La abominación desoladora del adventismo

21 Diciembre 2008
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Antes de entrar en harina, permítaseme una aclaración sobre el título del hilo. Aunque es obvio que el adventismo es una abominación para Dios y para cualquier cristiano, y pese a que igual de obvio es su efecto desolador sobre los infelices que caen en sus garras, no pretendo con este título decir que el adventismo sea cumplimiento de los pasajes del libro de Daniel que hablan de la “abominación desoladora” ni del pasaje del Evangelio de Mateo que hace lo propio. Lo que este hilo se propone es, sencillamente, intentar evaluar lo que dice el adventismo sobre esos pasajes. Como veremos, no es una tarea fácil, pues, como suelen hacer en estos casos, dicen cosas contradictorias según lo que entiendan que les conviene.

Veamos primero el pasaje de Mateo 24:15 en su contexto. En este conocido pasaje, vemos la forma en que Jesús aplica al futuro luctuosas circunstancias que ya habían tenido su cumplimiento un par de siglos antes:

“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel —el que lee, entienda—, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado” (Mat. 24:15-20).

La alusión a Judea y, en el contexto más amplio, a Jerusalén deja poco lugar a dudas. Ante tales evidencias, el tomo 5 del Comentario bíblico adventista se vio obligado a reconocer lo siguiente:

“El acontecimiento predicho aquí es, evidentemente, la destrucción de Jerusalén llevada a cabo por los romanos en el año 70 d. C., cuando se instalaron los símbolos de la Roma pagana dentro del predio del templo” (página 487).

Si la cosa hubiese quedado aquí, no habría nada que objetar, ya que es obvio que Jesús aplicó la “abominación desoladora” a las calamidades que sobrevinieron a Jerusalén con ocasión del asedio romano a Jerusalén. Al fin y al cabo, en el pasaje paralelo del Evangelio de San Lucas se lee la advertencia:

“Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea huyan a los montes; y los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos no entren en ella, porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días!, porque habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo” (Luc. 21:20-23).

Lamentablemente para ellos, los adventistas no pudieron dejar el asunto así, pues en el libro de Daniel la “abominación desoladora” está indisolublemente asociada con una duración de 1290 días:

“Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo sea abolido y puesta la abominación de la desolación, habrá mil doscientos noventa días” (Dan. 12:11).

Según nos cuentan los adventistas, esos 1290 días hay que interpretarlos como 1290 “años”. Naturalmente, el sitio de Jerusalén por las legiones romanas no duró tanto. Se limitó a tres años y medio, pero eso es demasiado corto para las aspiraciones eisegético-pronosticadoras del adventismo. Veamos cómo se expresa Uriah Smith, autor de un engendro que los adventistas quieren hacer pasar por un comentario de Daniel y el Apocalipsis:

“Por lo tanto, los dos períodos, el de 1.290 días y el de 1.260 días, terminan juntos en 1798. El último empieza en 538, y el primero en 508, es decir treinta años antes” (Las profecías de Daniel y el Apocalipsis [Mountain View, California, 1971], tomo 1, página 266).

Como vemos, según el “comentarista” en cuestión los 1290 días ni siquiera comenzaron con el asedio romano de Jerusalén. En las páginas siguientes, Smith se encarga de entontecer a sus lectores con la descabellada noción de que los 1290 días de la abominación desoladora se inician con una victoria militar de Clodoveo, rey de los francos (páginas 266-270).

La literatura propagandística más reciente de la secta remanente mantiene la tónica absurda de Smith. Véase, por ejemplo, el capítulo 14, obra de William H. Shea, uno de los secuaces más intrépidos del adventismo, en el libro Symposium on Revelation – Book I, editado por Frank B. Holbrook, Biblical Research Institute, Asociación General (1992).

Como vemos, no resulta difícil constatar que, con su lengua bífida, los adventistas nos presentan dos cosas que desearían que fueran verdad simultáneamente. Por un lado, el “comentario bíblico” oficial de la secta afirma que lo dicho por Jesús sobre la “abominación desoladora” se cumplió en el año 70 d.C. Por otra parte, otros “comentaristas” antiguos y recientes de la secta afirman que, en realidad, la “abominación desoladora” no comenzó con la empresa militar romana contra Jerusalén en el año 70 d.C., sino con cierta victoria de Clodoveo, rey de los francos, en el año 508 d.C. ¿Nos podrá aclarar algún secuaz del adventismo cuál de esas versiones tan dispares es la verdadera? Sabemos que, como mínimo, una tiene que ser falsa, pues son mutuamente excluyentes. ¿Nos aclarará alguno tan jugoso asunto? Como siempre, es un placer para mí poner a nuestros "amigos" los adventistas en disyuntivas que ellos mismos han creado y que retratan a la perfección la doblez de tan siniestros personajillos.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Estimado eduardo martínez r. Saludos cordiales.

¡No me digas que aún sostienes que Jesús regresó en el año 70 d. C.!

¡El preterismo es una farsa del porte de un buque"

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Estimado eduardo martínez r. Saludos cordiales.

¡No me digas que aún sostienes que Jesús regresó en el año 70 d. C.!

¡El preterismo es una farsa del porte de un buque"

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.

Despreciable gavialito: Vemos que, como cualquier soplagaitas de tu secta, intentas escurrir el bulto. Los de tu ralea mentís más a menudo de lo que respiráis, gavialito. ¿No quieres explicarnos quién miente más? ¿El "comentario bíblico" adventista, cuando dice que la "abominación desoladora" se produjo en el año 70 d.C., o Smith y Shea, cuando dicen que esa abominación empezó en 508 d.C.? ¡Acláranoslo, soplagaitas! Es una pena, pero tendrás que elegir.

En cambio, yo no necesito elegir nada. Estoy perfectamente satisfecho con las afirmaciones de San Mateo y del mismísimo Jesucristo, y no tengo necesidad alguna de corregir a ninguno de los dos. Fíjate qué interesante:

"Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Respondiendo él, les dijo: -- ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -- Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?" (Mat. 24:1-3).

Vemos, entonces, que el tema del discurso escatológico de Jesús registrado bajo la inspiración del Espíritu Santo por San Mateo en el capítulo 24 de su Evangelio es la caída y la destrucción de Jerusalén, que los apóstoles entendieron que era lo mismo que la "venida" (parousia) de Cristo y el "fin del siglo". Y Jesús demostró que no se refería a ningún acontecimiento separado por milenios de sus días cuando, poco después, en el mismo discurso, aclaró: "De cierto os digo que TODO esto vendrá sobre ESTA generación" (Mat. 24:36). Ya ves, gavialito, lo fácil que me resulta demostrar que Jesús hablaba de la destrucción de Jerusalén y de los acontecimientos que la acompañaron.

Que Jesús hablaba de Jerusalén, y no de otra cosa, queda aún más patente en el Evangelio de San Lucas:

"[C]uando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea huyan a los montes; y los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos no entren en ella, porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días!, porque habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo. Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan" (Luc. 21:20-24).

Sé que la constatación de que la parousia de Jesús fue la destrucción de Jerusalén, la ciudad que no conoció el día de su visitación (Luc. 19:44) hace que te retuerzas en el fango de la miseria de tu secta. Ello me provoca indiferencia, gavialito. Tienes lo que mereces. La ciudad que conoció el día de su visitación y que asesinó al Señor de la gloria en la primavera del año 30 d.C., fue "visitada" cuarenta años más tarde, y esa visita la dejó arrasada.

"Cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró por ella, diciendo: -- ¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación" (Luc. 19:41-44).
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Pero que sorpresita! Mira lo que trajo el viento, a Eduardo!

Muy mal que no has cambiado en nada, y sigues con tus acostumbradas ofensas sin sentido. De todos modos, miremos los "cuentos" que nos quieres vender en este foro.

Antes de entrar en harina, permítaseme una aclaración sobre el título del hilo. Aunque es obvio que el adventismo es una abominación para Dios y para cualquier cristiano, y pese a que igual de obvio es su efecto desolador sobre los infelices que caen en sus garras, no pretendo con este título decir que el adventismo sea cumplimiento de los pasajes del libro de Daniel que hablan de la “abominación desoladora” ni del pasaje del Evangelio de Mateo que hace lo propio. Lo que este hilo se propone es, sencillamente, intentar evaluar lo que dice el adventismo sobre esos pasajes. Como veremos, no es una tarea fácil, pues, como suelen hacer en estos casos, dicen cosas contradictorias según lo que entiendan que les conviene.

Lo que pienses con respecto al adventismo, me tiene sin cuidado. Todos sabemos que tu talón de Aquiles sigue siendo la bochornosa interpretación y escuela preterista. No te puedes escapar. El erudismo actual acude mayormente al preterismo (o histórico-crítico) ya que es una manera mas bonita de esconder la mentira satánica de criticar la Biblia. ¿Esa es tu posición? ¿Todavía redondeas las cifras de Daniel al "número mas cercano"? Que risible.

Veamos primero el pasaje de Mateo 24:15 en su contexto. En este conocido pasaje, vemos la forma en que Jesús aplica al futuro luctuosas circunstancias que ya habían tenido su cumplimiento un par de siglos antes:

Nada de eso, Eduardito. Jesús habla sobre el futuro y no hace alusión a nada en el pasado. ¿En que parte Jesús se refiere al pasado como imagen de la destrucción de Jerusalén?

“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel —el que lee, entienda—, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado” (Mat. 24:15-20).

La alusión a Judea y, en el contexto más amplio, a Jerusalén deja poco lugar a dudas. Ante tales evidencias, el tomo 5 del Comentario bíblico adventista se vio obligado a reconocer lo siguiente:

Eso es claro, ya que la pregunta fue doble como nos dice el Evangelio de Mateo. Tanto la destrucción como la parousía son parte de Mateo 24.

“El acontecimiento predicho aquí es, evidentemente, la destrucción de Jerusalén llevada a cabo por los romanos en el año 70 d. C., cuando se instalaron los símbolos de la Roma pagana dentro del predio del templo” (página 487).

Bien

Si la cosa hubiese quedado aquí, no habría nada que objetar, ya que es obvio que Jesús aplicó la “abominación desoladora” a las calamidades que sobrevinieron a Jerusalén con ocasión del asedio romano a Jerusalén. Al fin y al cabo, en el pasaje paralelo del Evangelio de San Lucas se lee la advertencia:

“Pero cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea huyan a los montes; y los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos no entren en ella, porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que críen en aquellos días!, porque habrá gran calamidad en la tierra e ira sobre este pueblo” (Luc. 21:20-23).

Lamentablemente para ellos, los adventistas no pudieron dejar el asunto así, pues en el libro de Daniel la “abominación desoladora” está indisolublemente asociada con una duración de 1290 días:

“Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo sea abolido y puesta la abominación de la desolación, habrá mil doscientos noventa días” (Dan. 12:11).

Si, Daniel habló sobre la abominación, pero en el capítulo 9:

Dan 9:27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.

La LXX usa las expresiones similares a Mateo:

La bdelugma ton eremosis en Daniel 9. Por lo tanto concluir deliberadamente que se refiere a los 1290 días u otros inventos de tu escuela (falsa) preterista, es una mentira.

Según nos cuentan los adventistas, esos 1290 días hay que interpretarlos como 1290 “años”.

Cierto

Naturalmente, el sitio de Jerusalén por las legiones romanas no duró tanto. Se limitó a tres años y medio,

No digas medias verdades. Menciona, Eduardo, cuanto tiempo EXACTO fue el sitio. No vengas con redondeos!

pero eso es demasiado corto para las aspiraciones eisegético-pronosticadoras del adventismo. Veamos cómo se expresa Uriah Smith, autor de un engendro que los adventistas quieren hacer pasar por un comentario de Daniel y el Apocalipsis:

“Por lo tanto, los dos períodos, el de 1.290 días y el de 1.260 días, terminan juntos en 1798. El último empieza en 538, y el primero en 508, es decir treinta años antes” (Las profecías de Daniel y el Apocalipsis [Mountain View, California, 1971], tomo 1, página 266).

Correcto, aunque Urias no es confiable en todo tipo de interpretación profética.

Como vemos, según el “comentarista” en cuestión los 1290 días ni siquiera comenzaron con el asedio romano de Jerusalén. En las páginas siguientes, Smith se encarga de entontecer a sus lectores con la descabellada noción de que los 1290 días de la abominación desoladora se inician con una victoria militar de Clodoveo, rey de los francos (páginas 266-270).

Si


La literatura propagandística más reciente de la secta remanente mantiene la tónica absurda de Smith. Véase, por ejemplo, el capítulo 14, obra de William H. Shea, uno de los secuaces más intrépidos del adventismo, en el libro Symposium on Revelation – Book I, editado por Frank B. Holbrook, Biblical Research Institute, Asociación General (1992).

Tremendos libros, leelos para que te instruyas mejor. Deja los comentarios fatulos de un tal David Chilton.


Como vemos, no resulta difícil constatar que, con su lengua bífida, los adventistas nos presentan dos cosas que desearían que fueran verdad simultáneamente. Por un lado, el “comentario bíblico” oficial de la secta afirma que lo dicho por Jesús sobre la “abominación desoladora” se cumplió en el año 70 d.C.

Lee el CBA es un plenitud y deja de concluir sandeces con ciertas citas. ¿Está claro, Eduardo?


Por otra parte, otros “comentaristas” antiguos y recientes de la secta afirman que, en realidad, la “abominación desoladora” no comenzó con la empresa militar romana contra Jerusalén en el año 70 d.C., sino con cierta victoria de Clodoveo, rey de los francos, en el año 508 d.C. ¿Nos podrá aclarar algún secuaz del adventismo cuál de esas versiones tan dispares es la verdadera?

Claro, comienza en el 508 d.C. Es solo cuestión de restar unos numeritos. ¿Eso es tan difícil para una persona que se arroga el talento de calcular presuntos "numeros en calendarios" y otras fantasias similares?


Sabemos que, como mínimo, una tiene que ser falsa, pues son mutuamente excluyentes. ¿Nos aclarará alguno tan jugoso asunto? Como siempre, es un placer para mí poner a nuestros "amigos" los adventistas en disyuntivas que ellos mismos han creado y que retratan a la perfección la doblez de tan siniestros personajillos.

La diferencia entre 1260 y 1290 es un mes hebreo de 30 días. Eso es claro. Por lo tanto restar al año 538 treinta años se llega a la fecha del 508 a.C. Con tales victorias y toda esa historia de Clodoveo, el papado obtuvo los estados papales y le dieron un poder preliminar antes de 538 a.C.

¿Te que claro Eduardo Martinez Rancaño?

Espero tus respuestas y no un montón de ofensas como sueles acostumbrar.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Pero que sorpresita! Mira lo que trajo el viento, a Eduardo!

Muy mal que no has cambiado en nada, y sigues con tus acostumbradas ofensas sin sentido. De todos modos, miremos los "cuentos" que nos quieres vender en este foro.
¿Por qué motivo habría de cambiar en algo, sectario? ¡No me digas que tú has cambiado en algo! Por ejemplo, ¿te has convertido en una persona decente? Sospecho que no.


Lo que pienses con respecto al adventismo, me tiene sin cuidado.
Tus opiniones a los cristianos nos resultan indiferentes, sectario.

Todos sabemos que tu talón de Aquiles sigue siendo la bochornosa interpretación y escuela preterista. No te puedes escapar. El erudismo actual acude mayormente al preterismo (o histórico-crítico) ya que es una manera mas bonita de esconder la mentira satánica de criticar la Biblia. ¿Esa es tu posición? ¿Todavía redondeas las cifras de Daniel al "número mas cercano"? Que risible.
¿Talón de Aquiles? Afortunadamente, todas las flechitas que sujetos de tu capacidad han intentado clavarme en el talón no han logrado hacer blanco. Ni de lejos. ¿Redondear las cifras de Daniel? Verás, sectario, hablando de cosas risibles, conozco una imbécil interpretación de la secta adventista que coge un versículo de Apocalipsis 9 que habla del "día, hora, mes y año" y lo convierte, por arte de birlibirloque, en "391 años y quince días" y, no contentos con semejante patochada, suman tal lapso a una fecha falsa y llegan a otra fecha falsa, la del 11 de agosto de 1840 ("confirmada" por una farsante llamada Ellen White). Claro que a esa pandilla de ineptos, se les olvidó que al pasar del calendario juliano al gregoriano se añadieron diez días. ¿Qué balbuceabas de redondeos, bufón?


Nada de eso, Eduardito. Jesús habla sobre el futuro y no hace alusión a nada en el pasado. ¿En que parte Jesús se refiere al pasado como imagen de la destrucción de Jerusalén?
Tú a mí no me llamas "Eduardito", pedazo de sectario. Te contestaré cuando tú me contestes a esto, sectario: ¿En qué parte Jesús se refiere al pasado cuando aplica el mensaje inaugural de Isaías a sus propios días? ¡Qué, sectario! ¿No hay respuesta? Pues te has caído con tu propia infamia.


Eso es claro, ya que la pregunta fue doble como nos dice el Evangelio de Mateo. Tanto la destrucción como la parousía son parte de Mateo 24.
Bonito cuentecito, sectario. Danos un criterio (que no sea coincidente con tu capricho) para determinar que se habla de "dos" acontecimientos y no de uno, e indícanos un criterio para determinar qué versículos se refieren a uno de esos "dos" acontecimientos, y qué versículos se refieren al "otro" de esos "dos" acontecimientos. ¿No puedes, sectario?

Si, Daniel habló sobre la abominación, pero en el capítulo 9:
Y en el 11 y el 12 sectario. Tu "pero" está de más.

La bdelugma ton eremosis en Daniel 9. Por lo tanto concluir deliberadamente que se refiere a los 1290 días u otros inventos de tu escuela (falsa) preterista, es una mentira.
Aunque todos conocemos tu carácter despreciable, no te tolero tal acusación sectario. He citado textualmente lo afirmado por autores de tu secta, dado la referencia bibliográfica oportuna. Si no te gusta lo que ellos han escrito, quéjate a ellos, sectario. La verdad es que a mí tampoco me gusta, pues es pura basura, como casi todo lo producido por tu secta y sus secuaces, pero, oye, en tu caso, sarna con gusto no pica.

No digas medias verdades. Menciona, Eduardo, cuanto tiempo EXACTO fue el sitio. No vengas con redondeos!
??? ¿A qué viene esto, sectario? El sitio de Jerusalén se levantó en un momento dado. El tema de este hilo no es ese, infeliz, y no es precisa para sus fines la duración del sitio romano (interrumpido) de Jerusalén. El tema, sectario, es "la abominación desoladora del adventismo".

Correcto, aunque Urias no es confiable en todo tipo de interpretación profética.
Cité a Uriah Smith correctamente. Todas mis citas son correctas, y no las corto, como hacéis vosotros. Naturalmente, que mi cita sea correcta, no quiere decir que lo que dice sea correcto. Estando teñido de la herejía adventista, no deja de ser una de tantas patochadas de tu secta que, como hemos visto, se contradice a sí misma.

Tremendos libros, leelos para que te instruyas mejor. Deja los comentarios fatulos de un tal David Chilton.
No necesito tus recomendaciones bibliográficas, sectario. He leído vuestra repulsiva literatura más que tú, en español y en inglés. La conozco mejor que tú y que la mayoría de los pastores, y, efectivamente, no hay color cuando se comparan los grotescos libruchos editados por Hollbrook, un puro caos, con libros serio como los de Chilton.

Lee el CBA es un plenitud y deja de concluir sandeces con ciertas citas. ¿Está claro, Eduardo?
Lo que está meridianamente claro es que YA HE LEÍDO EL CBA EN SU PLENITUD, hasta el punto de que sé cómo explotarlo en contra vuestra. ¿Está claro, Joelice?

Claro, comienza en el 508 d.C. Es solo cuestión de restar unos numeritos. ¿Eso es tan difícil para una persona que se arroga el talento de calcular presuntos "numeros en calendarios" y otras fantasias similares?
Despreciable bufón: Es un hecho que sé calcular fechas en varios calendarios, de modo que fantasías, ninguna. Por otra parte, sectario, lo de 508 d.C. es un cuentecito historicista. Según cuentan Smith y Shea, hay que "buscar" algún "acontecimiento" en ese año que "cumpla" las especificaciones de "la profecía". Dicen que el quid está en una batallita de Clodoveo. ¡Un inventito historicista!


La diferencia entre 1260 y 1290 es un mes hebreo de 30 días. Eso es claro.
¿Mes hebreo de treinta días? O mes birmano de treinta días. Vamos que la diferencia entre 1290 días (o 1290 cacahuetes) y 1260 días (o 1260 cacahuetes) son 30 días (o cacahuetes). Eso está claro. También está claro que 30 días no son 30 años, como 30 cacahuetes no son 30 marranos.

Por lo tanto restar al año 538 treinta años se llega a la fecha del 508 a.C. Con tales victorias y toda esa historia de Clodoveo, el papado obtuvo los estados papales y le dieron un poder preliminar antes de 538 a.C.
Esas historietas del adventismo ya las conocemos, y ya sabemos que no tienen ningún fundamento, ni bíblico ni histórico, como tampoco tiene justificación bíblica ese cuentecito de que un día "profético" es un año "real". Pero esa basura no tiene nada que ver con el hilo que nos ocupa, sectario. El hilo que nos ocupa tiene que ver con la contradicción de la literatura de tu secta acerca de la "abominación desoladora". Según el "comentario bíblico" de tu secta, la referencia de Jesús a la "abominación desoladora" en Mateo 24:15 se cumplió en el año 70 d.C. Según otra literatura adventista igual de rastrera, la "abominación desoladora" empezó en 508 d.C. Como es imposible que ambas cosas sean verdad, decídete, sectario: ¿Cuál de las fuentes adventistas es más mentirosa? ¿El "comentario bíblico" de tu secta, o Smith, Shea y Holbrook?

¿Te que claro Eduardo Martinez Rancaño?
Estaba meridianamente claro, sectario. Nada has aportado, de modo que sigue estando meridianamente claro.

Espero tus respuestas y no un montón de ofensas como sueles acostumbrar.
Ya tienes mis respuestas, sectario. Naturalmente, mis respuestas van a la yugular de quienes intentan babosearme, pues yo no me dejo. Entiendo que consideres que mis contundentes respuestas suponen una "ofensa" para tu secta, pero así seguirán las cosas, Joelice. ¿Te queda claro?

Entonces, sectario, acláranos quién miente más: ¿El "comentario bíblico" de tu secta, cuando afirma que la "abominación desoladora" de Mateo 24:15 se plasmó el año 70 d.C., o Sm¡th, Shea y Holbrook cuando dicen que la "abominación desoladora" empezó el año 508 d.C.? No te puedes hacer una idea, Joelice, de lo mucho que me divierte usar vuestra propia literatura mentirosa en contra vuestra.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Estimado eduardo martinez rancaño. Saludos cordiales.

Como buen preterista que cayó en el engaño, y pretende engañar aún a los escogidos, dices:

Sé que la constatación de que la parousia de Jesús fue la destrucción de Jerusalén

Respondo: ¡Falso!

Nuestro Señor nos advirtió:

"Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;
y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará" Mateo 24:10-12

"Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre." Mateo 24:26,27

Jesús aún no ha regresado, y quienes destruyeron a Jerusalén en el año 70 d. C. fueron los romanos. Por eso el Señor dió esta advertencia:

"Por lo tanto cuando viereis la abominación de asolamiento que fue dicha por Daniel el profeta "(ver Daniel 9:26,27), que estará en el lugar santo, el que lea entienda. Entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes; y el que sobre la techumbre, no descienda a tomar algo de su casa; y el que en el campo, no vuelva atrás a tomar sus ropas” Mateo 24:15-18.

Lucas refiere la misma profecía del modo siguiente:

“Y cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Jerusalén huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en otras regiones, no entren en ella” Lucas 21:20,21. Esta cita demuestra de una manera concluyente que la “abominación de asolamiento” de que hablan Daniel y Mateo se refiere a un ejército hostil que iba a circunvalar, sitiar y destruir la ciudad.

El Dr. Adán Clarke escribe los siguiente: “Esta abominación de asolamiento se refiere al ejército romano, y en cuanto a lo de “estar en lugar santo” quiere decir que sitiará a Jerusalén. Nuestro Señor dice que esto es lo que fue dicho por el profeta Daniel en los capítulos nueve y once de su profecía. Así deben entenderlo los que leen estas profecías; y así lo entienden los Rabinos. Llamase el ejercito romano “una abominación” a causa de sus enseñas e imágenes que eran tal para los judíos.” Comentario, Mateo 24:15.

El Salvador les dijo a sus discípulos que habrían de hacer cuando el ejército romano cercase a Jerusalén:

“Entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes”. Pero ¿de que manera lograrían escaparse los cristianos cuando ya se hallasen completamente rodeados por los enemigos de su pueblo? A primera vista aquello parecía imposible, pero el Señor no se equivocó.” (James Edson White, “El Rey que viene”, págs.102-105)


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Respondo: ¡Falso!
Despreciable gavialito: Ya sabemos que eres falso.

Nuestro Señor nos advirtió:

[...]
"Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre." Mateo 24:26,27
Efectivamente, gavialito. Conozco una secta que afirma que hasta el 22 de octubre de 1844 Jesús estuvo en el aposento santo, y que en la fecha indicada cambió de aposento, pasando al santísimo. Gracias por recordarnos esos valiosos versículos, que nos advierten en contra de esa secta perversa. La parousia fue algo bien visible. Todo el orbe romano supo de la suerte terrible que cayó sobre la ciudad malvada que asesinó al Mesías.

Entonces, gavialito, ¿puedes tú explicarnos quién miente más? ¿El comentario "bíblico" de tu secta que dice que lo de la "abominación desoladora" fue el año 70 d.C., o Uriah Smith y comentarios más recientes que dicen que eso no fue hasta el año 508 d.C.? Tenéis una discrepancia de casi cinco siglos con vosotros mismos, gavialito. ¡Qué gracia!
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Estimado eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.

Tú dices:

Despreciable gavialito: Ya sabemos que eres falso.

Respondo: Lo que no sabes (ignorancia preterista voluntaria) es que Jesús no regresó en el año 70 d. C. por segunda vez.

Efectivamente, gavialito. Conozco una secta que afirma que hasta el 22 de octubre de 1844 Jesús estuvo en el aposento santo, y que en la fecha indicada cambió de aposento, pasando al santísimo. Gracias por recordarnos esos valiosos versículos, que nos advierten en contra de esa secta perversa.

Respondo: No te engañes, efectivamente Cristo pasa del lugar santo a lugar santísimo, del santuario celestial tal como lo estipulaba la profecía de Daniel 8:14 demostrado con toda claridad en Daniel 7:9,10, 13,14. y Hebreos 8:1

Sin embargo el Señor nos dice que no debemos creerte ni a ti, ni a los que dicen que está en el desierto ni en los aposentos.

La parousia fue algo bien visible. Todo el orbe romano supo de la suerte terrible que cayó sobre la ciudad malvada que asesinó al Mesías.

Respondo: ¡Será que los discípulos no se enteraron del regreso de nuestro Señor, amigo herético que actúas como Himeneo y Fileto en tu desvarío!


Entonces, gavialito, ¿puedes tú explicarnos quién miente más? ¿El comentario "bíblico" de tu secta que dice que lo de la "abominación desoladora" fue el año 70 d.C., o Uriah Smith y comentarios más recientes que dicen que eso no fue hasta el año 508 d.C.? Tenéis una discrepancia de casi cinco siglos con vosotros mismos, gavialito. ¡Qué gracia!

Respondo: No me digas que ahora defiendes la denominada santa misa por los de tu grupo ecuménico.

Pienso que en el desarrollo de la "abominación desoladora", no hay esa discrepancia que tu afiebrado entendimiento no quiere reconocer.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Respondo: Lo que no sabes (ignorancia preterista voluntaria) es que Jesús no regresó en el año 70 d. C. por segunda vez.
Despreciable gavialito: Yo de ese asunto sé lo que escribió San Mateo en su Evangelio, consignando palabras de Jesús, que me parecen sumamente acertadas y no tengo razón para sospechar que contengan ningún error: "Jesús salió del Templo y, cuando ya se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del Templo. 2 Respondiendo él, les dijo: -- ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. 3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: -- Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo?" (Mat. 24:1-3).

Como sabes, acto seguido, Jesús se pone a detallar los acontecimientos que iban a desembocar en su parousia (la destrucción de Jerusalén, que es la temática, según el propio Jesús, del capítulo). Y luego añade: "De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca" (Mat. 24:34). Naturalmente, entre creer a Jesús o creer a un embustero como tú, me quedo con Jesús, gavialito.


Respondo: No te engañes, efectivamente Cristo pasa del lugar santo a lugar santísimo, del santuario celestial tal como lo estipulaba la profecía de Daniel 8:14 demostrado con toda claridad en Daniel 7:9,10, 13,14. y Hebreos 8:1
Pues no, gavialito. Ni Daniel 8:14 habla de Jesús, ni del año 1844, ni Hebreos 8:1 dice que Jesús fuera a cambiar de aposento diecisiete siglos más tarde, ni Daniel 7:9,10,13,14 dicen lo más mínimo de ningún aposento ni tampoco de Jesús.

Respondo: ¡Será que los discípulos no se enteraron del regreso de nuestro Señor, amigo herético que actúas como Himeneo y Fileto en tu desvarío!
Himeneo y Fileto fueron dos individuos que vivieron ANTES de la parousia de Jesús y que dijeron que ya se había producido en sus días. Obviamente, nadie que viviera antes de la destrucción de Jerusalén tenía ningún derecho a decir tal cosa. Yo, que no soy contemporáneo de Himeneo y Fileto, no tengo el menor problema en constatar que la destrucción de Jerusalén se produjo hace casi dos mil años, en "los últimos días" (del viejo pacto) de los que hablaban los apóstoles tan a menudo. Por cierto, todo el orbe romano, incluidos los discípulos de Jesús, se enteraron de la destrucción de Jerusalén. ¡Ah, por cierto! Yo a mis amigos los selecciono, y, ¡adivina!, tú no estás entre ellos.

Respondo: No me digas que ahora defiendes la denominada santa misa por los de tu grupo ecuménico.
??? La neurona te patina. ¿A qué viene esto?

Pienso que en el desarrollo de la "abominación desoladora", no hay esa discrepancia que tu afiebrado entendimiento no quiere reconocer.
No exageres tus dotes intelectuales, gavialito. Tu problema es que, según el "comentario bíblico" de tu secta, la "abominación desoladora" de Mateo 24:15 hay que datarla el año 70 d.C. Según otros comentaristas de tu secta, hay que datarla en el año 508 d.C., con una victoria de Clodoveo, rey de los francos. Dinos quién miente más, gavialito: el "comentario bíblico", Uriah Smith, William H. Shea, o todo el BRI, porque, desde luego, no dicen lo mismo con su lengua bífida.

Siempre es un placer, gavialito, darte el trato al que con tanto merecimiento te has hecho acreedor.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Don Sylvester, es un gusto leerlo, y su forma tan clara de exponer las Escrituras, me recuerda al buen Jin Hendriks.

Lamentablemente el enfoque futurista en sus distintas modalidades ha copado la mayoria de la cristiandad.

Y en este foro, no conozco a nadie que se haya pasado del futurismo al preterismo como yo.

Pero que le vamos ha hacer, con la muerte quizá lo comprendan, porque ninguno vivirá 1000 años para comprobarlo.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Bueno bueno bueno he leido varios de sus comentarios y me parecen buenos, pero yo soy premilenialista- pretribulacionista.

Creo en el arrebatamiento o el mal llamado rapto, pero no pienso debatir sobre el topico, estoy recopilnado las varias acusaciones que se nos hacen y despues los mostrare en detalle.

Bendiciones.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Bueno bueno bueno he leido varios de sus comentarios y me parecen buenos, pero yo soy premilenialista- pretribulacionista.

Creo en el arrebatamiento o el mal llamado rapto, pero no pienso debatir sobre el topico, estoy recopilnado las varias acusaciones que se nos hacen y despues los mostrare en detalle.

Bendiciones.

Bueno, a los milenialistas pre-tribulacionarios; los acusan dos menos que a los preteristas totales, je je je
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Don Sylvester, es un gusto leerlo, y su forma tan clara de exponer las Escrituras, me recuerda al buen Jin Hendriks.

Lamentablemente el enfoque futurista en sus distintas modalidades ha copado la mayoria de la cristiandad.

Y en este foro, no conozco a nadie que se haya pasado del futurismo al preterismo como yo.

Pero que le vamos ha hacer, con la muerte quizá lo comprendan, porque ninguno vivirá 1000 años para comprobarlo.

Gracias por tus amables palabras, hermano Norberto. Como habrás podido ver, ateniéndome tenazmente a las Escrituras, soy preterista. Los adventistas, no obstante, no son futuristas, sino historicistas. El futurismo intenta desembarazarse de la obligación de estudiar las Escrituras con ahínco postulando que buena parte de las profecías se cumplirán en algún momento futuro indeterminado. Los historicistas, en cambio, proponen interpretaciones caprichosas para las profecías de su elección, diseminando algunas a lo largo de la historia a su antojo; las demás, las ponen en el futuro, igual que hacen los futuristas. Solo los preteristas nos tomamos en serio las profecías, sin ánimos ni deseos de ganancias materiales, dándoles el sentido que tuvieron en el momento de su cumplimiento.

Un cordial saludo, amigo mío.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Bueno bueno bueno he leido varios de sus comentarios y me parecen buenos, pero yo soy premilenialista- pretribulacionista.

Creo en el arrebatamiento o el mal llamado rapto, pero no pienso debatir sobre el topico, estoy recopilnado las varias acusaciones que se nos hacen y despues los mostrare en detalle.

Bendiciones.

Te saludo como creyente en Cristo. En nuestra iglesias evangélicas, hay muchos futuristas. No obstante, al menos en los círculos en los que me muevo, los preteristas somos más, y confío en que nuestro número siga aumentando. Un cordial saludo en Jesús.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Bueno bueno bueno he leido varios de sus comentarios y me parecen buenos, pero yo soy premilenialista- pretribulacionista.

Creo en el arrebatamiento o el mal llamado rapto, pero no pienso debatir sobre el topico, estoy recopilnado las varias acusaciones que se nos hacen y despues los mostrare en detalle.

Bendiciones.

Te saludo como creyente en Cristo. En nuestra iglesias evangélicas hay muchos futuristas. No obstante, al menos en los círculos en los que me muevo, los preteristas somos más, y confío en que nuestro número siga aumentando. Un cordial saludo en Jesús.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

El tiempo nos dara la razón, eso no quiere decir que no puedan venir tiempos de grandes y prolongadas tribulaciones, en la medida que no apliquemos las leyes del reino eterno.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

El tiempo nos dara la razón, eso no quiere decir que no puedan venir tiempos de grandes y prolongadas tribulaciones, en la medida que no apliquemos las leyes del reino eterno.

No solo el tiempo, amigo mío. La clara exposición de la Biblia que hacemos los preteristas hace que los sectarios, impotentes, se retuerzan con mil memeces. Eso, que es fruto de nuestro inquebrantable apego a la Biblia, y a la Biblia sola, ya nos da la razón. Claro que lo tenemos fácil. No solo contamos con la Biblia sin falsas concepciones previas, sino también con magníficos comentarios que nuestros autores vienen escribiendo desde hace siglos.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Pensar que yo vine al preterismo por los concisos pero demoledores mensajes de J.W.Hendriks antiguo forista, y el broche de oro lo puso J.S.Russell con su monumental obra "la parusia"; pero yo creía que el preterismo no se remontaba más allá del siglo XIX en los totales, y al tiempo de los Puritanos en los parciales; pero no me imaginaba eso de siglos.
Podrías mencionarme alguno de los más antiguos, para hacer un poco de historia, algo así como trazar un hilo dorado. Muchas gracias.

Saludo cordial
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Pensar que yo vine al preterismo por los concisos pero demoledores mensajes de J.W.Hendriks antiguo forista, y el broche de oro lo puso J.S.Russell con su monumental obra "la parusia"; pero yo creía que el preterismo no se remontaba más allá del siglo XIX en los totales, y al tiempo de los Puritanos en los parciales; pero no me imaginaba eso de siglos.
Podrías mencionarme alguno de los más antiguos, para hacer un poco de historia, algo así como trazar un hilo dorado. Muchas gracias.

Saludo cordial

Encontrarás una nutrida lista de eminentes preteristas, antiguos y modernos, en http://www.preteristarchive.com.

Allí podrás encontrar, por ejemplo, el ilustrísimo caso de Henry Hammond, del siglo XVII, padre de la exégesis bíblica en Inglaterra. Y hay otros tantos igual de importantes o más, como F. W. Farrar, al que citan encomiosamente hasta los adventistas cuando les conviene (sin revelar que este canónigo de la catedral de Westminster, y consejero espiritual de la reina Victoria, era preterista hasta la médula), John Lightfoot, Samuel Lee y tantísimos otros.

Cristo reina. Un saludo.
 
Re: La abominación desoladora del adventismo

Encontrarás una nutrida lista de eminentes preteristas, antiguos y modernos, en http://www.preteristarchive.com.

Allí podrás encontrar, por ejemplo, el ilustrísimo caso de Henry Hammond, del siglo XVII, padre de la exégesis bíblica en Inglaterra. Y hay otros tantos igual de importantes o más, como F. W. Farrar, al que citan encomiosamente hasta los adventistas cuando les conviene (sin revelar que este canónigo de la catedral de Westminster, y consejero espiritual de la reina Victoria, era preterista hasta la médula), John Lightfoot, Samuel Lee y tantísimos otros.

Cristo reina. Un saludo.

Martín Lutero no era adventista del 7mo día y no hay ningún problema en citarlo. La iglesia adventista cita autores que no son de nuestra misma denominación para que vean que también creen en las mismas cosas. Una secta no hace tales cosas.