Cuando estoy de excelente humor, me resulta divertido leer nuestros argumentos, pretendiendo ser los voceros "oficiales" de Dios, cuando para obtener ese papel ni siquiera se necesita ser muy estudioso, ni muy "bueno" (en la carne, en la ley) porque siempre ha dependido de su Soberanìa y sobretodo de su Gracia y no de nuestros tristes y pusilànimes intentos por "entender"; aunque me parece que tiene màs una tendencia a "querer tener la razòn" que a "querer conocer y dar a conocer a Dios".
Y es que muy pocos tienen la humildad de reconocer que lo que profesan, creen y confiesan es su propia interpretaciòn, adaptaciòn o adopciòn -de la interpretaciòn de otros- y que es vulnerable al error parcial o total.
Es, hasta cierto punto, entendible puesto que muchas de las personas que "creen" en Dios, lo hacen màs por miedo que por amor y temen aceptar (incluso ante ellos mismos) que pudieran estar viviendo una mentira que inevitablemente los llevarìa a la perdiciòn (de su vida y de su tiempo), otros màs, ensoberbecidos, jamàs aceptarìan cometer algùn error y entonces viven "ganando puntos por sus grandes capacidades de bondad y de sabidurìa" y "Dios los premia" revelandoles su Verdad (la mera, mera)...
En fin, hay muchas razones por las que somos testarudos pero la gran noticia es que Dios sì conoce los corazones, la disposiciòn, la entrega, a pesar de nuestros errores y horrores, Dios mide por dentro y eso no hay manera de ocultàrselo.
Llegado el tiempo, todos nos llevaremos muchas sorpresas, pero para ese entonces solo cosecharemos el fruto que hayamos regado y abonado aquì, en vida y quizà.... quizà sea demasiado tarde.
Este foro no tiene la misiòn de ser debatido (al menos no por mì) sino solo como un mensaje reflexivo para quien quiera leerlo.
Sè que caerà una lluvia de tomates y huevos (y mucho podridos) pero por mì està bien, disfrutenlo!