Re: Sobre ¿Sabes algo de la iglesia Ministerial de Jesucristo internacional?
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BASTANTE LARGO PERO VALE LA PENA LEERLO, AHORA NO SOY MACHISTA PERO HAY QUE ANALIZAR LA PALABRA TAL COMO ES Y SIN MANIPULACIONES PARA SACAR PROVECHO
Liberación femenina dentro de la iglesia[/h]
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
1 Timoteo 2:11-12
PARTE 1
La desobediencia de Eva
Con tal de conseguir sus fines de fama y riqueza, los líderes de esos grupos instruyen a las mujeres a mandar y enseñar a los hombres de la congregación. Aunque esto la Palabra lo prohíba, ellos pretextan que es bueno que la iglesia se modernice y se conforme a este mundo. Así, alientan a desobedecer la Palabracon la dispensa de no aparecer ante los incrédulos como machistas, ya que, al decir de ellos, siendo permisivos se alcanzarán más almas y los templos se llenarán con mayor rapidez y facilidad.
Lo mismo pretextó Saúl para desobedecer la Palabra de Dios y en lugar de matar al ganado, como se le había ordenado, tomó de éste lo mejor para “ofrecérselo a Dios” (
1 Samuel 15:1-23). Asimismo, los falsos pastores, con el argumento de llenar sus templos hasta el tope, desoyen alegremente los mandatos de la Palabra. ¿Pero de qué llenan sus templos estos guías ciegos? Del fruto de su desobediencia, por supuesto (
1 Samuel 15:21). Acorde a lo expresado en el primer libro de Samuel, al Señor le complace más que se obedezca su Palabra y no que se llenen templos de multitudes de gente que solo va a aprender del mal ejemplo de desobediencia de sus líderes.
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Juan 14:23-24
El Espíritu Santo nunca nos llevará a desobediencia
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
Juan 16:13
El Espíritu Santo jamás llevará al creyente a la desobediencia de la Palabra, puesto que desobedecerla es pecar.
Todo aquel que comete pecado, infringe la ley. Pues el pecado es infracción de la ley
1 Juan 3:4
Y la paga por desobedecer la Palabra de Dios (la ley) es la muerte.
Porque la paga del pecado es la muerte
Romanos 6:23
Por lo tanto el Espíritu Santo jamás nos llevará a desobedecer la Palabra, puesto que eso causa la muerte. Pero hay quien tratará de llevar al creyente hacia la desobediencia mediante engaños:
El que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
1 Juan 4:6
Si la Palabra de Dios manda que en la iglesia la mujer no enseñe ni mande a los hombres ¿es lógico pensar que el Espíritu Santo va a llevarnos a desobedecer su propio mandato? ¡Claro que no! Pero Satanás sí que está interesado en engañar al creyente tal como la serpiente engañó a Eva.
Eva y las falsas pastoras, profetisas y apóstolas
Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviadosde la sincera fidelidad a Cristo.
2 Corintios 11: 3
A  lo largo de este pasaje de la segunda carta a los Corintios, el apóstol Pablo nos advierte de los falsos maestros que intentan extraviar a la iglesia, comparándolos con
 la serpiente de Génesis.
Y ese es precisamente el sentido del pasaje de 
Génesis 3:1-6: Eva cayó engañada por las enseñanzas del padre de todos los falsos maestros: Satanás.
No solo en las culturas cananeas, de las cuales se desprenden los escritos bíblicos, encontramos a la serpiente como símbolo de la sabiduría, la ciencia y lo sobrenatural, sino también en las culturas de América precolombina, como lo es el caso de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada azteca y tolteca; Kukulcán, la serpiente voladora maya; y Amaru, la serpiente mitológica divina de los incas. También tenemos al dragón, serpiente gigante, de la cultura China. O las serpientes milagrosas de las culturas griega y romana, concernientes al Caduceo, la Vara de Esculapio y la Copa de Higía, que hasta la fecha (más los dos últimos) son símbolos de la ciencia que hoy conocemos como Medicina.
Todo esto para que el lector se dé cuenta de que prácticamente en todas las culturas de la antigüedad, la serpiente era considerada como símbolo del conocimiento y la sabiduría terrenal.
No vamos a detenernos a ahondar en el porqué al hombre se le restringió el árbol del conocimiento del bien y el mal, bástenos saber que era mandato de Dios no tomar de ese fruto y que el desobedecer acarrearía la muerte.
La serpiente antigua, Satanás (
Apocalipis 12:9), falso maestro sabedor de que tomar de ese árbol sería mortal para Adán y Eva, con argumentos seductores engañó a la mujer y ésta a su vez convenció al hombre de transgredir la orden divina provocando así sus muertes. Tal como hoy día siguen haciendo multitudes de falsos maestros, seguidores de Satanás disfrazados de cristianos, que con sus enseñanzas atractivas pero erróneas arrastran a muchos tras sí al infierno.
El fruto prohibido es la enseñanza vedada
Y mandó El Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
Génesis 2:17
Así como Dios prohibió tanto a Adán como a  Eva comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, hoy día el fruto prohibido es la enseñanza que esta vedada a las mujeres dar a los hombres de la congregación cristiana.
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
1 Timoteo 2:11-12
Y de la misma manera que la serpiente persuadió a Eva, los falsos maestros persuaden a las mujeres a rebelarse ante el enfático mandato del Señor. Así que la escena en el jardín de Edén sucede de nuevo en la iglesia. Y esto no por otra cosa, sino por que al ser un principio espiritual, es eterno y se reitera infinitamente.
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Génesis 3:1
El ataque satánico es sistemático, comienza tentando el terreno para ver qué tanto el creyente recuerda la Palabra de Dios. Por lo que nos dice el pasaje, Eva dio evidencia de que sí recordaba el mandato divino.
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Génesis 3:2-3
Así que sin perder más tiempo Satanás pasó al siguiente punto de su alevosa táctica: contradecir la Palabra de Dios mezclando verdad con mentira, aprovechando una debilidad humana que predispone a dudar de Dios escuchando cosas agradables al oído: la codicia.
Entonces dijo la serpiente, no moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Génesis 3:4-5
Éste es el embuste que Satanás y sus falsos ministros meten por las orejas a sus cándidos seguidores: La santa Palabra de Dios mezclada con sus aborrecibles mentiras. Satanás mintió a Eva sobre las consecuencias de desobedecer, pero además puso en duda la santidad y veracidad del Padre Celestial, al hacerle creer a la mujer que la advertencia Divina solo era un ardid para que no tomaran el fruto que los haría iguales en todo a Dios.
Y es que en cierta medida la serpiente decía la verdad, era cierto que se les abrirían los ojos y que igual que Dios, conocerían la diferencia entre el bien y el mal. Pero Adán y Eva no estaban preparados para saber tan temprano la diferencia entre el bien y el mal, porque para acceder a ese conocimiento de una forma segura y sin condenación, también se necesita del Santo Espíritu de Dios (
Romanos 7:15-25).
Una vez tirado el anzuelo, Eva picó la carnada y pensó exactamente lo que la serpiente quería: que al comer de ese fruto hombre y mujer serían iguales a Dios en todo. Si bien Eva comenzó dudando de la Palabra de Dios, al comer del fruto y no caer fulminada en ese instante, terminó creyendo por completo a su falso guía espiritual, despreciando a Dios.
Esta misma táctica, Satanás también quiso llevarla a cabo con el Señor al tentarlo en el desierto (
Mateo 4:1-11), solo que el Señor Jesucristo no dejó prosperar el precedente espiritual de desobediencia del Huerto de Edén. Sin embargo, aunque el diablo no pudo triunfar en su intento de engañar a Cristo, seguirá usando la misma artimaña con todos los que invoquen el Santo Nombre del Cordero. (
Apocalipsis 12:17)
Tal como a Adán, a quien no obstante se le mandó abstenerse de comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, y comió de éste mismo de la mano de Eva, también a los hombres modernos de la iglesia les manda imperativamente no tomar el alimento espiritual que las mujeres ofrezcan, permitiendo con ello que se erijan en autoridad espiritual.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Génesis 3:6
Así como la serpiente usó medias verdades mezcladas con mentiras para persuadir a Eva a pecar, y aprovechando un defecto en su carácter, 
la codicia, hoy día también los falsos maestros persuaden a las mujeres a desobedecer el mandato de la Palabra aprovechando exactamente el mismo defecto humano.
El resultado salta a la vista en los grupos del Falso Evangelio de la Prosperidad, donde  las auto-proclamadas pastoras, profetisas y apóstolas, rebeldes hijas de Jezabel, ejercen férreamente los puestos de autoridad que los hombres les han dejado.
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él;
Génesis 3:17
El error mortal de Eva fue darle más peso a los argumentos fascinadores de la serpiente; mientras que el de Adán fue hacerle más caso a la mujer que a Dios. Justamente lo mismo que sucede en los grupos del Falso Evangelio de la Prosperidad, donde se hace más caso al “pastor” (la serpiente/falso maestro) y la “pastora” (Eva) que a la Palabra.
En la siguiente tabla se muestra cómo el principio espiritual del Huerto del Edén se repite en las iglesias del Falso Evangelio de la Prosperidad:
GÉNESIS 3:1-6 
 | 1 TIMOTEO 2:12 
 | 
Dios ordena que no coman del fruto del árbol del bien y del mal 
 | Dios manda que la mujer no enseñe en la iglesia ni mande a los hombres. 
 | 
La serpiente engaña a Eva quien da de comer al hombre del fruto que sabe está prohibido por Dios. El hombre hace más caso a la mujer que a Dios y toma del fruto. 
 | Satanás persuade a la mujer de que enseñe a la iglesia y se vuelva autoridad, erigiéndose a sí misma como pastora, profetisa, apóstola, etc. 
 | 
El fruto prohibido es del árbol de la ciencia del bien y del mal 
 | El acto prohibido es  la enseñanza en la iglesia por parte de la mujer; y su posicionamiento en la congregación como autoridad sobre los hombres. 
 | 
 
Porque Adán fue formado primero y después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
1 Timoteo 2:13-14
La iglesia pertenece al Señor, no a los “pastores”
Y sobre esta roca edificaré MI iglesia
Mateo 16:18
La Palabra de Dios nos muestra que el juicio de nuestro Señor Jesucristo está permanentemente sobre cada una de SUS iglesias (
Apocalipsis caps. 2 y 3). Así, cada grupo de creyentes es juzgado severamente en su rectitud hacia el mandato divino. Las iglesias en Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea son el espectro de todos los grupos de creyentes que invocan el Nombre del Señor.
Tal como a Adán, cuyo propósito para ser creado fue cuidar del huerto del Edén (
Génesis 2:15), a los hombres les ha sido encargado cuidar SU iglesia. De la misma manera, tal como a Eva, a quien se creo para que le ayudase a Adán a cuidar el huerto (
Génesis 2:18), las mujeres deben ayudar a los hombres a cuidar que la Palabra se cumpla en medio de la congregación.
Pero ¿qué es lo que sucede en los grupos del falso evangelio? Que tal como Adán y Eva fallaron en su propósito —cuidar del huerto y no comer lo que se les había prohibido—, así los hombres y mujeres supuestamente doctos en la Palabra, quienes deberían estar cuidando el orden en la iglesia, lejos de cumplir con su deber, se complacen en propiciar el caos.
Teniendo esto en mente comprenderemos lo importante que es no hacer lo que nos venga en gana con la iglesia, o lo que nuestra mente, ávida de fama y fortuna, considere lo mejor para ésta. Porque la iglesia le pertenece al Señor, y si Él ordena que EN SU IGLESIA, las mujeres no manden ni enseñen a los hombres entonces se le obedece y punto. ¿O es la iglesia propiedad nuestra? ¿Somos siervos o amos?
Ahora, respire profundamente y lea con detenimiento:
El hecho de que la enseñanza y la autoridad esté prohibida para las mujeres dentro de la iglesia no es por falta de capacidad de parte de ellas. Tampoco es que Dios odie a las mujeres o desconfíe de su aptitud. La mujer es tan capaz como el hombre y de igual valía para Dios. 
El único impedimento para que la mujer enseñe y mande a los hombres es el precedente espiritual asentado en el Huerto de Edén. Esto es, que la mujer fue engañada por Satanás y ésta persuadió al hombre a pecar.
Y si el diablo engañó a Eva, dado que los principios espirituales son eternos e inmutables, volverá a engañar a la mujer y ésta a su vez persuadirá a los hombres de pecar. Así quedaron las cosas y no hay nada qué hacer, sino dejar de darle lugar al diablo y aceptar que esta norma es para protección del creyente.
Es por esa simple y llana razón que, (para desgracia de todos, porque ciertamente que habrá mujeres extraordinariamente dotadas para comprender y enseñar las verdades del reino) la mujer no puede enseñar la Palabra a los hombres. De otra manera, aprovechando esa puerta abierta, el espíritu de error por medio de la mujer empecinada y rebelde, introduciría lenta e irremediablemente al grupo de creyentes en las profundidades de Satanás, como veremos más adelante que sucedió en Tiatira; y sucede en los grupos del Falso Evangelio de la Prosperidad.
El no ser machistas
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Los falsos pastores alegan que habilitan mujeres en cargos de autoridad y enseñanza para que el mundo no los tilde de machistas, y de esa manera obtener buena opinión de los de afuera. ¿Qué clase de excusa es esa? ¿Es ese un argumento emanado de la fortaleza espiritual que da la Palabra? ¿De cuándo acá nos mandó El Señor a dar gusto a los incrédulos? ¿Es que nuestra misión en esta tierra es ser simpáticos y populares? Bajo ese mismo razonamiento complaciente entonces también se pueden ordenar pastores homosexuales y apóstolas prostitutas; profetas fornicarios y evangelistas adúlteros, al fin y al cabo se trata de que el mundo vea que la iglesia es moderna y apoya la diversidad...¿no? ¡Basura!
A nosotros, los verdaderos hijos de Dios, no deben importarnos los motes que el mundo nos ponga por obedecer la Palabra de Dios. Un verdadero hijo de Dios no debería ni pensar en camuflarse con el mundo con el pretexto de ganar almas.
Que yo sepa, por ningún lado la Palabra nos manda “modernizarnos” a fin de ganar más adeptos. ¿Será que el Padre Celestial se complace en ver estadios repletos de gente a la que se le ha anunciado un evangelio totalmente falso y perverso? ¿Un evangelio de mentira y desobediencia? ¿Vale todo con tal de ver iglesias repletas de rebeldes? Pienso que no. Por lo poco que yo puedo entenderla Palabra, sé que Dios anhela gente arrepentida y obediente, que no le importe que al obedecer la Escritura, el mundo le estampe en la frente toda clase de adjetivos como machista, misógino, retrógrada, anticuado, etc. Pero ya sabemos que a los falsos siervos no les importa promover la obediencia a la Palabra, porque todo lo que buscan es aumentar sus riquezas, quedar bien con el mundo y ensanchar sus propios reinos.
Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Lucas 6:22
¿Ya no es para estos tiempos?
De golpe y porrazo, los falsos pastores han decidido que ya no tenga vigencia para nuestros tiempos la parte de la Palabra que no permite a la mujer enseñar y mandar a los hombres en la iglesia.
Para ellos todo aquello que convenga a sus bolsillos, como el rito del diezmo, por ejemplo, continúa vigente, no obstante que, como ya vimos antes, La Palabraseñale lo contrario. Y en cambio todo aquello en la Palabra de Dios que estorbe a sus intereses mercantiles, simplemente lo tachan, según ellos, por  caduco. Para ellos el filtro con el que miden la vigencia o caducidad de la Palabra es si se engordan sus bolsillos o se adelgazan. ¿Ve el lector cómo lo engañan esos falsos pastores, charlatanes de la prosperidad?
!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Isaías 5:20
Pero para desgracia de esos estafadores, es la propia Carta a Timoteo la que nos dice que la iglesia ha de obedecer este mismo mandato hasta la aparición de Nuestro Señor:
Te mando ante Dios...que guardes el mandato sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.
1 Timoteo 6:13-14
Por supuesto que al referirse al mandato, entendemos que abarca todas las instrucciones que Pablo mandó a Timoteo en esta carta, incluida por supuesto la ya tan mencionada orden a las mujeres de no mandar ni enseñar a los hombres.
¿Costumbre o principio espiritual?
Como ya vimos, el mandato de prohibir a las mujeres la enseñanza a los hombres y dominio sobre estos mismos, está sustentado en principios espirituales, y no en meras costumbres. Pablo mismo, aclara cuando es una costumbre como en el siguiente ejemplo:
Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
1 Corintios 11:16
En el pasaje de Corintios, Pablo trata el asunto de las mujeres al orar y profetizar, y señala que debe ser siempre, y para no suscitar el escándalo al violentar la costumbre, cubriéndose la cabeza  (
1 Corintios 11:5-6). (Aún cuando el asunto tiene un profundo fondo espiritual, Pablo no tiene más remedio que centrar su atención en la forma, que es la costumbre de cubrirse la cabeza, —la cual ya estaba creando problemas entre los corintios—, y no en el mero fondo, que es la única y correcta estructura de cobertura espiritual: Dios - Nuestro Señor Jesucristo - el hombre - la mujer. Echando por tierra con esto las jerarquías religiosas que pretenden habilitar los líderes del falso evangelio).
Como vemos, Pablo es muy cuidadoso al separar la costumbre, que está sujeta a tiempo y lugar, de los principios espirituales, que son eternos.
PARTE 2
Esa mujer Jezabel
En realidad lo que está sucediendo en la actualidad, no es otra cosa sino el cumplimiento de la profecía de 
Apocalipsis 2: 20-25: la presencia de Jezabel.
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel,
Acab, rey de Israel tomó a Jezabel por esposa, seguramente para afianzar alguna muy redituable —en estrictos términos terrenales—, alianza con la opulenta ciudad-estado  fenicia de Sidón (
1 Reyes 16: 29-31).
Jezabel, como fenicia próspera, altiva y sofisticada que era, se dedicó a reforzar el culto idolátrico en Israel, nación que seguramente a sus ojos, aparecía como un rústico país de campesinos, “tan pobre, que solo tenía para adorar a un solo dios…”.
Se decidió entonces a “modernizar” Israel introduciendo el probado culto a Baal que tanta prosperidad material había traído a lo largo de los siglos a su pueblo.
La notable prosperidad terrenal que trajeron a Israel los cultos a Baal y a Astarté ya son legendarias. La Palabra de Dios registra inclusive, el palacio de marfil construido por Acab y Jezabel (
1 Reyes 22:39), cuya existencia ha sido recientemente confirmada arqueológicamente.
Jezabel era una dinámica embajadora en Israel del exitoso y popular dios fenicio Baal y su contraparte femenina Asera o Astarot. Impulsó al rey de Israel para levantar un templo a Baal y una imagen a Asera (
1 Reyes 16: 32-33). Al tiempo que exterminaba a los profetas de Dios (
1 Reyes 18:13), cuidaba y mimaba personalmente a los falsos profetas de Baal y Asera (
1 Reyes 18:19).
Era experta en la seducción y la manipulación dentro de las altas esferas (2
Reyes 9:30).
Su ambición no tenía límites éticos (
1 Reyes 21:7); Usurpaba la autoridad real y manipulaba a su antojo con ella (
1 Reyes 21:8); Rendía culto al lujo (
1 Reyes 22:39) y se destacaba ante todo Israel por sus fornicaciones y hechicerías (
2 Reyes 9:22), ello porque partes esenciales del culto idolátrico que promovía, eran precisamente la prostitución y la hechicería (
2 Reyes 23:7 / Ezequiel 13:17-23 / 2 Reyes 22:17).
Sus falsos profetas, tan mimados por ella, fueron degollados por Elías (
1 Reyes 18:20-40), cosa que la enfureció, empujándola a jurar ante sus sanguinarios dioses, matar a Elías (
1 Reyes 19:1-3), pacto que no pudo cumplir, lo cual la llevó a la muerte por asesinato (
2 Reyes 9:32-37).
Esa mujer, Jezabel, se hace presente nuevamente por medio de las autoproclamadas pastoras, profetisas y apóstolas, cuyo único deseo es promover estilos de vida lujosos y hacer a las personas sentirse cómodas en su búsqueda de la buena vida. Pero en ese afán, lentamente van introduciendo entre los creyentes, primero la rebeldía, y luego la abierta idolatría.
 que se dice profetisa,
El Señor Jesucristo nos da aquí una señal para reconocer a Jezabel, que está presente en esas mujeres quienes se erigen a sí mismas como profetisas, pastoras, apóstolas y cualquier título que a ellas les sirva para ejercer autoridad y control sobre la gente. Y así, por lo general las encontramos ejerciendo fuertemente bajo espíritu de adivinación.
enseñe y seduzca a mis siervos
Aquí vemos una clara desobediencia, rebelándose al mandato de no enseñar ni mandar a los hombres. Llegando al grado de erigirse como autoridad máxima. Usan la misma seducción que la antigua fenicia, mujer de Acab, para doblegar a los hombres, que al ser poco o nada espirituales, son apocados por su dominio.
a fornicar y a comer cosas sacrifica-das a los ídolos.
La fornicación era parte del culto a Asera y Baal, pues se realizaban actos sexuales con el sacerdote o la sacerdotisa, a cambio de lo cual se diezmaba y ofrendaba (
2 reyes 23:7). (
Ver también: 1Re 14:23, 24; Os 4:13, 14; Isa 57:5; Jer 7:31; 19:5).
Justamente Jezabel sentaba a su mesa a los sacerdotes de Baal y Astarte (
1 Reyes 18:19), que comían cosas sacrificadas a esos ídolos. Y esto mismo es lo que hacen estas mujeres, alimentan falsos profetas que en realidad introducen el culto encubierto a Baal, dios fenicio del comercio, el éxito financiero y la prosperidad terrenal.
Satanás no solo introduce por medio de ellas la avaricia, que es idolatría y la rebeldía, sino que levanta ídolos de carne y hueso, que no son otra cosa que las representaciones de Baal y Astarot, encarnadas en el “pastor” y la “pastora”.
Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentir-se de su fornicación.
Para las falsas apóstolas, pastoras y profetisas, no existe cosa más deliciosa que el controlar y destruir a la gente. Por ello nunca van a ceder ante las repetidas amonestaciones de la Palabra. Así como en la naturaleza de Satanás, no está el arrepentimiento, pues el orgullo se torna en altivez, tampoco en la naturaleza de esas soberbias mujeres está el humillarse arrepintiéndose y confesando su rebeldía.
He aquí, yo la arrojo en cama,
Pero El Señor es más fuerte que ellas y va a humillarlas frente a todos los que las obedecen. Vemos aquí la diferencia entre los enfermos a los que el Señor sanó y levantó de su lecho, —puesto que tenían fe y humildad—, y la altivez de estas mujeres, que solo al ser humilladas serán sometidas.
y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.
Los sacerdotes de la mismísima casa de Israel, participaban también en el culto idólatra y no hacían nada por estorbar las prácticas de prostitución en el templo por cobardía, complicidad y comodidad (
Ezequiel 8:12).
Igualmente, hoy día, muchos que se dicen pastores, toleran en complicidad los excesos de esas mujeres por no perder el prominente lugar que se les ha dado en la congregación.
Aquellos mal llamados “pastores”, que de serlo sabrían guiar al pueblo y protegerlo de los lobos rapaces, en realidad son comparsas que participan de las malas obras de Jezabel.
Para el Señor lo que ellos hacen, llevar encubiertamente al pueblo a la idolatría, es tan aborrecible como la fornicación, porque espiritualmente es eso mismo, pues invocando el Nombre del Señor, en realidad ellos sirven a Satanás.
En el pensamiento colectivo de tiempos bíblicos, al hombre llevar a cabo el acto sexual con la mujer, éste “entraba” en ella. De la misma forma, en el plano espiritual, al adorar y servir a un ídolo, el demonio de éste entraba en la persona. Por ello el adulterio, tanto carnal como espiritual, son la misma cosa, porque implican las mismas cosas abominables. 
Y a sus hijos heriré de muerte,
Esta es una clara alusión a lo que Elías hizo a los falsos profetas, hijos de Jezabel (
1 Reyes 18:20-40). Ya dijimos que antiguamente, al maestro se le llamaba padre y al discípulo hijo, por lo que los hijos de Jazabel son los discípulos de estas mujeres, falsos profetas de Baal y Astarot que van a tener el mismo fin que aquellos que degolló Elías.
y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón;
Nadie puede escapar al juicio de Dios. Todos esos ladinos que hoy, entre risas y jolgorio se salen con la suya, podrán engañar muy bien a los hombres, pero de Dios nadie puede burlarse y esperar salir bien librado.
y os daré a cada uno según vuestras obras. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás,
Porque las profundidades doctrinales en las que ellas introducen a sus seguidores, en realidad, lea bien: ES EL SATANISMO, la misma doctrina del ángel rebelde ahora encubiertamente la introducen las mujeres a su vez también rebeldes.
yo os digo: No os impondré otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga.
La Palabra de Dios, al contrario de los que aseguran ellas, no tiene fecha  de caducidad. El mandato es necesario retenerlo, hasta que nuestro Señor venga a pedirnos cuentas de ello.
PARTE 3
El papel de la mujer en la verdadera iglesia de Dios
La verdadera mujer de Dios
Ya el solo análisis del valioso papel de la mujer en la Palabra sería materia de un bastísimo estudio, el cual, por falta de espacio, no podríamos incluir aquí. Pero muchos ejemplos de extraordinarias mujeres de Dios podemos encontrar a lo largo de la Escritura. Todas ellas, siempre supeditadas al temor de Dios y al amor por el prójimo. Ninguna de ellas, rebasando los límites, que la propia Palabra ha impuesto. Esas mujeres, con su solo ejemplo sobrenatural, son inspiración y enseñanza para todos nosotros. ¿Por qué es tan difícil para la mujer contemporánea imitar tales conductas? En mi experiencia, la verdadera mujer espiritual no necesita tomar los micrófonos y estar bajo los reflectores para transmitirnos alguna enseñanza Divina. La obediencia y la abnegación, por sí solas son inspiradoras y alumbran también nuestro camino a la Vida Eterna.
Débora
Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot;
Jueces 4:4
A las mujeres que enseñan a los hombres en la iglesia, y a sus comparsas, les encanta poner de ejemplo a Débora para incitar a la rebeldía. Un ejemplo claro de lo fácil que Satanás extravía a la mujer en materia de doctrina. Lo que alguien debería enseñarles a estas mujeres, es que Débora no era sacerdotisa, sino jueza (
Jueces 4:5). Esto es, QUE NO SERVÍA DENTRO DEL TEMPLO en las funciones que estaban reservadas exclusivamente para los hombres. Lo que hacía Débora era un papel judicial. Para nosotros, esto significa que la mujer cristiana puede tener acceso a cargos públicos, siempre y cuando sean fuera de la iglesia. Más claro aún: la mujer cristiana puede bien ser presidenta, diputada, senadora, jueza, o cualquier cargo de autoridad en el ámbito público,  pero nunca ocupar un lugar de autoridad dentro de la iglesia.
¿No hay hombres?
Otro argumento falaz que ellas esgrimen (tomando también erróneamente el caso de Débora) es que no hay hombres que “quieran” predicar el evangelio y por eso deben habilitar mujeres, quienes, al decir de ellas, sí están dispuestas. ¡Mentira! Lo que las siervas de Baal disfrazadas de cristianas no encuentran, son hombres que quieran predicar la basura del falso evangelio de fornicación que ellas imponen. Porque hombres de verdad, que estén bien dispuestos a dar su vida por el verdadero evangelio, Dios siempre ha levantado y lo seguirá haciendo hasta el fin, de eso no debe caberle a nadie la menor duda (
Apocalipsis 12:11).
Por otro lado ¿cómo no les van a hacer falta hombres que deseen predicar sus falsas doctrinas? si en esos grupos las mujeres que mandan se encargan de manera muy eficiente de castrar mental y espiritualmente a cuanto varón entra por la puerta, tal como, ya leímos, lo hizo la fenicia con su esposo el desdichado, desorientado y manipulado Acab.
Maestras del bien
Las ancianas así mismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos…
Tito 2:3-5
Pero la Palabra nos muestra exactamente el valioso papel de la mujer en la iglesia. El pasaje de Tito instruye a las ancianas, esto es, las más experimentadas en el camino cristiano, para enseñar a las mujeres más nuevas, aquellas cosas referentes a la familia y las buenas costumbres dentro del hogar cristiano.
Así que las mujeres no solamente pueden, sino que DEBEN enseñar, siempre y cuando sea a otras mujeres, más inexpertas en el andar cristiano, y no, como absurdamente tienen por costumbre en ese falso evangelio, cuestiones de profundidades doctrinales, sino más bien temas de buenas costumbres y sana educación, que aunque parezcan temas muy simples, son vitales para que el evangelio no sea blasfemado por el mal testimonio familiar de quienes lo predican.
Mucha confusión han sembrado las siervas de Baal entre quienes invocan el Nombre del Señor. Por este mal, para ellas, el castigo ya esta decretado. Pero no tiene que ser así para todos quienes, por ignorancia, han creído en sus mentiras. Considere el lector y la lectora, que El Señor no desea castigar al pecador, sino que éste se arrepienta (
Ezequiel 18:23).
Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas, y di: Así ha dicho El Señor: ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida? ¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando a las personas que no deben morir, y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira? Por tanto, así ha dicho El Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las libraré de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotras cazáis volando. Romperé asimismo vuestros velos mágicos, y libraré a mi pueblo de vuestra mano, y no estarán más como presa en vuestra mano; y sabréis que yo soy El Señor. Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazón del justo, al cual yo no entristecí, y fortalecisteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole ánimo, por tanto, no veréis más visión vana, ni practicaréis más adivinación; y libraré mi pueblo de vuestra mano, y sabréis que yo soy El Señor.
Ezequiel 13:17-23