Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Estimado Gevin:
Jesús aclara que es necesario Nacer de Nuevo, este es el verdadero sentido del Bautismo Cristiano. que sentido tiene un ritual si no naces de nuevo.
:Felix:





oiga y lo de simon fue ritual o fue verdadero bautismo
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

bien dices: Estamos hablando del verdadero Bautismo Cristiano no del ritual.
No tu no estás hablando del bautismo que corresponde a este tiempo sino al bautismo en agua. Ese ya no es necesario para nada, aunque nada impide que se realice, si alguien quiere realizarlo como ritual público de cristiandad.

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

No tu no estás hablando del bautismo que corresponde a este tiempo sino al bautismo en agua. Ese ya no es necesario para nada, aunque nada impide que se realice, si alguien quiere realizarlo como ritual público de cristiandad.

Dios le bendice!

Greivin.

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2Co.5:17)
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2Co.5:17)
¿Y que tiene que ver ese versículo con el bautismo en agua?

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Ese bautismo mencionado allí no es el bautismo en agua, es más bien este otro bautismo:

"Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre."

Jesús ya había sido bautizado para este momento, pues su bautizo fue antes de que tuviera a sus apóstoles, entonces al bautismo que se refiere aquí no es al bautismo en agua, sino a este bautismo:

"De un bautismo tengo que ser bautizado; y !!cómo me angustio hasta que se cumpla!" Jesús.

Estas palabras de Jesús fueron pronunciadas por él mucho despues de su bautizo en agua por Juan, por lo que no se está refiriendo al bautismo en agua. ¿A que bautismo cree usted que se refería?

Dios le bendice!

Greivin.
A ver Javier Andrés, tu que me acusas de estar como Nicodemo, dime si el Nicodemo no eres más bien tu.

Explícame a que bautismo se refiere Jesús en estos versículos si ya había sido bautizado en agua tres años antes.

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

No tu no estás hablando del bautismo que corresponde a este tiempo sino al bautismo en agua. Ese ya no es necesario para nada, aunque nada impide que se realice, si alguien quiere realizarlo como ritual público de cristiandad.

Dios le bendice!

Greivin.

"Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo." (Pedro en Pentecostés, Hechos 2:38)
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

El arrepentimiento es indispensable para nacer de nuevo y ser cristiano. Sin arrepentimiento no hay perdón de los pecados, y no hay salvación. ¡Cuán importante es entonces entender qué es el arrepentimiento! - Desafortunadamente, las iglesias de hoy han diluido tanto el significado de esta palabra, que casi cualquier pecador puede decir que se ha "arrepentido"
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

oiga y lo de simon fue ritual o fue verdadero bautismo
Estimado Milenio:
Explicanos tu punto de vista, que puedes aportar al asunto, que sea constructivo. Y biblico.
Gracias
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Ese bautismo mencionado allí no es el bautismo en agua, es más bien este otro bautismo:

"Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre."

Jesús ya había sido bautizado para este momento, pues su bautizo fue antes de que tuviera a sus apóstoles, entonces al bautismo que se refiere aquí no es al bautismo en agua, sino a este bautismo:

"De un bautismo tengo que ser bautizado; y !!cómo me angustio hasta que se cumpla!" Jesús.

Estas palabras de Jesús fueron pronunciadas por él mucho despues de su bautizo en agua por Juan, por lo que no se está refiriendo al bautismo en agua. ¿A que bautismo cree usted que se refería?

Dios le bendice!

Greivin.
Sigo esperando!!!

Dios le bendice!

Greivin.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

"Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo." (Pedro en Pentecostés, Hechos 2:38)
Tampoco aquí Pedro se refiere al bautismo en agua, pero no seguiré explicando cada versículo que pones hasta que me respondas a que se refería Jesús en los pasajes que te puese.

Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Tampoco aquí Pedro se refiere al bautismo en agua, pero no seguiré explicando cada versículo que pones hasta que me respondas a que se refería Jesús en los pasajes que te puese.

Dios te bendice!

Greivin.
Estimados Milenio y Gevin
¿Que saben sobre el Bautismo no es solo criticar y preguntar sino también aportar?

Expliqunos sus puntos de vista, que pueden aportar al asunto, que sea constructivo. Y biblico.
Gracias
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

¿Qué es entonces el arrepentimiento?

En el idioma griego del Nuevo Testamento existen dos palabras que son traducidas con "arrepentirse", y cada una de estas palabras nos enseña algo sobre su significado verdadero:

"epistrefo" = "volver, dar media vuelta".
Aquí podemos imaginarnos una persona que está caminando hacia un abismo. Está avanzando en el camino del mal, y va rumbo a la perdición. La persona que dice "Señor, perdóname todos mis pecados", es como alguien que camina en este camino malo, de vez en cuando dice "Señor, perdóname", pero sigue caminando hacia el abismo. La persona que reconoce y confiesa sus pecados, pero no hace nada más, es como alguien que se detiene en el camino malo, pero se queda parado allí (y después de algún tiempo, quizás sigue caminando hacia el abismo).
El verdadero arrepentimiento significa caminar en la dirección opuesta. La Palabra de Dios dice: "El que encubre sus pecados no prosperará; pero el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia." (Prov. 28:13) No es suficiente confesar el pecado; es necesario apartarse se él, o sea, ya no cometerlo.
Algo muy importante en este contexto es la restitución. Mira cómo expresó Zaqueo su arrepentimiento: "La mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he estafado a alguien, se lo devuelvo cuatro veces más." (Luc.19:8) Si un ladrón está realmente arrepentido, va a devolver lo que robó (y esto voluntariamente, sin que alguna ley o autoridad le obligue a hacerlo). Si un mentiroso está arrepentido, rectificará sus mentiras y hablará verdad.

"metanoeo" = "cambiar la mente".
El pecador arrepentido cambiará no solo su manera de actuar, sino también su manera de pensar. En vez de amar el pecado, ahora lo va a odiar. Peleará la batalla contra la tentación, no solo cuando ya está cometiendo un pecado, sino cuando tan solamente está pensando en un pecado. "...llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Cor.10:5). Ya en su mente, renuncia completamente al pecado y así se separa de él.
También tiene que cambiar el motivo por hacer lo bueno. Muchas personas intentan hacer lo bueno y evitar el pecado; pero lo hacen por motivos que no agradan a Dios. Lo hacen para parecer "buenos" ante los demás. Lo hacen porque sus padres, sus líderes de iglesia, o alguna otra persona les va a reprochar si pecan. Lo hacen porque las consecuencias del pecado son desagradables, y no quieren sufrir. - El pecador arrepentido piensa de manera diferente. Empieza a amar a Dios, y por amor a Dios se decide renunciar al pecado.
Imagínate a dos ladrones que acaban de salir de la cárcel. El primero se dice: "Ya no voy a robar, porque no quiero volver a la cárcel, y la policía está vigilando por todos lados." Entonces no roba; pero solo por temor al castigo. Si tuviera una oportunidad de robar sin ser descubierto, lo haría. - El segundo ladrón se dice: "He comprendido que es malo robar; que he hecho sufrir a muchas personas con mis robos y que Dios está ofendido. He empezado a amar a Dios; y por eso no volveré a robar." Este segundo ladrón no robará nunca más, aun si pudiera hacerlo sin ser descubierto. - Por fuera, los dos van a actuar igual. Pero solo el segundo se arrepintió de verdad; mientras el arrepentimiento del primero es un arrepentimiento falso, sus motivos no cambiaron.

¿Tiene el pecado todavía algún atractivo para ti? Entonces, todavía no te has arrepentido de verdad.
¿Te estás esforzando mucho para no pecar, porque los otros cristianos te podrían mirar mal; pero por dentro sientes que estos esfuerzos van en contra de tu naturaleza, y anhelas una oportunidad de poder cometer algún pecado sin que nadie te podría descubrir? Entonces, todavía no te has arrepentido de verdad; solo has cambiado tu manera de actuar, pero no tu manera de pensar.

Para que llegues a un arrepentimiento verdadero, es necesaria una obra sobrenatural del Espíritu Santo en tu corazón. "Y cuando él (el Espíritu Santo) venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:8) Esta convicción divina acerca de tu pecado es lo que te puede llevar al arrepentimiento verdadero, si tú lo deseas. Quizás, hasta ahora, tu conocimiento acerca del pecado es nada más que teoría: "Sí, yo sé que he pecado y que debo arrepentirme." Tú necesitas que el Espíritu Santo te lo diga a tu corazón. Y El lo hará, si le buscas en serio.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

oiga y lo de simon fue ritual o fue verdadero bautismo

Cuando el evangelista Felipe predicaba en Samaria, se convirtió una persona muy famosa. Era "un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria ... Pero cuando creyeron a Felipe, ... también creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe..." (Hechos 8:9.13)
¡Qué cambio más maravilloso! ¡El mago y engañador famoso, renuncia a la magia, y ahora es un seguidor de Cristo!

Unos días después ocurrió un incidente notable. Los apóstoles vinieron desde Jerusalén y oraron por los convertidos, para que recibiesen el Espíritu Santo. "Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder..." (Hechos 8:18-19) ¿No sería maravilloso, tener otro ministro más que pudiera dar el Espíritu Santo? - Pero Pedro no se dejó engañar fácilmente. "Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón..." (Hechos 8:20-22)

Aquí Simón queda al descubierto. Su arrepentimiento no era verdadero. Por fuera había renunciado a la magia; pero por dentro solo pensaba en sustituirla por otra clase de "magia": el poder del Espíritu Santo. El anhelaba este poder, no para agradar a Dios, sino simplemente para tener poder. Los motivos de su corazón no habían cambiado.

Ahora Simón tiene una segunda oportunidad para arrepentirse de verdad. ¿Aprovechará de esta oportunidad?

- "Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí." (Hechos 8:24)

Muchos de nuestros hermanos y líderes de iglesias actuales pensarían que "ahora sí, Simón se ha arrepentido de verdad." Alegremente le darían la bienvenida (por segunda vez) como "hermano". ¡Y por segunda vez estarían engañados!

Analicemos la reacción de Simón. Primeramente, Pedro le había dicho: "Ruega a Dios". Simón no hizo esto. En lugar de ello, dijo: "Rogad vosotros por mí al Señor..." ¡El no estaba dispuesto a humillarse ante Dios él mismo! (Aquí vemos a la vez el principio del sistema católico-romano, donde el creyente no puede confesar sus pecados directamente a Dios, sino necesita que un "sacerdote" interceda por él. Pero este sería un tema para otro estudio...)
Segundo, Pedro le había dicho: "Arrepiéntete ... si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón". Esto no es lo que Simón pidió. En lugar de ello, Simón pidió "que nada de esto venga sobre mí". En otras palabras, Simón pidió poder escapar del castigo de Dios, pero sin cambiar su corazón. No deseaba el perdón y el agrado de Dios; solo quiso salir de su situación incómoda.

:cheeeeees
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

De manera tan terrible se desvió el hombre que parecía "arrepentido" y "convertido" por afuera, pero su arrepentimiento fue falso. ¡No nos dejemos engañar!

Ahora, no estoy exigiendo que tú y yo seamos capaces de detectar a todos los falsos convertidos. Por fin, incluso el gran evangelista Felipe fue engañado en el inicio por Simón. Pero algo que sí debes hacer, es examinar tu propio arrepentimiento. ¿Fue tu arrepentimiento verdadero? ¿Es tu corazón recto ante Dios?
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Quiero relatar dos ejemplos del Antiguo Testamento, que aclararán un poco más la diferencia entre el falso y el verdadero arrepentimiento.

El rey Saúl había desobedecido a Dios. Entonces el profeta Samuel reprendió a Saúl: "Por cuanto tú desechaste la palabra del Señor, él también te ha desechado para que no seas rey." (1 Sam.15:23)
¿Cómo responde Saúl?
- "Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento del Señor y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, y vuelve conmigo para que adore al Señor." (1 Sam.15:24-25)

Parece que Saúl reconoce su pecado y está arrepentido. Pero hay un pequeño detalle: Saúl pide perdón a Samuel, pero no a Dios. Saúl entiende que Samuel está ofendido, porque Samuel está en ese mismo momento parado delante de él (y probablemente no con una cara muy amable). Pero al parecer Saúl no entiende que su ofensa contra Dios es infinitamente más grande que su ofensa contra Samuel.

Samuel, el profeta de Dios, vio muy bien lo que realmente había en el corazón de Saúl:
"Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra del Señor, y el Señor te ha desechado para que no seas rey sobre Israel." (1 Sam.15:26) - Samuel ve que el arrepentimiento de Saúl es falso, y por eso no lo acepta.

"Y él (Saúl) dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore al Señor tu Dios." (1 Sam.15:30)

Ahora sale a la luz el verdadero motivo de Saúl: "que me honres delante del pueblo". A Saúl le importaba lo que la gente pensaba de él; pero no le importaba lo que Dios pensaba. Solo quería quedar bien ante los hombres.
"El temor al hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado." (Prov.29:25). Saúl tenía temor al hombre, pero no a Dios. Quería recibir honra de los hombres; pero la honra de Dios no le importaba. Y con este corazón perverso, ¡incluso era capaz de fingir arrepentimiento!

Después de esto, Samuel hace algo significativo: Manda traer al rey de Amalec (a quien Saúl había tomado preso en la guerra), y lo corta en pedazos. Esta había sido la orden de Dios para Saúl: matar al rey de Amalec. Samuel hace aquí lo que Saúl debía haber hecho. Si Saúl se hubiera arrepentido de verdad, entonces él mismo hubiera cumplido la orden - por lo menos después de la reprensión por Samuel. Que no lo hizo, es otra prueba de que su arrepentimiento no fue verdadero.

El rey de Amalec personifica el pecado en nuestra vida. Para nada te sirve confesar "He pecado" y pedir perdón, mientras dejas vivo a un "rey de Amalec" en tu vida. ¿Cuál es el "rey de Amalec" en tu vida, el pecado que todavía toleras, y que desde hace tiempo deberías haber "cortado en pedazos"?
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Ahora veremos el caso del rey David. David también cayó en pecado - y si lo miramos de cerca, un pecado más grave que el de Saúl: Cometió adulterio con Betsabé, e hizo matar con astucia al esposo de Betsabé. Sin embargo, Dios perdonó a David, mientras a Saúl no perdonó. Incluso llama a David "un hombre según el corazón de Dios". ¿Cuál fue la diferencia?

En el Salmo 51 tenemos la oración de David, después que fue reprendido por el profeta Natán:

"Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
...Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos...
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
...Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu."
(Salmo 51:1.4.6.10.11)

David se dirige a Dios primero. El está muy consciente de que la primera persona ofendida por su pecado es Dios mismo. "Contra ti, contra ti solo he pecado..." Todo lo demás es secundario.
Después vemos cuál es el anhelo más profundo en el corazón de David. No es la honra ante el pueblo; ni es escapar del castigo de Dios. Su anhelo más profundo es "un corazón limpio y un espíritu recto". Este es el anhelo de una persona verdaderamente arrepentida. No importa lo que diga la gente - de hecho, la gente malinterpretó el comportamiento de David después de su arrepentimiento, y él quedó muy mal ante ellos. Pero David sabía que Dios "ama la verdad en lo íntimo", donde nadie mira. Esto era lo que le importaba más que cualquier otra cosa.
Alguien ha dicho una vez: "Tu integridad se demuestra en lo que haces cuando nadie te mira."
Esta es la integridad que demostró David, y por eso Dios le perdonó. Aunque David también tuvo que sufrir, Dios no le quitó el reino ni la vida como lo había hecho con Saúl.

Dios busca el arrepentimiento verdadero. ¿De qué clase es tu arrepentimiento? ¿De la clase de Saúl o de la clase de David? ¿Es un arrepentimiento solo ante los hombres, o un verdadero arrepentimiento ante Dios quien mira "en lo secreto"?
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Tampoco aquí Pedro se refiere al bautismo en agua, pero no seguiré explicando cada versículo que pones hasta que me respondas a que se refería Jesús en los pasajes que te puese.

Dios te bendice!

Greivin.
No es mi deseo contender con usted, respeto su punto de vista.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Tampoco aquí Pedro se refiere al bautismo en agua, pero no seguiré explicando cada versículo que pones hasta que me respondas a que se refería Jesús en los pasajes que te puese.

Dios te bendice!

Greivin.

Lea y entienda:

Los Hechos

Capítulo 02

2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2:2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
2:3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
2:5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
2:6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
2:7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
2:8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
2:9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
2:10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
2:11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
2:12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
2:13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
2:15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.
2:16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
2:17 Y en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
2:18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
2:19 Y daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo;
2:20 El sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
2:21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
2:22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
2:25 Porque David dice de él:
Veía al Señor siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
2:26 Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,
Y aun mi carne descansará en esperanza;
2:27 Porque no dejarás mi alma en el Hades,
Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
2:28 Me hiciste conocer los caminos de la vida;
Me llenarás de gozo con tu presencia.
2:29 Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
2:30 Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
2:31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
2:33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
2:34 Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
2:35 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
2:38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
2:40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
2:43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
2:44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;
2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
2:46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,
2:47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Jesús prometió enviar al Espíritu en varias oportunidades: durante la Última Cena, les dice a sus apóstoles: “Mi padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17). Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26). Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,... muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,... y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

:jump:
 
Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)

Cincuenta días después de la fiesta pascual, cuando ya había pasado el día de la Ascensión, los apóstoles, que tenían miedo de salir a predicar, se encontraban reunidos. Era el día de la fiesta de Pentecostés.

Repentinamente, escucharon un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. En ese instante el Espíritu Santo descendió sobre ellos y comenzaron a hablar en lenguas desconocidas. Por esos días, Jerusalén estaba invadida por muchos extranjeros que venían a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

A partir de ese día, los apóstoles ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.