UNA BUENA RAZÓN PARA PERDONAR A LOS QUE NOS HAN OFENDIDO

Robespengler

Jesús me salvó
13 Diciembre 2016
14.473
1.134
Perdonamos a los que nos ofenden para que después de morir no nos vayamos al Infierno a encontrarnos con ellos.

Bendiciones.
 
Perdonamos a los que nos ofenden para que después de morir no nos vayamos al Infierno a encontrarnos con ellos.

Bendiciones.
Creo que es todo lo contrario.

Perdonamos para que quién ofende recapacite y no se vaya al infierno si lo declaramos culpable.
 
Perdonamos a los que nos ofenden para que después de morir no nos vayamos al Infierno a encontrarnos con ellos.

Bendiciones.
Mateo 18:35
Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

El contexto es ser entregado al castigo.

Existe esa tendencia en algunos "perdono, pero no olvido". No es así, es perdonar de todo corazón.
 
  • Like
Reacciones: Robespengler
Creo que es todo lo contrario.

Perdonamos para que quién ofende recapacite y no se vaya al infierno si lo declaramos culpable.
Otra buena razón es porque también nosotros también muchas veces ofendemos, y por ende estamos también dentro del grupo que necesita ser perdonado.
 
Opino diferente.
Porque no pensaste mucho lo que dijiste.

El culpable siempre es el que ofende.
El perdonar no es obligatorio.
El ofendido tiene todo el derecho de no perdonar.
Es como que yo le dijera a Dios que si no nos perdona es un mal Dios.
Luego el que Dios nos pida que perdonemos a quines nos ofenden es otra cosa.
Pero de allí a decir que si no perdonamos a nuestros ofensores vamos a ir al infierno es falso completamente.
En todo caso vamos a ir al infierno por nuestras ofensas pero nunca por la de los demás.
Saludos.
 
Perdonamos a los que nos ofenden para que después de morir no nos vayamos al Infierno a encontrarnos con ellos.

Bendiciones.
No perdonamos por miedo. La obediencia nuestras es nuestra respuesta en amor y reconocimiento infinito por la misericordia y la gracia que Dios ha derramado sobre nosotros a traves del sacrificio sempiterno de Cristo Jesus por nosotros. Perdonamos a los demás porque Dios nos ha perdonado. Perdonamos porque Dios nos manda a perdonar. Perdonamos porque no debemos guardar amargura en nuestro corazón (Hebreos 12:15) ni devolver mal por mal (1 Pedro 3:9).

La Biblia habla mucho acerca del perdón, tanto del perdón de Dios a los seres humanos pecadores como del perdón que los seres humanos deben tener unos a otros. Pero no se trata de dos cuestiones separadas y sin relación entre sí, sino que están vitalmente vinculadas. La intimidad con Dios y la limpieza diaria dependen de nuestro perdón a los demás (Mateo 6:12), y nuestro perdón a los demás debe ser un modelo y un ejemplo del perdón de Dios a nosotros. Por lo tanto, esta pregunta es importante.

Dios nos manda a perdonar. Nuestro perdón es seguir el ejemplo de Dios: “Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:32; cf. Colosenses 3:13).

Nuestro perdón debe estar siempre disponible: “Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le respondió: “No te digo hasta siete, sino hasta setenta y siete veces” (Mateo 18:21-22).

Nuestro perdón es modelar la misericordia: “Sean misericordiosos, como también su Padre es misericordioso” (Lucas 6:36; cf. Santiago 2:13).

El requisito de Dios de que los pecadores se arrepientan del pecado no significa que Dios no esté dispuesto o preparado para perdonar. Su corazón está dispuesto, y Él “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). Él ha hecho todo lo posible para proporcionar los medios por los cuales Él puede perdonar: envió a Su Hijo. Debido al sacrificio de Cristo en la cruz, Dios ofrece libremente el perdón.

De la misma manera, nosotros debemos estar dispuestos y preparados para extender el perdón a cualquiera que lo pida (Lucas 17:4). Si estamos verdaderamente agradecidos por nuestro propio perdón, no debemos dudar en conceder el perdón a un ofensor arrepentido, incluso si el mal se repite una y otra vez. Después de todo, nosotros también pecamos una y otra vez, y estamos agradecidos de que Dios nos perdone.

En este punto, es bueno recordar que hay diferentes tipos de perdón. No todo lo que llamamos “perdón” es exactamente lo mismo. Un tipo de perdón logra una reconciliación entre dos partes. El otro tipo de perdón no logra la reconciliación.

Por ejemplo, el perdón de Dios al creyente resulta en la reconciliación entre el creyente y Dios. En 2 Corintios 5:18-19 dice que Dios “nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo… En Cristo, Dios estaba reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados”. Cuando somos salvos, Dios cancela la deuda que teníamos y restaura nuestra relación. En Cristo ahora tenemos una relación favorable con Dios y somos considerados Sus hijos (1 Juan 3:1).

Cuando perdonamos, reflejamos el corazón de Dios, que es paciente y “no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan” (2 Pedro 3:9, NVI). Nuestro Señor no se complace “en la muerte de los malvados”, sino que “se complace cuando se apartan de su mala conducta y viven” (Ezequiel 18:23).

Saludos
 
Porque no pensaste mucho lo que dijiste.
Opino diferente. Yo sí creo que mi frase tiene mucha verdad, sabiduría y validez. Además, lo que vos creás realmente no me interesa. Tus opiniones en este foro para mí son de las que menos valor tienen.

Saludos.
 
Opino diferente.
Está bien.
Podés opinar como mas te guste.
Yo sí creo que mi frase tiene mucha verdad, sabiduría y validez.
Pero no es así.
Además, lo que vos creás realmente no me interesa.
Ya lo se. Ya lo dijiste.
Tus opiniones en este foro para mí son de las que menos valor tienen.
También lo se.
Y también ya me lo dijiste.
Pero yo no te corregí a vos por ser vos sino que corregí tu declaración porque era falsa.
Igualmente.
No es una mala idea pensar mejor antes de confesar algo.