Estimado Caminante 7:
Leyendo nuevamente el tema, me he percatado de algunos puntos planteados por el forista Armando Hoyos a los cuales no he dado respuesta y que me gustaría contestar.
Una vez termine de dar estas respuestas podemos proseguir con nuestra conversación, agradeciendo de antemano tu comprensión y paciencia.
Armando Hoyos en su mensaje #13 dijo lo siguiente:
La doctrina evangélica es en principio y toma como su fuente exclusiva Las Sagradas Escrituras (La Biblia), contrario a otras doctrinas que tienen otras fuentes de revelación con igual y mayor autoridad que la misma.
En esto coincide fundamentalmente la doctrina evangélica con tu postulado de que “la verdadera Doctrina es la que está escrita” y añado en Las Escrituras, siendo que es la verdadera, todas las demás son falsas.
De allí que no entiendo la contraposición que haces entre una y otra a no ser que digas que debemos cuidar no desviarnos.
Armando Hoyos dijo:.
Precisamente, para poder realizar ese proceso de comprensión requerimos de elementos que nos permitan entender, es decir, tener una idea clara, y conocer con precisión lo que vamos a juzgar dentro del proceso de comprensión ya que de eso se trata el proceso de comprensión, poder juzgar las cosas con un justo conocimiento de causa.
Para poder realizar lo que dices, se necesita entonces tener clara la doctrina cristiana evangélica en primer lugar, para entonces dedicarnos a conocer a ciencia cierta la doctrina que predica o practica un ministro o ministerio de forma tal que al tener ambas cosas claras, podemos realizar la justa comparación y juicio de si ambas doctrinas son o no son compatibles, llegando al final o producto del acto de comprensión que es entender y expresar que como dices: “…los que predican
otras doctrinas, de suyo hablan, y por ende, su "ministerio" es solo eso, su ministerio...” (Negritas son mías)
En síntesis: Solamente se comprende lo que se conoce, solamente se puede comparar lo que se sabe a ciencia cierta, y el resultado de la comprensión es un juicio en el cual comparamos las cosas que sabemos con el fin de tomar una decisión.
Más sintetizado: Debemos juzgar y no pre-juzgar. (Tal como dije en mensajes anteriores.)
El pre-juicio es el antónimo (lo contrario) del proceso de comprensión.
Caminante 7 dijo:
Me parece que manifiestas una situación muy particular que estás viviendo o has vivido; pero no le veo aplicación general o que se preste para generalizar.
Me parece que estas mezclando varios conceptos, veamos punto por punto:
Sobre la predicación del evangelio: La predicación del evangelio es un mandato para todo creyente en Jesucristo, no es exclusivo de un pastor, de un evangelista, de un diacono, ni de cualquier otro ministro o ministerio; es una labor, una encomienda, una comisión dada a La Iglesia en general, entendiendo por Iglesia a todos los que han aceptado al Señor como su salvador. Entonces, la predicación del evangelio no excluye a ningún cristiano.
Sobre los ministerios: Primero Dios llama al arrepentimiento y la conversión al ser humano, lo llama a los pies de Cristo, una vez esto ocurre, el propósito de Dios es otorgar sus dones espirituales, siendo entonces el ejercicio de estos dones a favor de la Iglesia y en rescate de las almas perdidas los que facultan a la persona para el ejercicio de algún ministerio, siendo Dios quien da el llamado y quien ha de confirmar a lo largo del ministerio ese llamado.
Tanto la predicación del evangelio, el ejercicio de los ministerios según los dones dados por Dios como el llamamiento, no existen en pasado, ya que la Iglesia es una entidad viva, compuesta por los seres humanos que en determinado tiempo / espacio de la historia humana la conforman; la Iglesia no es una estructura ni conjunto dogmatico de reglas, la Iglesia es exclusivamente cada ser humano que ha sido redimido.
En ese sentido, tanto la predicación del evangelio como el ejercicio de los diferentes ministerios, y el otorgamiento de los dones espirituales son una constante, un continuo presente en donde Dios derrama de su Espíritu Santo y reparte sus dones como le place, a quien le place, cuando le place y porque le place, según su infinita misericordia HOY.
El evangelio es para ser predicado en el continuo HOY hasta que Cristo vuelva en gloria, no es una noticia para ayer, ni para mañana, sino para HOY, es HOY cuando el cristiano de HOY puede predicar este evangelio al inconverso, al incrédulo, al creyente en un falso Dios del día de HOY, porque es HOY que él o ella forma parte de la Iglesia, es HOY que el existe, es HOY que el tiene que cumplir con la gran comisión, ayer el cristiano de HOY no existía, ni existirá mañana.
Ni tu ni yo somos responsables de la proclamación den evangelio de ayer ni lo seremos de la predicación de mañana, eso correspondía a los miembros de la Iglesia de ayer, y corresponderá respectivamente a los miembros de la Iglesia de mañana y lo mismo aplica para el ejercicio de los ministerios.
Teniendo en cuenta todo esto yo cambiaria lo que dices:
Por lo siguiente:
“El evangelio de Dios
ES predicado por aquellos que Dios
escoge y
envía a predicarlo”.
Armando Hoyos dijo:
¿Qué vienen siendo según tu parecer?...
Para mí, si tienen doctrina evangélica son iglesias evangélicas, que proclaman el evangelio, es decir, a Jesucristo como único mediador entre Dios y los hombres, y Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto hecho en su sangre preciosa, a Jesucristo como el puente que cierra la brecha entre Dios y el hombre causada por el pecado, a Jesucristo como Salvador, Bautizador, Rey Venidero y la Sanidad de las Naciones sin segundas y terceras fuentes de revelación adicionales a la Biblia.
Armando Hoyos dijo:
Amigo, la Iglesia la instituyo Dios, la Iglesia es la novia del Cordero, que será desposada; la Iglesia somos todos los que hemos puesto a Cristo por Señor de nuestras vidas, le hemos aceptado como Salvador y tenemos como fuente de su verdad a su palabra.
La Iglesia es por naturaleza evangélica, esa es su esencia y alma, una iglesia que no es evangélica, sencillamente no es la Iglesia sino una impostora o cueva de Satanás. Es evangélica, por tener el evangelio, por anunciarlo, pregonarlo, gritarlo, mostrarlo permanentemente al mundo y el evangelio es Jesucristo.
El evangelio es el testimonio que da la Iglesia al mundo, de que el Hijo de Dios murió por nuestros pecados, y que solo por él llegamos a Dios Padre, ese testimonio es constante, permanente, es HOY.
Dios instituyo a la Iglesia, la esencia de la iglesia es evangélica por tener el evangelio, el evangelio es el testimonio que da la Iglesia al mundo de Jesucristo, si la Iglesia no fuera evangélica, si no tuviera a Cristo, sino lo anunciara, pregonara, gritara, y mostrara permanentemente al mundo; seria cualquier institución religiosa del mundo; pero no LA IGLESIA.
Esto son conceptos sumamente básicos.
Armando Hoyos dijo:
Armando, dime entonces, si no es la Iglesia quien debe predicar el evangelio, las buenas nuevas de salvación, a Cristo el Mesías, ¿entonces quien?: ¿Satanás?, ¿Microsoft?, ¿Papá pitufo y los pitufines?
Si la esencia y alma de la Iglesia es el evangelio, si el evangelio son las buenas nuevas de salvación, si las buenas nuevas de salvación son en esencia que Cristo vino a darnos vida, a librarnos de la muerte y el pecado por su sangre preciosa, ¿Qué es la Iglesia entonces?
Para darte gusto, dejemos que sea la propia escritura que de testimonio de lo que solicitas:
Veamos, hagamos un ejercicio como en la escuelita dominical:
Pregunta #1: ¿Por qué razón la Iglesia de Jerusalén fue esparcida por las tierras de Judea y Samaria?
A. Persecución
B. Estaban aburridos de Jerusalén y fueron de vacaciones
C. Era época de cacería de patos y se fueron a los lagos de Samaria y Judea.
Pregunta #2: ¿Quiénes dice el versículo 1 que se quedaron en Jerusalén?
A. Los apóstoles
B. Dos osos polares
C. Mickey mouse y sus amigos
Pregunta #3: ¿Qué hacían los miembros de la Iglesia que fueron esparcidos por las tierras de Judea y Samaria por causa de la persecución?
A. “…iban por todas partes anunciando el evangelio…”
B. Organizaron una liga de futbol
C. Hicieron una casa club donde jugar dominoes los fines de semana
Armando Hoyos dijo:
A estas alturas, creo que resulta más que evidente para cualquiera que te lea que lo tuyo es más una actitud negativa y prejuicio que producto de la compresión y objetivo juicio de las cosas.
Yo no sé, a cuantos Dios llama para el ministerio. Lo que sí sé, es que no puedo prejuzgar, y que cuando realice un juicio debo hacerlo basando en hechos concretos y comprobables de doctrina y practica para ver si es o no es doctrina evangélica, si es o no es conforme al evangelio de nuestro Señor Jesucristo lo que tal ministro o ministerio enseña.
Lo que yo sé, es que Jesús nos dijo que la mies es mucha y los obreros pocos y que rogáramos al Señor de la mies enviar obreros a su mies; si es el deseo del Señor tener más obreros para la mies que es mucha ¿Cómo entonces luego yo me puedo quejar de que el escuche mi oración y en consecuencia envié más obreros a la mies?
El Señor dijo que los obreros eran pocos, la mies es mucha, debemos orar porque manden más obreros; sin embargo, parece que la oración de algunos es que la mies, que es mucha, se pierda, y que el Señor a pesar de su deseo expreso, no envié a más obreros a recoger la mies… ¿a qué intereses obedece este deseo contrario al del Señor?
Toda la Iglesia está llamada a predicar sea pastor, evangelista, diacono o un creyente, no así, o necesariamente a ministrar, estas mezclando dos (2) temas diferentes.
Armando hoyos dijo:
La doctrina tiene que ser evangélica porque como ya he dicho, es el evangelio la esencia y alma de la Iglesia.
No puede ser musulmana porque la doctrina musulmana no proviene de Dios, así de simple y sencillo, esa doctrina no es evangélica, es decir, su esencia no es el evangelio y por tanto no tiene a Cristo ni lo proclama como el único mediador entre Dios y los hombres y tampoco lo tiene como único Redentor.
Armando Hoyos dijo:
Yo diría más bien, que tal como lo señalo Cristo, es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres, es decir, toda aquella doctrina y pretendida revelación que quieran poner por encima de Las Escrituras; que de alguna forma la mutile, tergiverse, o pretenda anular, debe ser desechada por ser anatema venga de donde venga.
Esta doctrina evangélica a la cual me refiero, es a la del evangelio, es cierto que también se pueden dar desviación doctrinales en iglesias evangélicas, y que como creyentes estamos llamados es a seguir el evangelio de Cristo y no doctrinas que nos alejan de este evangelio; pero la doctrina ciertamente debe ser evangélica, basada en el evangelio de Jesucristo.
Armando Hoyos dijo:
Uso, y pienso que usaré siempre el nombre de doctrina evangélica, porque lamentablemente hoy en día la palabra cristiano no es una palabra que defina la esencia de lo que debe ser un miembro de la Iglesia.
Lamentablemente existen cristianos, que para nada siguen y practican el evangelio, y esta desconexión queda claramente ilustrada en la palabra dada por el Señor:
Mateo 7:21
No puede haber desconexión entre el nombre de Cristo y su evangelio, su mensaje, que es la voluntad de Dios; así de sencillo.
En el ejemplo vemos a “cristianos” que
no eran “evangélicos”, es decir,
no hacían la voluntad del Padre, según nos fue revelada por Jesucristo por medio de su evangelio y fueron rechazados por esa situación.