En primer lugar me confieso cristiano, por la Gracia de Dios, y no soy católico-romano pero voy a hablar de la bienaventurada María, que no es posesión de nadie. El evangelio de Lucas más que el de Mateo nos da una información muy importante de ella e incluso recoge su oración. Es la María de la Biblia.
Primero que nada tenemos en Lucas 1:28 un precioso saludo del arcángel Gabriel a María. Probablemente todo lo que hablaron ambos es más de lo que recoge en su propósito el evangelista Lucas, de hecho, María (sólo ella) supo que ángel la saludaba, pues Lucas recoge su nombre en el versículo 26. Lucas ha investigado y muy seguramente esta información la obtuvo o bien de María o bien de Juan y sus discípulos (con quien María se quedó tras la muerte y resurrección del Señor). O puede que Jesús lo supiese de su Madre y lo hubiese contado, no lo sabemos bien.
El saludo κεχαριτωμενη (quejaritômen[ê/*i]) es especial. No es un saludo cualquiera, significa "grandemente agraciada, llena de gracia (como se tradujo en la vulgata), muy favorecida. Este saludo desconecertará a María, pero no termina aquí, luego de esto le dice: "El Señor es contigo".
Las copias griegas o textos bizantinos añaden luego: "ευλογημενη συ εν γυναιξιν" que significa: "bendita tú entre las mujeres". El caso es que las copias más antiguas que son los textos con los que ahora se editan las Biblias, no contienen este saludo que es un añadido hecho posteriormente para buscar una concordancia con Lucas 1:48. De todas formas es incuestionable que María se haya en un momento en el que ha sido bendecida por Dios con nada más y nada menos que el cumplimiento de la promesa de la venida del Mesías. ¿Qué más hace falta para entender que ninguna mujer había recibido mayor bendición?
María se sorprende del saludo del ángel que habla de ella como "muy favorecida o llena eres de gracia". Y esto obviamente ante Dios, que "está con ella". La turbación de María es normal y se manifiesta en el versículo 29. "Kejaritomene" turbaría a cualquiera. Es como si un ángel se nos presenta y en un más actual castellano nos dice: "Hola, grandemente eres lleno de la gracia de Dios, el Señor es contigo". Probablemente nos quedaríamos perplejos y nos diríamos: ¿Yo que soy un pecador? ¿Yo que soy tan poca cosa y lucho cada día con tantas cosas... tantas caídas?
Por eso la mejor explicación para este saludo del ángel la da, como no, el mismo ángel que en el versículo 30 y en adelante le explica a María a que viene tal saludo. Hay varias partes.
1. "No temas". Algo normal en un ser humano si se le presenta un ángel y le dice tal cosa, de hecho, el versículo 29 es muy claro en decirnos que la turbación de María se debe al saludo y al significado de las palabras del ángel, y no a su presencia sólo (que no se puede descartar...)
2. "porque has hallado gracia ante Dios". El ángel sabe que debe explicarse, de ahí que el "no temas" vaya acompañado de esta explicación que se indica por la partícula γάρ y que nosotros bien traducimos por "porque". Debe indicar la razón de su saludo. El Kejaritomene ahora es explicado por el ángel. La explicación es que María ha encontrado en Dios gracia. Hay que entender, lejos de cualquier definición teológica o mística, que la palabra gracia no es más que χαριν, es decir, gracia, favor, regalo... En el contexto de esta situación no cuesta suponer que el favor que encontrará María es el ser elegida para llevar en sus entrañas al mismo Hijo de Dios, al Mesías esperado por todo Israel. Es sin duda el cumplimiento de la mayor de las promesas en Israel.
Desde que los judíso fueron comprendiendo poco a poco la venida del Mesías (se sitúa esta comprensión en tiempos de David, pero no se puede descartar ciertas aproximaciones a la idea anteriores) todo Israel había suspirado por la venida del Mesías, que esta joven de la remota aldea "casi extranjera" de Nazaret hubiese visto con sus ojos, oído con sus oídos y de tal forma como Israel sería rescatado, liberado, salvado por el niño que llevaba en su vientre la coloca ante Dios en una situación muy especial. Ella es elegida por Dios para dar al mundo al salvador. Imaginen un honor semejante. Además María escucha del ángel que ella halló esta Gracia al lado de Dios y lo mejor es como termina este versículo:
"παρα τω θεω" : Es decir la Gracia que ha hallado no sólo habla del niño sino de ella. El "παρα" es una preposición que no indica "de" como podríamos suponer "gracia de Dios", sino que habla de "gracia al lado de Dios", "cerca de Dios", en la "proximidad de Dios". El ángel con su declaración está haciendo ver a María que el favor que encuentra lo haya en la presencia de Dios, por una elección especial que la sitúa con Dios. Esta hablando en definitiva de santidad. La santidad que habla más de "lo que se aparta o acerca a Dios" que de otra cosa, se entiende y desprende perfectamente de esta declaración.
Igual que los profetas estaban con Dios y desde Dios anunciaban al pueblo (eran apartados por Dios, prueba clarísima latenemos en la actitud de Dios con Jonás) María es elegida no sólo como un vientre cualquiera que va a dar a luz al salvador sino como alguien que ha sido por la gracia apartada para Dios para dar a luz al Mesías. Dios la ha elegido y ha elegido a una santa.
Hablar de la santidad de María no es hablar de la presunción extrabíblica de una inmaculada concepción, como si María nunca hubiese pecado. María que necesita de la gracia de Dios como todo siervo de Dios, es favorecida, es llena de la Gracia, es santificada. Su elección no deja alternativa (lo que no significa que María no la tuviese, ella pudo negarse ¿Por qué no?) pero Dios declara por su ángel, y esto es Palabra de Dios, que María ha hallado gracia de Él en su presencia, a su lado, en su cercanía.
Seguiremos comentando.
Primero que nada tenemos en Lucas 1:28 un precioso saludo del arcángel Gabriel a María. Probablemente todo lo que hablaron ambos es más de lo que recoge en su propósito el evangelista Lucas, de hecho, María (sólo ella) supo que ángel la saludaba, pues Lucas recoge su nombre en el versículo 26. Lucas ha investigado y muy seguramente esta información la obtuvo o bien de María o bien de Juan y sus discípulos (con quien María se quedó tras la muerte y resurrección del Señor). O puede que Jesús lo supiese de su Madre y lo hubiese contado, no lo sabemos bien.
El saludo κεχαριτωμενη (quejaritômen[ê/*i]) es especial. No es un saludo cualquiera, significa "grandemente agraciada, llena de gracia (como se tradujo en la vulgata), muy favorecida. Este saludo desconecertará a María, pero no termina aquí, luego de esto le dice: "El Señor es contigo".
Las copias griegas o textos bizantinos añaden luego: "ευλογημενη συ εν γυναιξιν" que significa: "bendita tú entre las mujeres". El caso es que las copias más antiguas que son los textos con los que ahora se editan las Biblias, no contienen este saludo que es un añadido hecho posteriormente para buscar una concordancia con Lucas 1:48. De todas formas es incuestionable que María se haya en un momento en el que ha sido bendecida por Dios con nada más y nada menos que el cumplimiento de la promesa de la venida del Mesías. ¿Qué más hace falta para entender que ninguna mujer había recibido mayor bendición?
María se sorprende del saludo del ángel que habla de ella como "muy favorecida o llena eres de gracia". Y esto obviamente ante Dios, que "está con ella". La turbación de María es normal y se manifiesta en el versículo 29. "Kejaritomene" turbaría a cualquiera. Es como si un ángel se nos presenta y en un más actual castellano nos dice: "Hola, grandemente eres lleno de la gracia de Dios, el Señor es contigo". Probablemente nos quedaríamos perplejos y nos diríamos: ¿Yo que soy un pecador? ¿Yo que soy tan poca cosa y lucho cada día con tantas cosas... tantas caídas?
Por eso la mejor explicación para este saludo del ángel la da, como no, el mismo ángel que en el versículo 30 y en adelante le explica a María a que viene tal saludo. Hay varias partes.
1. "No temas". Algo normal en un ser humano si se le presenta un ángel y le dice tal cosa, de hecho, el versículo 29 es muy claro en decirnos que la turbación de María se debe al saludo y al significado de las palabras del ángel, y no a su presencia sólo (que no se puede descartar...)
2. "porque has hallado gracia ante Dios". El ángel sabe que debe explicarse, de ahí que el "no temas" vaya acompañado de esta explicación que se indica por la partícula γάρ y que nosotros bien traducimos por "porque". Debe indicar la razón de su saludo. El Kejaritomene ahora es explicado por el ángel. La explicación es que María ha encontrado en Dios gracia. Hay que entender, lejos de cualquier definición teológica o mística, que la palabra gracia no es más que χαριν, es decir, gracia, favor, regalo... En el contexto de esta situación no cuesta suponer que el favor que encontrará María es el ser elegida para llevar en sus entrañas al mismo Hijo de Dios, al Mesías esperado por todo Israel. Es sin duda el cumplimiento de la mayor de las promesas en Israel.
Desde que los judíso fueron comprendiendo poco a poco la venida del Mesías (se sitúa esta comprensión en tiempos de David, pero no se puede descartar ciertas aproximaciones a la idea anteriores) todo Israel había suspirado por la venida del Mesías, que esta joven de la remota aldea "casi extranjera" de Nazaret hubiese visto con sus ojos, oído con sus oídos y de tal forma como Israel sería rescatado, liberado, salvado por el niño que llevaba en su vientre la coloca ante Dios en una situación muy especial. Ella es elegida por Dios para dar al mundo al salvador. Imaginen un honor semejante. Además María escucha del ángel que ella halló esta Gracia al lado de Dios y lo mejor es como termina este versículo:
"παρα τω θεω" : Es decir la Gracia que ha hallado no sólo habla del niño sino de ella. El "παρα" es una preposición que no indica "de" como podríamos suponer "gracia de Dios", sino que habla de "gracia al lado de Dios", "cerca de Dios", en la "proximidad de Dios". El ángel con su declaración está haciendo ver a María que el favor que encuentra lo haya en la presencia de Dios, por una elección especial que la sitúa con Dios. Esta hablando en definitiva de santidad. La santidad que habla más de "lo que se aparta o acerca a Dios" que de otra cosa, se entiende y desprende perfectamente de esta declaración.
Igual que los profetas estaban con Dios y desde Dios anunciaban al pueblo (eran apartados por Dios, prueba clarísima latenemos en la actitud de Dios con Jonás) María es elegida no sólo como un vientre cualquiera que va a dar a luz al salvador sino como alguien que ha sido por la gracia apartada para Dios para dar a luz al Mesías. Dios la ha elegido y ha elegido a una santa.
Hablar de la santidad de María no es hablar de la presunción extrabíblica de una inmaculada concepción, como si María nunca hubiese pecado. María que necesita de la gracia de Dios como todo siervo de Dios, es favorecida, es llena de la Gracia, es santificada. Su elección no deja alternativa (lo que no significa que María no la tuviese, ella pudo negarse ¿Por qué no?) pero Dios declara por su ángel, y esto es Palabra de Dios, que María ha hallado gracia de Él en su presencia, a su lado, en su cercanía.
Seguiremos comentando.