Re: La Sanidad
He leido el estudio colocado por el nuevo usuario PABLO PEREYRA. Al parecer el estudio no es de su autoria pero si es responsable de haberlo traducido.
No se si alguno de los usuarios del foro le conocen o si fue invitado por alguien en el foro. Pude notar que aunque si cree que la Sanidad Divina es la voluntad de Dios, y que siempre sera la voluntad de Dios sanar, y cree que la fe es el factor determinante para recibir sanidad, tiene unos aspectos donde seguramente habra algunas discrepancias a lo que todos han expuesto (tanto a favor como en contra). Hay puntos que todos los que participan en este tema encontraran a favor como tambien en contra (al menos eso creo).
Veamos el final del estudio
Lo que esta en negrillas es lo que concuerdo mas, aunque tambien en muchos otros puntos.
He leido el estudio colocado por el nuevo usuario PABLO PEREYRA. Al parecer el estudio no es de su autoria pero si es responsable de haberlo traducido.
No se si alguno de los usuarios del foro le conocen o si fue invitado por alguien en el foro. Pude notar que aunque si cree que la Sanidad Divina es la voluntad de Dios, y que siempre sera la voluntad de Dios sanar, y cree que la fe es el factor determinante para recibir sanidad, tiene unos aspectos donde seguramente habra algunas discrepancias a lo que todos han expuesto (tanto a favor como en contra). Hay puntos que todos los que participan en este tema encontraran a favor como tambien en contra (al menos eso creo).
Veamos el final del estudio
Tener estas cualidades en nuestras vidas requiere trabajo, pero son vitales para combatir la agresión interminable con la que la sociedad acribilla nuestro carácter. [Para estudio adicional lea Despreocupado: pensamiento fructífero, pensamiento no fructífero.]
La Escritura da testimonio de que Dios ha sanado a las personas. La sanidad es siempre la voluntad de Dios, pero algunas cosas tendrán que esperar hasta que el Señor Jesucristo venga y nos saque de este mundo, y nos dé un nuevo y flamante cuerpo glorioso. Dios no puede, o al menos es mayormente inconcebible, ir contra el proceso de envejecimiento que fue adquirido a partir del pecado original.
Hace algunos meses, un amigo me llamó y me pidió que ministrara a uno de sus padres. Amaba a su padre, el cual estaba padeciendo los efectos de la senilidad provocada por el proceso de envejecimiento. Cuando me puse a orar por la persona, vi un puente de concreto sobre un arroyo, roto y desplomado. Supe inmediatamente que el Señor me estaba revelando que éste era un puente que no podía ser cruzado otra vez. ¿Era la voluntad de Dios sanar? Por supuesto que sí, pero algunas cosas simplemente tendrán que esperar el retorno de Jesucristo.
Mi padre acaba de fallecer a sus 84 años. Sé que la muerte no era la voluntad de Dios, pero simplemente no era posible administrarle sanidad. Era muy mayor, y había vivido una vida plena. Ese puente no podía ser cruzado otra vez.
La Escritura también da testimonio de que Dios ha sanado a personas que no reunían las condiciones. Debemos reconocer que la soberanía de Dios Le permite hacerlo, pero debemos ser cuidadosos de no dejar que la excepción sea la regla. No nos atrevamos a encasillar a Dios dentro de una “caja” de nuestro propio entendimiento humano. Ni nos atrevamos a intentar agrandar esa caja, la cual es de Su propia elaboración.
Recuerde, la fe es la variable más importante, y eso es lo que queremos enfatizar aquí. Debemos tener la actitud correcta. Según cómo sembremos y cosechemos, así también se verá afectada nuestra fe. Queremos ser administradores, y queremos hacer nuestro mejor esfuerzo con lo que tenemos. Espero que hayan podido ver que la sanidad no es algo solamente físico; también involucra lo mental en lo que respecta a las barreras emocionales, espirituales, y morales que pueden presentarse en el proceso de sanidad. Cuando hablo de moralidad, recuerdo el versículo en el que Jesús dijo al paralítico: "Tus pecados te son perdonados". Luego le ordenó levantarse y caminar. Jesús estaba hablándole a la condición moral del corazón, y eso liberó la carga emocional de la culpa y la vergüenza de la persona que había estado pecando, ya que lo moral definitivamente era una barrera para su sanidad.
Para finalizar, quiero recordarle que la fe es indudablemente la variable más importante, pero no olvide que hay un amplio rango dentro del cual Dios se mueve. He oído de casos en los que las personas oraron por alguien que ni siquiera había aceptado al Señor Jesucristo, y esa persona fue sanada. Posteriormente aceptaron al Señor, pero creo que esto ocurre en ocasiones debido a los planes y propósitos de Dios, que son otras de las variables que debemos comprender. Éstos son los planes y propósitos de Dios. Ésta es Su caja, la que Él hizo, y existen muchas variables por las cuales puede llegar la sanidad. A una persona se le untó lodo en los ojos y fue sanada. Otra persona se sumergió siete veces en un río y fue sanada. Otra oró a solas y fue sanada a solas. Otra persona va a quien le ministre, y ese ministro ora y sana. A veces, la sanidad ocurrirá al echar fuera un espíritu maligno, y en otra ocasión la sanidad ocurre al hablarle a una emoción. Otras veces, la sanidad acontece al hablarle específicamente a la realidad física de un hueso fracturado o a algo de esa naturaleza. Otras veces, la sanidad ocurre en un plano moral donde la persona debe arrepentirse del pecado, y eso debe ser confrontado para que luego la persona pueda sanarse.
Dios es amor, y Dios desea la sanidad. El otro día un íntimo amigo me preguntó: "Dan, ¿estás diciendo que no hay una promesa específica de sanidad?". Lo que yo estoy diciendo es que sí existe una promesa de sanidad para nosotros, pero no es un derecho ni algo que podemos reclamar. Es una promesa implícita; no es explícita. Está implícita en el sentido de que Dios es amor. Dios es bueno. Dios siempre quiere cuidarnos. Él no es una máquina expendedora y no da recetas específicas. No quiere tener una relación con usted siguiendo los pasos uno, dos, tres, cuatro, o una relación con la Ley, como tenían los israelitas.
Dios quiere una relación con nosotros como un Padre con sus hijos, como un benefactor con sus siervos, basada en Su amor, Su bondad, Su grandeza, Su misericordia, y Su gracia. Que sea Él glorificado, y eso es siempre lo que ocurre cuando nos acercamos a la sanidad con fe y con la actitud correcta.
¡Dios lo bendiga!
Para estudio adicional sobre este tema crucial, por favor lea la trascripción de nuestra cinta/CD del mes de Junio 2006, Understanding Healing in its Biblical Context (Cómo comprender la sanidad en su contexto biblico) por John Schoenheit (en inglés).
(traducción de Daniel de Oliveira y Pablo Pereyra)
Lo que esta en negrillas es lo que concuerdo mas, aunque tambien en muchos otros puntos.