Re: “TEOLOGÍA” REMANENTE PARA DESCEREBRADOS
Vi la cuarta bestia, espantosa, terrible y en gran manera fuerte (1ª fase),
la cual tenía unos grandes dientes de hierro (2ª fase);
devoraba y desmenuzaba, pisoteaba las sobras con sus pies (3ª fase), y era muy diferente de todas las bestias que había visto antes de ella;
y tenía diez cuernos (4ª fase).
tenía dientes de hierro (5ª fase)
y uñas de bronce (6ª fase),
que devoraba y desmenuzaba, y pisoteaba las sobras con sus pies (7ª fase, repetición de la 3ª).
Obviamente, tal cosa es una mongolada, pues ni Daniel indica “fases” para su bestia terrible, ni Juan insinúa nada semejante para las suyas.
Te agradezco tu participación. Demuestras con ello que la mejor “erudición” que el adventismo puede “ofrecer” es una pantomima para descerebrados, lo cual confirma contundentemente la sustancia del título de este hilo.
No suelo venir. Mis ocupaciones me lo impiden normalmente.Hace bastante tiempo que no veía tu participación dentro del foro.
Imbecilidades, sectario. Lo de la métrica no es invento tuyo, sino de Shea. Es un cuentecito muy viejo. E inútil. Busca entre tu métrica el decreto para la reedificación de Jerusalén en el otoño de 457 a.C. Va a ser que no, ¿verdad? Lo que necesitas, sectario, es un versículo que afirme que Artajerjes autorizó que Esdras (no otra persona) edificase Jerusalén (no que hiciese otra cosa) en el otoño de 457 a.C. (no en otra fecha). ¿Dónde está ese versículo?Al parecer, tu aseveración, lógicamente, resulta ser incorrecta, ya que, en el epígrafe de «las 70 semenas de Daniel», resumí una de mis investigaciones respecto a las relaciones métricas de la profecía que explican ampliamente que, la posición histórico-gramatical es correcta en su interpretación.
Bueno, sectario, pues muéstranos la “Sola Scriptura” esa del decreto de Artajerjes a Esdras para edificar Jerusalén en el otoño de 457 a.C. Lo escudriñaremos con suma atención para ver si lo que nos cuentas es una milonga (que va a ser que sí).Nuestras interpretaciones, no descansan sobre «supuestos fundamentos técnicos», sino que, nuestra base escritural, radica en torno a una «Sola Escriptura».
Je, je, je. Escribí “importante” entrecomillado. La colección en sí es pura bazofia.Bien hablas de la serie DARCOM, que tanta ayuda nos ha provisto a los que amamos estudiar la Biblia (aunque esté un poco anticuada hoy a la fecha).
¡Claro que me fijo! Me fijo en MUCHAS cosas. Desgraciadamente para vosotros, que la bestia de Apoc. 13 sea como LAS CUATRO de Dan. 7 demuestra que no es ninguna de ellas.No sé si te has fijas que las mismas formas idiomáticas de las bestias de Daniel 7 están reflejadas en Apoc. 13, ¿Qué, impide, pues, que se siga ese mismo patrón daniélico en el texto?
Mi caso demuestra que incluso una persona que estudie mucho la Biblia con vosotros acabará desechando el historicismo y, con él, el adventismo en su conjunto. Comprendo tu pena, pero los ángeles en el cielo se regocijan por esas cosas.Me da mucha lástima ver, cómo alguien que, ha estudiado la Biblia tanto tiempo, use una forma de analizar el texto tan distinta a la que se debiera ocuparse para enfocarnos en el contexto.
¿”Hasta el v. 8”? Yo leo en el vers. 1 “vi subir del mar una bestia”. Te has confundido.es correcto afirmar que el Apocalipsis puede contener quiasmos y paralelismos, ya que, en la literatura hebrea es típico de las profecías, poesías y en las descripciones físicas, mentales, etc. El punto es que, acá, yo veo un hermoso paralelismo, que, pone todo en armonía. Nota, que se habla «la bestia del mar» hasta el v. 8, y hay un patrón dominante: la adoración y la "maravillación" de toda la gente.
A mí no me interesan en absoluto ni tus ensoñaciones ni las de los demás, según tú los llamas, “intérpretes” adventistas. Me interesa única y exclusivamente lo que diga Juan de Patmos al respecto.Por otro lado, mi análisis de Apoc. 13, me ha llevado, indiscutiblemente a un futuro muy próximo. Y, debo reconocer, que la mayoría de los demás intérpretes adventistas, ven, estos acontecimientos a la luz de la historia medieval
Muy bien. Así la describe Juan cuando la ve salir del mar. No dice, por ejemplo, “Y esa bestia, ya en tierra, tenía gran vigor, y causó grandes devastaciones durante 42 meses, pero después apareció un intrépido espadachín que le asestó una herida en el pescuezo”. Así que no. Juan la ve ya herida, y ya sanada cuando la fiera sale del mar, no después. Tu quiasmo y tu vana repetición de los pueriles argumentos de DARCOM se han ido al garete.Vi una de sus cabezas como herida de muerte pero su herida mortal fue sanada (v.3a):
Yo no he dicho que no haya diferencias notables. Me he limitado a constatar que el adventismo, con evidente perfidia, interpreta la “blandura” de los cuernos de cordero de Apocalipsis 13 y de Daniel 8 de forma acomodaticia, deshonesta y tramposa. Y el veredicto es guilty as charged. No hay nada que puedas hacer para esquivar ese nuevo golpe.Hay diferencias notables entre el carnero o el macho cabrío de Daniel 8 con el «therion» que sale de la tierra de Apoc. 13.
Je, je, je. Pues te vendría bien colirio, porque, si no, la bestia terrible tendrá un montón de “fases”. Dividiendo antojadizamente esas imaginarias “fases” según tu “visión”, Dan. 7:7, 19 podría desgajarse así, más o menos:Además, veo, otra vez un paralelismo en el v.11 que indica que la bestia de la tierra tiene dos fases.
Vi la cuarta bestia, espantosa, terrible y en gran manera fuerte (1ª fase),
la cual tenía unos grandes dientes de hierro (2ª fase);
devoraba y desmenuzaba, pisoteaba las sobras con sus pies (3ª fase), y era muy diferente de todas las bestias que había visto antes de ella;
y tenía diez cuernos (4ª fase).
tenía dientes de hierro (5ª fase)
y uñas de bronce (6ª fase),
que devoraba y desmenuzaba, y pisoteaba las sobras con sus pies (7ª fase, repetición de la 3ª).
Obviamente, tal cosa es una mongolada, pues ni Daniel indica “fases” para su bestia terrible, ni Juan insinúa nada semejante para las suyas.
A ver si os aclaráis los herejes. Joelice dice que el imperfecto elalei debería traducirse “habló”, lo cual no es ninguna “acción continua”. Y no, dos verbos en pasado no implican que el segundo suceda temporalmente al primero. Si yo digo: “Comí potaje y bebí vino”, solo un idiota pensaría que mi comida tuvo dos “fases”, en la primera de las cuales comí potaje y en la segunda de las cuales bebí vino. Lo normal es pensar que el consumo de ambos alimentos fue simultáneo en una única comida.Además, los verbos, «ἔχω» y «λαλέω» están en tiempo imperfecto (acción continua en el pasado).
Ni hablar, sectario. Que una bestia tenga cuernos como los de un cordero no implica que “actúe” como un cordero, y que hable como un dragón tampoco implica necesariamente que “actúe” como dragón. Juan no dice “actuó primero como un cordero, pero después actuó como dragón”. ¿Con quién crees que estás tratando? ¿Con algún mindundi de encefalograma plano que se siente en vuestros bancos y diga amén a lo que le hagan tragar? Va a ser que no, sectario. Si fuera cierto el cuentecito de las fases, no te debería costar ningún trabajo mostrarnos un versículo, o un trocito de un versículo, que hablara de las actividades “corderinas” de esa bestia. ¿Dónde está ese pedacito de versículo, sectario? Vuestra imaginación no basta para estas cosas.Los dos expresan continuidad, y, mirándolo a la luz del paralelismo, se aprecia que la bestia tiene dos fases: 1) que actúa como cordero y, 2) que actúa como dragón.
Te agradezco tu participación. Demuestras con ello que la mejor “erudición” que el adventismo puede “ofrecer” es una pantomima para descerebrados, lo cual confirma contundentemente la sustancia del título de este hilo.