Hace dos años nos contagiamos de covid-19 mi familia y yo. Pasamos días difíciles de incertidumbre en los que cualquier cos podía pasar. Puedo decir que Dios tuvo misericordia, salvándonos la vida. Semanas después, nos vacunamos, y ahora todo está bien.
La irresponsabilidad de los antivacunas califica como asesinato pasivo, así como ocurre con los testigos de jiová y su negación a las transfusiones de sangre. Pero tanto unos como otros son libres de creer y aceptar lo que piensan que es mejor. El peligro real viene cuando esta irresponsabilidad quita la vida de gente que no debía morir, tal y como se enunció al inicio de este tema.
A lo largo y ancho del mismo, la constante ha sido la ignorancia y el fanatismo que mata. No importan los testimonios de persnas que sobrevivieron al sars-cov-2; los conspiracionistas siempre estarán ahí, como un peligro latente.
No seguiré perdiendo mi tiempo alimentanto la patología mental. Cada uno sacará sus conclusiones en torno a este asunto.
Siento decirlo, pero os la colaron.
Un falso relato sobre una nueva "enfermedad respiratoria" (confundiendo a la gente con una gripa, y un mal manejo de PCR para determinar mal el asunto)
y en otros, adquiriendo síndrome de irradiación aguda debido a las nuevas tecnologías a la que se está exponiendo la mayoría de la población.
Y es que, y esto es el otro aspecto del porqué os la han colado, cada vez que ha habido una epidemia o pandemia grande desde el tiempo de la "gripe española" en 1918, casi siempre parecidas a la gripe, se precede por otro nivel de radiación generado por tecnología... los incrementos masivos de radiación electromagnética ocasionan muchos problemas de salud en la población humana. No es coincidencia de que los seres humanos seamos como máquinas electromagnéticas, y que por tanto, cualquier masivo cambio de radiación producido en nuestro entorno, tiene el potencial para enfermarnos gravemente.
En palabras simples que cualquiera puede entender: tanto la industria farmacéutica como la de las telecomunicaciones, hacen su Agosto: uno les vende el supuesto "remedio" y los otros se aprovechan del desconocimiento de la mayoría, para enriquecerse con sus tecnologías a costa de enfermar a la población humana.
Pero en vez de identificar a sus verdugos, se revuelven contra los que somos sus hermanos y les estamos advirtiendo de los peligros.
Justamente lo que esas corporaciones pretenden, engañándoles mientras ellas se llenan de forma ominosa sus bolsillos.
Lamentable.