Jesucristo fue humano aun si no fue descendiente directo de Adán. Nació de mujer, pero lo que nació ya estaba completo como ser, porque era una persona espiritual que había sido reducida a una célula humana que se desarrollaría dentro de una mujer y nacería como un bebé humano normal. Jesucristo no heredó el pecado de Adán como el resto de los humanos.
Los cuerpos humanos perfectos, como el que tuvo Adán antes de pecar y como el que se le otorgó a Jesús para nacer, no tienen pecado alguno ni tendencia al pecado, aunque sí tengan libertad para pecar como opción que pueden decidir. La "carne" no fue creada "débil" ni destinada al fracaso. Los cuerpos humanos perfectos funcionan perfectamente; el pecado de un humano perfecto, como el cometido por Adán, es por decisión inteligente, no por fallo de la carne imperfecta o débil.
Cuando los seres humanos sean llevados a la perfección en el nuevo mundo, la carne no vá a tener tendencia a pecar, excepto que la persona conscientemente lo decida. Y entonces morirá, porque el pecado lleva a la muerte y se transfiere a la descendencia. Los que decidan mantenerse leales a Dios vivirán para siempre sobre la tierra en sus cuerpos perfectos de carne.
