Yo tengo un texto, si me permiten...
El Señor habló a Isaías:
Isaías 6:8-10 (Reina-Valera 1960)
8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. 
    9 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 
    10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
Después Juan dice que Isaías escribió esas cosas cuando vio la gloria de Jesús:
Juan 12:36-41
Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos. 
    37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; 
    38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: 
    Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 
    ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?(A) m 
    39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: 
    
 40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; 
    Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, 
    Y se conviertan, y yo los sane.(B) m 
    41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. 
Es el mismo texto de Isaías 6 pero ahora es es Jesús quien lo dijo y no el Padre.
Y Pablo también relata este mismo texto en Hechos 28 pero ahora dice que fue el Espíritu Santo quien lo dijo:
Hechos 28:25-27 (Reina-Valera 1960)
25 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: 
    
 26 Ve a este pueblo, y diles: 
    De oído oiréis, y no entenderéis; 
    Y viendo veréis, y no percibiréis; 
    
 27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, 
    Y con los oídos oyeron pesadamente, 
    Y sus ojos han cerrado, 
    Para que no vean con los ojos, 
    Y oigan con los oídos, 
    Y entiendan de corazón, 
    Y se conviertan, 
    Y yo los sane.
Entonces aquí vemos al Padre, al Jesús y al Espíritu Santo como una sola persona, ejecutando una sola acción. Se demuestra entonces como Dios es uno en tres personas.
Saludos.