Re: TEORIA EVOLUTIVA... para la mente del mono.
LA SAGRADA ESCRITURA ANTE LA CIENCIA
Las Escrituras han sido atacadas repetidamente por los escépticos que en vez de valorarlas debidamente se dedican a mirar con lupa algunos pasajes para después denigrar –injustamente como veremos – a la Biblia.
Luz antes del sol.-Fue muy celebrada la crítica a la Biblia porque antes de crear el sol Dios dijo: “haya luz”, la luz es una energía visible; sin ella ninguna forma de vida existiría.
Pero en la naturaleza existen otras fuentes de luz aparte del sol como pueden ser ciertos peces de las profundidades, las luciérnagas o la más recientemente descubierta radiactividad; La luz siempre ha sido un símbolo de la presencia divina: ‘Dios es Luz’ (1 Juan.1: 5).
Se ha de notar que en el original hebreo emplea dos voces diferentes para “luz”, la primera vez usa el término or que significa luz propiamente dicha; podríamos decir “luz de Dios”. la segunda voz referida al sol, es maor o sea “portador de luz”.
En 1905 Einstein demostró que la materia y la energía son equivalentes, pudiéndose intercambiar la una en la otra, deducimos por la Biblia que Dios posee en sí mismo toda la energía de hecho nadie puede ver a Dios por causa de su resplandor: “el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver; a él sea la honra y el imperio por siempre. Amén” (1 Timoteo 6: 16; ver también Éxodo, Cáp. 33).
Puede ser factible que Dios haya transformado una pequeña parte de su energía para crear el universo, pues: “en él [Dios] vivimos, y nos movemos, y somos”. Hech. 17: 28. “Por la fe entendemos que los mundos fueron formados por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía”. Hebreos 11: 3
La Tierra redonda.- Desde una perspectiva exterior a la Tierra ésta se ve redonda: “Dios está sentado sobre la redondez de la tierra, cuyos habitantes son como langostas. Extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar”. Isaías 40: 22.
La vida proviene de la vida.- Gracias a los logros de la ciencia; ya no nos fascina casi nada, y eso que acabamos de empezar, sin embargo, se niega el poder creador a Dios, para dar crédito a las fuerzas ciegas de la materia a sabiendas de que una de las leyes científicas -demostrada por L. Pasteur- más firmemente asentadas es la imposibilidad de la generación espontánea. O sea, que la vida sólo proviene de la vida y nunca de la materia inerte. Esto ha llevado a algunos científicos a postular la teoría de la panspermia es decir, el origen extraterrestre de la vida; así se sacuden el problema de encima, y lo extrapolan a otro lado, sin resolverlo. ¿O aluden veladamente al origen de todo a la Deidad extraterrestre por definición?
La Biblia declara que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, de igual manera quiso el Creador que los animales y el hombre tuviesen grandes similitudes, incluso genéticamente, pudiendo así compartir y disfrutar muchas cosas con ellos pues creó un mundo profundamente interactivo, ya que debíamos ocupar el mismo espacio, disfrutar parecidas condiciones de vida, satisfacer las mismas necesidades de reproducción, alimentación…
Dios colocó al hombre en el Edén en comunión con los animales y las plantas; sabemos hoy que esto supone una terapia eficaz para diversos trastornos mentales y es utilizada en psiquiátricos y prisiones, los internos se mantienen más calmados y disminuyendo los altercados…
Las leyes de la ciencia -demostradas-, no contradicen estos hechos, antes al contrario…
Josué y el sol.- Dice en libro de Josué que el sol se paró. La crítica por este hecho entre los lectores superficiales ha sido muy extendida, sin darse cuenta que el lenguaje de la Biblia es casi siempre popular, pues nadie la hubiese entendido, ni siquiera los científicos -en la biblioteca del Louvre, hay cinco kilómetros de estanterías abarrotadas de compendios científicos que en su día brillaron en las cátedras pero hoy en día están anticuados- hasta épocas bien recientes, si el lenguaje empleado por ella fuese científico. A este respecto el astrónomo y filósofo alemán Kepler, (siglo XVI) -famoso por formular y verificar la tres leyes del movimiento planetario conocidas como leyes de Kepler-, dijo:
“La astronomía enseña a conocer las causas que actúan sobre la naturaleza, y rectifica ex profeso las ilusiones ópticas. La Sagrada Escritura, que enseña las verdades mas sublimes, se sirve de las locuciones usuales a fin de ser comprendida; no es sino por incidente que ella habla de los fenómenos de la naturaleza, y entonces emplea los términos de uso común. Y la Escritura no se habría expresado de otro modo, aunque todos los hombres conociesen perfectamente la causa de las ilusiones o efectos ópticos; porque nosotros, los astrónomos, no perfeccionamos la ciencia astronómica con intención de modificar el uso de la lengua, pero sí queremos abrir las puertas a la verdad, conservando no obstante la misma terminología. Nosotros decimos, con el pueblo: los planetas paran, vuelven… el sol sale y se pone, sube en medio del cielo etc. Hablamos con el pueblo, exprimimos lo que parece que ocurre delante de nuestros ojos, aunque nada de todo esto sea verdadero, no en tanto todos los astrónomos están de acuerdo. Mucho menos debemos exigir a la Escritura sobre este punto, por cuanto es cierto que si ella abandonase el lenguaje ordinario para adoptar el de la ciencia y hablar en términos oscuros, que no serían comprendidos por aquellos que ella desea instruir, confundiría a los fieles sencillos, y no conseguiría el fin sublime que se propone”.
“Supongamos que Moisés, estuviese ya en posesión de todos los conocimientos más recientes en astronomía y geología: ¿no le hubiese sido mucho más perjudicial que útil hablar el lenguaje de Copérnico, Newton, Laplace, Werner…? Ciertamente durante dos mil años nadie le comprendería y sería mal juzgado; y todo eso para dar una satisfacción particular a una generación de sabios pero que ya no dejaría satisfecha a la generación siguiente”.
“En cuanto a la historicidad de ese día más largo, está confirmado por el astrónomo inglés, Sir Edwin Ball, “descubrió que se habían perdido veinticuatro horas de tiempo solar”. (The Harmony of Science and Scripture, H. Rimmer cit. L. Waldvogel en Vencedor em tôdas as Batalhas Casa Publicadora Brasileira Sao Paulo 7ª edición 1968).
“Ya en los anales de Egipto y China hay referencias a ese día. Lo confirma Herodoto, de Grecia. En Méjico se descubrió un documento antiguo, que hace referencia al mismo año en que Josué conquistó Palestina, el cual alude al mismo hecho. (Retorno a la razón, J. Wibbens).
La Escritura dice que el sol se detuvo “casi un día entero”. (Josué 10:13). El tiempo averiguado por los astrónomos son veinticuatro horas. La explicación está en las propias Escrituras otra ocasión en la que el sol se detuvo un poco. Fue en tiempo del rey Ezequías, cuando el reloj volvió diez grados (Isaías 38: 8) lo que corresponde a cuarenta minutos”. Ibíd.
Otra explicación que se suele dar al tema de la parada del sol, es, que pudo ser efecto de la refracción del disco solar en el horizonte, que a menudo se puede ver a simple vista a la puesta del sol; al parecer, lo que vemos no es realmente el sol sino una refracción del mismo. Esta idea parece lógica pues si realmente fuese el sol no podríamos verlo sin protección.
Sea cual fuere la explicación, lo cierto es que la Escritura afirma que hubo intervención divina siendo ésta la Palabra de Dios es lógico que en ella se reflejen hechos sobrenaturales.
Jonás y el pez.- "Porque como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así el Hijo del Hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Mat. 12: 40.
Con ésta y otras declaraciones Jesús corrobora la historia de Jonás como un hecho real.
El original griego del N. T. usa el vocablo k'tos que significa monstruo marino y a veces se ha traducido por ballena lo que ha servido de regocijo a los críticos; ya que estos cetáceos son incapaces de tragar piezas del tamaño de un hombre, por la estrechez de su garganta, -se alimentan de pequeños crustáceos (Krill), calamares, peces y otros invertebrados-, el autor citado indica que las ballenas poseen una cavidad en la cabeza donde almacenan aire para sus inmersiones que puede alcanzar hasta 5m de largo por 2m de ancho por 2 m de alto. Absorben toneladas de agua atrapando enormes cantidades de los animales citados, si atrapan una presa demasiado grande la alojan en ese lugar y después la expele en la playa…
un saludo