Re: ¿SECTARIO YO?
No seas ridiculo advencito no hables sin pensar primero lo que dices o alegas
Aquí el único ridículo eres tú, FJP, que te aferras a una mentira como lo es lo del celibato bíblico para sacerdotes. Ni en el ANtiguo Testamento, ni en el Nuevo Testamento Dios exigió como requisito para servir al Señor ser célibe. TODO LO CONTRARIO, lee, si sabes leer:
"¿No tenemos derecho de traer con nosotros una
hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los
hermanos del Señor, y Cefas?" 1ª Corintios 9:5
¿Quién dijo esto? Pablo.
Requisitos de los obispos
" Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra
desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,
marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseñar;
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo
cuidará de la iglesia de Dios?)" 1ª Timoteo 3:1-5
El mismo Pedro, piedra fundamental del papado (no Cristo), era CASADO. Mateo 8:14-15 registra que Jesús sanó a uno de los familiares de Pedro. Este familiar no fue nada menos que la suegra de Pedro. El texto declara:
“Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre” (énfasis añadido). Algunos han tratado de argumentar que esta mujer fue la suegra de otro discípulo. No obstante, la gramática del texto en Mateo (y en los registros paralelos de Marcos y Lucas) es muy clara cuando dice que Jesús vino a casa de Pedro y vio a su suegra (cf. Marcos 1:30; Lucas 4:38).
La única conclusión que podemos sacar al leer el texto es que si Jesús vio a la suegra de Pedro, entonces ¡Pedro tenía esposa!
Muchos Papas tenían esposa, amantes, concubinas, resuelves, otro frente, etc. ¡Sinverguenzas, hipócritas!. Aquí tienmes unos pocos ejemplos de ese nido de víboras mentirosas y falsas en Roma:
Como muchas otras enseñanzas de la Iglesia Católica,
el celibato es una doctrina humana. Aunque muchos lo consideran como una marca de pureza,
el celibato, impuesto a los que aspiran un oficio eclesiástico, es simplemente una señal de apostasía (1 Timoteo 4:1-3). Por ejemplo, considere las cosas inmorales que muchos papas “célibes” hicieron durante sus papados.
Papa Sergio III ejerció el papado desde 904 a 911 d.C. La historia registra que él comenzó una “sucesión vergonzosa” de papas inmorales (Schaff, 1910, 4:285). Su “elevación [al papado—MP] se debió a la influencia de
la desvergonzada Teodora [una mujer romana noble—MP] y
sus hijas no menos desvergonzadas Marozia y Teodora.... Él fue extremadamente inmoral, y vivió en relaciones licenciosas con Marozia, quien le dio varios hijos, entre ellos el futuro papa Juan XI” (McClintock y Strong, 1867-1880, 9:570).
Papa Juan XII ejerció el papado desde 955 a 963 d.C. Se le considera como “uno de los papas más escandalosos de la historia” (“Juan XII”, 1997). Philip Schaff señaló que “[é]l
fue uno de los papas más inmorales y perversos, figurando con Benedicto IX., Juan XXIII. y Alejandro VI. Un sínodo romano le acusó, sin que nadie se opusiera, de casi todo crimen del cual...la naturaleza humana es capaz, y fue destituido como un monstruo de iniquidad” (1910, 4:287). Al escribir alrededor del año 1000 d.C., un monje católico registró que “a Juan XII le gustaba la cacería, tenía pensamientos vanos,
le gustaba las reuniones de mujeres más que las asambleas litúrgicas y eclesiásticas, se complacía en las insolencias escandalosas de los jóvenes y, en cuanto a la lascivia y el atrevimiento, superaba incluso a los paganos” (citado en Hernández, s.d.). Se registra que murió
“de un ataque de apoplejía mientras estaba en cama con una mujer casada” (Walsh, 2001, p. 663).
Papa Juan XXIII ejerció el papado desde 1410 a 1415 d.C. Se dice que “carecía de toda virtud moral, y que era capaz de todo vicio” (Schaff, 1910, 6:145). Se le acusó “de setenta cargos que incluían casi todo crimen conocido al hombre. No había sido casto desde su juventud,...cometió adulterio con la esposa de su hermano, violó a monjas y otras vírgenes, fue culpable de sodomía y otros vicios indescriptibles” (Schaff, 6:158). Finalmente, el Concilio de Constancia le destituyó de su oficio, y se le borró de la lista oficial del papado.
Papa Inocencio VIII ejerció el papado desde 1484 a 1492 d.C. “Su conducta fue vergonzosamente irregular: tuvo siete hijos ilegítimos de diferentes mujeres, y, aparte, fue casado cuando recibió órdenes” (McClintock y Strong, 1867-1880, 4:593). Se dice que el número de sus hijos llegaba a “16, todos eran hijos de mujeres casadas” (Schaff, 1910, 6:438). También se dice que “el éxito de Inocencio VIII en incrementar la población de Roma era un tema favorito de su tiempo” (McClintock y Strong, 4:594).
Papa Alejandro VI ejerció el papado desde 1492 a 1503 d.C. En su Ciclopedia de Literatura Bíblica, Teológica y Eclesiástica, McClintock y Strong señalaron que se considera que
Alejandro fue “el papa más depravado de todos” (1867-1880, 4:594). Ellos explicaron:
“Su juventud fue muy disoluta; y muy pronto comenzó una relación criminal con una mujer romana que vivía en España con sus dos hijas. Pronto sedujo también a las hijas; y una de ellas, Rosa Vanozza, llegó a ser su amante de por vida.... Su pontificado de once años fue escandaloso, mientras él hacía cualquier cosa con el propósito de elevar a sus hijos bastardos sobre las cabezas de las familias reales principales de Italia” (1:145-146). Un historiador católico romano dice que él fue “uno de los monstruos más grandes y horribles que podía escandalizar el trono sagrado. En general, Guicciardini Ciaconius y otros historiadores papales auténticos describen su moralidad bestial, su ambición inmensa, su avaricia insaciable, su crueldad detestable, su lujuria impetuosa y su incesto monstruoso con su hija Lucrecia” (citado en Barnes, 2005, p. 82). Las siguientes palabras resumen la vida del Papa Alejandro:
“Para Alejandro nada era sagrado,—oficio, virtud, matrimonio o vida” (Schaff, 1910, 6:462).
Papa Pablo III ejerció el papado desde 1534 a 1549 d.C. Antes de su pontificado, tuvo cuatro hijos—Pier Luigi, Paolo, Ranuccio y Costanza—de una amante romana (vea “Pablo III”, 1997, 9:205). La historia resume su vida como “principalmente dada al placer y la frivolidad. Tuvo malas compañías, apoyó a las prostitutas, llegó a ser padre y en muchas maneras ganó una fama poco envidiable” (McClintock y Strong, 1867-1880, 7:831).
Se pudiera ofrecer más ejemplos, ya que la historia del papado se caracteriza más por sus pecados que por sus “santidades”. Pero los ejemplos aquí listados prueban claramente que muchos papas “célibes” no fueron realmente célibes, mucho menos castos.
Tus Papas dan ASCO.