Jesús hablaba en parábolas por lo "duros de mollera" que éramos y somos.
Creo que el Evangelio es muy claro al respecto, me vienen a la cabeza muchas ideas al respecto, por ejemplo aquella de que si tu mano es ocasión de pecado, córtatela. ¿Habéis sentido alguna vez que parezca que nuestras tripas tienen inteligencia propia?, uno se acerca a su casa y la cercanía del baño parece activar ese otro "cerebro", que casi parece "insubordinarse", ¿y alguien duda de que tus tripas son tus tripas?, somos uno con nuestras tripas, es indudable, pero la tripa parece ir a su bola en esos momentos cuando "ve" que el baño se acerca, ¿somos dos o somos uno?
Hoy día no somos miedosos como antaño ante Dios y Jesús de hecho es un gran ejemplo de como podemos ser atrevidos ante el Padre sin blasfemar, es decir, ser respetuosos y no ofensivos con nuestro Creador, por tanto seamos atrevidos a la hora de expresarnos.
Nosotros somos subordinados libres de Dios, véase la parábola de los que fueron a la viña a trabajar, elegimos trabajar voluntariamente para Dios, pero cuando trabajamos a todos se nos trata por igual y en Justicia. La Voluntad de Dios es justa, por eso no podemos desviarnos de ella y si lo hacemos usualmente nos irá un pelín mal, pero el margen de libertad es tan elevado que por eso podemos elegir no cumplir su Voluntad y alejarnos del Amor.
Jesús, Hijo de Dios vivo nos lo dice claramente en su oración de Getsemaní, cuando dice con claridad y atrevimiento "Padre, si es posible, aparta de mi este cáliz de amargura", pero añade "no se haga mi voluntad sino la tuya". Dios asume la humanidad en Cristo, ungido y plenamente humano. No somos cristianos si no aceptamos este hecho trascendente, y deshacemos todo el conjunto del Evangelio cuyo trasfondo es enseñarnos que si aceptamos la Voluntad de nuestro Padre seremos como Cristo: hermanos en Cristo, hijos de Dios. Eso es el verdadero y esencial mensaje.
Subordinarnos es un gesto voluntario para el ser humano, pero es que eso no quita que Dios se encarnase. Lo ha explicado muy bien el que trae el Verbo a colación en este hilo, Cristo es la Voz de Dios, por eso lo afirma claramente: "el que me ha conocido a mi, ha conocido al Padre".
En este época moderna podemos asumir que conocemos mucho más de nuestra realidad, física, biológica, universal, pero seguimos sacudidos por el poco avance que ha habido en conocernos a nosotros mismos, lo insondable del ser humano es su consciencia, que le posiciona ante Dios y este mundo, teniendo una diatriba constante en su caminar, que le hace complicarse su existencia.
Dios es ante todo la Consciencia universal y no podemos elegir no ser, somos consciencia, y no diré más, que cada cual saque sus conclusiones acerca de si Dios pudo encarnarse o no.