Nos dice San Pablo, con gran razón, que por la Fe de Abraham, selló el Dios Altísimo una Alianza perpetua con su Pueblo.
Así, vemos que igualmente por la fe, esta Alianza es renovada y perfeccionada de nuevo con su Pueblo y abierta a todas las naciones como profetizaban los antiguos.
¿La fe de quién es ésta que nos abre las puertas de la Nueva Alianza para que podamos alcanzar ya la Vida Eterna?.
¿Si la fe de Abraham abrió a todo un pueblo a Su Antigua Alianza, la fe de quién nos las abre a nosotros?.
Los primerísimos cristianos lo sabían bien. Como nos lo expresa uno de los mayores conocedores de la Escritura de todos los tiempos:
Como nos dice la Sagrada Escritura, ya no somos esclavos de la Ley. Aquella Ley que por Eva nos esclavizó. Ahora somos hijos de la Mujer libre de ataduras, la de Inmaculada Concepción. Aquella que fué la primera mujer libre por la fe: María.
Y desde entonces, todas las generaciones tenemos nuestra Madre, de la cual somos hijos, y Ella se sonroja de saber:
¿Entienden nuestros amigos evangélicos esto?. ¿Son capaces de alcanzar a ver el tipo de Abraham que por su fe nos abre a la Alianza, que es culminada en el esplendor de los tiempos por la fe de la nueva Eva: María?. Aquella que, por su fe, nos trae la salvación, la Gracia y la Vida: Jesucristo.
¿O no lo ven?
"..y hago Alianza contigo Abraham.."
Así, vemos que igualmente por la fe, esta Alianza es renovada y perfeccionada de nuevo con su Pueblo y abierta a todas las naciones como profetizaban los antiguos.
¿La fe de quién es ésta que nos abre las puertas de la Nueva Alianza para que podamos alcanzar ya la Vida Eterna?.
¿Si la fe de Abraham abrió a todo un pueblo a Su Antigua Alianza, la fe de quién nos las abre a nosotros?.
Los primerísimos cristianos lo sabían bien. Como nos lo expresa uno de los mayores conocedores de la Escritura de todos los tiempos:
"El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; lo que ató la virgen Eva por la incredulidad, la virgen María lo lo desató por la fe"
San Ireneo de Lyon. (S. II)
Como nos dice la Sagrada Escritura, ya no somos esclavos de la Ley. Aquella Ley que por Eva nos esclavizó. Ahora somos hijos de la Mujer libre de ataduras, la de Inmaculada Concepción. Aquella que fué la primera mujer libre por la fe: María.
Pero ¿qué dice la Escritura?: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre». De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Gal. 4,31
Y desde entonces, todas las generaciones tenemos nuestra Madre, de la cual somos hijos, y Ella se sonroja de saber:
"Todas las generaciones me llamarán bienaventurada !! "
¿Entienden nuestros amigos evangélicos esto?. ¿Son capaces de alcanzar a ver el tipo de Abraham que por su fe nos abre a la Alianza, que es culminada en el esplendor de los tiempos por la fe de la nueva Eva: María?. Aquella que, por su fe, nos trae la salvación, la Gracia y la Vida: Jesucristo.
¿O no lo ven?