Anàlisis del libro de Eclesiastès

Eclesiastés 7 – 2da. Parte

Eclesiastés 7 – 2da. Parte

“11 Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. 12 Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; mas la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores. 13 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? 14 En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él. 15 Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días. 16 No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte? 17 No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué habrás de morir antes de tu tiempo? 18 Bueno es que tomes esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque aquel que a Dios teme, saldrá bien en todo. 19 La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad. 20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque”.



Aunque mucho se hable en este libro de la sabiduría, cierta desconfianza nos da el hecho de que poseyéndola Salomón en más alto grado que sus contemporáneos y antecesores, así y con todo el cayó muy feo. El temor de Dios, que es su principio, sin duda que es también el camino y meta de la misma, pues de lo contrario el salto a la necedad no precisa más que un paso al costado. Para que la sabiduría sea tal como es, pura en su esencia y no contaminada, se requiere ser dependiente de Dios en todo momento. No bien el hombre cree que puede incrementarla con mayor estudio pero independiente de Dios, se le pega la soberbia y nace la rebelión.

Salomón critica todos los excesos. Pero en la virtud ¿quién podría excederse? Por otra parte, ser moderado en el vicio o en el mal, jamás será virtuoso.

Que “el que teme a Dios saldrá bien en todo”, esto sí que es cierto, aunque no siempre lo parezca pues demande más tiempo ver el fin de una empresa.

Nos hace bien pensar que el Señor Jesucristo fue el único hombre justo en esta tierra, haciendo siempre el bien y sin haber conocido el pecado
 
Eclesiastés 7 – 3era. Parte

Eclesiastés 7 – 3era. Parte

“21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces. 23 Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Seré sabio; pero la sabiduría se alejó de mí. 24 Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará? 25 Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error. 26 Y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará en ella preso. 27 He aquí que esto he hallado, dice el Predicador, pesando las cosas una por una para hallar la razón; 28 lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé. 29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones”.

Mejor que buscar enterarnos de lo que de nosotros se dice, es dar siempre buen testimonio del Señor con nuestra vida. De este modo, los rumores sólo dirán lo bueno, y es mejor no saberlo para no envanecernos ni privilegiar a los que a nuestras espaldas nos elogian.

Probablemente la ciencia o materia que más estudian los pastores en la actualidad es la psicología. Así no solamente buscan aprender cómo influenciar en individuos y masas, sino también precaverse de enemigos. Los libros sobre liderazgo marchan a la cabeza de los índices temáticos.

¡Pues así están las cosas! No les puede ir mejor que a Salomón.

Junto con esta tentación está la de las mujeres. Si la sabiduría adquirida no es la que desciende desde lo alto, la que emerge desde los abismos freudianos es capaz de trastornar la mente de un hombre al grado que no se conforme con cambiar su automóvil por otro más nuevo, sino que renueve también a su esposa, y de no conseguirlo (¡por supuesto!) pues se impone el cambio. Ya serán traídos versículos bíblicos y razones teológicas que legitimen la puesta al día.

Hasta el día de hoy se da que los hombres buscan de continuo complicarse la vida inútilmente. Procurando sobresalir y aventajar a otros se enredan y caen en sus mismas artimañas.
 
Eclesiastés 8 – 1era. Parte

Eclesiastés 8 – 1era. Parte

“1 ¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. 2 Te aconsejo que guardes el mandamiento del rey y la palabra del juramento de Dios. 3 No te apresures a irte de su presencia, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quiere. 4 Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: ¿Qué haces? 5 El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio. 6 Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él; 7 pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? 8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. 9 Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo”.

He visto aquella luz en el rostro de hombres sabios. Cual sea su cara no importa: algo irradia de esa faz de modo que nos cautiva y mantiene atentos.

No solamente importa alcanzar el conocimiento cierto de una o muchas cosas, también es necesaria la ocasión y el modo apropiado de aplicarlo. Esto es lo que diferencia al sabio del mero conocedor o entendido.

Cualquier cosa que el hombre se proponga deberá hacerla en la ocasión y de la manera apropiada, pero no tiene cómo asegurar su resultado. Muchos lucran hoy día prediciendo el futuro y hasta en las iglesias abundan falsas profecías para llenar ese vacío que a propósito Dios ha dejado para ejercitar la confianza, paciencia y esperanza.

Ante la muerte, todo hombre permanece indefenso y desarmado. Pudo haber hecho hasta ahora cuanto quiso; pero no podrá retener su último aliento, y por más que no lo quiera, deberá soltarlo. ¡Cuán privilegiada es la condición del cristiano que lo hace con paz, gozo y victoria!

Del v.9 no se entiende bien de quien es el perjuicio cuando un hombre se enseñorea de otro, si del dominador o del dominado. Dando por hecho que quien es sometido necesariamente lo sufre, parece que debe entenderse que todo déspota también. En la iglesia, consta el reprobable ejemplo de Diótrefes y el encomiable de Demetrio (3Jn 9-12).
 
Eclesiastés 8 – 2da. Parte

Eclesiastés 8 – 2da. Parte

“10 Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra; mas los que frecuentaban el lugar santo fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde habían actuado con rectitud. Esto también es vanidad. 11 Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia; 13 y que no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no teme delante de la presencia de Dios. 14 Hay vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes acontece como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por tanto, alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le concede debajo del sol. 16 Yo, pues, dediqué mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la faena que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos); 17 y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla”.

v.11 – De la dilatoria a la impunidad. La falta de disciplina individual, en el hogar, la iglesia y la sociedad de un estado, conduce al deterioro moral con el consiguiente desmoronamiento de la persona, la familia, la iglesia y un país.

Cuanto más influyente es una persona, tantos riesgos corre de ser acusada falsamente, como -de ser culpable-, aprovechar de una eficaz defensa que le exonere o minimice las penas. Así, la reincidencia de los delitos es un flagelo social en nuestros días con repercusiones inclusive en los ámbitos religiosos, en los que el siempre mal entendido “No juzguéis para no ser juzgados” está a flor de labios de culpables y de los que consienten con los pecados ajenos, haciéndose partícipes de ellos.

Salomón desciende a una reflexión muy pobre cuando parece pensar que lo mejor que se puede hacer con la brevedad de la vida y lo ignoto de su después, es aprovecharla al máximo acumulando momentos felices. Pero sacarle el jugo al presente es lo que hace el más bruto de los hombres que no se preocupa del mañana y mucho menos de la eternidad.

Si el ser filósofo podía ser una digna profesión en la antigüedad, ya no lo es, pues los mismos medios de comunicación facilitan a tal grado la información, que se ha hecho demasiado vasta la cantidad de ciencias, artes y oficios como para que hombres tan sabios como inteligentes puedan tener un dominio de la cultura universal a la manera de un Aristóteles o Leonardo Da Vinci en sus tiempos. No es ya la mente humana donde se acumula el conocimiento, sino en el disco duro de su PC.
 
Eclesiastés 9 – 1era. Parte

Eclesiastés 9 – 1era. Parte

“1 Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos. 2 Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento. Ps 73:12-13; 3 Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. 4 Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. 5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. 6 También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.

Llegamos ahora al capítulo del que las sectas extraen sus peculiares ideas. No nos impresiona igual lo que ahora se pasa a decir, al venir leyendo desde el principio, que cuando se extrae un versículo fuera del libro para apoyar una doctrina extraña a nuestra cristiana fe.

De sobra nos hemos dado cuenta del pesimismo de Salomón, que en la brevedad de la vida y la inminencia de la muerte ve diluirse para siempre el deleite de los bienes presentes.

Muy distinto sería el caso del hombre muy pobre y enfermo que en la prolongación indefinida de su vida vería también la de las penurias y dolores que le aquejan. Pero este no es su caso.

Que el hombre, por más sabio que sea, ignore el futuro, y que tenga que abandonar la dicha presente pues la muerte acecha, son los fantasmas que le hacen perder el sueño.

Todo cuanto pueda él decir de la absoluta inutilidad del hombre tras su muerte, obedece a esta noción primitiva de quien no viviendo por la fe tampoco tiene esperanza alguna para la eternidad, aunque haya declarado antes que Dios la puso en el corazón del hombre (3:11).

Lo que Salomón sabe no siempre coincide con lo que siente, y así a veces deja traslucir los temores propios de cualquier persona incrédula.

Que de tanto en tanto confiese a Dios, declarando sus obras y providencias, no implica una fe viva como la que trasuntan los salmos cantados por su padre.

Es un grosero error pretender basar nuestra fe y esperanza en lo que dice el v.5. Sabemos que la revelación bíblica es progresiva, y sobre ese asunto el apóstol Pablo en sus epístolas nos instruye con la sana doctrina. El escritor del Eclesiastés, que viene de pasar por un período de apostasía, evidencia una depresión espiritual de la que no se ha recuperado totalmente. De otro modo, no podría hablar como habla.

Dios ha inspirado este libro, no para que nosotros hagamos de esas vaguedades de Salomón dogmas de fe, sino para que comprendamos hasta dónde puede caer la mente del hombre más sabio cuando ha sido contaminada por la idolatría.

No hemos de interpretar a Pablo a la sombra que proyecta Salomón, sino que debemos entender las nubes sombrías que oscurecen su entendimiento desde su perspectiva “debajo del sol” a la luz revelada en las Escrituras del Nuevo Testamento. Tomado tal recaudo, se desvanecen las herejías.
 
Eclesiastés 9 – 2da. Parte

Eclesiastés 9 – 2da. Parte

“7 Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables a Dios. 8 En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. 9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol. 10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. 11 Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. 12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos”.

Bien que podríamos preguntar a Salomón:

-Si todo lo que ves es “debajo del sol” ¿cómo puedes saber qué pasa en el Seol adonde el sol no llega?
Seguramente no contestaría que lo dejáramos ir y luego volvería para contarnos.
El que sí lo sabía muy bien era el Señor Jesucristo quien nos dejó la historia del rico y Lázaro (Lc 16:19-31). Los que nada quieren saber del asunto lo resuelven muy fácil diciendo que esa narración es una parábola, y sujetan lo dicho por nuestro Señor a lo declarado por el descreído Salomón.

La vida ofrece un muestrario de paradojas tales como las descriptas por Salomón, a las que podríamos agregar muchísimas más.

Sin embargo, el camino del cristiano no es uno de compensaciones, sino de negarse a sí mismo y renunciar a todo lo que se posee, por amor al Señor Jesucristo, quien amándonos primero, se dio a sí mismo por nosotros para salvarnos.
 
Eclesiastés 9 – 3era. Parte

Eclesiastés 9 – 3era. Parte


“13 También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande: 14 una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes; 15 y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre. 16 Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. 17 Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. 18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien”.


Reminiscencias de la adolescencia traen a la memoria lecturas y conversaciones con mi abuelo, con las que fui enseñado a valorar las fuentes que muchos despreciaban como si fuesen charcos pestilentes.

Aprendí que podría hallarse oro, plata, diamantes y piedras preciosas, allí donde otros pasaban rápido y de largo como si se tratase de basurales.

Advertí que apreciaban el valor de una joya por el hermoso diseño de su estuche. Encontré que apenas envuelto en papel de diario, había reliquias de inestimable valor.

En el interior del país, di con viejos paisanos cuyo prosear (uruguayismo) ya nadie apreciaba, y de quienes aprendí el más difícil arte: el de la conversación.

Desfila por mi memoria una larga fila de estos hombres y mujeres (hermanos en la fe en su mayoría), que me trasmitieron valores permanentes. Por ser muy pobres, nadie solía tomarlos en cuenta. Yo también los hubiera desestimado, si no fuera que ya había sido entrenado en la práctica de reconocer bajo qué terreno se hallaban sembradas las semillas que se transformarían luego en altos, fuertes y frondosos árboles.

¡Cuánto nos perdemos de recibir de los hermanos nada más que porque no ostentan los títulos de los que otros alardean!
 
Eclesiastés 10 – 1era. Parte

Eclesiastés 10 – 1era. Parte


1 “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. 2 El corazón del sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda. 3 Y aun mientras va el necio por el camino, le falta cordura, y va diciendo a todos que es necio. 4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas. 5 Hay un mal que he visto debajo del sol, a manera de error emanado del príncipe: 6 la necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo. 7 Vi siervos a caballo, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra”.


Procuraremos seguidamente contemplar estos versículos desde nuestra óptica eclesiástica actual a fin de facilitar su aplicación:

v. 1 - -¡Habló la voz de la experiencia! –ciertamente Salomón sabía lo que decía. Un hermano nuevo, todavía inmaduro o con poco entendimiento, podrá incurrir en un grosero error sin llamar la atención. Cuando alguien que es respetado por su conocimiento y discernimiento se equivoca, si no se rectifica prestamente arriesga perder la confianza que se le dispensaba.

v. 2 – Esto advierte del peligro de “andar a contramano”. El cristiano va por una senda recta en camino a la meta que es Cristo. Un pequeño desliz puede bastar para cambiar de senda con consecuencias fatales. No podemos permitirnos el ser descuidados.

v. 3 – No solamente el insensato va publicando su necedad como si fuera sabiduría, sino que incluso llega a decir, como en una versión portuguesa: “ainda que vá sempre dizendo que os outros é que são insensatos”. Es común ver esto en el Foro, lo que resiente y desalienta el debate.

v.4 – La serenidad evita caer en irremediables errores. Si un anciano en la iglesia monta en cólera contra nosotros, será su problema desmontarse del encabritado corcel. Todos somos reprensibles, puesta hasta inadvertidamente podemos equivocarnos; pero nadie tiene derecho a ofuscarse contra otro hermano. La calma desactiva la agresividad.

vs. 5, 6, 7 – En algunas iglesias también es notoriamente perceptible el fenómeno de la desubicación. Los puestos de servicio están trastocados. Los ministros de la Palabra sirven a las mesas, y los que ni siquiera son aptos para servir a las mesas predican y enseñan, en absoluta contradicción a Hch 6:2.
 
Eclesiastés 10 – 2da. Parte

Eclesiastés 10 – 2da. Parte

“8 El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente. 9 Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra. 10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir. 11 Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador. 12 Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. 13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío. 14 El necio multiplica palabras, aunque no sabe nadie lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será? 15 El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad”.

Seguiremos aplicando estos versículos al cristiano en su contexto:

v.8: Toda obra en perjuicio ajeno acarrea el propio mal.

v. 9: No hay trabajo que no entrañe riesgos.

v. 10: La Palabra de Dios no pierde sus dos filos, pero sí el que la esgrime su destreza.

v.11: El que habla primero y piensa después se condena con lo que dice.

v.12: Si hablamos bien, bendecimos; si mal, el perjuicio es nuestro.

v.13: El parloteo comienza siendo tonto y acaba en demencia.

v.14: Quien no sabe cuánto más habla más se enreda y no atiende razones.

v.15: Mejor es preguntar que empecinarse en hallar solo el camino.
 
Eclesiastés 10 – 3era. Parte

Eclesiastés 10 – 3era. Parte


“16 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana! 17 ¡Bienaventurada tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber! 18 Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa. 19 Por el placer se hace el banquete, y el vino alegra a los vivos; y el dinero sirve para todo. 20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra”.


v.16 – En el mundo empresarial moderno, muchas entrevistas son concertadas en un restaurante. Seguramente se piensa que ante una suculenta comida y el estómago contento, los hombres de negocios harán acuerdos para su mutuo beneficio. No debe extrañarnos que tal modalidad se haya impuesto a nivel ministerial. En el NT era los hermanos que se reunían para comer juntos, no sus dirigentes.

v.17 – La disciplina y la frugalidad conviene a los que son responsables de otros a quienes deben también estimular con su ejemplo.

v.18 – Es común escuchar el consejo de los hermanos más espirituales: -No se preocupe mi hermano. Usted no va a arreglar el mundo y tampoco la iglesia. Usted ore y confíe en que Él hará.
De este modo, los hermanos mundanos y carnales asumen las iniciativas, mientras los espirituales les ven hacer y suspiran resignados.

19 – Podrá hoy día trocarse fácilmente el vino por agua mineral o jugo de frutas ¡pero el dinero por nada! Sigue siendo actualmente tan eficaz como en los tiempos de Salomón. Lo único que cambia son las técnicas para obtenerlo.

20 – Cuando el hombre se hace dependiente del hombre debe cuidarse de no acarrearse su disgusto. Al que está en alta posición, por su cargo o por su riqueza, aunque afecte humildad le encanta ser halagado. Juan el Bautista nos ha dejado un buen ejemplo de fidelidad no al rey sino a Dios aunque en ello le vaya la cabeza.
 
Eclesiastés 11 – 1era. Parte

Eclesiastés 11 – 1era. Parte

“1 Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. 2 Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. 3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. 4 El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará”.

vs. 1/2: Si bien es cierto que el sembrador hace su siembra con la esperanza puesta en la cosecha, la generosidad pura es desprendida de otros resultados que no sean el bien del receptor. Nunca hará un trabajo efectivo el evangelista que ve a los pecadores más que como perdidos urgidos del arrepentimiento y salvación, a futuros contribuyentes a su ministerio.

v.3: Dios ha ordenado las cosas de tal manera que con nuestra preocupación no podemos removerlas. Nuestra oración va encaminada en la voluntad de Dios, para cumplirla, no para forzarla.

v.4: La vida de fe asume riesgos cuando lo que se hace está en consonancia con el propósito de Dios, como lo es el sembrar y el cosechar. No podemos esperar a que el mundo nos dé su aprobación, sino que aun a pesar de su oposición debemos hacer como nos está mandado. El éxito de la empresa no depende del obrero sino de Quien le encargó el trabajo.
 
Eclesiastés 11 – 2da. Parte

Eclesiastés 11 – 2da. Parte

“5 Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. 6 Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno. 7 Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; 8 pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad”.
v.5: El estudio de todas las ciencias nos permite abarcar muchos conocimientos. Aun así, el origen, proceso y fin de todas las cosas nos deja mudos ante la omnisciencia divina, pues aunque podamos elaborar toda suerte de hipótesis y teorías, para creer cualquiera de ellas el hombre precisa muchísima más fe que para creer Gn 1:1 con todo lo que sigue hasta Ap 22:21.

v.6: Aunque “todo tiene su tiempo”, a la hora de prestar obediencia a cualquier acción a la que el Señor nos guía, no es bueno excusarse buscando dilatorias. Es mejor vivir en el “ahora” que en el “después” al que quizás no lleguemos.

vs. 7/8: Salomón puede tener toda la razón hablando naturalmente como hombre, aunque sea más sabio que todos. Escribe sobre su propia experiencia, pero si conocemos su historia sabremos que teniéndolo todo y no faltándole nada, se malogró. El cristiano tiene en Cristo a la luz del mundo, su andar es en la luz, y ya no está más en potestad de las tinieblas. Si bien es cierto que quien hubiera vivido satisfactoriamente por muchos años, al final, los achaques de la vejez le traerán aflicciones tales que todo se le nuble y se le cierre la noche, con todo verá aumentarse el brillo de la persona del Señor Jesucristo, hacia quien se encamina, de tal modo que experimentará que “la luz en las tinieblas resplandece” Jn 1:5.
 
Eclesiastés 11 – 3era. Parte

Eclesiastés 11 – 3era. Parte

“9 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. 10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad”.

v.9: Ahora parece recuperar Salomón su perspectiva espiritual. El mero disfrute de esta breve vida trae aparejado un rendimiento de cuentas ante el Creador que nos ha abastecido con muchos bienes y favores.
Todos fuimos jóvenes –¡hasta hace bien poco!- y teniendo tantas páginas en blanco para escribir nuestra historia, nos lanzamos con ímpetu a acometer muchas iniciativas pensando que de equivocarnos, tiempo de sobra teníamos para enmendarnos. Sin embargo, ¡cuántas veces habremos seguido de largo en nuestra loca carrera sin rectificar el rumbo! Cuando el corazón nos reprende, hoy y ahora es la ocasión propicia para arrepentirnos y confesar el pecado. Tras esto, seguimos adelante sin mirar atrás.

v.10: Siempre será buena receta la de rechazar lo malo y mantener la mejor disposición para todo lo bueno. A diferencia de los antiguos, los cristianos tenemos valores para conservar y hacer conocer, pues el poder de Dios actúa en nosotros más que como un código moral como una presencia espiritual que nos anima en el sentido de Flp 4:8: “…todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, en esto pensad”.
 
Eclesiastés 12:1 – Texto áureo

Eclesiastés 12:1 – Texto áureo


“ 1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”.


Recuerdo cuando niño que se me dio una tarjetita con este versículo que debía de aprender de memoria durante la semana para citarlo a la clase siguiente de la Escuela Dominical.

No puedo menos que sentir profunda gratitud a Dios y los misioneros que desde tan temprano en la vida me guiaron a entrar por la Puerta y andar por el Camino.

Mirar ahora hacia atrás, y poder ver que el Señor estaba conmigo desde muy temprano, es reconfortante.
Me imagino lo penoso que debe ser haber malogrado la vida en el mundo y recién a la vejez procurar la vuelta hacia Dios.

¡Más vale tarde que nunca! Esto es bien cierto. Conocí una anciana que se convirtió a los 90 años, fue bautizada, se congregó fielmente y pasó a estar con el Señor dos años después.

Pero si es importante salvar el alma, también lo es que la vida sea salvada de modo que pueda servir a Dios y al prójimo.

Cuando se ha caminado con Dios por mucho tiempo, los “días malos” que Salomón temía nunca llegan. La vejez, la decrepitud con todos los achaques que le son propios, no se sufre en solitario sino uncido al mismo yugo junto al Señor Jesús. Su carga es ligera, y si la nuestra nos parece muy pesada, es tiempo de recordar que Él lleva el mayor peso.

He conocido viejitos y viejecitas a los que nunca escuché quejarse sino que vivían el gozo del Señor y de su salvación, sin magnificar nunca las molestias y dolores por los que pasaban.

Si no fuera por ellos podría quizás pensar que las dulces promesas podrían ser sólo teoría pero que en la práctica no se experimentaría. Supe, entonces, que el Señor nos seguía siendo fiel aunque los más allegados nos abandonaran, y las penurias parecieran multiplicarse.

La vida del cristiano, entre tantas metáforas, podría también compararse a un himno que vamos componiendo, cuyas últimas líneas nos sorprenderemos cantando en la misma presencia del Señor.
 
Eclesiastés 12 – Conclusión

Eclesiastés 12 – Conclusión


“2 antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 3 cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 4 y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; 5 cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; 6 antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; 7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. 8 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad”.


Con varias metáforas Salomón traza una alegoría del cuerpo humano sufriendo el desgaste natural que avanza con la vejez.

Quien viva para la carne y su propia satisfacción, sin duda que se hunde en un amargo pesimismo, a medida que aumentan sus limitaciones físicas y sensoriales.

Nuestra madre cierta vez nos dijo: -Me parece que me estoy poniendo vieja –pero ya había cumplido sus 90 años y vivió siete más todavía, inteligente, memoriosa y lúcida hasta el fin.

La perspectiva del cristiano difiere mucho de la amarga desilusión de Salomón, por lo que no hallo mejor forma de concluir nuestra meditación sobre este libro, que con el pasaje de Pablo en 2Co 4:16 a 5:10:


“16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
5: 1 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. 6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista);; 8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

Es algo muy bueno que en la Biblia se encuentre una parte (o un libro) que dé una descripción pesimista de la realidad de este mundo. Esto es bueno para intentar desmotivar y despertar a una parte de la gente; que se podría haber creído las apariencias de cosas buenas de este mundo, entre las que se incluyen las riquezas y comodidades, las diversiones y placeres y también el cuerpo y la apariencia. Todas son cosas que han atraído y dominado a mucha gente durante toda la historia. Y con el tiempo han llegado a ser exageradamente sobrevaloradas, y promocionadas enormemente (de forma casi tiranicamente obligatoria) en los extraños y horrible tiempos modernos contemporáneos. Es asfixiante y opresivo vivir en estos tiempos; en este mundo "bajo el sol", tan lleno de engaños, injusticias, explotaciones, sufrimientos y muertes injustas favorecidas por la obsesión casi enfermiza que muchos tienen por todo lo mundano.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

Tanto judíos como cristianos aceptan la canonicidad de Qo·hé·leth o Eclesiastés.

Está en armonía con las demás secciones de la Biblia que tratan sobre los mismos temas.

Por ejemplo, concuerda con Génesis en que el hombre es un cuerpo compuesto del polvo del suelo y sostenido por el espíritu o fuerza de vida y el aliento provisto por Dios. (Ec 3:20, 21; 12:7; Gé 2:7; 7:22; Isa 42:5.)

Afirma la enseñanza de la Biblia de que se creó al hombre recto, pero que él mismo escogió desobedecer a Dios. (Ec 7:29; Gé 1:31; 3:17; Dt 32:4, 5.)

Reconoce a Dios como el Creador. (Ec 12:1; Gé 1:1.)

Coincide con el resto de la Biblia en cuanto a la condición de los muertos. (Ec 9:5, 10; Gé 3:19; Sl 6:5; 115:17; Jn 11:11-14; Ro 6:23.)

Aboga enérgicamente a favor de la adoración y el temor de Dios.

Usa la expresión ha·ʼElo·hím, “el Dios verdadero”, 32 veces.

La Peshitta siriaca y el Targum judío de este libro utilizan en Eclesiastés 2:24 el equivalente del nombre de Jehová.

Algunos alegan que el libro se contradice, pero esto se debe a que no ven que muchas veces expone el punto de vista común en oposición al punto de vista que refleja la sabiduría divina. (Compárese con Ec 1:18; 7:11, 12.)

De modo que el lector debe procurar captar el sentido del mensaje a la vez que tiene presente el tema del libro.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

PUNTOS SOBRESALIENTES DE ECLESIASTÉS

Descripción vívida de las obras que son vanas y de las que valen la pena

Escrito por Salomón hacia el final de su reinado, después de haber participado en las diversas ocupaciones que menciona

Una vida dedicada a ocupaciones vanas es vacía

Para el hombre natural todo es vanidad; una generación reemplaza a otra, e incluso los ciclos naturales son reiterativos y fatigosos (1:1-11)

Aumentar la sabiduría humana puede resultar en aumentar el dolor; lo que está torcido en este sistema no puede enderezarse (1:12-18)

La dedicación a la búsqueda de placeres por medio del materialismo es como esforzarse tras el viento (2:1-11, 26)

La sabiduría es mejor que la locura, pero tanto los sabios como los estúpidos mueren y son olvidados (2:12-16)

Trabajar duro toda la vida solo para dejarlo todo a alguien que quizás no lo aprecie es calamitoso (2:17-23)

Los sucesos de la vida terrestre suelen presentarse en ciclos, muchos de los cuales se escapan al control humano (3:1-9)

En el presente sistema todos (tanto hombres como animales) acaban muriendo (3:18-22)

Tienen lugar muchos actos de opresión, sin ninguna esperanza desde un punto de vista humano (4:1-3)

El trabajo duro y la pericia solo por rivalidad o por acumular riquezas es vanidad, y la persona perezosa es estúpida (4:4-8)

La vida de un gobernante también puede ser vana (4:13-16)

La acumulación de riquezas no resulta en contentamiento, sino que, por el contrario, puede privar del sueño a quien las posee; y cuando este muera, las dejará todas atrás (5:9-17)

Aunque una persona tenga muchos bienes, las circunstancias —como la enfermedad o un anhelo insatisfecho— pueden impedir su felicidad (6:1-12)

En el presente sistema, tanto los justos como los inicuos tienen el mismo suceso resultante, todos mueren; por ello, algunos dan rienda suelta a la maldad (9:2, 3)

No siempre se aprecia la sabiduría que procede de un hombre necesitado (9:13-18)

Los que dan rienda suelta a la tontedad perjudican su reputación; cuando estas personas incompetentes se hallan en puestos de autoridad, es peligroso para ellos y duro para otros (10:1-19)

La juventud y la flor de la vida son vanidad; la duración del vigor juvenil es muy variable (11:10)

Si un constante recuerdo del Creador no ha guiado la vida de una persona, todo es vanidad (12:8)

Cosas que valen la pena y que dan significado a la vida

Disfrute de los frutos de su trabajo, reconociéndolos como un don de Dios (2:24, 25; 5:18-20)

Todas las obras de Dios son bellas; ha puesto delante de la humanidad la perspectiva de vivir hasta tiempo indefinido (3:10-13)

El hombre no puede cambiar el modelo general de la vida humana que existe por el permiso o propósito de Dios, de modo que debe esperarse que Dios actúe como Juez a su tiempo señalado (3:14-17; 5:8)

La persona que trabaja con un compañero está mejor que la que lo hace sola (4:9-12)

El temor apropiado de Dios debería impulsarnos a escuchar cuidadosamente lo que Él requiere de nosotros y a cumplir cualquier voto que le hayamos hecho (5:1-7)

Reconozca la importancia de un buen nombre y que en la vida presente hay poco tiempo para conseguirlo, el beneficio de la paciencia, el valor superior de la sabiduría y la necesidad de someterse con humildad a lo que Dios permite (7:1-15)

Evite ir a extremos y procure la guía del temor de Dios; no se preocupe en demasía por lo que otros digan; huya del lazo de la prostituta (7:16-29)

Sea observante de la ley; aunque el hombre domine a otros para su perjuicio y la justicia humana sea laxa, no permita que le robe el gozo de la vida; recuerde: a los que temen al Dios verdadero les irá bien; no espere comprender todas las razones de lo que Dios hace y permite que ocurra (8:1-17; 10:20)

Los justos y los sabios están en la mano del Dios verdadero, no se quedarán sin recompensa; pero en la muerte la persona ni sabe nada ni puede hacer nada, de modo que use su vida ahora de un modo que Dios apruebe; disfrútela de manera sana mientras la posea (9:1, 4-12)

Aprovéchese de las oportunidades de ser generoso, de hacer el bien; no permita que las incertidumbres de la vida sofoquen su actividad (11:1-8)

Joven, disfruta de tu juventud, pero no olvides que eres responsable ante Dios por tus acciones; recuerda a tu Magnífico Creador mientras eres joven, antes de que lleguen la debilidad y la decrepitud de la edad avanzada, antes de que termine la vida (11:9; 12:1-7)

Los escritos más provechosos son los que reflejan la sabiduría del “solo pastor”, Jehová Dios (12:9-12)

Tema al Dios verdadero y guarde sus mandamientos; Él ve todo lo que hacemos y traerá nuestras obras a juicio (12:13, 14)
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

PUNTOS SOBRESALIENTES DE ECLESIASTÉS

Descripción vívida de las obras que son vanas y de las que valen la pena

Escrito por Salomón hacia el final de su reinado, después de haber participado en las diversas ocupaciones que menciona

Una vida dedicada a ocupaciones vanas es vacía

Para el hombre natural todo es vanidad; una generación reemplaza a otra, e incluso los ciclos naturales son reiterativos y fatigosos (1:1-11)

Aumentar la sabiduría humana puede resultar en aumentar el dolor; lo que está torcido en este sistema no puede enderezarse (1:12-18)

La dedicación a la búsqueda de placeres por medio del materialismo es como esforzarse tras el viento (2:1-11, 26)

La sabiduría es mejor que la locura, pero tanto los sabios como los estúpidos mueren y son olvidados (2:12-16)

Trabajar duro toda la vida solo para dejarlo todo a alguien que quizás no lo aprecie es calamitoso (2:17-23)

Los sucesos de la vida terrestre suelen presentarse en ciclos, muchos de los cuales se escapan al control humano (3:1-9)

En el presente sistema todos (tanto hombres como animales) acaban muriendo (3:18-22)

Tienen lugar muchos actos de opresión, sin ninguna esperanza desde un punto de vista humano (4:1-3)

El trabajo duro y la pericia solo por rivalidad o por acumular riquezas es vanidad, y la persona perezosa es estúpida (4:4-8)

La vida de un gobernante también puede ser vana (4:13-16)

La acumulación de riquezas no resulta en contentamiento, sino que, por el contrario, puede privar del sueño a quien las posee; y cuando este muera, las dejará todas atrás (5:9-17)

Aunque una persona tenga muchos bienes, las circunstancias —como la enfermedad o un anhelo insatisfecho— pueden impedir su felicidad (6:1-12)

En el presente sistema, tanto los justos como los inicuos tienen el mismo suceso resultante, todos mueren; por ello, algunos dan rienda suelta a la maldad (9:2, 3)

No siempre se aprecia la sabiduría que procede de un hombre necesitado (9:13-18)

Los que dan rienda suelta a la tontedad perjudican su reputación; cuando estas personas incompetentes se hallan en puestos de autoridad, es peligroso para ellos y duro para otros (10:1-19)

La juventud y la flor de la vida son vanidad; la duración del vigor juvenil es muy variable (11:10)

Si un constante recuerdo del Creador no ha guiado la vida de una persona, todo es vanidad (12:8)

Cosas que valen la pena y que dan significado a la vida

Disfrute de los frutos de su trabajo, reconociéndolos como un don de Dios (2:24, 25; 5:18-20)

Todas las obras de Dios son bellas; ha puesto delante de la humanidad la perspectiva de vivir hasta tiempo indefinido (3:10-13)

El hombre no puede cambiar el modelo general de la vida humana que existe por el permiso o propósito de Dios, de modo que debe esperarse que Dios actúe como Juez a su tiempo señalado (3:14-17; 5:8)

La persona que trabaja con un compañero está mejor que la que lo hace sola (4:9-12)

El temor apropiado de Dios debería impulsarnos a escuchar cuidadosamente lo que Él requiere de nosotros y a cumplir cualquier voto que le hayamos hecho (5:1-7)

Reconozca la importancia de un buen nombre y que en la vida presente hay poco tiempo para conseguirlo, el beneficio de la paciencia, el valor superior de la sabiduría y la necesidad de someterse con humildad a lo que Dios permite (7:1-15)

Evite ir a extremos y procure la guía del temor de Dios; no se preocupe en demasía por lo que otros digan; huya del lazo de la prostituta (7:16-29)

Sea observante de la ley; aunque el hombre domine a otros para su perjuicio y la justicia humana sea laxa, no permita que le robe el gozo de la vida; recuerde: a los que temen al Dios verdadero les irá bien; no espere comprender todas las razones de lo que Dios hace y permite que ocurra (8:1-17; 10:20)

Los justos y los sabios están en la mano del Dios verdadero, no se quedarán sin recompensa; pero en la muerte la persona ni sabe nada ni puede hacer nada, de modo que use su vida ahora de un modo que Dios apruebe; disfrútela de manera sana mientras la posea (9:1, 4-12)

Aprovéchese de las oportunidades de ser generoso, de hacer el bien; no permita que las incertidumbres de la vida sofoquen su actividad (11:1-8)

Joven, disfruta de tu juventud, pero no olvides que eres responsable ante Dios por tus acciones; recuerda a tu Magnífico Creador mientras eres joven, antes de que lleguen la debilidad y la decrepitud de la edad avanzada, antes de que termine la vida (11:9; 12:1-7)

Los escritos más provechosos son los que reflejan la sabiduría del “solo pastor”, Jehová Dios (12:9-12)

Tema al Dios verdadero y guarde sus mandamientos; Él ve todo lo que hacemos y traerá nuestras obras a juicio (12:13, 14)

Jamás voy a creer en El Predicador como algo tan derrotista.
 
Re: Anàlisis del libro de Eclesiastès

Es algo muy bueno que en la Biblia se encuentre una parte (o un libro) que dé una descripción pesimista de la realidad de este mundo. Esto es bueno para intentar desmotivar y despertar a una parte de la gente; que se podría haber creído las apariencias de cosas buenas de este mundo, entre las que se incluyen las riquezas y comodidades, las diversiones y placeres y también el cuerpo y la apariencia. Todas son cosas que han atraído y dominado a mucha gente durante toda la historia. Y con el tiempo han llegado a ser exageradamente sobrevaloradas, y promocionadas enormemente (de forma casi tiranicamente obligatoria) en los extraños y horrible tiempos modernos contemporáneos. Es asfixiante y opresivo vivir en estos tiempos; en este mundo "bajo el sol", tan lleno de engaños, injusticias, explotaciones, sufrimientos y muertes injustas favorecidas por la obsesión casi enfermiza que muchos tienen por todo lo mundano.

Buenas Noches hermano.
Me agrada el Qohélet, me adhiero a tu comentario, es un llamado a despertar de esta realidad amarga de un mundo tremendamente injusto que enaltece los antivalores, donde se hace culto al yo falso y vacío. El afan del dinero es el criterio de las elecciones personales y no el sentido de la justicia, el compromiso con los más desfavorecidos y la aspiración de un mundo mejor para la gloria de Dios.

"El que ama el dinero
nunca tiene bastante
el que ama el lujo,
siempre se harán pocas
sus entradas" (Qohélet)


"No hay razón dice el predicador
y no hay razón y todo es absurdo" (Qohélet)

" Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.

2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.

3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? ..."

Un mundo absurdo, que llama a las víctimas, victimarios siendo los poderosos en sus hipócritas luchas por la "democracia" causantes de intensos sufrimientos de la humanidad.

La vanidad es una señal inequívoca de la fragilidad de la condición humana, Acaso es inútil atarearse? miremos entonces al mundo con ojos diferentes, esperanzadores porque he aquí que la creación será liberad de la esclavitud, entonces esas preocupaciones que perturban nuestro caminar en la vida seran inconvenientes momentáneos.


"Si en una región
ves al pobre oprimido
y el derecho y la justicia pisoteados,
no te sorprendas..." (Qohélet)

Pobre de nosotros si no sentimos INDIGNACIÓN ante esta amarga realidad. El llamado es a actuar, porque "es mejor obedecer a Dios que a los hombres". (El apóstol Pedro en una de sus cartas)

El llamado para mi es a despertar.