El mundo religioso posee muchos dioses...en todas las naciones existen un variado culto a diferentes divinidades, todas ellas, sustentadas por el adversario.
Aún, en la cristiandad profesante, los hay encubiertos y adornados con un barniz escritural.
En este tema de la transustanciación, y de los adoradores de ostias, es decir, ese grupo de católicos romanistas engañados por el Magisterio de su secta, existe la falsificación vergonzosa de la Obra de la cruz, la cual no es autosuficiente y perfecta, como declara la Escritura, sino que depende de una corredentora, otra deidad tomada de las religiones orientales...ataviada con ropajes espléndidos y corona de la reina del cielo para presentarla más codiciable.
De manera que el camino hacia el encuentro con el Dios de los Hebreos...está lleno de trampas sembradas por el adversario en las cuales los católicos romanistas han caído bien profundo, son pocos los que escapan de este sistema corrompido, llevando el vituperio de Cristo, pues una vez que desertan comienzan los ataques comenzando por su propia familia, y epítetos vulgares, tales como: "Voltearepas", término cuyo significado tiene que ver con la política, cuando un miembro de un partido se pasa al otro bando, pero que es aplicado en el terreno religioso para quienes la luz de Cristo a iluminado las tinieblas de su corazón irredento y han entendido, que no es el Magisterio de la Iglesia, no es el Vaticano, no son la multitud de vírgenes y santos, no es un pedazo de oblea de harina de trigo, sino, leáse bien, Cristo en Persona.
Este es el punto principal, el Hijo de Dios, Jesucristo y Su Palabra Bendita.
Es através de la Escritura que el creyente conoce a Dios. No es a través de un sistema religioso por pomposo o llamativo o antiguo que este sea.
Sino existe la comprobación real por nuestro espíritu, de la existencia del Cristo de las Escrituras, siempre amoroso, paciente, lleno de misericordia y pronto a iluminarnos los muchos "cristos" encriptados en las religiones de los hombres, seguiremos siempre engañados hasta muerte, donde nos espera una sorpresa no pequeña.
Tal fue el caso de doña María, católica fanática, de camándulas y santo rosario diario. Devota de la virgen del Carmén, del Papa de turno, y de todos los santos, no se perdía una misa y las procesiones de la llamada "semana santa" que ejecutan en Abril y comulgaba con frecuencia.
Nuestra amistad se perdió por culpa del celo de su fe. Ella no resistió el hecho que nosotros hubiésemos oído la palabra de Verdad, el evangelio de nuestra salvación y hubiésemos creído en Cristo.
Se torno en enemiga nuestra, aún le escucho decir: "Cómo van a cambiar a la virgen y a los santos y al papa, como si se estuvieran cambiando una camisa".-
No pudimos acercarnos a ella, ni en oración ni por la Escritura...pues hasta la biblia era un tabú para esta clase de fanatismo.
Pero llegó la muerte...y hay se acabó todo su celo...cuando la contemplamos en la Iglesia del cementerio, cuyo cura había sido muy amigo de ella, mi Esposa me hizo notar algo que no había observado...la expresión de su rostro.
Increíble...su rostro transmitía una angustia espantosa, como si hubiese luchado hasta el último instante por escapar de una fuerza superior...sin lograrlo.
La paz y solemnidad que acompañan el rostro de los que duermen en Cristo...estaba ausente de ella.
Nosotros, los redimidos por la preciosa Sangre de Cristo, no dejaremos de denunciar al sistema religioso corrompido del Vaticano, el catolicismo romano, como un pasaporte al infierno.
Natanael1