el culto de la Cena del Señor se haga conforme a los parámetros bíblicos y no conforme a la voluntad de hombres naturales.

No debemos permitir el uso de copitas, que van en contra de la UNIDAD que enseña la Escritura:

1Co 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
1Co 10:17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.

Una sola copa y un solo pan nos habla de UNIDAD.

Y tampoco debemos dejar en nuestras casas a los ancianos mayores, mucho menos cuando son hermanos de responsabilidad en la asamblea.

Si vamos a permitir que el gobierno del mundo se meta en la asamblea, es mejor esperar.

Aquí no vale Romanos 13:

Rom 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.

Estamos hablando del Cuerpo de Cristo y no de la conducta de los creyentes como ciudadanos de cualquier país.

Por otro lado, la solemnidad como la biblia describe la mesa de los panes de la proposición, como figura de Cristo, sigue siendo nuestro alimento, aún, en circunstancias especiales, allí contemplamos a David y sus hombres hambrientos, siendo Abiatar sumo sacerdote; ahora, en estos tiempos de pandemia, en esta edad de la Iglesia, somos real sacerdocio y Abiatar, representa a los ancianos de responsabilidad de que todo se haga decentemente y con orden, conforme a los parámetros bíblicos.

Nosotros, la feligresía, en cierto modo ideal, somos los vasos conectados con la mesa siendo hechos de oro (Ex.25:29), al estar relacionados con todo lo significativo de lo que era divino como correspondía al servicio de Aquel que era realmente Dios manifestado en carne, y que será confesado en el futuro día de Israel, cuando todo Israel será salvo.

Y como dijo el apóstol:

“Es necesario obedecer a Dios, antes que a los hombres”

Que el Señor prospere su palabra.

La imagen puede contener: personas sentadas, texto que dice Estos panes eran elaborados con flor de harina de trigo, muy fina. La pesada piedra del molino, pasaba una y otra vez sobre el grano detrigo, hasta pulverizarlo en harina muy fina. Luego, eran horneados, pasados por fuego.

 
EL JUICIO FINAL



Por Don Allan Turkington



Esta noche tenemos la tarea de considerar, el evento más solemne para este mundo, el Juicio Final.

Leemos en Apocalipsis 20:

Apo 20:11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

Apo 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.

Apo 20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

Apo 20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.

Apo 20:15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.



Bien, esperamos que el Señor bendiga su santa palabra.

Como bien sabemos, el evento central en la historia del mundo, fue la muerte de Cristo en la cruz.

Levantado en aquella cruz, gustó la muerte. Recibió el juicio que nuestro pecado merecía. Y proveyó, la salvación, para cada ser humano.

Un paso de arrepentimiento y fe en él, es el requisito indispensable, para ser salvo.

Salvo del pecado, de su poder presente y de su pena eterna.

Hoy vamos a ver al que fue levantado en la cruz para salvar, sentado en un Gran Trono Blanco, para juzgar y condenar, porque allí en ese Trono de Juicio, ya no hay escapatoria, ya no hay salvación para nadie.

El tiempo del perdón y de la misericordia ha finalizado.

¿Y a quien va a juzgar?

A todos los que no aceptaron esa salvación tan grande.

Como ellos no aceptaron el rescate ofrecido, tendrán que recibir la sentencia y pagar personalmente por sus pecados.

El Salvador rechazado, llega a ser el Juez, su sentencia será justa e irrevocable, y, por lo tanto, eterna.

¿Pero dónde? ¿En la cómoda celda de una prisión?

No amigo, en un lugar de tormento que la biblia describe como el lago que arde con fuego y azufre.

Quedamos perplejos ante esta realidad tan solemne y tan cierta.

Veamos pues; hemos leído que Juan ve un Gran Trono Blanco. Es el trono de un Juez, mejor dicho, el Trono del Juez.

Es un Trono Grande, porque el que se sienta allí es el Juez de toda la tierra.

Es un Trono Grande, porque los que comparecen ante él son miles de millones de almas, que tienen que ser juzgados.

Y es un Trono Grande por la sentencia que va a emitir. Una sentencia eterna.

Pero también el Trono es Blanco, porque allí se va a juzgar, con perfecta y absoluta justicia. No hay extorsión, no hay corrupción, no hay soborno. Es una Justicia Perfecta.

Pero, dice allí también, que Juan vio al que estaba sentado sobre el Gran Trono Blanco. Y más adelante leemos que los resucitados para condenación eterna, estaban de pie ante Dios (v.12).

¿Quién es, entonces, el que estará sentado en el Gran Trono Blanco?

Es Dios.

El Creador, leemos:

Heb 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

Es el Hijo del Hombre también, Leemos en Juan 5:27 qué es Jesús, el hijo del carpintero, como lo menospreciaron los incrédulos de su tiempo, el que va a juzgar:

Jua 5:27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

Es Dios que llegó a ser Hombre.

Dios le ha dado autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre, leemos:

Jua 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,

Jua 5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.

Es un Hombre el que va a juzgar a los hombres.

En tercer lugar, es el que murió en la cruz.

En Juan 16:11 aprendemos esto, el juicio está garantizado porque el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado:

Jua 16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

Esto ocurrió en la cruz, dónde por su muerte, destruyó al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo. Sí el más grande ya fue juzgado, sus súbditos también lo serán.

Pero también el que estará en el Gran Trono blanco es el que resucitó. Leemos:

Hch 17:31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Resumiendo, pues, el que está sentado en el Trono es el Juez.

El es Dios, el es el Hijo del Hombre, él es el que alcanzó la victoria en la cruz.

Y él es el que dejó la tumba vacía.

Juan también dice que delante de aquel Trono: “huyeron la tierra y el cielo”

Entendemos que el escenario es el Estado Eterno, donde ya el primer cielo y la primera tierra, han pasado. Como dice el apóstol Pedro:

2Pe_3:11 Puesto que todas estas cosas han de ser “deshechas”, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,

O mejor traducido “disueltas”, o como dice Hebreos:

Heb 1:10 Y:

Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,

Y los cielos son obra de tus manos.

Heb 1:11 Ellos perecerán, más tú permaneces;

Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,

Heb 1:12 Y COMO UN VESTIDO LOS ENVOLVERÁS, Y SERÁN MUDADOS;

Pero tú eres el mismo,

Y tus años no acabarán.

El tiempo también, juntamente con el espacio y la materia, ha desaparecido.

Es la Eternidad. Y no hay manera de escapar y tampoco habrá excusa, como dice Romanos 2:1 “eres inexcusable”.

Pero también Juan nos dice que vio los muertos grandes y pequeños de pie ante Dios.

¿Quiénes son éstos?

Estos son los otros muertos a los que se refiere el v.5, que resucitarán para condenación, leemos:

Apo 20:5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

Como dijo Cristo: “Los que hicieron lo malo, saldrán a resurrección de condenación.”

Jua_5:29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.

Como dijo el apóstol Pablo:

2Ti_4:1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,

Comenzando el Milenio, a los vivos, y a los muertos, después del Milenio.

Apo 20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él;

Probablemente esto tenga que ver con los muertos del diluvio.

“y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos;”

La muerte entrega el cuerpo y el Hades, el alma.

“y fueron juzgados cada uno según sus obras.”

Y cada ser humano, desde Caín hasta los que mueren en la última rebelión, todos los perdidos, comparecerán ante Dios.

Los muertos “grandes”, en el sentido mundanal, tiene relación con presidentes, dictadores, poderosos millonarios, magnates de la industria, del comercio, generales, de la alta clase, hombres de la más alta aristocracia. Todos comparecerán ante Dios.

Pero también los pequeños. Aquellos seres humanos, hombres y mujeres, insignificantes ante el mundo, pobres, analfabetos, pero igual de perversos y malos que los grandes.

Todos están de pie ante Dios, están allí para rendir cuentas al Juez.

Luego, escribe Juan:



“LOS LIBROS FUERON ABIERTOS”



Y fueron juzgados por las obras que estaban escritas en los libros.

¿Qué es lo que va a ser juzgado en el juicio del Gran Trono Blanco?

Las obras.

¿Pero cuáles obras?

Leemos de aquellas obras que han sido encubiertas, lo conocido y lo desconocido, como dice Romanos 2:16 “los secretos de los hombres”.

¿Y los secretos de las mujeres?

También, porque la palabra “hombres” allí, es un sustantivo neutro que involucra ambos géneros, mujer y hombre.

Hay varias listas que sería bueno leerlas, aunque sin comentarios, solamente para tener una idea de lo que se va a juzgar en el Gran Trono Blanco.

En Gálatas 5 tenemos una lista de17 obras de la carne, que van a ser juzgadas:

Gál 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

Gál 5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

Gál 5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.



En Romanos 1 tenemos otra lista de 23 cosas que van a ser juzgadas:

Gál 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

Gál 5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

Gál 5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

En Marcos 7:21 tenemos otra lista, y esta lista viene de la boca del mismo Señor Jesucristo:

Mar 7:21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

Mar 7:22 los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.

13 cosas más, sin duda, cada una de ellas va a aparecer delante del Trono Blanco al ser juzgados cada uno de aquellos allí.

Pero también Santiago dice:

“Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”

Y es interesante lo que Cristo dice sobre aquellos que van a ser condenados a juicio e Mateo 25, el dice: “tuve hambre, y no me diste de comer; tuve sed y no me diste de beber; fui forastero, y no me recogiste; estuve desnudo y no me cubriste; enfermo y en la cárcel y no me visitaste” Aquí ha 6 cosas buenas que pudiendo hacer, no han hecho. Esto también va a ser juzgado en aquel Gran Trono Blanco.

Pero aparte de estas obras específicas, que se han mencionado en estas listas, hay más listas, pero solo para dar una idea de todo lo que va a ser juzgado en ese Gran Trono Blanco.

Hay principios bíblicos, que podríamos señalar que van a ser tomados también en cuenta, en ese juicio.

En Lucas 12:48, leemos:

Luc_12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

Esto significa, que de acuerdo al conocimiento que tenga la persona, será también el grado de culpabilidad. Aquellos que, conociendo la voluntad de Dios, no la hicieron, van a recibir muchos azotes. Pero el que no conocía, recibirá pocos azotes.

El grado de culpabilidad será, de acuerdo al conocimiento. Será de acuerdo a la luz que aquellas personas tenían.

Y en Marcos dice que aquellos que no reciben a los mensajeros del cielo, ellos serán también castigados, en un grado mayor que los habitantes de Sodoma y Gomorra que murieron quemados por el fuego que cayó del cielo, los cuales también estarán allí presentes, para recibir el justo juicio de sus perversiones sexuales.

Mar 6:11 Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que, en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.

Pero también leemos lo que el Señor dijo sobre aquellas ciudades privilegiadas de Corazín y Betsaida. Ellos habían contemplado los milagros del Señor, y él dice que, si en Sodoma se hubieran hecho aquellos milagros, ellos se hubieran arrepentido. Por lo tanto, el Señor dice que el castigo será para aquellas ciudades más tolerable que para aquellos que tuvieron el privilegio de ver aquellos milagros. De manera que habrá diferentes principios que van a ser tomados en cuenta en ese Gran Trono Blanco.

Pero en un juicio siempre se están presentando las evidencias, o los testigos, de aquellas cosas por las cuales se están juzgando. Bueno, primeramente, los libros son abiertos. Los libros de las obras. El testimonio del cielo. Cada obra, cada pensamiento, cada palabra, ha sido anotada allí. Y el cielo, está poniendo por delante, aquellas obras. En los libros están escritas.

Pero es interesante lo que el Señor dice en cuanto a la reina del Sur y los habitantes de Nínive, en su condición de testigos:

Mat 12:41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar.

Mat 12:42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.

De manera que el Juez va a tomar en cuenta la responsabilidad de haber creído o haber rechazado su mensaje, para aquellos que fueron tan privilegiados.

Pero es interesante también notar en Juan 12:

Jua 12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.

Es decir, aquellos que oyeron las palabras del Señor, ellos van a ser responsables por lo que ellos oyeron. Algunos han sugerido, que entre los libros que van a ser abiertos, estará presente la Biblia, donde está escrita la palabra que el Señor ha hablado.

Cuántos hijos de padres cristianos, han oído la palabra, y no la quisieron recibir, se va abrir el Libro y se van acordar de esas palabras que van a ser sus testigos en contra.

Pero hay también otro testimonio:

“EL LIBRO DE LA VIDA”

Este libro será una fuente para dictaminar la sentencia final, leemos:

“y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida”

Es la última evidencia que se consulta, para determinar la sentencia final.

Los que han recibido la vida eterna creyendo en Cristo, están inscritos en ese libro, es el registro de todos los salvados.

Los libros de las obras revelan que no tenían la vida, las obras manifestaban la ausencia de esa vida, pero el libro de la vida confirma que nunca creyeron.

El buscar el nombre allí, es para manifestar, que, teniendo esa posibilidad de ser salvos, no la aceptaron, la rechazaron y quisieron buscar a Dios a su manera, a la manera de ellos y no conforme a la Escritura. Rehusaron creer en el Hijo.

“El que cree en el Hijo, tiene vida eterna”, experimentará la gloria eterna. Pero el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

Que triste. Habiendo examinado todas las evidencias, esta es la última evidencia examinada: “No creyeron en el Señor”.

Los libros de las obras van a determinar el grado de sufrimiento, como lo expresó el Señor, habrá aquellos que van a sufrir más, algunos van a recibir muchos azotes, y otros, pocos azotes. Todos los que comparezcan ante el Gran Trono Blanco, van a ser juzgados conforme a sus obras, y el juicio será completamente justo.

El grado de culpabilidad se va a determinar y ellos van a recibir un castigo conforme a sus obras; pero también es muy importante señalar la expresión donde dice:

“y fueron juzgados cada uno según sus obras”.

Esto va a ser un juicio personal, un juicio individual. Cada uno, uno por uno, cada uno va a comparecer ante el Juez para recibir una sentencia contundente:

Apo 20:15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Allí ya están la bestia y el falso profeta (Ap.19:20) y los que fueron juzgados en el Juicio de las naciones (Mt.25:41).

Estas no son imaginaciones, estas son palabras del Dios Eterno.

Y creo que no sería por demás, referirnos a las palabras del Señor Jesucristo en Marcos 9:

Mar 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado,

Mar 9:44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

Estas son medidas drásticas, que deberíamos estar dispuestos a tomar, viendo la solemnidad, viendo la seriedad de esa sentencia de condenación eterna.

Si fuera necesario, el Señor dice, fuera mejor tomar esas medidas. Si tu pie te fuera ocasión de caer, él dice: “córtalo”. Mejor es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies, ser echado al infierno donde el fuego no puede ser apagado.

Y luego él habla del ojo, si tu ojo te fuere ocasión de caer, “sácalo”, mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo que teniendo dos ojos ser echados al infierno, al fuego que nunca se apaga.

Casi es imposible imaginar, lo drástico de estas medidas, pero el Señor lo dice de esta manera, para que entendamos que esto no es algo liviano, esto es algo sumamente serio. Y el que no es salvo, debería temblar ante esta realidad. Y debería aprovechar, hay un espacio en ese libro de la vida, para su nombre. Allí está el lugar donde su nombre podría estar. Pero qué triste si su nombre nunca llegue a estar allí escrito en ese espacio.

Se va a buscar en ese libro, esa va a ser la última evidencia que se va a presentar.

Su nombre no está allí, por tanto, tiene que ser juzgado conforme a sus obras.

Así llegamos al fin de este Juicio final.

Siendo muy niño contemple la posibilidad de estar allí en ese juicio, pero yo entendí que debía escapar y lo hice.

¿Cómo lo hice?

Reconociendo que era un pecador perdido, y mirando a la cruz, donde Cristo fue juzgado por mis pecados, para que yo fuese justicia de Dios en él.

Qué bueno que usted pudiera llegar al pie de la cruz y pudiera encontrar allí el refugio para tu alma, encontrar a ese bendito Salvador. Acuérdese, en uno de los dos lugares vas a encontrarte con él, que bueno que en esta noche pudieras llegar a él al pie de la cruz, y pudieras entender:

“El llevó mi castigo”

“El llevó mi pecado”

Que pudieras creerlo para tu propia salvación. Pero si no lo haces, será inexcusable, tendrás que confrontar el Juez, tendrás que oír la sentencia, y no quisiéramos ni siquiera pensarlo, pero así tendrá que ser la sentencia:

“LANZADO AL LAGO DE FUEGO PARA SIEMPRE”

Entonces, hay otros detalles que podríamos añadir, pero dejamos esta pequeña reseña para los que están oyendo, esperando que sea de alguna manera de ayuda.



Que el Señor prospere su Palabra.


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¿Te gusta la historia y no conoces la historia de las 12 tribus de Israel, como emigraron a Europa y luego a las Américas, formando los países CRISTIANOS de hoy en día??

Wow!

Luis Alberto42
 
¿Te gusta la historia y no conoces la historia de las 12 tribus de Israel, como emigraron a Europa y luego a las Américas, formando los países CRISTIANOS de hoy en día??

Este epígrafe no es para debatir y mucho menos para provocaciones ofensivas.

Solo es una recopilación de sermones, estudios, notas históricas, así que nada tienes que hacer aquí.
 
Este epígrafe no es para debatir y mucho menos para provocaciones ofensivas.

Solo es una recopilación de sermones, estudios, notas históricas, así que nada tienes que hacer aquí.
No es una provocación ofensiva. Es un llamado a escudriñar, para que tú y todos, salgan del error y conozcan quienes son el verdadero pueblo de Dios. La historia es un HECHO, no una fábula o fantasía, como lo que tú predicas.

La HISTORIA declara que los hijos de Israél emigraron a Eurpoa y las Américas. En E.E.U.U. han encontrado cuevas con los 10 mandamientos, escritos en PALEO HEBREO, o Hebreo antiguo. Es irrefutable.

Tienes que elegir:

1- Seguir en la ignorancia y el engaño.

2- Instruirte con la historia y la verdad.


Luis Alberto42
 
La verdad es Cristo, pero no el "cristo histórico", sino el Cristo de las Escrituras, así que no vengas una vez más, con tus falsas convicciones, las cuales están basadas en las teologías de hombres corruptos de entendimiento, sin el Espíritu Santo, que someten las escrituras a sus falsas interpretaciones.

Tú eres una víctima de ellos.
 
VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ

Por un hermano de nuestras asambleas.

Muy buenas tardes hermanos, un saludo muy especial en Cristo para cada uno de ustedes, esperamos que independientemente de cual sea sus circunstancias en esta tarde, haya la disposición de corazón y de alma para atender, la lectura y el mensaje de su Palabra. Leemos:

Gén 2:21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Gén 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
Gén 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

FÍJENSE BIEN:

“Tomó del hombre, de su costilla”

¿Qué hizo Dios?

“Hizo una mujer”

¿Y la trajo a quién?

“Y la trajo al hombre”

El lenguaje de Dios en su Palabra es un lenguaje preciso y no se presta para interpretaciones fuera de su lugar.
Dios no toma un hueso de los pies de Adán, para que el hombre no llegue a pisotear a su compañera.
Dios no toma un hueso de la parte de la cabeza, para que la mujer no llegue a glorificarse a sí misma.
Dios toma una costilla, un lugar en medio de la estatura del hombre, un lugar equilibrado, un lugar idóneo.
Pocas veces hemos dicho, que cuando Dios creo a nuestros primeros padres, no hizo a Adán y a Esteban. No. De ninguna manera.

Hizo a Adán y a Eva.

Hemos de leer también, en un lenguaje muy inequívoco, lo siguiente:

Gén 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

“VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ”

Dios hizo dos personas de una misma naturaleza biológica pero de género diferente.

Repito, no hizo a Adán y a Esteban.

El hombre malo, la mujer mala, en su camino al infierno, ideó la “Teoría Queer” como la emancipación intelectual del modelo divino:

“VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ”

- La teoría Queer es un conjunto de ideas sobre el género y la sexualidad humana que sostiene que los géneros, las identidades sexuales y las orientaciones sexuales no están esencialmente inscritos en la naturaleza biológica humana, sino que son el resultado de una construcción social, que varía en cada sociedad. – (Wikipedia)
El movimiento LGTB está basado en esta teoría. Pero los científicos no han hallado en el genoma humano, ni hallarán jamás, el gen gay.

¿Saben por qué?

Porque si una persona se cree mujer siendo realmente hombre con su correspondiente próstata, su problema no está en la genética sino en su corrompida mente que la misma Palabra de Dios la declara como reprobada, leemos:

Rom 1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó A UNA MENTE REPROBADA, para hacer cosas que no convienen;

Sodoma y Gomorra son los ejemplos más claros de una construcción social independiente al modelo divino:

“VARÓN Y HEMBRA LOS CREÓ”

Adán pudo captar también, la diferencia de género, en lo que Dios había hecho, porque el v.23 dice:

Gén 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

“Varona” es el femenino en el idioma Hebreo del término “Hombre” o “Varón”.

Dios mismo está señalando la diferencia y Adán mismo, desde ese primer momento, captó la diferencia.

Es lo que Dios ha hecho y como Dios lo ha hecho.

Dios no creó una muñeca de barro y sopló sobre ella aliento de vida, como hizo con Adán.

El origen de la mujer es el hombre, porque del hombre fue tomada.

De manera que estamos tocando el tema del matrimonio tal y como Dios lo diseño, varón y hembra, desde el principio. Para indicar, hermanos, que el matrimonio según Dios es la unión de un hombre y de una mujer, consensuadamente, y que nunca jamás en la palabra de Dios se habla de matrimonio, teniendo en mente un hombre con otro hombre, o una mujer con otra mujer.

Eso forma parte de una mente reprobada, de la degeneración humana, del desprecio del hombre sin Dios, del mundo sin Dios, por lo que Dios ha establecido, para vivir en su propia concupiscencia y degeneración.

Estoy recordando el caso de un juez en Cartagena, Colombia, que se negó a casar a dos mujeres, a sabiendas que allí existe el matrimonio igualitario, leemos:

“El juez décimo civil municipal de Cartagena rechazó la solicitud de matrimonio civil de dos mujeres.”

Estas son las palabras del Juez cristiano:

“No puedo casar a dicha pareja del mismo sexo porque ello contraria mi moral cristiana, va en contra de mis principios esenciales”, dice en su sentencia el juez Ramiro Flórez Torres, quien manifiesta, además: “cuando exista conflicto entre lo que dice la ley humana y lo que dice la ley de Dios, yo prefiero la ley de Dios, porque prefiero agradar primero a mi señor Dios todopoderoso antes que al ser humano”.

No vale el argumento de que otras naciones han aprobado el matrimonio igualitario, como si las tales fueran más avanzadas que las naciones que rechazan semejante aberración de la moral cristiana.

Hay naciones que han llegado al extremo de cambiar su constitución para avalar este tipo de unión entre personas del mismo género.

Escrito está que:

Sal_33:12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,

Tales naciones no son bienaventuradas, más bien, recibirán el juicio de Dios en su segunda venida, como está escrito:

Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

Hay naciones que nunca han cambiado su constitución para aprobar semejante barbaridad.

¿Será que también se puede cambiar el texto bíblico para apoyar lo que la Biblia condena?

¿Y de este modo deshacer lo que Dios ha establecido?

De ninguna manera.

Escrito está:

Mat_24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Hemos leído que, de la costilla del hombre, Dios hizo una mujer, y la trajo al hombre. Y Adán dijo:

Gén 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

No es posible cambiar la palabra de Dios.

Podrán sacar versiones adulteradas, como la Traducción Nuevo Mundo de la empresa comercial “Watchtower Society”, cuyo propósito es atacar la Deidad de Cristo presentándolo como la primera criatura creada por Dios.

O la versión inglesa “Clear Word” (CW) que se ajusta a los propósitos de IASD, o grupo de los “adventistas del séptimo día” de apoyar los escritos de Elena de White, un ejemplo será suficiente:

La Reina Valera 1960 dice;

Gén 2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Gén 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
CW -- Luego, en el séptimo día de la semana de la creación, Dios se detuvo, para disfrutar de lo que había hecho y para reposar en la belleza de todo aquello. Así, pues, bendijo al séptimo día, Y LO PUSO APARTE COMO DÍA DE REFRIGERIO Y GOZO ESPIRITUALES.

Notemos que La versión “CW” hace al séptimo día parte de la "semana de creación", y no como el reposo de una creación ya hecha, es decir, fuera de la creación.

Dios no nos ha dejado sin provisión para discernir lo verdadero de lo falso. Leemos:

Jua 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, ÉL OS GUIARÁ A TODA LA VERDAD; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

El Espíritu Santo en nosotros, nos guía, él toma de lo de Cristo y nos lo hace saber… todo lo que tiene el Padre es del Hijo, esto incluye todos sus atributos.

Las sociedades pueden cambiar, para mal, pero la palabra de Dios no cambia.

Mientras haya hombres y mujeres que aprecien la palabra de Dios y que crean en el Dios de la Palabra, no van a vender sus convicciones por sumarse a la mayoría, por no ir contra la corriente.

Recuerdo una ilustración que escuché hace mucho tiempo.

Había dos luces en la oscuridad de la noche cerca de la costa.

Había un barco que estaba moviéndose enfrente de una luz que veía por delante, y desde el barco por un altavoz, se oyó un aviso muy fuerte:

“LOS SEÑORES DE LA LUZ DEL FRENTE, POR FAVOR, CAMBIEN SU RUMBO”

La respuesta de la luz del frente fue:

“Nosotros no podemos cambiar el rumbo, cambien ustedes el rumbo”

Y cada vez se hizo más ferviente la petición de la gente del barco aquella noche de tinieblas, a la luz que tenían en frente.

“Nosotros no podemos cambiar el rumbo, cambien ustedes el rumbo”

Y cuando los del barco preguntaron el por qué no podían cambiar el rumbo. Respondieron:

“PORQUE NOSOTROS SOMOS LA LUZ DEL FARO”.

El faro está fijo, irradiando su luz para orientar a las naves que se acercan a la costa.

De manera que los que tienen que cambiar su rumbo son los del barco usando la luz del faro como referencia.

Esta es una ilustración para indicarnos que así pasen el cielo y la tierra, la palabra de Dios permanece firme, y los que creen en ella, son como el Monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece para siempre.

El apóstol Pedro contrasta la efímera vida del ser humano, vano insecto de una hora, con la eternidad de la Palabra de Dios, diciendo:

1Pe 1:24 Porque:
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
1Pe 1:25 MAS LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE.

Nosotros, la Iglesia del Señor, no estamos llamados a estar haciendo manifestaciones públicas, a sumarnos a huelgas, a marchas y a caminatas, en contra de aquellos que han cambiado, el uso natural del cuerpo, por el que es contra naturaleza, hombres con hombres y mujeres con mujeres, hay que dejarlos, son ciegos y guías de ciegos.

La base del Cristianismo es la familia, varón y hembra los creó.

Nosotros nos mantenemos firmes en la Palabra de Dios y esto vamos a enseñar lo que Dios ha establecido, a nuestros hijos, en el ámbito de nuestra familia y vamos a enseñar la palabra de Dios exactamente como está escrita, en nuestras asambleas y ámbitos congregacionales, esperamos que el Señor nos de espíritu de valor y de integridad, y que en medio de las circunstancias más oscuras, la iglesia de Dios en forma colectiva, cada creyente pueda brillar como luminares en medio de un mundo muy oscuro.

Que el Señor prospere su Palabra.
 
LA PROFECÍA BÍBLICA (1)

Por Don Santiago Walmsley

Se ha calculado que son proféticos tres quintos de la Biblia, y que nueve décimos de las profecías se concentran en el fin del siglo. (Esto representa un 50% de la Biblia) El espíritu de los profetas, cada uno ministrando para necesidades locales y actuales de su pueblo y de su época, se proyecta hacia los últimos tiempos. De esta manera los cuadros locales y acontecimientos de aquellos tiempos vuelan para enfocar, en la mayoría de sus profecías, el fin del siglo. El ojo ungido del creyente obediente, puede así, discernir descripciones de los eventos del tiempo del fin. Los profetas profetizaban sobre Egipto, Babilonia y Tiro, anunciando juicios que todavía no se han cumplido totalmente, aun cuando parece que hayan tenido alguna medida de cumplimiento. Describen para nosotros Palestina y Jerusalén, y desarrollan particularidades acerca de la grandeza comercial, la conducta social y la importancia política que serán propias de aquellas naciones que circunciden la cuna de la raza en los países al extremo oriental del Mediterráneo.

CREACIÓN, PROVIDENCIA Y REDENCIÓN

Es esencial comprender que las grandiosas obras de Dios, tan inmensas, diversas e intrincadas se relacionan con tres esferas distintas: Creación, Providencia y Redención.
En la esfera material creada por Dios, Él gobierna las ordenanzas de los cielos y de la tierra. En la esfera de Providencia y gobierno moral, Dios dirige de una manera aparentemente indirecta, pero mantiene dividida en naciones la raza de Sus criaturas entre las cuales Él impera a pesar del pecado y de las actividades de Satanás. Estas dos esferas constituyen la base para la esfera mayor que es la de la Redención, eterna en la consumación de sus objetivos, cuyas verdades se proclaman por el Evangelio.
Con respecto a los eventos del tiempo del fin nos interesará mayormente el desenlace de la Providencia y gobierno moral.
La predicación de Pablo en Atenas, Hechos 17, introduce las tres esferas de Gobierno Divino que llenan las Escrituras, resumiendo en forma sencilla y con claridad el concepto de cada una.
Dijo: ―El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas… Él es quien da a todos vida y alimento y todas las cosas. -
En esta corta declaración Dios es el Creador y Soberano absoluto de la esfera material.
Pablo siguió diciendo: ―Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación. -
Esto introduce la esfera moral en la cual Dios es el Autor de las naciones, y Gobernador de su levantamiento y su caída, y Soberano de su destino.
La obra de la Redención, de la cual Cristo es el centro, se resalta en las palabras: ―Pero Dios, ahora manda a
todos los hombres en todo lugar que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
Aquel Varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. –

DIOS, REY DE LOS SIGLOS, INMORTAL, INVISIBLE, EL ÚNICO Y SABIO DIOS

Dios, que creó cada una de estas tres esferas, gobierna en todas ellas, según los principios de cada una.
1. En la esfera de la Creación nos relacionamos con las cosas y los procesos que las afectan,
2. Pero en la esfera de la Providencia sus leyes disciplinan nuestras relaciones con personas y grupos de personas.
Las actividades injustas y la conducta sin freno darán su pago, aunque no tan prontamente en toda instancia, a aquellos que optan por desconocer las leyes morales.
El mundo es de Dios, no del hombre, y aunque el hombre pueda determinar sus acciones no puede dominar cual serán los resultados de sus acciones. El hombre o la nación que piensa que puede engañar a Dios en la esfera moral es un imbécil moral.
Las operaciones de Dios en Su universo moral, deja al hombre completamente impotente para evitar las consecuencias. Pero Dios puede, mediante la aplicación de principios de rango superior aplazar, reducir o, en algunos casos, aparentemente suspender aquellas consecuencias.
El pueblo de Malta tenía un concepto parcial de Dios como Dios solamente de venganzas. Es necesario considerar no solamente la nube oscura sino también el arco iris de su misericordia y la diversidad de sus colores. Aunque Dios vengará las injusticias, no es siempre, en todo, solamente Dios de venganza, como tampoco es en todo, solamente Dios de misericordia.
Su carácter perfecto es una mezcla armoniosa y combinación perfecta de todas y cada una de sus características. Esta perfección se expresó en el Señor Jesús quien es Dios manifestado en carne. Él se caracterizó por la firmeza sin dureza, ternura sin predilección, amor sin sentimentalismo, precisión sin rutina, consideración sin compromiso, simpatía sin indulgencia, cumplimiento sin apuro, celo ardiente sin crueldad, aborrecimiento del pecado sin aborrecer al pecador, censura sin rencor, y mil virtudes más sin los defectos correspondientes.
Todas las virtudes combinadas son la gloria del Dios incambiable y se han visto en la faz de Jesucristo.
Muchos, como Israel, han confundido Su longanimidad con tolerancia, Sus avisos con amenazas, Su perdón con indulgencia, Su juicio con hostilidad, etc., y han llegado a tener un concepto distorsionado de Dios. Han pasado por alto el hecho que sin tolerar el pecado, Dios es paciente para con el pecador, avisándole a tiempo de su peligro a fin de que se arrepienta, y está dispuesto a perdonarle siempre y cuando sea genuino su arrepentimiento.
Dios es un ser moral, Dios de principios, que no se cambia, cuyo gobierno se desenvuelve en consonancia con las cualidades incambiables de Su aborrecimiento de pecado y castigo de toda maldad. Con todo, se halla que la Providencia inflexible encubre Su bondad, puesto que, en todo, Su gobierno moral opera para el cumplimiento de Sus propósitos de redención. La responsabilidad del ser humano es prestar atención y estar dispuesto a ajustar sus pensamientos a la luz de la revelación dada por Dios.

ISRAEL Y LAS NACIONES

Deu 32:8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel.
Descubriremos el origen de las naciones en el libro del Génesis capítulo 10, donde se encuentran los nombres de las familias que representan las tres ramas de la raza humana. Leemos:
Gén 10:1 Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio
Parece por la repetición, vs.5, 20, 31, que cada FAMILIA tenía su LENGUA y su TIERRA y llegó así a ser una NACIÓN.
Gén 10:32 Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.
Este capítulo interesante cuenta el origen de cincuenta y ocho naciones básicas, a las cuales Dios más tarde agregó la nación de Israel, desarrollada milagrosamente de Abraham,
Gén.12:1-3, los Moabitas y los Amonitas, descendientes de Lot, los Ismaelitas, y los Edomitas, Gén. 19:37,38, Psa. 83:6, Gén. 21:18 y 25:12-18, 36:1-43. Dios llevó los descendientes de Jafet a las partes norte de la tierra, los descendientes de Cam a los continentes al sur, y los de Sem a la zona central. Israel recibió la corona de las tierras en el centro de todo, después que Dios desarrolló aquella nación de Abraham.
El Dios de la Gloria apareció a Abraham, estando él en Mesopotamia… y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré… pero le prometió que se la daría en posesión, y a su descendencia después de él, (Hechos 7:2-5).
En el mismo día Dios le hizo una promesa incondicional a Abraham, diciendo: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré”.
No ha sido abrogado el principio que el antisemitismo será castigado. La historia antigua como la moderna provee ejemplos de la permanencia de este principio. En los tiempos de la reina Ester, los proyectos de Amán demostraron que el antagonismo contra el judío es como un bumerang, pues todo se volvió con una fuerza increíble sobre su propia cabeza. Hasta la horca que había fabricado contra el judío Mardoqueo, fue usada para el mismo.
Y en los tiempos modernos, tenemos el más reciente caso del caudillo Hugo Chávez, quién se atrevió a maldecir a la nación de Israel “desde sus entrañas” en un acto televisivo que todo el mundo vio, y por sus entrañas murió a los pocos meses.
La pieza clave de todas las profecías es el pueblo de Israel.
Posiblemente tendremos que dar la media vuelta, como lo hizo el apóstol Juan, leemos:
Apo 1:12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo;
Y no fijarnos ni en Washington ni en Bruselas, sino en la ciudad de Jerusalén. Leemos:
Zac 12:3 Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.

IMPERIOS – (1) BABEL

Gén_10:8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.
Nimrod, significa (nosotros nos rebelaremos) ―Rebelde, y representa la tercera generación después del diluvio, y el comienzo de su reino fue Babel.
Su reino comprendía las ciudades de Erec, Acad, Calne, Nínive, Rehobot, Cala y Resén, la cual era una ciudad grande. Es la primera referencia a un reino en la historia del ser humano y este hecho da credibilidad a la traducción de Spurrell, reconocida por su erudición, que cambia la expresión ―el primer poderoso, de Gén. 10:8, por ―déspota‖, y cambia ―vigoroso cazador‖ por ―tirano despótico.
Nimrod fue el primer potentado en la tierra, aprovechando los términos del pacto hecho con Noé que daba al hombre el derecho a gobernar, Gén. 9:5,6. Sin duda, ambicionaba dominar en la tierra, y para ello aprovechaba las normas de la idolatría que le representaba como teniendo atributos divinos, (Página 32-37)1 El Centauro ―Sagitario, el arquero, entre los signos del zodíaco que originó en Babilonia, le representa. (Página 42,43).
Su éxito está atestiguado por el hecho que sucesivos emperadores, especialmente los romanos, usaban títulos divinos. Lo que tenía
especial importancia fue la torre que identificaba Babel, el comienzo del reino de Nimrod. Obviamente la torre tenía una importancia como centro religioso. Ese centro de idolatría cayó bajo el juicio de Dios, pero la raza, ya dividida en naciones, cada cual, según su lengua, llevaba consigo los conceptos básicos de la idolatría, tal como fueron creadas y propagadas en Babel.
Es indudable que en los siglos primitivos se conocía el nombre Semíramis. La adoración de la Madre y el Niño se extendió hasta los términos de la tierra. En Egipto, se conocieron como Isis y Horo; en India, como Isi e Iswara; en Asia, como Cibeles y Zeus; en Roma pagana, como Fortuna y Júpiter; en Grecia, como Ceres o Irene y Plutón.
En Tibet, China y el Japón los misioneros jesuitas se sorprendieron al hallar que esos pueblos adoraban la contraparte de la Madonna y el hijo.
La Madre original fue Semíramis, adorada por los Babilonios y otras naciones orientales bajo el nombre Rea, la diosa ―Madre‖. (Páginas 19-22)
Romanos capítulo 1:21-32 da el desarrollo apostata de la idolatría, marcando los pasos importantes del proceso, desde el tiempo cuando el ser humano ―conoció a Dios, hasta cuando ―no aprobó tener en cuenta a Dios, con el resultado que fue entregado a una mente sin criterio (reprobada). Su complacencia fue practicar cosas que no convienen, por abominables e inmorales y que traerán juicio de parte de Dios.
Hoy por hoy, el criterio de los que promueven los conceptos de la ―Nueva Era - coincide exactamente con este proceso. No pueden tolerar que se den las gracias a Dios, ni que se tome en cuenta, y moralmente ellos van por el mismo despeñadero que traerá sobre las naciones el juicio de Dios, Hechos 17:30,31, Mateo 25:31- 46, Joel 3:9-15.

Que el Señor prospere su Palabra.
 
¿QUE ES LA LLENURA DEL ESPÍRITU?

Por don Gelson Villegas.

Tres palabras relacionadas entre sí expresan la verdad de estar lleno del Espíritu. Dos de ellas son adjetivos que describen a los que están llenos, y la otra un verbo que expresa la idea.

Primeramente, los pasajes que destacan individuos que se caracterizaban por estar bajo el control del Espíritu:

• Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, Luc. 4:1
• Varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo… Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, Hch. 6:3,5
• Esteban, lleno del Espíritu Santo,… vio la gloria de Dios, Hch. 7:55
• Bernabé… era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe, Hch. 11:24
• Los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo, Hch. 13:52
• Sed llenos del Espíritu, Ef. 5:18

La otra palabra señala la llenura del Espíritu en un individuo para darle la capacidad para una responsabilidad que Dios le había asignado: • Juan… será lleno del Espíritu Santo; Elisabeth fue llena del Espíritu Santo; Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, Luc. 1:15,41,67

• fueron todos llenos del Espíritu Santo, Hch. 2:4
• Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo…, Hch. 4:8
• Todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios, 4:31
• Saulo… seas lleno del Espíritu Santo, Hch. 9:17
• Saulo… lleno del Espíritu Santo, dijo …, Hch. 13:9

En estos casos (con la posible excepción de Luc. 1:15) la llenura es obra de un momento. Quizás esto nos ayuda a entender esta declaración difícil acerca de Juan el Bautista; el Espíritu le daría constantemente una capacidad singular para su obra específica.

La llenura del Espíritu involucra tanto un control como una capacidad.

Nuestra responsabilidad es la de permitir continuamente al Espíritu a controlar nuestras vidas. “Sed llenos del Espíritu”, Ef. 5:18.

Es interesante que, aparte de este versículo, Lucas es el único que habla de esta verdad. En su Evangelio sólo Uno, el Señor Jesús, está típicamente bajo el control del Espíritu. “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto”, Luc. 4:1. En Hechos, cuando el Señor había ascendido, él identifica nueve individuos que estaban llenos del Espíritu. Siete veces en sus dos libros, Lucas habla de creyentes llenos del Espíritu.

Que el Señor prospere esta breve meditación.