Mire en la Sagrada Escritura:
Jesús con frecuencia utiliza un lenguaje simbólico; El lo usa para dar un profundo y espiritual significado a sus palabras (no para confundir a sus oyentes) El Cardenal Wiseman dijo que "siempre que los oyentes de nuestro Señor encontraron dificultades u objeciones a Sus palabras al tomarlas en sentido literal, mientras Su intención era que fueran tomadas en sentido figurado, su práctica constante era explicarlas inmediatamente, de una manera figurada, aunque ningún grave error podría resultar si se malinterpretaran." Un ejemplo de esto fue cuando Jesús dijo a sus discípulos, "Nuestro amigo Lázaro duerme; pero yo voy a hacerlo levantar de su sueño." Sus discípulos dijeron, "Señor, si el está dormido, hace bien." Jesús entonces les explicó: " Lázaro está muerto" Cristo no los dejó con el malentendido que expresaron.
En otra ocasión Jesús dijo a Nicodemo una regla de los judíos, que "a menos que un hombre vuelva a nacer, no podrá ver el Reino de Dios". Nicodemo entonces preguntó, "Como puede volver a nacer un hombre cuando ya es viejo? Puede el entrar una segunda vez en el vientre de su madre, y nacer de nuevo?" Jesús le respondió de forma precisa diciéndole que ese hombre debe "nacer de nuevo del agua y del Espíritu." Cristo nuevamente corrige la malinterpretación de sus palabras.
En una ocasión más, Jesús dijo a Sus discípulos, "Presten atención y guárdense de la levadura de los Fariseos y los Saduceos." Los discípulos pensaron que Jesús hablaba de no tomar el pan con ellos. Jesús, sabiendo lo que ellos pensaban, lo explicó el mismo diciendo, "Por qué no entienden ustedes que no se refiere al pan lo que les he dicho: Cuídense de la levadura de los Fariseos y los Saduceos?" Los discípulos entonces entendieron que Jesús hablaba acerca de sus doctrinas.
En todos estos incidentes nuestro Señor explicó el significado de Sus discursos figurados, aunque tomar sus palabras literalmente no habrían causado gran daño. Nosotros sabemos esto, lo más ciertamente posible, que donde se presentara un malentendido que causara daño alguno, nuestro Señor definitivamente hubiera aclarado las cosas a sus oyentes. Tenemos justamente tal incidente en el Evangelio (Juan 6:48-72) Cuando Jesús enseñaba en la sinagoga dijo a sus oyentes esto: "el pan que yo les daré, es mi carne, y lo daré para la vida del mundo." Los Judíos discutían entre sí, "Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Jesús entonces, da un sentido figurativo a sus palabras, repite lo mismo en términos más enfáticos: "En verdad, en verdad les digo que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes... Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdera bebida". Esto fue un precepto divino. Muchos de sus discípulos murmuraron diciendo, "Este lenguaje es muy duro! Quién querrá escucharlo? Jesús, sabiendo esto, les dijo,"Les desconcierta lo que les he dicho?" Y, dándole todavía un significado figurativo, "muchos de sus discípulos se volvieron atrás y dejaron de seguirle." Jesús, sabiendo que lo habían tomado literalmente, estaba preparado para dejar que los doce apóstoles lo dejaran; Jesús preguntó a los doce, "Quieren marcharse también ustedes?" Es obvio que Jesús dijo sus palabras para que fueran tomadas literalmente. Los Católicos siempre las hemos tomado de esta forma. Jesús prometió: "El pan que yo les daré es mi carne...".
En la víspera de Su muerte Jesús cumplió Su promesa diciendo, "Tomen y coman. Este es mi cuerpo." Aquellos que tienen la verdadera Fe aceptan esto. Antes de la "Deformación" del siglo XVI, cuando ser Cristiano era sinónimo de ser Católico, todos los Cristianos creían esto y obedecieron el mandato de nuestro Señor, recibiéndolo en la Eucaristía, de modo que "tuvieron vida"