Re: "EN EL PRINCIPIO" : qué significa???
Dice la palbra de Dios:
Mateo 16:13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
Hay un viejo dicho que reza: “Texto fuera de contexto, es pretexto” y es muy cierto, así que para analizar lo que la palabra de Dios dice, debemos contextualizar cualquier versículo para entender bien a lo que se refiere.
El pasaje nos narra que el Señor Jesucristo venía con sus discípulos caminando de Filipo y les hizo dos preguntas y que al analizarlas juntas, podemos notar claramente que el Señor intenta mostrarles, por medio de su respuesta quién es él mismo y cuya respuesta es trascendental en la vida de sus discípulos, pero también es importantísima para nosotros, toda la raza humana en general.
La primera pregunta fue: v.13) “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?”
La segunda fue: v.15) “¿Quién decís que soy yo?
Con estas dos preguntas, debemos preguntarnos ¿Qué intenta hacer el Señor aquí? La respuesta no es otra que mostrarles quién es el Hijo del Hombre.
¿Qué es el Hijo del hombre? El Hijo del Hombre, también es una manera de llamar al Cristo el Ungido, el Rey Eterno de Israel esperado, anunciado por los profetas del antiguo testamento, el profeta anunciado por Moisés (Deut. 18: 18, 19), el Mesías cuyo propósito era liberar y perdonar sus pecados.
A la primera pregunta, algunos contestaron sin duda alguna de manera equivocada, porque el Hijo del Hombre no fue Juan el Bautista, ni el profeta Elías, ni Jeremías, ni ninguno de los profetas.
La segunda pregunta fue directa, el Señor quería que vieran que el Hijo del Hombre, era él mismo, por eso la respuesta de Pedro tiene vital importancia no tanto por saber la respuesta, sino por quién se la reveló.
Hoy muchos saben, porque se los han enseñado, que Jesús es Dios hecho hombre; qué Jesús es el Cristo el Hijo del Dios viviente o el Hijo del Hombre, pero lo importante es quién les ha iluminado el entendimiento para que puedan decir con plena convicción y seguridad, sin ninguna duda qué Jesús es el Hijo del Hombre.
El verso 17, nos muestra que quién le reveló esa verdad a Simón, hijo de Jonás, fue Dios mismo y cuando dice hijo de Jonás, que era una expresión natural en aquella época para situarlo en la familia a la que pertenecía dentro de la nación hebrea, lo señala claramente como un hombre natural como tú o como yo, que vino de manera natural de hombre y mujer. Pero éste Hijo del Hombre, vino de manera sobrenatural de Dios, quién fue engendrado sobrenaturalmente por medio del Espíritu Santo en María, para adquirir su naturaleza humana, pero sin pecado.
La convicción de fe de Pedro, no viene de ver las señales y prodigios que el Señor hacía y dicho sea de paso, porque aunque muchos fueron testigos presenciales de las señales prodigiosas, no fueron suficientes para verlo como el Cristo; aunque habían escuchado su mensaje, no le veían como el Mesías, muchos lo veían como uno más de los profetas que antes habían venido. Más interesante aún, que muchos que lo vieron obrar maravillas y escucharon su mensaje, fueron los mismos que gritaban a Pilato “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!” Mostrando así, lo que pensaban de él y que aunque antes lo veían como maestro y también como profeta, ahora no sólo no lo ven así, sino alguien digo de muerte, alguien despreciable.
Quién le reveló a Pedro que Jesús es el Hijo del Hombre, fue el mismísimo Espíritu del Padre en el corazón de Pedro para que pudiese identificarlo como el Cristo, Jesús cuya presencia cumplía las profecías de Moisés, Jeremías, Isaías y otros profetas.
El verso 18 ahora luce más claro cuando le dice a Pedro:
“Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás…” Dichoso eres Simón, La razón de su dicha es clara… “quién te reveló esa verdad no fue ninguna persona humana, sino mí Padre” Y luego le puso Pedro o Cefas, que significa “piedrecilla”, una que es fácilmente movible, débil, sin peso, falibel y con un juego de palabras continua diciéndole “…y sobre esta roca edificaré mi iglesia”. ¿Cuál Roca? ¿La piedrecilla? O ¿La fe que surge de la revelación del Padre en el corazón de Pedro que Jesús es el Señor, Cristo, Hijo de Hombre?
¿Quién es la roca? ¿Pedro o Jesús?
Si piensas que Pedro, él se descarta a sí mismo, mira como dice:
Hechos 4:11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Los sacerdotes religiosos que deberían haber aceptado al Señor como el Mesías, fue rechazado y con ello, rechazaron su Mesías, la roca donde todo descansa.
Las piedra eran usadas como cimiento para edificar construcciones, se colocaban en el ángulo donde toda la construcción que se quiere edificar descansa y de manera ilustrativa, tanto el Señor como Pedro, la usan para mostrar el cimiento en donde será edificada la iglesia del Señor. La debilidad de Pedro, como la tuya y la mía, por ser hombre falible, como tú y como yo, está claramente demostrada 5 versículos adelante del verso 18, es decir en el verso 23, pues el Señor les dice claramente que va a ser entregado para ser crucificado, pero Pedro, inconsciente de lo que hace, lo quiere convencer de que no se deje atrapar para ser crucificado y el Señor le dice palabras que contrastan mucho de lo que le dijo antes:
Mateo 16:23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Y no sólo eso sino que, después que sabe va a ser crucificado y surge la persecución, lo niega tres veces, mostrando su falibilidad y debilidad, como la tuya y la mía.
La palabra de Dios dice:
Salmo 18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Salmo 18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Salmo 18:46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;
Salmo 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Salmo 31:3 Porque tú eres mi roca y mi castillo;
Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
Salmo 62:2 El solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.
Es claro entonces quién es la roca.
“… las puertas del Hades, no prevalecerán contra ella…” significa que todo aquel que obtenga esta verdad, de que el Señor es la roca, forma parte de su iglesia la cual no podrá ser sujeta por el Hades o también llamado infierno. Toda la humanidad está bajo pecado y condenada al infierno, pero sólo aquellos que vean en Jesús al Cristo el Salvador y Señor de sus vidas, serán salvos
Pero además, continúa diciéndole a Pedro:
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.
¿Cuál es la llave de los cielos?
El santo evangelio del Señor.
¿Qué es el evangelio del Señor?
1 Corintios 15:1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
¿Lo crees? Si lo crees, si crees que el Señor es el Cristo y que por medio de su muerte pagó tu deuda o pecado, eres atado en la tierra y en el cielo, como parte de la iglesia del Señor; si lo crees, eres desatado de la muerte, del destino eterno de condenación y de la influencia del dios de este siglo Satanás, en la tierra y en el cielo. Porque mira lo que hizo la roca de salvación, el Señor Jesucristo, para todos aquellos que le han creído:
Colosenses 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
El Señor Jesucristo, la Roca de Salvación, el Cristo, el Hijo del Dios viviente, el Hijo del Hombre, en la cruz clavó todos tus pecados y los míos, cuando no éramos pueblo representado en símbolo de la circuncisión, sino de la circuncisión (no del pueblo de Israel), para todos aquellos que han creído, separados, nos dio nueva vida con él, perdonándonos nuestros pecados y anuló el acta de los decretos que nos era contraria en virtud de nuestra caída, la quitó pagando con su muerte nuestra deuda y exhibió a los principados espirituales y potestades, esto es a Satanás y a sus demonios, al despojarlos de su dominio sobre nosotros, los creyentes.
La pregunta es ahora para ti. ¿Quién es Jesús para ti?
¿Una cosa creada cómo lo quiere presentar el diablo?
O como afirma la Escritura:
Joh 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.