Veamos ahora la que es posiblemente la primera homilía de la Iglesia. Del Siglo II, y atribuida originalmente al propio Clemente, aunque su autoría es desconocida.
Nos habla de la primera justificación por el bautismo, y la necesidad de justificarnos mediante nuestras obras, huyendo de toda palabrería de "Señor, señor!" o de creernos justificados SOLO por la fe.:
Segunda Clementis
Él mismo dice: al que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre (cfr. Mt 10, 32; Lc 12, 8). Ésta es nuestra recompensa, si confesamos a Aquél por medio del cual hemos sido salvados. ¿Y cómo podemos confesarle? Haciendo lo que dice, no desobedeciendo sus preceptos y honrándolo no sólo con los labios, sino con todo el corazón y con toda la mente. Dice también en Isaías: este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mi (Is 29, 13).
Por tanto, no nos limitemos a llamarlo Señor, pues esto no nos salvará. Dice, en efecto: no todo el que me diga: «Señor, Señor», se salvará, sino el que obre la justicia . Así pues, hermanos, confesémosle con las obras, amándonos mutuamente, no cometiendo adulterio y sin murmurar ni envidiarse los unos a los otros, sino siendo continentes, misericordiosos y buenos.
.. Confesémosle con estas obras y no con las contrarias. No es necesario temer demasiado a los hombres, sino a Dios. Por ello, si vosotros obráis tales cosas, el Señor dijo: aunque estéis reunidos conmigo en mi seno, si no cumples mis mandamientos, os rechazaré y os diré: «Apartaos de mí, no os conozco, ni sé de dónde sois, obradores de iniquidad»
Parece que aquello de Jesucristo:
Y veamos una interesantísima declaración sobre ser "santo" o "Santo"... veamos los Coronados..o aquellos al menos "cerca de la coronación":
Hermanos, luchemos sabiendo que el combate está en nuestras manos y que muchos navegan en los combates corruptibles, pero no todos son coronados a no ser que se hayan esforzado mucho y hayan luchado bien. Así pues, luchemos para que todos seamos coronados. Corramos al camino recto, al combate incorruptible; naveguemos muchos hacia él y combatamos para ser también coronados. Y si todos no podemos ser coronados, lleguemos siquiera a estar cerca de la corona.
Una declaración de Santidad a la Católica en toda regla.!. Por si alguien lo dudaba....
Lucha, combate por la santidad. Nada de "Somos salvos! somos Salvos!". Lo mismo que llevamos viendo ya hace muchos muchos posts en este epígrafe sobre los primeros cristianos que tan generosamente nos ha abierto una colaboradora encantadora.
Dios la bendiga por la oportunidad prestada para nuestro mejor conocimiento del verdadero Evangelio.
Nos habla de la primera justificación por el bautismo, y la necesidad de justificarnos mediante nuestras obras, huyendo de toda palabrería de "Señor, señor!" o de creernos justificados SOLO por la fe.:
Segunda Clementis
Él mismo dice: al que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de mi Padre (cfr. Mt 10, 32; Lc 12, 8). Ésta es nuestra recompensa, si confesamos a Aquél por medio del cual hemos sido salvados. ¿Y cómo podemos confesarle? Haciendo lo que dice, no desobedeciendo sus preceptos y honrándolo no sólo con los labios, sino con todo el corazón y con toda la mente. Dice también en Isaías: este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mi (Is 29, 13).
Por tanto, no nos limitemos a llamarlo Señor, pues esto no nos salvará. Dice, en efecto: no todo el que me diga: «Señor, Señor», se salvará, sino el que obre la justicia . Así pues, hermanos, confesémosle con las obras, amándonos mutuamente, no cometiendo adulterio y sin murmurar ni envidiarse los unos a los otros, sino siendo continentes, misericordiosos y buenos.
.. Confesémosle con estas obras y no con las contrarias. No es necesario temer demasiado a los hombres, sino a Dios. Por ello, si vosotros obráis tales cosas, el Señor dijo: aunque estéis reunidos conmigo en mi seno, si no cumples mis mandamientos, os rechazaré y os diré: «Apartaos de mí, no os conozco, ni sé de dónde sois, obradores de iniquidad»
Parece que aquello de Jesucristo:
..no era ninguna ironía, ninguna, ninguna..¿Oyen nuestros amigos?"SI quieres la Vida Eterna, cumple mis mandamientos"
Y veamos una interesantísima declaración sobre ser "santo" o "Santo"... veamos los Coronados..o aquellos al menos "cerca de la coronación":
Hermanos, luchemos sabiendo que el combate está en nuestras manos y que muchos navegan en los combates corruptibles, pero no todos son coronados a no ser que se hayan esforzado mucho y hayan luchado bien. Así pues, luchemos para que todos seamos coronados. Corramos al camino recto, al combate incorruptible; naveguemos muchos hacia él y combatamos para ser también coronados. Y si todos no podemos ser coronados, lleguemos siquiera a estar cerca de la corona.
Una declaración de Santidad a la Católica en toda regla.!. Por si alguien lo dudaba....
Lucha, combate por la santidad. Nada de "Somos salvos! somos Salvos!". Lo mismo que llevamos viendo ya hace muchos muchos posts en este epígrafe sobre los primeros cristianos que tan generosamente nos ha abierto una colaboradora encantadora.
Dios la bendiga por la oportunidad prestada para nuestro mejor conocimiento del verdadero Evangelio.