Re: Verdadero bautismo (el que tiene oídos oiga)
SAN MATEO 3: 13 – 17.
El bautismo de Jesús
“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió deja ahora porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
1. MARCOS 16: 15,16
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y fuere bautizado, será salvo; mas el que no crea será condenado”.
2. Esta misma orden está registrada en SAN MATEO 28: 19-20.
“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén.
NOTA: El texto dice en el nombre de quien deben bautizarse, lo que indica que no es algo tan simple y que no puede ser tomado descuidadamente, sino más bien con respeto y reverencia.
Pero ¿Cuál es el problema del bautismo? Algunos opinan que no lo necesitan, otros que ya han sido bautizados cuando niños.
3. Cuando Dios dio la orden del bautismo, también dio las características; a)Creer, b)Enseñado o instruido, c)Debe haber agua suficiente para ser sumergido en ella.
HECHOS 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentios y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
4. Jesús nos dio ejemplo con su bautismo.
Bautismo de Jesús:
Jesús es bautizado en el Jordán,
MARCOS 1: 9-11 (MATEO 3:13-17; LUCAS 2:21 – 22. ).
Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de galilea, que fue bautizado por Juan en el Jordán.
Y luego cuando subía, del agua vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia.