Como sabeis, el tema de la renovacion me interesa, he puesto un epigrafe sobre lo mismo, creo que el mover del Espiritu es genuino. El caso es que estaba en la pagina de la renovacion carismatica española, y entro en el foro y me encuentro esta "joya" increible....
1. Por lo que dice la monja
2. Y por el "Torquemada" chivatillo de tercera categoria que lo firma (que escribe dando las quejas a no se cuantos curas y frailes). Y pensar que vio de cerca la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Decirme que os parece.
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ATENCION! ES MATERIAL TOMADO DE UN FORO BAJO MI ESTRICTA RESPONSABILIDAD.
Uno, tras varios años de intentar defender la fe católica en multitud de debates en foros religiosos, está acostumbrado a escuchar los argumentos de los protestantes (que yo mismo mantuve durante 8 años y medio antes de mi vuelta a la Iglesia) en contra de la veneración de los santos y sus reliquias. En la medida en que la gracia de Dios me capacita para ello, procuro dar los argumentos tanto bíblicos como de la Tradición a favor de esa preciosa doctrina que es la comunión de los santos y sus "derivados". Pero hay algo a lo que difícilmente podré acostumbrarme nunca. Es a ver cómo algunos que llevan el nombre de católicos e incluso se han consagrado a Dios en la vida religiosa, traicionan la fe de su Iglesia usando exactamente los mismos argumentos que usan los protestantes para atacar la dulía a los santos. En Rumores de Ángeles de Religión Digital se ha publicado la siguiente carta de una monja dominica de Manresa (¡¡Ay si Santo Domingo levantara la cabeza!!) que podría firmar perfectamente cualquier bautista o calvinista de tres al cuarto.
Las reliquias de la pequeña Teresa
Leo con sorpresa, y casi sin creérmelo, la gira maratoniana a la que someterán a la santa de Lisieux, con el objetivo de avivar un nuevo espíritu misionero en la Iglesia. Sé que cuanto voy a decir, incomodará a más de un fiel cristiano, pero no puedo menos, (desde el evangelio y en consonancia con el espíritu de la "pequeña Teresa") que manifestar cuanto me sugiere su ruta por tierras del Estado Español en estas horas "recias" en las que es urgente vivir lo esencial del mensaje de Jesús para anunciar a los hombres y mujeres de hoy, su Buena Noticia de Salvación y liberación integral. Me temo que nos estamos distrayendo de lo esencial, y que estamos buscando recursos piadosillos para atraer a las masas y entretener al personal, mientras evitamos abordar con entereza temas candentes y urgentes que ayuden a forjar personalidades grandes a la luz del Evangelio. Si hay algo que tuvo claro Teresa del niño Jesús, fue que el centro de su fe era unica y exclusivamente Dios, y por ello vivió y murió, legándonos un "caminito" lleno de sabiduría que a tantos hombres y mujeres ha ayudado en la vivencia de la fe. Pero de un tiempo a esta parte veo con tristeza cómo, en la Iglesia, nos estamos volviendo un poco idólatras, buscamos y hacemos dioses a nuestra medida y alcance, y nos empeñamos en tocar las fibras sensibles del pueblo de Dios para que "algunos" detrás de todo, aparezcan como protagonistas, cuando el único protagonista es Aquel que puede salvar. Me imagino que Teresa de Lisieux, se sentiría muy incómoda con este "culto a su persona", porque ella bien conoció y vivió el mandato de "Solo Dios es el Señor, y adorarás sólo al Señor tu Dios."... Lo mismo que me imagino le molestaría, al bueno de Juan XXIII, cuando un día de Pentecostés, la Fiesta, nada más y nada menos que del Espíritu Santo, pasearon bajo un sol de justicia su cuerpo embalsamado por la Plaza de San Pedro. Soy monja contemplativa, como Santa Teresa de Lisieux, y como ella misma lo formuló, en el corazón de la Iglesia somos el amor", por ese amor, no me atribuyo el don de juzgar a nadie, y respeto otros puntos de vista, pero quiero soñar sin pecar de utópica a grado máximo, con una Iglesia (a la que amo) cada vez más evangélica, en la que no existan los amiguismos ni los tráficos de influencia; donde los obispos sean elegidos por su celo pastoral y por su santidad de vida, conforme a las normas y consultas establecidas, y nunca por "devoción" o favor personal de ningún prelado; sueño con una Iglesia servidora de los más pobres, en la que el diálogo con la cultura y el hombre post-moderno sea una realidad, y no un monólogo dogmático de principios y normas morales que no solucionan los problemas de la gente y que dan respuesta a preguntas que nadie se hace. Sueño con una Iglesia en la que sus miembros sean reconocidos por la caridad y el respeto mutuo, y no por pertenecer a tal o cual movimiento; una Iglesia, pueblo de Dios, en donde todos nos sintamos invitados al Banquete en igualdad de condiciones, y no donde unos se comen los manjares deliciosos y los platos suculentos y dejan para los otros las migajas que no quieren ni los perros. Que la pequeña Teresa, que supo que la "uníca indulgencia válida era la del amor", a su paso por España, avive el amor verdadero por el Reino (y no por las añadiduras) de todos los que promovieron su venida, de los que con espíritu sencillo irán a venerarla, y también de los que son responsables de guiar a la Iglesia, para que sean pastores según el corazón de Dios, y no según ninguna ideología, color político o deseo de "perpetuarse en el poder", que siempre ha de ser un camino de servicio, y NUNCA DE HONORES. Teresa de Lisieux, desde el cielo, (y no desde las reliquias), intecede por nosotros, y haz comprender, a los organizadores de tu venida que "no han de buscar entro los muertos a los que viven"; que "NO ESTÁS AHÍ, PORQUE COMO JESÚS, HAS RESUCITADO Y VIVES EN LOS PEQUEÑOS, EN LOS SENCILLOS, EN LOS LIMPIOS DE CORAZÓN" Sor María Lucía Caram Monjas Dominicas Manresa
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No es este el momento de rebatir esos argumentos. Mi pregunta sigue siendo la misma desde hace meses, ¿qué ha hecho mal la Iglesia para que casos así proliferen por todas partes, también desgraciadamente entre el clero y determinados conventos y monasterios? ¿qué no habrá de hacerse para arrancar este cáncer?
Adjunto copia de este mensaje a varios sacerdotes y al padre y fraile dominico Nelson Medina. También a la dirección de email de las Monjas Dominicas Manresanas http://www.dominicos.org/mdroser/
Luis Fernando Pérez
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1. Por lo que dice la monja
2. Y por el "Torquemada" chivatillo de tercera categoria que lo firma (que escribe dando las quejas a no se cuantos curas y frailes). Y pensar que vio de cerca la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Decirme que os parece.
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ATENCION! ES MATERIAL TOMADO DE UN FORO BAJO MI ESTRICTA RESPONSABILIDAD.
Uno, tras varios años de intentar defender la fe católica en multitud de debates en foros religiosos, está acostumbrado a escuchar los argumentos de los protestantes (que yo mismo mantuve durante 8 años y medio antes de mi vuelta a la Iglesia) en contra de la veneración de los santos y sus reliquias. En la medida en que la gracia de Dios me capacita para ello, procuro dar los argumentos tanto bíblicos como de la Tradición a favor de esa preciosa doctrina que es la comunión de los santos y sus "derivados". Pero hay algo a lo que difícilmente podré acostumbrarme nunca. Es a ver cómo algunos que llevan el nombre de católicos e incluso se han consagrado a Dios en la vida religiosa, traicionan la fe de su Iglesia usando exactamente los mismos argumentos que usan los protestantes para atacar la dulía a los santos. En Rumores de Ángeles de Religión Digital se ha publicado la siguiente carta de una monja dominica de Manresa (¡¡Ay si Santo Domingo levantara la cabeza!!) que podría firmar perfectamente cualquier bautista o calvinista de tres al cuarto.
Las reliquias de la pequeña Teresa
Leo con sorpresa, y casi sin creérmelo, la gira maratoniana a la que someterán a la santa de Lisieux, con el objetivo de avivar un nuevo espíritu misionero en la Iglesia. Sé que cuanto voy a decir, incomodará a más de un fiel cristiano, pero no puedo menos, (desde el evangelio y en consonancia con el espíritu de la "pequeña Teresa") que manifestar cuanto me sugiere su ruta por tierras del Estado Español en estas horas "recias" en las que es urgente vivir lo esencial del mensaje de Jesús para anunciar a los hombres y mujeres de hoy, su Buena Noticia de Salvación y liberación integral. Me temo que nos estamos distrayendo de lo esencial, y que estamos buscando recursos piadosillos para atraer a las masas y entretener al personal, mientras evitamos abordar con entereza temas candentes y urgentes que ayuden a forjar personalidades grandes a la luz del Evangelio. Si hay algo que tuvo claro Teresa del niño Jesús, fue que el centro de su fe era unica y exclusivamente Dios, y por ello vivió y murió, legándonos un "caminito" lleno de sabiduría que a tantos hombres y mujeres ha ayudado en la vivencia de la fe. Pero de un tiempo a esta parte veo con tristeza cómo, en la Iglesia, nos estamos volviendo un poco idólatras, buscamos y hacemos dioses a nuestra medida y alcance, y nos empeñamos en tocar las fibras sensibles del pueblo de Dios para que "algunos" detrás de todo, aparezcan como protagonistas, cuando el único protagonista es Aquel que puede salvar. Me imagino que Teresa de Lisieux, se sentiría muy incómoda con este "culto a su persona", porque ella bien conoció y vivió el mandato de "Solo Dios es el Señor, y adorarás sólo al Señor tu Dios."... Lo mismo que me imagino le molestaría, al bueno de Juan XXIII, cuando un día de Pentecostés, la Fiesta, nada más y nada menos que del Espíritu Santo, pasearon bajo un sol de justicia su cuerpo embalsamado por la Plaza de San Pedro. Soy monja contemplativa, como Santa Teresa de Lisieux, y como ella misma lo formuló, en el corazón de la Iglesia somos el amor", por ese amor, no me atribuyo el don de juzgar a nadie, y respeto otros puntos de vista, pero quiero soñar sin pecar de utópica a grado máximo, con una Iglesia (a la que amo) cada vez más evangélica, en la que no existan los amiguismos ni los tráficos de influencia; donde los obispos sean elegidos por su celo pastoral y por su santidad de vida, conforme a las normas y consultas establecidas, y nunca por "devoción" o favor personal de ningún prelado; sueño con una Iglesia servidora de los más pobres, en la que el diálogo con la cultura y el hombre post-moderno sea una realidad, y no un monólogo dogmático de principios y normas morales que no solucionan los problemas de la gente y que dan respuesta a preguntas que nadie se hace. Sueño con una Iglesia en la que sus miembros sean reconocidos por la caridad y el respeto mutuo, y no por pertenecer a tal o cual movimiento; una Iglesia, pueblo de Dios, en donde todos nos sintamos invitados al Banquete en igualdad de condiciones, y no donde unos se comen los manjares deliciosos y los platos suculentos y dejan para los otros las migajas que no quieren ni los perros. Que la pequeña Teresa, que supo que la "uníca indulgencia válida era la del amor", a su paso por España, avive el amor verdadero por el Reino (y no por las añadiduras) de todos los que promovieron su venida, de los que con espíritu sencillo irán a venerarla, y también de los que son responsables de guiar a la Iglesia, para que sean pastores según el corazón de Dios, y no según ninguna ideología, color político o deseo de "perpetuarse en el poder", que siempre ha de ser un camino de servicio, y NUNCA DE HONORES. Teresa de Lisieux, desde el cielo, (y no desde las reliquias), intecede por nosotros, y haz comprender, a los organizadores de tu venida que "no han de buscar entro los muertos a los que viven"; que "NO ESTÁS AHÍ, PORQUE COMO JESÚS, HAS RESUCITADO Y VIVES EN LOS PEQUEÑOS, EN LOS SENCILLOS, EN LOS LIMPIOS DE CORAZÓN" Sor María Lucía Caram Monjas Dominicas Manresa
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No es este el momento de rebatir esos argumentos. Mi pregunta sigue siendo la misma desde hace meses, ¿qué ha hecho mal la Iglesia para que casos así proliferen por todas partes, también desgraciadamente entre el clero y determinados conventos y monasterios? ¿qué no habrá de hacerse para arrancar este cáncer?
Adjunto copia de este mensaje a varios sacerdotes y al padre y fraile dominico Nelson Medina. También a la dirección de email de las Monjas Dominicas Manresanas http://www.dominicos.org/mdroser/
Luis Fernando Pérez
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