No puedo creer que digas esto.
La salvación no es un don es un regalo.
La Biblia dice:
Ezequiel 33:12-19
"Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia el día en que peque.
Si yo digo al justo: "Vivirás", pero él, fiándose de su justicia, comete la injusticia, no quedará memoria de toda su justicia, sino que morirá por la injusticia que cometió.
Y si digo al malvado: "Vas a morir", y él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia,
si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticia, vivirá ciertamente, no morirá.
Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más: ha observado el derecho y la justicia; ciertamente vivirá.
"Y los hijos de tu pueblo dicen: "No es justo el proceder del Señor." El proceder de ellos es el que no es justo.
Cuando el justo se aparta de su justicia para cometer injusticia, muere por ello.
Y cuando el malvado se aparta de su maldad y observa el derecho y la justicia, vive por ello.
El Señor no recuerda el pasado sino el presente a la hora de redimir.
Además no tiene sentido temer por la salvación, si ésta fuera segura:
1Corintios 9:25-27
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.
Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,
sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado.
Filipenses 2:12 Así pues, queridos míos, de la misma manera que habéis obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajad con temor y temblor por vuestra salvación,
Un atleta no se gloría de sus trofeos, de su pasado, pues el día de la competición eso no le vale sino la capacidad que le da el entrenamiento contínuo así es la fé, la salvación hay que cultivarla, porque el que no corre, no participa. No es que la salvación sea mérito de hombre pero la voluntad sirve para agradar a Dios.
Tu no le das un regalo a un refunfuñon, ni a un flojo, sino a quien te cae bien, sea por su carisma, sea por su aptitud. Así es Dios, la salvación es un regalo, pero gánatelo.
DLB.