Chavez finalmente acepta su posibilidad de morir

Chavez Murio Y No Resucito! Pero El Mashiaj Murio Y Resucito Y Esta Sentado A La Diestra Del padre! En Fin
 
Lorent Saleh, preso y torturado cuatro años por el chavismo: "Buscaban anular todos mis sentidos"

Hijo único de una humilde costurera soltera de origen palestino, a los 20 años se convirtió en activista por los Derechos Humanos en su país, Venezuela. El chavismo lo encarceló y torturó cuatro años, hasta que el pasado 12 de octubre aceptó trasladarlo a España. En 2017 fue distinguido con el Premio Sajarov. Esta es la primera entrevista que concede a un periódico ya como un hombre libre.

Pregunta.- Ha estado cuatro años preso en Venezuela. Más de la mitad, en un lugar siniestramente llamado La Tumba. ¿Qué es La Tumba?
Respuesta.-
La Tumba es un centro de tortura. Está ubicado cinco pisos bajo tierra, en un edificio del centro de Caracas llamado Plaza Venezuela, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Es un laboratorio creado para la aplicación de un tipo muy particular de torturas. Un lugar sofisticado, moderno.
P.- ¿Moderno?
R.-
Muy moderno. La gente no lo sabe. Sólo ha visto imágenes de El Helicoide, el otro gran centro de tortura del régimen chavista.
P.- Un lugar sórdido.
R.-
El Helicoide es lo criollo, el garrote, la costilla rota, el bate. Es la secuela de la decadencia de lo que una vez fue la cuarta República venezolana. El edificio es viejo y su interior es sórdido, sí. Plaza Venezuela es distinto. La institución es la misma, pero la estética y los métodos son diferentes. La Tumba es la tecnología y la tortura psicológica. Todo brilla. Todo es limpio y blanco. El silencio es absoluto; la soledad es completa. Parece un manicomio futurista. El Helicoide es el hacinamiento, el mal olor, las cucarachas y las ratas. La Tumba son los espejos, las cámaras, las paredes blancas. Se huele perfectamente el tufo extranjero.
P.- ¿Cubano?
R.-
Ruso-cubano. No es Venezuela. El venezolano rompe costillas. No te saca la sangre antes de un interrogatorio para debilitarte. No te expone a la tortura blanca.
P.- ¿Qué es la tortura blanca?
Lorent Saleh hace una larga pausa mientras mira de reojo hacia su madre, que está sentada a unos metros, junto a la ventana. Espera que ella abandone la habitación. Luego se sienta en una silla, con las manos cogidas a la espalda.
R.- ¿Diría usted que estoy siendo torturado?
P.- No...
R.-
A mí me tomaron una foto así. Cualquiera hubiera dicho: "No está tan mal Lorent". ¿Pero qué pasa a las 12 horas de estar en esta posición, con las manos esposadas y una intensa luz blanca en la cara? ¿Y a las 24? ¿Y a la semana? Extenuado. Destruido. Haciéndome todo encima. Los mecanismos de protección y garantías de los derechos humanos han evolucionado en los últimos 70 años, pero menos que los métodos de tortura.

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ANTONIO HEREDIA

Lorent se pone de pie. Levanta un brazo a la altura del hombro y lo coloca sobre una estantería, como si lo tuviera atado.
R.- Esposado así. Soportando chorros de agua sobre el cuerpo cada hora. La luz blanca, siempre blanca... Luego la corriente eléctrica... Los golpes. Te rodean las muñecas de tirro -papel periódico con cinta adhesiva- para que las esposas no dejen marca. Lo mismo en la cabeza. Y esto en mi caso. Se cuidaban de no dejar huella. Buscaban métodos alternativos a la violencia a palos, porque no les convenía. A otros presos directamente les rompían las costillas y los dejaban morir.
P.- Lo trasladaron a La Tumba desde Colombia. El ex presidente Santos afirmó en una entrevista a El Mundo que la suya había sido una extradición legal.
R.-
Juan Manuel Santos, Nobel de la Paz, me secuestró y me entregó en un pacto con Maduro.
P.- ¿Por qué?
R.-
Primero, porque yo llevaba tiempo denunciando su complicidad con la dictadura. El proyecto personal de Santos -el acuerdo con las FARC y el premio Nobel- chocaba con la causa de la democracia en Venezuela. Santos necesitaba complacer a Maduro, que además lo tenía bajo chantaje a través de la guerrilla. Las FARC, el ELN y los grupos narcoterroristas con los que Santos buscaba un acuerdo forman parte del régimen venezolano. Maduro tenía la capacidad de tumbar el proceso de paz. En segundo lugar, yo llevaba tiempo trabajando en Colombia sobre un asunto incómodo para Santos en ese momento: la ocultación de víctimas de las FARC. Durante el proceso de paz, nadie hablaba de los asesinados, los secuestrados, los desaparecidos. Mi ONG, sí. Las dos cosas se sumaron y Santos me entregó. No fue una extradición ni una deportación. Nunca hubo orden de captura de un tribunal venezolano ni una solicitud de Interpol. Nunca me presentaron ante un tribunal en Colombia. Nunca compareció un fiscal. No me permitieron defenderme. Santos me secuestró y me entregó a sabiendas de lo que me pasaría.
P.- Lo llevaron a La Tumba.
R.-
Cuando llegué me desnudaron. Me fotografiaron. Me raparon. Me pusieron un traje color caqui. Y empezamos a cruzar puertas. Gruesas. Blindadas. Hasta llegar a una sala cubierta de espejos y cámaras. Todo estaba limpio, impoluto. Sentí el poder. Absoluto. Totalitario. Atravesamos dos pasillos estrechos. Puertas y más puertas. De pronto oí un rugido, como de una turbina. La descompresión. Y luego otra puerta. La abrieron. Y entramos. Parecía el cuarto de refrigeración de un matadero. Había sólo siete calabozos. Todos vacíos. Me metieron en uno y cerraron las rejas. Miré a mi alrededor. La celda era pequeña, de dos metros por tres. Había una cámara en el techo, que seguía todos mis movimientos. Un timbre. Un colchón sobre una lámina de cemento. Y dos potes, uno para beber agua y otro para orinar. Y pensé: Uhhhhh...
P.- Uh...
R.-
La sensación de haber sido aplastado por el Estado en su mayor expresión de violencia y terror. Literal y figuradamente. Escuché el ruido del Metro sobre mi cabeza. Pensé en toda esa gente, esos viajeros más o menos despreocupados. Me dije a mí mismo: "Ninguno de ellos sabe que yo estoy aquí, debajo, enterrado en un sarcófago blanco". Y también: "Jamás saldré vivo de este agujero". En un lugar así, ni siquiera hace falta que te pongan un dedo encima. Tú deseas que te golpeen.
P.- ¿Deseaba que le golpearan?
R.-
Espere. Necesito terminar la descripción. El frío. Glacial. Lo utilizan para encogerte. Para que no puedas moverte. Para reducirte a una lámina de piel. Para jibarizarte. Para que sepas que el individuo, tú, no vales nada. Por más que te hayas preparado para algo así, y los activistas venezolanos en Derechos Humanos estamos preparados, te hundes. Yo empecé a llorar.
P.- ¿Cómo sobrevive un hombre en esas condiciones dos años?
Lorent Saleh levanta una pierna y golpea el zapato contra el suelo, dos, tres, cuatro veces.
R.- Esto es lo que hacen: pisarte, pisarte, pisarte. Pero no matarte. Eso es lo peor. No te matan. Te dejan ahí para poder levantar el zapato y mirarte y reírse. ¿Me explico?

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ANTONIO HEREDIA


P.- Sí, por eso con más motivo le pregunto: ¿cómo sobrevivió?
R.-
Mi madre dice que me robaron cuatro años de vida. Yo creo que no. Ni me los robaron ni los perdí. El tiempo no se detuvo. Yo entré en la cárcel con 26 años y salí con 30. Lo que aprendí no me lo quita nadie.
P.- ¿Qué aprendió?
R.-
El poder de la contemplación. El valor de lo esencial que parece invisible. Los periodistas y los políticos quisieran que yo hablara de otras cosas. Pero para mí esto es lo fundamental. ¿Cuánto vale el color verde? ¿Y el azul? Yo estuve en un sarcófago blanco, como un ciego, meses y meses. ¿Y cuánto vale la conciencia del tiempo? No es que yo no supiera si era de día o de noche. Es que no sabía si había dormido una hora o diez. ¿Y qué valor tiene un espejo? Cuando no te ves la cara durante mucho tiempo te olvidas de cómo eres. La primera vez que me vi en un espejo tuve un 'shock'. Me palpé, susurré... "Éste soy yo". El cielo no es cualquier cosa. El sol, la luna, la lluvia, las estrellas... tampoco. Unos zapatos. Una silla. Yo peleé tanto, como un loco, para conseguir cosas que a cualquiera le parecerían irrelevantes. Hice una huelga de hambre de 18 días para que me dieran un reloj. La Defensora ¡del Pueblo! me decía: "¿Dónde está escrito que un reloj es un derecho humano? ¿Dónde dice que debamos dejarle una mesita?".
P.- Algunas cosas consiguió.
R.-
Sí, aunque luego me las quitaban. Me gusta leer y escribir. Octavio Paz y Borges son mis autores favoritos. Recuerdo cuando por fin me dieron un lápiz. Gastado. Como un tapón. Y una hojita. ¡No quería que se acabara nunca! Escribía con letra diminuta. La giraba. Buscaba rinconcitos blancos donde seguir escribiendo. El valor de las cosas... Fui sometido a una técnica de aislamiento celular. Su objetivo es anular, uno a uno, todos los sentidos del preso, hasta que ya no sabe si está vivo o muerto. ¿Y sabe usted cuál es la única forma de averiguarlo? El dolor. Por eso quieres que te golpeen. Y por eso te golpeas a ti mismo. Contra el suelo. Contra los barrotes. Contra lo que sea. Buscando la sangre. Porque solo la sangre y el dolor te reafirman en que sigues existiendo.
P.- Usted intentó suicidarse.
Lorent Saleh se arremanga la camisa y estira el brazo izquierdo. Dos gruesas cicatrices cruzan sus venas.
R.- Lo intenté cuatro veces. Pero ahí entró en juego algo distinto. Llevaba más de un año en La Tumba. Sabía que el régimen no iba a soltarme y que yo no iba a ceder. Y tomé una decisión: mis carceleros ya no dormirían tranquilos; no verían relajadamente la televisión mientras yo estuviera ahí. Y así lo anuncié: "Yo estoy dispuesto a matarme. Y si me mato ustedes van a ir presos. Y a sus jefes les dará igual. Los sacrificarán como insectos". No era un: "¡Oh, ah, quiero morirme!". Al contrario. Era mi último recurso. Como una huelga de hambre, pero más fuerte. Porque ellos debían saber que iba en serio. Mis intentos de suicidio fueron una forma de desafío a la dictadura.
P.- Se cortó las venas.
R.-
La primera vez intenté guindarme.
P.- ¿Guindarse?
R.-
Sí, colgarme. Con una sábana. Pero me vieron a través de la cámara. Entonces tuve que diseñar otra estrategia. Al baño siempre debía ir acompañado de un funcionario. Cuando por fin permitieron que me afeitara empecé a simular el mayor sometimiento. Para que cogieran confianza conmigo y bajaran mínimamente la vigilancia. Y así me fui llevando a mi celda trocitos de cuchilla de afeitar. Hasta que un día, de madrugada... A partir de entonces, un funcionario tuvo que dormir en mi celda cada noche. Con un ojo medio abierto, aterrado. Una noche intenté colgarme de las rejas. Mi carcelero se despertó y se abalanzó sobre mí para salvarme ¡y salvarse! Otro día, volviendo del baño, le cerré la puerta en la cara. Le dije: "Estoy cansado. Se acabó". Y me volví a rajar. A los dictadores hay que desafiarlos. Para que sepan que no son dioses. Que también pueden sangrar y llorar y sufrir. Y que sus abusos tienen un coste, no sólo para los demás. Ésa es la verdadera resistencia: el desafío.
P.- ¿En su caso, cuál era el objetivo concreto de las torturas?
R.-
Que denunciara a Antonio Ledezma, María Corina Machado, Leopoldo López o Álvaro Uribe. Con Uribe tenían una obsesión. Y yo era la pieza que les faltaba en su delirante narrativa: Colombia, los paramilitares, la oposición venezolana, los gringos. Algo parecido le ocurrió a Joshua Holt, un mormón americano con el que coincidí en El Helicoide. Lo detuvieron simplemente por ser catire -rubio- de ojos azules. El enemigo yanqui... Reforzaba su relato.

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ANTONIO HEREDIA


P.- Después de dos años y medio en La Tumba, fue trasladado al Helicoide.
R.-
El cambio fue difícil. Yo estaba acostumbrado al silencio y a la soledad. El Helicoide era ruido, mugre, hacinamiento, depravación. Presos políticos y opositores se mezclaban con presuntos corruptos y 200 presos comunes. Me enfermé.
P.- ¿Cómo es El Helicoide?
R.-
El Helicoide es la pura expresión del Estado mafioso. Ahí reina la extorsión, sobre todo económica. A niveles que nadie es capaz de imaginar. Hay presos que han llegado a pagar 200.000 dólares a cambio de una celda un poco mejor. Sus familias se han endeudado, y sus hijos y sus nietos. Y luego están los corruptos, reales y presuntos. El SEBIN sabe que Fulano tiene dinero. Le montan un expediente simulando un hecho punible, igual que a los presos políticos. Lo secuestran. Lo encierran. Lo torturan. La familia de Fulano no tiene adónde denunciar, claro, porque es la propia policía la que lo tiene secuestrado. Y entonces le dicen: "Venga, Fulano, paga tanto". Y Fulano paga.
P.- Y ellos lo llaman "lucha contra la corrupción".
R.-
Es la peor corrupción. Y es endémica. Para el Gobierno tiene dos ventajas. En plena ruina económica, le permite pagar a los funcionarios esbirros. Y al mismo tiempo garantiza que le serán férreamente leales. Si cualquiera de estos funcionarios decidiese un día hacer lo correcto, bastaría recordarle su historial para que volviera volando al redil criminal. Así funciona el sistema de terror en Venezuela. Y por eso yo no podía demostrar la más mínima debilidad.
P.- ¿Otros sí lo hicieron?
R.-
Yo he visto a hombres arrodillarse para que les golpearan. Y lo peor -lo más terrible y estremecedor-, he visto a hombres no hacer nada frente al sufrimiento de otros hombres. He visto presos colgados tres días de una reja. Crucificados. Y a otros presos pasar a su lado, como si nada. He visto a reclusos prestarse para maltratar a otros reclusos, creyendo que así evitarían ellos ser maltratados. Y eso no sucedía, claro. También era maltratados. Y más todavía. Porque nadie, ni sus carceleros ni sus compañeros, confiaba ya en ellos. Es tan enfermo, tan trágico: ver al ser humano en su estado más elemental y miserable. Como el judío que lleva a otro judío al horno. Eso ha conseguido el chavismo, la deshumanización más abyecta.
P.- No sé qué decir.
R.-
Déjeme que lo diga yo. Unos se acostumbran a golpear, someter, torturar. Pero lo peor es que otros se acostumbran a ser golpeados, sometidos, torturados. Es como el elefante bebé, al que atan de una cadenita con un clavo al suelo. Y el elefante crece y se hace inmenso, pero sigue ahí, encadenado. Porque no sabe que le sobra fuerza para romper la cadena con un solo movimiento. El ser humano es así. Es el animal más doméstico. En El Helicoide tratan a los presos peor que a los perros y la mayoría lo soporta.
P.- ¿Usted nunca se sometió?
R.-
Sí. Una vez callé. Y fue el peor día de mi estancia en la cárcel. De mi vida. Una mañana desperté escuchando el llanto de un hombre rogando clemencia. Y luego un golpe seco. Y otro. Y al mismo tiempo la risa del torturador. Me fui hacia los barrotes de mi celda. Nadie decía nada. Sentí asco. Empecé a llamar al funcionario, temblando de miedo. Y el funcionario apareció. Con una naturalidad absoluta. Llevaba la gota de sudor en la frente. Jadeaba. Tenía una sonrisa en la cara. Me preguntó, amable: "¿Cómo estás, Lorent? ¿Qué necesitas?" Y me hundí. La gota, su respiración agitada de tanto golpear, y esa sonrisa... Era un funcionario al que yo había creído incapaz de hacer algo así, distinto a los demás. ¿Cómo podía ser tan cruel con otro hombre y tan amable conmigo? ¿Cómo digerir eso? No supe qué decirle. Regresé al fondo de mi celda, como un perro. Esa noche tuvieron que doparme. Había destruido el calabozo. Me había dado golpes contra las paredes. Lo había roto todo. Nunca más callé. Pero no me perdono haber callado ese día. Fue una traición. A ese hombre. A mí mismo. A mi causa.
P.- También aprendió.
R.-
Muchas veces, para justificarse, los funcionarios decían: "Éstos a los que golpeamos son presos comunes, delincuentes". Y aunque lo fueran, ¿qué? Como si el hecho de que una persona sea un criminal te diera a ti el derecho a dejar de ser humano. Ahora bien: ¿torturar es de humanos? Piénselo... Yo creía que no lo era. Pero quizá estaba equivocado. El hombre no es un buen salvaje. Rousseau se equivocó. El socialismo y el comunismo también, claro. Por cierto, ¿por qué el nazismo está prohibido y el comunismo, no? ¿Lo ha pensado alguna vez?
P.- Muchas veces... Usted protagonizó el motín de El Helicoide.
R.-
Sí, sé que las imágenes tuvieron un impacto mundial. El motín se veía venir. Fue la acumulación de muchos factores: las extorsiones, las torturas, el secuestro de menores de edad... Muchachos de 16 años hacinados en una celda. Yo no lo podía soportar. Y El Helicoide explotó. Y se demostró lo que le comentaba hace un momento, con la metáfora del elefante. El ser humano tiene una fuerza impresionante, sólo que no lo sabe. Nosotros volamos todas las rejas de ese maldito lugar. Tomamos todas las cámaras de seguridad. Yo destrocé los tres candados de mi celda con mis propias manos. Los funcionarios vieron eso y huyeron. Ese día descubrieron que ellos también sangran, aunque no sufrieron un rasguño. Ese día se dieron cuenta de que ahí había hombres, no insectos. Lo mismo ocurre con la sociedad.
P.- Después del motín, tres grupos de presos fueron liberados. Usted no.
R.-
Yo tuve que asumir el castigo del motín y fue sumamente duro. Vi cómo eran liberados todos mis compañeros, activistas y presos políticos. Dos personas que se despiden a través de las rejas, el calor humano dividido por el frío del acero. No es fácil, no. Cuando sueltas la mano y te quedas solo... Te agarras la cabeza, esperas el latigazo del huracán y al mismo tiempo piensas: ¿por qué él sí y yo no, cuando tengo más derecho, cuando llevo más tiempo? Y te sientes un miserable por pensarlo. Y llegas a la conclusión de que Dios no existe o que no le importa. Y entiendes que sólo hay una salida para soportar lo que viene: asesinar cualquier esperanza de salir en libertad.

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ANTONIO HEREDIA


P.- ¿Cómo lo hizo?
R.-
Renunciando a todo. A lo más importante, incluso al amor a la familia. Yo soy liberal, de derechas y católico. Pero en esos momentos hubo dos cosas que me ayudaron especialmente. Estudié el budismo como forma de desprendimiento. Y empecé a leer los discursos de Pepe Mujica [el ex presidente de Uruguay]. Mandela es la referencia universal de cualquier preso, pero su tiempo y circunstancias me son ajenas. Mujica, en cambio, estuvo 13 años preso en una cárcel llamada precisamente La Tumba. Y leer sus textos era como leer mi mente. Sobre todo una frase suya, que hago mía: "Descubrí qué tan duro grita la hormiga". Es decir, el valor de la contemplación. De la concentración en los detalles más ínfimos como forma de supervivencia.
P.- A usted lo liberaron pocos días después de la sospechosa muerte del concejal Fernando Albán, que cayó del décimo piso de Plaza Venezuela. ¿Cree usted que lo mataron?
R.-
Sospecho que lo lanzaron ya muerto, aunque lo mismo daría si se hubiera tirado él. También sería una víctima directa de la dictadura. Yo estuve en ese mismo piso 10, junto a esa misma ventana, y conozco la desesperación que podría llevar a un hombre a saltar.
P.- ¿Por qué ha sido liberado?
R.-
Se ha especulado mucho sobre los motivos. Hasta se ha dicho que fue gracias al ex presidente Zapatero. Es falso. Zapatero no tuvo nada que ver con mi liberación. Yo soy libre por un cúmulo de factores. El primero, la lucha de mi madre. Luego, la presión de los periodistas, cuando ni siquiera los políticos querían hablar de mi caso. El trabajo de mis abogados. El apoyo del Parlamento Europeo, que el año pasado me concedió el Premio Sajarov. El debilitamiento del propio régimen. Y la ayuda de muchos países, incluida España.
P.- No guarda rencor.
R.-
No. La necesidad de venganza es otra forma de servidumbre. Además, mi celda no está vacía. En las cárceles chavistas aún quedan muchas personas inocentes por las que debemos luchar y fuera, un país entero por reconstruir.
P.- ¿Cómo?
R.-
Los venezolanos se sienten derrotados. Yo no voy a decirles, como hacen algunos: "Ya estamos cerca del final, falta poco". Ni falta poco ni será fácil. Es y será difícil. Y, además, tiene que serlo. De pequeños nos decían que las cosas que valen la pena no se consiguen sin esfuerzo y sacrificio. Y esto por lo que estamos luchando vale la pena. De hecho, es lo más valioso que tenemos. Es la democracia y es la libertad.
P.- ¿Qué es Venezuela hoy?
R.-
Un Estado terrorista. Definitivamente. El régimen de Maduro se sostiene mediante el pánico, la violencia y el hambre. El hambre no es la mera consecuencia de un mal gobierno. Es una estrategia, y de las más efectivas, de sometimiento. El régimen tiene que subyugar a los venezolanos porque ya es incapaz de convencerles. ¿Cómo lo hace? Aprovechándose de su nobleza y profunda vocación democrática. Así se lo comenté al presidente Sánchez.
P.- ¿Qué le dijo?
R.-
Le dije: "Mire, presidente: yo vengo de la línea más radical de la oposición y jamás se ha valorado como opción la lucha armada. Si se hubiese planteado, la mitad de los líderes chavistas estarían bajo tierra. Millones de venezolanos han preferido incluso el exilio antes que la confrontación. El pueblo es pacífico. El que sí es terrorista es el Gobierno".
P.- ¿Y qué le contestó?
R.-
Me dijo que también lo entiende así.
P.- ¿Y le pidió usted algo concreto?
R.-
Le insistí en la importancia de las sanciones. Es falso que las sanciones perjudiquen a la gente, como ha dicho Zapatero. Al revés. El pueblo agradece que se castigue a sus torturadores. Pero, además, veamos las cosas más allá de Venezuela y sus víctimas. ¿Cómo no vamos a sancionar a criminales de este calibre? ¿Qué mensaje estaríamos trasladando al mundo? Que a máxima crueldad, máxima impunidad. También le hice al presidente Sánchez otra reflexión: no es la oposición venezolana la que debe exigir la rendición del régimen. Deben hacerlo España y las demás democracias del mundo. Son ustedes los que tienen que decir: "Hasta aquí. Ya no más. Basta".

Fuente
 
Por cierto, ¿por qué el nazismo está prohibido y el comunismo, no? ¿Lo ha pensado alguna vez?

Sí, lo he pensado muchas veces. La respuesta es obvia: el comunismo es una forma de humanismo encubierto, mientras que el nazismo (aunque en sus inicios nació como un movimiento socialista), muestra su verdadera cara en pocos años y es aniquilado también en pocos años. Realmente el nazismo fue un breve destello de mal. El mal que viene de frente (o que enseguida se muestra como tal) no tiene, digámoslo así, asidero ni respaldo a largo plazo. La mayoría de las personas se aterran ante el nazismo, pero no temen lo verdaderamente terrorífico que es el mal escondido, "el mal disfrazado de luz".

El mal escondido consigue asideros y respaldos a largo plazo. Personas se entregan a su defensa y a predicar las "bondades" de ese mal. El comunismo es este tipo de mal, un sistema diabólico que se puede resumir en esto: "hay bondad humana más allá de Dios; dame el poder y yo seré bueno contigo". Tiene éxito porque promete justicia y pan... y porque el ser humano no soporta que sólo Dios sea bueno. El diablo ha tenido un éxito inmenso con el comunismo. Es un mal sutil y escondido. Antes de que te hayas dado cuenta de lo que te ha pasado, no tienes nada, eres esclavo de una minoría que te pisa la vida y te mueres de hambre.

Mt 19:17
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.


El Hijo tenía muy claro quién era el ser humano y quién era Dios.
Quien no lo tiene claro es el mundo.
Ni muchos que se llaman cristianos.

Amor,
Ibero
 
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Reacciones: Robespengler
Muy vívido y aleccionador el relato de Lorent Saleh.

"Descubrí qué tan duro grita la hormiga"
 
Lorent Saleh, preso y torturado cuatro años por el chavismo: "Buscaban anular todos mis sentidos"
sr. IBERO, hasta donde sé usted vive en España y por ende solo conoce las noticias de segunda mano, sabía usted que Lorent Saleh estuvo preso porque se mostraron vídeos donde Lorent Saleh planeaba ataques terroristas contra la ciudadanía en Venezuela?

Le recuerdo que con el gobierno de Chavez se deportó a un señor del grupo terrorista ETA, me pregunto que hubiera pensado usted si Chavez le hubiera dado cobijo en Venezuela a un terrorista convicto y confeso.

Entiendo que usted es una victima de la desinformación de lo que sucede en mi país, espero reflexione y no divulge información que ignora!

 
sr. IBERO, hasta donde sé usted vive en España...

En todo caso lucho en la misma guerra que usted, aunque en bando contrario.

En tanto usted desde la libertad y el bienestar que brinda EEUU (y con buena plata en el bolsillo) defiende el comunismo bolivariano que impuso Chavez y ahora su hijo espiritual el señor Maduro (destruyendo al país y matando de hambre a todo un pueblo...) yo, desde España, defiendo la libertad de conciencia que le brinda el país (EEUU) que le permite a usted atacar a sus propios hermanos venezolanos al defender a este perro rabioso que está devorando Venezuela. Yo tengo que luchar para que usted tenga la libertad suficiente para algún día matarme de hambre o torturas, en tanto que usted lucha para matarme en el día de mañana a través de la dictadora del proletariado.

La guerra civil es lo mejor que le podría pasar a Venezuela, como fue lo mejor que le sucedió a España hace 80 años. EEUU tarde o temprano tendrá que poner orden porque Venezuela no sólo es un narco-estado, sino que se está convirtiendo en un estado-terrorista y tiene a líderes musulmanes gobernando por allí desde hace tiempo. EEUU por su propia seguridad tendrá que hacer algo.

Lo mejor que podría hacer usted es ir allí a dejarse la piel por su país... aunque sea defendiendo al perro sarnoso del comunismo.
En EEUU usted no pinta nada. Vaya a su país a vivir la realidad de cerca y a predicarles a los que se mueren de hambre que el comunismo bolivariano es la solución para sus vidas y lo que "Dios quiere para ellos".

¡Amor!,
Ibero
 
Sr. Ibero....Lorent Saleh FUE EXPULSADO DE COLOMBIA y entregado a las autoridades venezolanas PORQUE ESTABA PLANEANDO ATENTADOS TERRORISTAS EN VENEZUELA

LEA LA NOTICIA Y NO SEA UN MEDIOCRE VIRTUAL, METIENDOSE E INMISCUYENDOSE EN ASUNTOS QUE DESCONOCE PERSONALMENTE SOBRE MI PAÍS:

AQUI LE DEJO EL LINK DE UN CONOCIDO PERIODICO DE COLOMBIA, PARA QUE NO DIGA QUE ES CHAVISTA O SE INVENTE CUALQUIER BASURA

https://www.elespectador.com/notici...sta-opositor-venezolano-loren-articulo-514823
 
Sr. Ibero....Lorent Saleh FUE EXPULSADO DE COLOMBIA y entregado a las autoridades venezolanas PORQUE ESTABA PLANEANDO ATENTADOS TERRORISTAS EN VENEZUELA

LEA LA NOTICIA Y NO SEA UN MEDIOCRE VIRTUAL, METIENDOSE E INMISCUYENDOSE EN ASUNTOS QUE DESCONOCE PERSONALMENTE SOBRE MI PAÍS:

AQUI LE DEJO EL LINK DE UN CONOCIDO PERIODICO DE COLOMBIA, PARA QUE NO DIGA QUE ES CHAVISTA O SE INVENTE CUALQUIER BASURA

https://www.elespectador.com/notici...sta-opositor-venezolano-loren-articulo-514823

Claro. Fíjate en la fecha de la noticia "4 de septiembre de 2014". Los políticos colombianos en aquel momento pactaron la entrega de un inocente en las garras del régimen genocida de Maduro (Dios sabe por qué). Justo ahí empezó su calvario y los cuatro años de torturas. Que el gobierno narco y genocida de Venezuela acuse a un "opositor" de terrorista es como que un lobo acuse al pastor del rebaño de ser un lobo.

Deportación y detención en La Tumba
El 4 de septiembre de 2014, Saleh avisó a varias amistades que había un carro sospechoso circulando por su residencia en Bogotá. Horas más tarde fue detenido en un operativo que Migración Colombia justificó en un decreto que señala la deportación de extranjeros cuando representen una amenaza contra la seguridad nacional o si son solicitados por las autoridades de otros países. El mismo día fue entregado a funcionarios SEBIN en San Cristóbal y de la oficina de Migración de San Antonio del Táchira. Al llegar a Venezuela, Saleh fue acusado de miles de delitos nunca probados, y bla bla bla....

Fuente

"Terrorista", dice aquí el amigo Danny. Tú sí que eres un terrorista. Me das auténtico terror tú y tus amigos. Más miedo me da que estés libre en EEUU y no torturando a otros en Venezuela a las órdenes de tu amado líder comunista. ¿Saben en EEUU tus vecinos y tus jefes cómo piensas y que apoyas a Maduro y su régimen genocida? ¿O vives escondido como un cobarde ilegal? Vete para Venezuela y sé honesto con tu corazón. Vive el sueño comunista. ¡Piénsalo! En Venezuela estarás en tu ambiente natural y haciendo lo que te gustaría hacer. Ahora eres un "mal escondido", y gente como tú en nuestros países conformáis un auténtico Caballo de Troya como los musulmanes en Europa (amigos de tu régimen genocida bolivariano).

Amor,
Ibero
 
Los políticos colombianos en aquel momento pactaron la entrega de un inocente en las garras del régimen genocida de Maduro (Dios sabe por qué).
ese es tu ridículo argumento....."Dios sabe por qué"

O sea, Dios sabrá porque las autoridades colombianas que son archi enemigas del reeeeegimen le entregaron a ese bandido terrorista a Maduro?

hay que tener las neuronas conectadas al intestino grueso para no entender la verdad, solo quieres seguir sintiendo confort en tu pequeño mundo virtual de noticias anti-revolucionarias que para nada me interesa defender, solo me molesta que un incrédulo que vive en otro continente venga a decirme lo que sucede en mi país!
 
ese es tu ridículo argumento....."Dios sabe por qué"

O sea, Dios sabrá porque las autoridades colombianas que son archi enemigas del reeeeegimen le entregaron a ese bandido terrorista a Maduro?

hay que tener las neuronas conectadas al intestino grueso para no entender la verdad, solo quieres seguir sintiendo confort en tu pequeño mundo virtual de noticias anti-revolucionarias que para nada me interesa defender, solo me molesta que un incrédulo que vive en otro continente venga a decirme lo que sucede en mi país!

Ahora no es "tu país", sino un narco-país secuestrado por Satanás.

Las naciones siempre han hecho pactos en secreto de los que nadie sabe. Los "archienemigos" y los "enemigos" y los "amigos" hacen pactos que sólo saben algunas personas en el poder. Se venden a inocentes a cambio de algunos favores. Por lo demás, ya no es "tu país" cuando has huido a EEUU (entrando ilegalmente) huyendo del paraíso comunista que predicas, lo cuál hace de ti no sólo un cobarde, sino un redomado hipócrita. Ya sabes el lugar que le espera a los cobardes y los hipócritas según Su Palabra. Vete a Venezuela a vivir el paraíso comunista y abandona el paraíso capitalista que tanto detestas. Sé honesto y consecuente... o arrepiéntete. Aquí no hay más opciones.

Amor,
Ibero
 
Ahora no es "tu país", sino un narco-país secuestrado por Satanás.

Las naciones siempre han hecho pactos en secreto de los que nadie sabe. Los "archienemigos" y los "enemigos" y los "amigos" hacen pactos que sólo saben algunas personas en el poder. Se venden a inocentes a cambio de algunos favores. Por lo demás, ya no es "tu país" cuando has huido a EEUU (entrando ilegalmente) huyendo del paraíso comunista que predicas, lo cuál hace de ti no sólo un cobarde, sino un redomado hipócrita. Ya sabes el lugar que le espera a los cobardes y los hipócritas según Su Palabra. Vete a Venezuela a vivir el paraíso comunista y abandona el paraíso capitalista que tanto detestas. Sé honesto y consecuente... o arrepiéntete. Aquí no hay más opciones.

Amor,
Ibero
uuuuuyyyyyyyyy que miedo jajajajajajajaja
 
uuuuuyyyyyyyyy que miedo jajajajajajajaja

Los sinvergüenzas suelen esconden su miedo debajo del mal que hacen. Cuanto más mal, menos vergüenza, y cuanto menos vergüenza, más mal.

¡Amor!,
Ibero
 
Ahora no es "tu país", sino un narco-país secuestrado por Satanás.

Las naciones siempre han hecho pactos en secreto de los que nadie sabe. Los "archienemigos" y los "enemigos" y los "amigos" hacen pactos que sólo saben algunas personas en el poder. Se venden a inocentes a cambio de algunos favores. Por lo demás, ya no es "tu país" cuando has huido a EEUU (entrando ilegalmente) huyendo del paraíso comunista que predicas, lo cuál hace de ti no sólo un cobarde, sino un redomado hipócrita. Ya sabes el lugar que le espera a los cobardes y los hipócritas según Su Palabra. Vete a Venezuela a vivir el paraíso comunista y abandona el paraíso capitalista que tanto detestas. Sé honesto y consecuente... o arrepiéntete. Aquí no hay más opciones.

Amor,
Ibero


No creo que Dany este en los EEUU y defendiendo el sistema corrupto de venezuela
Aca en Chile hay millones de refugiados venezolanos y solo hablan pestes del chavismo maduriano

Es lo mas cercano a la hipocresia defender el comunismo venezolano desde un pais capitalista
 
No creo que Dany este en los EEUU y defendiendo el sistema corrupto de venezuela
Aca en Chile hay millones de refugiados venezolanos y solo hablan pestes del chavismo maduriano

Es lo mas cercano a la hipocresia defender el comunismo venezolano desde un pais capitalista
Pues el tipo nunca ha sido "mi amigo" como tu tampoco lo eres
 
Lo que no entiendo es como puede haber gente que defienda a Maduro, osea el país se cae a trozos y la culpa es de todo el mundo menos de sus propios dirigentes... los cuales no reconocen sus errores, subordinan los poderes y organismos estatales (al partido) y se perpetúan en el poder por décadas, mientras cada vez huyen más venezolanos de la situación en su país.
 
Hay que orar mucho para que caiga el régimen de Maduro. Contra un Puebl y contra Dios, ni siquiera el ejército ruso podrá.