Sola Fide, predestinación y arminianismo

18 Noviembre 1998
12.218
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blogs.periodistadigital.com
Hace unas semanas estaba hablando con un hermano católico, que sabe bastante de teología protestante, y él me hizo ver algo en lo que nunca antes había reparado. Es la conexión evidente entre el principio del Sola Fide y el predestinacionismo calvinista, al mismo tiempo que la incompatibilidad de ese mismo Sola Fide, tal y como fue planteado por los primeros reformadores, con las tesis arminianas.
Hasta donde yo sé, tanto Lutero como Calvino excluyen cualquier factor humano en la justificación, de forma que la fe es un don de Dios que el hombre recibe para ser justificado sin que éste intervenga para nada. Es un mero receptor de esa fe. Dado ese principio reformado, la lógica consecuencia es pensar que sólo tienen fe aquellos a quienes Dios ha querido dar la fe y, por ende, no la tienen los que Dios no ha querido que la tengan. El arminiano, y espero que cualquier arminiano participante en este foro me corrija si me equivoco, afirma que el hombre debe de dar su asentimiento a la fe. Pero entonces entra el factor humano y el Sola Fide resultante no es el Sola Fide de Lutero y Calvino sino otro en el que la voluntad del hombre interviene para apropiarse de la fe que Dios le da por gracia. Por supuesto el arminiano dirá que esa apropiación de la fe es fruto de la gracia de Dios en el creyente y por tanto, queda salvo el Sola Gratia y, de paso, el Sola Fide. Pero el protestantismo genuino no deja lugar a ninguna intervención humana por mucho que dicha intervención sea fruto de la gracia. El arminiano usa un argumento católico que está ausente en la teología tanto de Lutero como de Calvino y, en ese sentido, no es protestante 100%
He creído que sería interesante el plantearos a los arminianos que deis una definición del Sola Fide en la que digáis si creéis necesario que el hombre haga ALGO para apropiarse de la fe que Dios le da. Si el hombre debe de hacer algo (un acto de su voluntad), entonces, en mi opinión, hay obra y el Sola Fide se va a hacer gárgaras.

Voy a intentar esquematizar lo que quiero decir:

Sola Fide protestante:..................

La fe es don de Dios y el hombre no tiene que hacer nada por apropiarse de ella. Simplemente le es dada y a partir de ahí, él es justificado. Y de ahí se deduce que todo aquel que recibe la fe salvífica ha sido por causa de la voluntad de Dios, mientras que el que no salvo es a causa de que Dios no ha decretado darle la fe salvífica. El sistema teológico es coherente


Sola Fide arminiano (tal y como creo que es. Puedo estar equivocado):...................

La fe es don de Dios pero el hombre ha de asentir voluntariamente para acojer esa fe que le justifica. El asentimiento es motivado por la gracia pero eso no borra el hecho de que el hombre ha de HACER algo con la fe que Dios le da: ha de recibirla y no rechazarla. Por tanto, no es propiamente un sola fide sino un fide más la obra del hombre cuya voluntad acepta esa fe. Eso es doctrina católica, no protestante. De hecho, si el arminiano fuera consecuente con su doctrina base, en mi opinión debería aceptar plenamente la doctrina católica de la justificación por fe y obras.
Es más, quizás alguno podría plantear que de una doctrina de justificación por fe y obras no es incompatible con la doctrina de la predestinación total (los católicos jansenitas fueron una prueba de ello) pero no veo posibilidad de compatibilizar el Sola Fide con la oposición al sistema teológico calvinista.

No sé si soy capaz de explicarme muy bien, pero espero que se me entienda


Por el amor de Dios, intentemos hablar de estas cosas con calma y sin ataques personales

Bendiciones
 
¿El tiempo y la ocasión?

¿El tiempo y la ocasión?

Estimado Luis Fernando

Ya perdí la cuenta del tiempo que no nos comunicamos en este foro, quizás sea el tiempo y la ocasión de recomenzar, por mi parte nunca olvidaré los tiempos en que hacíamos equipo con Elisa, Vistor y Timoteo, hablándoles del Señor Jesucristo a los ateos, Hinduistas, Are Krishna, al inolvidable Anarquista y al antropólogo budista Oscarco, allá en el foro de Ciudad Futura,…..¡Sí han pasado cuatro largos años!

De tu mensaje me gustó la frase, que más me pareció un ruego… ”por el amor de Dios, intentemos hablar de estas cosas con calma y sin ataques personales”. Aquí estoy, listo para comenzar.
…………………..
Luis, creo que sería de gran aporte y un magnifico complemento para lo que aquí pretendemos tratar, que tú nos expusieras la Doctrina Cristiana de la Predestinación tal como, en base a la Escritura, la enseñó Agustín de Hipona y como fue que la Iglesia de roma, conociendo esta enseñanza bíblica de la iglesia de los primeros tiempos, nueve siglos más tarde desechando a Agustín adoptara el escolasticismo de Tomás de Aquino. Hasta donde entiendo no hay ninguna condena o refutación oficial de la Iglesia de roma contra Agustín y su enseñanza. Cito aquí a Boettner:

”Esta doctrina fue sostenida por algún tiempo por la Iglesia Católica Apostólica Romana y dicha iglesia nunca la ha repudiado abiertamente. La doctrina de la Predestinación enseñada por Agustín levantó contra él todos los elementos indiferentes de la Iglesia, y le colocó contra todo hombre que menospreciaba la Soberanía de Dios. Con todo, el prevaleció sobre ellos y la doctrina de la predestinación llegó a ser parte del credo de la Iglesia universal” (ref. 1)

Mi intención no es que nos metamos en la escolástica, sino que los lectores entiendan que cuando se trata de la Doctrina Cristiana de la Predestinación, estamos hablando de doctrina que enseñó y sostuvo con fuerza la Iglesia de los primeros siglos, y que no es un invento tardío atribuible a los Reformadores en especial a Juan Calvino.
Por mi parte, como una forma de calentar motores y también de complemento, pegaré a continuación un artículo simple sobre el Jansenismo que mencionas en tu mensaje.

En cristo
Rogelio



Ref.

1- Lorraine Boettner. “La Predestinación” Libros Desafío CRC Wold Literature Ministries, Grand Rapids (1983), MI, USA. Publicado originalmente por: Presbyterian and Reformed Publishing Company, New Jersey USA. Titulo original “The Reformed Doctrine of Predestination” , Traducida al castellano por Manuel E. Gómez.
 
Jansenismo

Jansenismo, movimiento de reforma religiosa que se dio dentro de la historia de la Iglesia católica, sobre todo en Francia durante los siglos XVII y XVIII. El nombre del movimiento fue tomado del teólogo flamenco y obispo de Ypres, Jansenio, cuyas ideas fueron resumidas en el tratado Augustinus (1640). Basándose en la interpretación más estricta de un aspecto de la filosofía de san Agustín de Hipona, Jansenio defendía la doctrina de la predestinación absoluta. Mantenía que todos los individuos son incapaces de hacer el bien sin la ayuda de la gracia divina; están destinados por Dios para ser salvados o condenados, y al final, sólo unos pocos serán los elegidos.

En este sentido, la doctrina se asemeja mucho a la del calvinismo, y desde el comienzo, tanto Jansenio como sus seguidores fueron acusados de ser protestantes disfrazados. Sin embargo, los jansenistas siempre se declararon católicos, y proclamaban que no era posible la salvación fuera de la Iglesia católica. El jansenismo fue enseñado en Francia, especialmente por el seguidor de Jansenio, Jean Duvergier de Hauranne, conocido como el abad de Saint Cyran, quien también proponía una forma muy austera de piedad y una moral estricta. Estaban absolutamente en contra de las prácticas éticas más tolerantes y de las pomposas ceremonias religiosas, fomentadas por grupos que, en aquella época eran los más influyentes dentro de la Iglesia católica, como los jesuitas.

A comienzos de 1640, el convento de Port-Royal-des-Champs, cerca de París, se convirtió en el centro espiritual jansenista más importante. Asistían muchos nobles, jueces de la capital e intelectuales simpatizantes con el movimiento, a hacer retiros religiosos. Desde el principio, el jansenismo fue víctima de la hostilidad de los jesuitas y también del gobierno francés, que asociaba a sus seguidores con diferentes movimientos políticos de oposición.

En 1653, el Papa condenó cinco tesis relacionadas con la predestinación, dentro del terreno hipotético, defendidas en los escritos de Jansenio. Los jansenistas, liderados por el teólogo y filósofo Antoine Arnauld, apoyado por el monasterio de Saint Cyran, y por el científico y filósofo de la religión Blaise Pascal, se defendieron con fuerzas, declarando que las cinco tesis no provenían de los tratados de Jansenio, al tiempo que atacaban a los jesuitas. Finalmente, en 1713, y como resultado de la presión ejercida por el rey Luis XIV, el Papa, en la bula Unigenitus, condenó otras 101 tesis, que fueron, ahora sí, encontradas en los tratados de un jansenista francés, Pasquier Quesnel. (El rey ya había clausurado Port-Royal-des-Champs y había arrasado su convento en 1709.)


Durante el siglo XVIII, el jansenismo arraigó especialmente entre el clero de las parroquias francesas: cientos de clérigos se negaron a aceptar la bula papal, haciendo un llamamiento para convocar un concilio nacional eclesiástico que estudiara el tema, independientemente de la influencia papal. El movimiento también se expandió a otras zonas de Europa, como España, Italia y Austria. En los ámbitos cortesanos, los jansenistas contaron con el apoyo de los galicanos, a quienes tampoco les gustaban los jesuitas y estaban en contra de la intervención del Papa en los asuntos internos de Francia (véase Galicanismo). Los tribunales civiles defendieron a los jansenistas cuando algunos obispos, apoyados por el gobierno del rey, trataron de negarles los últimos sacramentos. Se produjo un fuerte enfrentamiento político entre los tribunales y el Gobierno durante la década de 1750.

El mayor triunfo de la alianza entre jansenistas y galicanistas se produjo en la década de 1760, cuando los tribunales forzaron la expulsión de los jesuitas de Francia. Después de esto, el movimiento empezó a perder importancia y protagonismo, aunque, sobrevivieron hasta los siglos XIX y XX, pequeños grupos de jansenistas.

Enciclopedia Encarta 2002. ©
 
Estimado hermanos:

Sin la intención de participar intensamente (debido a mi falta de tiempo), aquí dejo unos comentarios.

En lo que a mi respecta puedo ser clasificado como un calvinista de 3 puntos. No me gusta usar antifaces.

Yo pienso que la posición calvinista respecto a la predestinación y preservación de los santos (perseverancia) está firmemente afianzada en la Escritura. No sólo eso, también es lógicamente defendible.

Quizá no parezca importante el hecho de que una posición sea lógica si es verdaderamente bíblica, con lo último bastaría. Pero sí es importante, porque si un sistema de fe no tolera el análisis lógico se convierte en una fe indefendible en ciertos puntos críticos, y el único recurso que queda para su defensa es el emocional.

En el sistema calvinista, si Dios ha elegido al hombre para ser salvo, y si Dios es en verdad soberano, el hombre será salvo y no puede terminar de otra manera. Yo encuentro esta lógica imposible de desafiar.

Lo arminianos (y los luteranos) acusaron a los calvinistas de basar su doctrina de la seguridad eterna más en la razón que en la Escritura.

Es por ello, dicen los arminianos, que los calvinistas consideran la seguridad de la salvación como una consecuencia lógica de su fe en la doctrina de la Elección.

En realidad no tuvieron más remedio que hacer eso, porque si bien aceptaron la predestinación, rechazaron por otra parte la seguridad eterna en el sentido calvinista.

Es por esto que no pueden permitir en su sistema que la doctrina de la seguridad de la salvación sea encontrada en la Escritura, por lo tanto insistieron en que los calvinistas descubrieron la doctrina por medio de un proceso de lógica.

Arminius sostuvo que el hombre tiene libre albedrío en lo que tiene que ver con el arrepentimiento y la fe. Sin embargo, cuando se le preguntaba porqué algunos hombres ejercitaban esa libertad respondiendo afirmativamente y otros lo hacían rehusando la invitación de Dios, él contestaba:

“Es la gracia de Dios obrando en ellos la que los hace responder.”

“¿Entonces, por qué la gracia de Dios no actúa para que todos los hombres respondan?”

“Porque la gracia de Dios es dirigida sólo a aquellos a quienes Dios ve que van a responder.”

Y de esta manera llegamos a la conclusión que la gracia de Dios que produce una respuesta es ejercitada para producir una respuesta, y que ésta produce una respuesta porque es para eso que es ejercitada.

Todos los hombres pueden responder, pero solo algunos lo hacen. ¿Por qué sólo algunos?

“Porque Dios los capacita con su gracia”.

“¿Por qué Dios no capacita a todos los hombres para responder?"

“Porque El extiende su gracia sólo a aquellos que El sabe que lo harán.”

“Entonces, ¿qué es lo que hace la diferencia entre los hombres?”

“La diferencia consiste en su respuesta”.

“¿Y cómo se produce o como resulta esta diferencia?”

“Se produce porque la gracia de Dios capacita a los que responden para responder”.

“¿En qué está basada la capacitación selectiva producida por Dios?”

“En el pre-conocimiento de Dios de cual será la respuesta de aquellos que serán objeto de su gracia”.

La discusión se convierte en eterna y no hay forma de salir de ella.

Sin embargo, la respuesta de Calvin al mismo problema, obvia este razonamiento circular al prevenirlo desde un comienzo, y de esa forma se produce una progresión linear que termina, en mi opinión, en una doctrina fructífera.

Admitimos que la respuesta de Calvin es irracional en el sentido de que está más allá del razonamiento humano el entender qué es lo que predetermina “el puro afecto de su voluntad”. La explicación detrás del “puro afecto de su voluntad” es secreta (Deut. 29:29).

Quiérase o no, la realidad del puro afecto de su voluntad es una verdad establecida en Efesios 1:5, y si comenzamos poniendo fe en esto como la razón por la cual algunos hombres son escogidos, en vez de basar la elección de Dios en alguna cualidad inherente que reside en el hombre mismo, es posible romper o escapar del círculo enfermante de los arminianos y los luteranos. De esta forma se abre la puerta para el progreso por extensión de un argumento lógico.

Por lo ya dicho y otras cosas, yo encuentro que la lógica del calvinismo tiene más sentido. Esta lógica argumenta que si el hombre debe preservarse a sí mismo en su salvación, entonces se convierte en su propio salvador.

Los arminianos vieron esto, por lo tanto tuvieron que rechazar el uso de la lógica para insistir que la discusión se enfocara solo en la Escritura.

Los calvinistas, justo es decirlo, sostienen que su doctrina no necesita depender de la lógica, aunque ciertamente la lógica está a su favor.

Bendiciones en Cristo

Pablo
 
Luis,

La has puesto algo difícil para los arminianos, que tiene que explicar como es que creen en la “Sola gracia y la fe sola” cuando en la practica no parece que la salvación sea ni de sola gracia ni de sola fe ya que el pecador tiene por su propio libre albedrío que hacer una decisión ya que Dios con toda su Omnipotencia jamás podrá vencer la voluntad de un pecador (lo contrario opinan los calvinistas) por lo tanto la salvación según los arminianos no es sola gracia sino 50% gracia y 50% voluntad del pecador. Por lo tanto tiene que explicar como esta eso de la sola fe y la sola gracia.

Saludos
Malcon
 
Luis, el hecho de abrir otro epigrafe sobre este asunto en el foro lo intuyo como mala fe por tu parte.
Comprendo que a ti te complazcan las disputas entre evangélicos por algo tremendamente relativo, pero no es noble.
De aquí la apertura de un nuevo epigrafe a los once o doce abiertos sobre el mismo tema.

Dicho esto dile a tu amigo que puede que conozca mucha teología evangélica, pero es una tontería convertirla en "tontología". Dile que tiene que aprender a razonar.

La fe es un don de Dios. La aceptación de esta fe no es ninguna obra ni tampoco es un mérito. Dime, pero antes reflexiónalo. (Vano consejo)
Un niño al que se le da un regalo cuando lo toma para si, ¿que mérito tiene? Es más, ¿acaso el regalo es el producto de méritos adquiridos? De ser así seria un premio y no un regalo. Si lo miramos desde otro ángulo y se le promete un regalo, si hace tal o cual cosa, éste no será un regalo sino un soborno.

Los teologos católicos se ven obligados a causa de la enseñanza magisterial (que no magistral) católica a convertirse en tontologos y a dejar de reflexionar sobre la realidad para convertirla, lógicamente, en una tontería.

Curiosamente nos has demostrado en otros epígrafes que a ti, Luis, te han liberado de las facultades de pensar y razonar. Desde luego reconozco que el "ser" católico es más cómodo.
Saludos
 
Tobi:
Luis, el hecho de abrir otro epigrafe sobre este asunto en el foro lo intuyo como mala fe por tu parte.

Luis:
Sí, contaba con eso pero si he abierto este epígrafe ha sido sólo después de consultarlo con hermanos evangélicos que me han animado a hacerlo. Mi intención era no hacerlo. Malcom puede dar fe de ello. Pero por otra parte, me dejó tan impactado esta especie de descubrimiento que hice al charlar con el hermano católico del que he hablado en mi primer mensaje, que he preferido no dejar pasar más tiempo. No en vano yo fui arminiano cuando era evangélico y ahora resulta que creo haberme dado cuenta de que el arminianismo es incompatible con el Sola Fide de Lutero y Calvino. Alguna vez había escuchado ese argumento en boca de algún calvinista pero lo achacaba más a las ganas de meter cizaña y hacer chinchar a los arminianos que a un análisis teológico serio y sosegado de las implicaciones del Sola Fide.


Tobi:
Comprendo que a ti te complazcan las disputas entre evangélicos por algo tremendamente relativo, pero no es noble.

Luis:
A mí me complacen los debates serios y ajenos a los insultos y alusiones personales. Este asunto es cualquier cosa menos TREMENDAMENTE RELATIVO. Es decir, no me parece a mí que sea NADA relativo el analizar si todo un sistema teológico como el arminiano es incompatible con el Sola Fide planteado por los reformadores o el comprobar cómo dicho Sola Fide necesariamente conduce a uno de los puntos esenciales del calvinismo: el del decreto de predestinación


Tobi:
De aquí la apertura de un nuevo epigrafe a los once o doce abiertos sobre el mismo tema

Luis:
El tema es similar pero no igual. En principio yo no estoy planteando un nuevo debate bíblico sino una cuestión de coherencia teológica en referencia el principio o lema del Sola Fide. Es decir, creo que desde el Sola Scriptura se puede defender las tesis arminianas. De hecho, como católico estoy mucho más cercano a esas tesis que a las calvinistas. Lo que no veo ahora posible es conciliar el Sola Fide protestante con el hecho de que el hombre haya de hacer algo (su voluntad actúa) para apropiarse de la fe que Dios le regala


Tobi:
Dicho esto dile a tu amigo que puede que conozca mucha teología evangélica, pero es una tontería convertirla en "tontología". Dile que tiene que aprender a razonar.

Luis:
Bien, de momento espero que tú razones y debatas en este epígrafe sin necesidad de usar palabras como "tontología" o dudando de la capacidad de razonar de los que llegan a conclusiones opuestas a las tuyas.
¿Es mucho pedirte eso?


Tobi:
La fe es un don de Dios. La aceptación de esta fe no es ninguna obra ni tampoco es un mérito

Luis:
Que no sea un mérito, no lo discuto en estos momentos. Que no sea una obra, aun realizada bajo el influjo de la gracia, sí lo discuto. El factor humano por el que se acepta la fe es un hecho. El Sola Fide de Lutero y Calvino no dejaba lugar a que el hombre NECESARIAMENTE tuviera que aceptar el don de la fe. Simplemente se encontraba con esa fe y no podía rechazarla. El Sola es auténticamente SOLA porque no depende de que el hombre dé su aceptación a la fe. En la teología arminiana el hombre puede rechazar la fe o puede aceptarla. Es decir, es necesaria la intervención de la voluntad del hombre para recibir el regalo de Dios.


Tobi:
Un niño al que se le da un regalo cuando lo toma para si, ¿que mérito tiene?

Luis:
En principio, ninguno.


Tobi:
Es más, ¿acaso el regalo es el producto de méritos adquiridos? De ser así seria un premio y no un regalo. Si lo miramos desde otro ángulo y se le promete un regalo, si hace tal o cual cosa, éste no será un regalo sino un soborno.

Luis:
Pero no es esa la cuestión. La cuestión es si el niño HA de aceptar el regalo o si puede rechazarlo. El regalo sólo es efectivo cuando el niño lo acepta. Si no, es como si no hubiera existido regalo. Con el Sola Fide de los reformadores no ocurre lo mismo. El que recibe la fe no dice si la acepta o no. Simplemente TIENE YA esa fe que Dios le ha regalado. No tiene libertad para rechazarla de la misma manera que no tenía libertad para asirla cuando no se le había regalado


Tobi:
Los teologos católicos se ven obligados a causa de la enseñanza magisterial (que no magistral) católica a convertirse en tontologos y a dejar de reflexionar sobre la realidad para convertirla, lógicamente, en una tontería.

Luis:
Pero, sin entrar a analizar tu acusación contra el catolicismo, lo cierto es que yo ahora no estoy apelando a teólogos católicos sino a protestantes. Son ellos los que tienen que dilucidar este asunto


Tobi:
Curiosamente nos has demostrado en otros epígrafes que a ti, Luis, te han liberado de las facultades de pensar y razonar. Desde luego reconozco que el "ser" católico es más cómodo.

Luis:
Suponiendo que tuvieras razón, ¿qué es peor? ¿estar liberado de la facultad de pensar y razonar o tener dicha facultad y no usarla para debatir sin necesidad de insultar al de enfrente?

Tú mismo, Tobi

Bendiciones
 
Donde digo "Mi intención era no hacerlo", quería decir "Mi primera intención era no hacerlo"
 
Rogelio:
Estimado Luis Fernando
Ya perdí la cuenta del tiempo que no nos comunicamos en este foro, quizás sea el tiempo y la ocasión de recomenzar, por mi parte nunca olvidaré los tiempos en que hacíamos equipo con Elisa, Vistor y Timoteo, hablándoles del Señor Jesucristo a los ateos, Hinduistas, Are Krishna, al inolvidable Anarquista y al antropólogo budista Oscarco, allá en el foro de Ciudad Futura,…..¡Sí han pasado cuatro largos años!

Luis:
Pues sí. Casi 5. Guardo muy gratos recuerdos de aquella época. Es increíble que haya pasado ya tanto tiempo.


Rogelio:
Luis, creo que sería de gran aporte y un magnifico complemento para lo que aquí pretendemos tratar, que tú nos expusieras la Doctrina Cristiana de la Predestinación tal como, en base a la Escritura, la enseñó Agustín de Hipona y como fue que la Iglesia de roma, conociendo esta enseñanza bíblica de la iglesia de los primeros tiempos, nueve siglos más tarde desechando a Agustín adoptara el escolasticismo de Tomás de Aquino.

Luis:
A ver. Por partes. Cabe diferenciar varios conceptos en lo que comentas. En la historia de la teología cristiana cabe señalar que hay un antes, un durante y un después de San Agustín, especialmente por su influencia en la Iglesia latina. Es claro que la influencia del pensamiento agustiniano entre los "griegos" es menor. Por ejemplo, el concepto que tienen los ortodoxos del pecado original no depende de San Agustín como ocurre con católicos y protestantes. Quede claro que cuando hablo de dependencia de San Agustín no me refiero a que el santo de Hipona sea la máxima autoridad para nadie, sino que sus interpretaciones y estudios de la Escritura han influído mucho en las posteriores interpretaciones tanto de católicos como de protestantes. San Agustín no es infalible ni para el católico ni para Lutero o Calvino. Pero tanto unos como otros reivindican en mayor o menor medida su figura. Y ya que digo esto, diré también que ni Lutero ni Calvino fueron los primeros en usar los estudios bíblicos de San Agustín para elaborar sus propias ideas teológicas.
Aclarado eso, toca señalar que San Agustín mismo no es unánime en su trato de las doctrinas de la gracia y la predestinación. Hay un San Agustín antes de la polémica con los donatistas, y un San Agustín posterior. Pondré un ejemplo muy significativo. Su opinión acerca de lo que enseña 1ª Tim 2,4 varió con el paso del tiempo. En "De spiritu et litt. 22,58" San Agustín defiende que ese pasaje enseña la universalidad de la voluntad salvífica de Dios. Sin embargo, en escritos posteriores su interpretación varía hacia las siguientes interpretaciones sobre ese mismo versículo:
a) Dios quiere que los hombres de todas las clases y estados consigan la bienaventuranza (Enchir. 103)
b) Todos los hombres que se salvan son salvados por voluntad de Dios (Contra Iulianum IV 8,44; Ench 103)
c) Dios hace que nosotros queramos que todos los hombres sean salvo (De corrept. et grat. 15,47)

Es decir, en un momento de su vida San Agustín mantuvo una opinión que es la que después ha tenido éxito entre católicos (y arminianos) y luego otra opinión que es la que mantuvieron los protestantes.
Y como dice el "muy católico" Manual de Teología Dogmática de Ott (que es la fuente que estoy usando):
"No pocos teólogos refieren la exégesis restrictiva de San Agustín a la voluntad consiguiente y absoluta, que no es universal. Sin embargo, la forzada explicación agustiniana hace poner muy en duda el que en los últimos años de su vida haya seguido manteniendo la universalidad de la voluntad salvífica antecedente. Su doctrina sobre la predestinación, según la cual Dios, en su libre beneplácito, elige una parte de los hombre de entre `la masa de los condenados´, mientras no elige a los otros, parece no dejar lugar a una auténtica y seria voluntad salvífica universal"
O sea, como decimos por acá "Blanco y en botella = leche"
Aunque siempre puede ser cola blanca, :D

Dicho eso, también afirmo que la escolástica no es que rechace a San Agustín. Es que aborda los temas desde otra perspectiva. Pero además, antes del nacimiento de la escolástica, ya habían sido rechazadas por el Magisterio católico algunas de las proposiciones que nacían del agustinianismo "extremo" (yo le llamaría agustinianismo posterior o último). Si Boettner tiene razón en algo es en señalar que la Iglesia Católica no ha repudiado nunca abiertamente a San Agustín. Ahora bien, sí ha repudiado algunas de las afirmaciones doctrinales realizadas pora varias escuelas teológicas que eran fundamentalmente dependientes de la teología agustiniana posterior. O sea, con todas las reservas propias a mi condición de católico, diría que a San Agustín se le ha condenado varias de sus tesis no en sus escritos sino en las obras de algunos de sus alumnos que, al fin y al cabo, sólo pretendían ser fieles a esos escritos.
Dicho eso, si ya me parece complejo el debate sobre las diversas intepretaciones de la Palabra de Dios, ¡qué no decir de un debate sobre las interpretaciones de un famoso intérprete de la Palabra de Dios!


Rogelio:
Mi intención no es que nos metamos en la escolástica, sino que los lectores entiendan que cuando se trata de la Doctrina Cristiana de la Predestinación, estamos hablando de doctrina que enseñó y sostuvo con fuerza la Iglesia de los primeros siglos, y que no es un invento tardío atribuible a los Reformadores en especial a Juan Calvino.

Luis:
No, desde luego la doctrina de la Predestinación no es un invento de Calvino ni, en otro orden, de Lutero. Antecedentes históricos ha tenido, sin duda. Ciertamente apenas alguno antes de San Agustín, lo cual no deja de ser llamativo. Pero eso también tiene su explicación. San Agustín evolucionó hacia posturas eminentemente predestinacionistas como resultado de su controversia con el pelagianismo. El servicio que prestó a la Cristiandad en esa controversia es innegable. Como también me parece innegable que para buena parte de la Iglesia, el santo de Hipona se pasó de largo.
 
Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo (Col 2:8)
 
INTERESANTE TEMA

INTERESANTE TEMA

Originalmente enviado por: Luis Fernando
Donde digo "Mi intención era no hacerlo", quería decir "Mi primera intención era no hacerlo"

Muy interesante el tema y ciertamente me propongo hacer alguna contribución, pero deberán tenerme paciencia hasta la semana que viene, pues ahora tengo un fin de semana con mucha actividad en la congregación (recepción de candidatos al bautismo y nuevos miembros, eucaristía mañana por la mañana y escuela dominical por la tarde... como decimos aquí, cartón lleno.

De todos modos, adelanto tres afirmaciones que me propongo defender, si Dios lo permite, todas ellas contrarias a algunas ideas que aquí se han expuesto. ;)

La primera (contra tu tesis) es que no hay inconsistencia entre la doctrina de la justificación por la fe y el arminianismo. Y contra lo que dice el hermano Malcom con su insistencia en el 50 %...

La segunda (contra lo que dice el hermano Pablo S.) que el calvinismo es lógico y el arminianismo no. Por cierto que el calvinismo es lógico; lo cual no quiere decir que su rival no lo sea. Lo que ocurre es que la lógica interna de cada uno depende de sus presuposiciones. Pero como Pablo dice, en el fondo lo que hay que determinar es cuál posición es más consistente con el conjunto de la revelación.

La tercera irá contra la aseveración de mi hermano trasandino Rogelio, que la predestinación (en el sentido que él la sostiene) haya sido "enseñanza bíblica de la iglesia de los primeros tiempos."

Como verás, hay mucho para tratar... y creo que puede ser edificante si nos mantenemos en el amor y el respeto mutuos.

:angel:

Bendiciones en Cristo

Jetonius

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Jetonius:
La primera (contra tu tesis) es que no hay inconsistencia entre la doctrina de la justificación por la fe y el arminianismo

Luis:
Una aclaración. La inconsistencia a la que hago referencia es en referencia a la doctrina del SOLA FIDE (justificación por la sola fe) tal y como fue expuesta por los Reformadores protestantes.
Evidentemente no hay inconsistencia con un sistema teológico, como por ejemplo el católico, que defienda que la fe es absolutamente necesaria para la justificación
 
Re: Sola Fide, predestinación y arminianismo

Originalmente enviado por: Luis Fernando

Sola Fide protestante:..................

La fe es don de Dios y el hombre no tiene que hacer nada por apropiarse de ella. Simplemente le es dada y a partir de ahí, él es justificado. Y de ahí se deduce que todo aquel que recibe la fe salvífica ha sido por causa de la voluntad de Dios, mientras que el que no salvo es a causa de que Dios no ha decretado darle la fe salvífica. El sistema teológico es coherente


Sola Fide arminiano (tal y como creo que es. Puedo estar equivocado):...................

La fe es don de Dios pero el hombre ha de asentir voluntariamente para acojer esa fe que le justifica. El asentimiento es motivado por la gracia pero eso no borra el hecho de que el hombre ha de HACER algo con la fe que Dios le da: ha de recibirla y no rechazarla. Por tanto, no es propiamente un sola fide sino un fide más la obra del hombre cuya voluntad acepta esa fe. Eso es doctrina católica, no protestante. De hecho, si el arminiano fuera consecuente con su doctrina base, en mi opinión debería aceptar plenamente la doctrina católica de la justificación por fe y obras.
Es más, quizás alguno podría plantear que de una doctrina de justificación por fe y obras no es incompatible con la doctrina de la predestinación total (los católicos jansenitas fueron una prueba de ello) pero no veo posibilidad de compatibilizar el Sola Fide con la oposición al sistema teológico calvinista.

No sé si soy capaz de explicarme muy bien, pero espero que se me entienda


Por el amor de Dios, intentemos hablar de estas cosas con calma y sin ataques personales

Bendiciones


Me gustaria antes definir algo:

El término "obras".

Es decir, no podemos pensar que obras puede ser algo tan sencillo como "aceptar", "decidir" o "responder" esto no es correcto.

El dilema biblico es si el hombres es justificado por la "sola file" por la fe sola o por "sus porpias obras de justicia", es decir sus méritos personales, azañas o logros.

Cuando leemos "la fe viene por el oir" tenemos:

1) la emision de algo divino. A saber la fe

2) la decision de alguien por darla o enviarla. A saber Dios

3) la oportunidad de recibir algo, en este caso por el oido. Si, efectivamente el hombre oye.

La participacion del hombre es circunsctrita al oir; Jesús los dice mas clarmamente "mis ovejas oyen mi voz"; luego entonces es claro que no todos son ovejas del Señor y El las conoce, no todos oyen su voz, no todos son de El aunque ciertamente todos tienen oportunidad de "oir".

El oir no es obrar, si fuera si tanto el que oye y cree como el que oye y no cree estarian "obrando" y esto no es así, ni para el uno ni para el otro.

Hasta aqui no hay obras, viene un proceso interno, muy profundo un concepto que no puede ser medido, graficado es muy subjetivo. Me refieor al "creer", el creer con fe o dicho de otro modo:

fe+creer=una respuesta positiva

Tampoco implica la obra de otro que no sea la acción de Dios obrando en el creyente, de un modo semjante a la voz de Cristo llamando a Lázaro.

La escritura nos declara "muertos", sin vida o sin Cristo. Un muerto no puede "obrar", pero de algun modo que no entiendo puede "oir" (el término oir no se refiere meramente al reconocer un sonido) sino de recibir la Palabra de Dios o ser receptor de la Palabra de Dios, ser el objeto o depósito de la Palabra que va y hace para cuanto la envio Dios. Sea para resucitar un muerto fisico o un muerto espiritual. La obra es claro, la obra de Dios, no del hombre.

Ahora una vez creido el hombre es convertido y obra en consecuencia; en obras de justicia en las cuales hemos sido puestos, una vez hemos pasado de muerte a vida.

Antes tal como declara la escritura "estabamos muertos en nuestros pecados y delitos"..."la obras" de un muerto no son sino pudrición, trapos de imundicia aunque tengan apariencia de piedad (pio=limpio), estan contaminadas del pecado del hombre no regenerado. Esas obras no cuentan, no al menos para salvación. Si bien es cierto pueden hablar de la fe de quien las ejecuta y ser esa fe la que ve Dios, el asunto es que finalmente es la fe y no las obras la que cuenta para justificación.

Cuentan nuestras obras si, (de un hombre, mujer o niño regenerado, que vive ahora por el poder de Dios) para la honrra y la gloria de Dios nuestro, los frutos, no son para otro proposito sino el de honrrar a Dios; ahora si que fe y obras son parte de una unidad, antes no.

Un saludo.
 
Oso:
Me gustaria antes definir algo:
El término "obras".

Luis:
¿Sabes si hay una definición bíblica del término obras?


Oso:
Es decir, no podemos pensar que obras puede ser algo tan sencillo como "aceptar", "decidir" o "responder" esto no es
correcto.

Luis:
Pues mira, en Juan 6,28-29 leemos lo siguiente:
Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

Creer es una acción. Es decir, es un acto de la voluntad humana.
En ese sentido, los verbos que tú usas "aceptar, decidir y responder" exigen una actuación humana. Es decir, es el hombre el que acepta, decide y responde. Sin embargo, según la doctrina de Lutero y Calvino (e insisto en alguien me corrija si me equivoco en esto), la fe es dada al hombre sin que él haga absolutamente nada para apropiarse de ella. Y es esa fe la que le justifica sin que medie ni un solo acto de su voluntad.


Oso:
El dilema biblico es si el hombres es justificado por la "sola file" por la fe sola o por "sus porpias obras de justicia", es decir sus méritos personales, azañas o logros.

Luis:
No, eso no es un dilema bíblico ni tampoco es un dilema teológico desde que el pelagianismo fue declarado como herejía y desterrado del ámbito del debate teológico. No hay un solo versículo que enseñe que el hombre es justificado EXCLUSIVAMENTE por sus propias obras de justicia o por sus méritos. Y no sé de ningúna iglesia o denominación rara que enseñe semejante doctrina.
La diferencia entre protestantes por un lado y católicos y ortodoxos por otro estriba en que los primeros defienden la justificación por la sola fe y los segundos la justificación por la fe y las obras (no por las obras sin la fe). El catolicismo enseña que se requiere la voluntad humana para la apropiación de la salvación en Cristo Jesús. También enseña que esa voluntad humana que acepta a Cristo está absolutamente guiada por la gracia de Dios sin la cual ningún hombre podría aceptar a Cristo.
El protestantismo genuino, el de los reformadores del siglo XVI, enseña que la voluntad del hombre no interviene absolutamente para nada en el proceso de su justificación y salvación. Es decir, el hombre se encuentra con la fe que le ha sido dada sin que pueda rechazarla. Por eso el Sola Fide genuino es auténticamente Sola. Porque no deja lugar a que la voluntad del hombre sea la que acabe decidiendo si acepta o rechaza esa fe que se le ofrece gratuitamente. Si se requiere la voluntad humana, como plantea el catolicismo, el Sola Fide no es tal Sola por mucho que se argumente que la gracia de Dios es la que posibilita dicha aceptación. A menos que me equivoque creo que se puede afirmar que si el arminiano dice que la gracia de Dios es la que hace que la voluntad del hombre acepte la fe, tiene que saber que eso es doctrina católica-ortodoxa y no la doctrina del Sola Fide tal y como fue planteada por los reformadores, los cuales excluyeron por completo a la voluntad humana de este proceso.


Oso:
Cuando leemos "la fe viene por el oir" tenemos:
1) la emision de algo divino. A saber la fe
2) la decision de alguien por darla o enviarla. A saber Dios
3) la oportunidad de recibir algo, en este caso por el oido. Si, efectivamente el hombre oye.
La participacion del hombre es circunscrita al oir; Jesús los dice mas clarmamente "mis ovejas oyen mi voz"; luego entonces es claro que no todos son ovejas del Señor y El las conoce, no todos oyen su voz, no todos son de El aunque ciertamente todos tienen oportunidad de "oir".

Luis:
A ver, explícanos como es que dices que no todos oyen su voz pero todos tienen oportunidad de oir. Si todos tienen oportunidad de oir pero no todos oyen, ¿quién o qué es lo que marca la diferencia entre la oportunidad y el hecho consumado? ¿la voluntad de Dios de que unos realmente oigan y otros no? ¿o la voluntad del hombre que decide no querer oir o que, impelido por la gracia de Dios, decide oír y entonces recibe la fe?


Oso:
El oir no es obrar, si fuera si tanto el que oye y cree como el que oye y no cree estarian "obrando" y esto no es así, ni para el uno ni para el otro.

Luis:
Insisto. ¿Porqué unos oyen y cree y otros oyen y no creen? ¿juega algún papel la voluntad de ambos en el hecho de que crean o dejen de creer? ¿o es por una mera elección de Dios que decide quién va a oir y creer y quién va a oír y no creer?


Oso:
Hasta aqui no hay obras, viene un proceso interno, muy profundo un concepto que no puede ser medido, graficado es muy subjetivo.
Me refieor al "creer", el creer con fe o dicho de otro modo:
fe+creer=una respuesta positiva

Luis:
Bien, lo que yo vengo planteando es si se da o no la intervención de la voluntad humana en el proceso de "fe+creer". Yo llamo obra a todo aquello que sea de alguna manera fruto de la voluntad humana. De hecho, lo que vulgarmente se entiende por obras no es sino el resultado visible de una voluntad interna que decide obrar -doy por hecho que todo el mundo entiende que la gracia de Dios es imprescindible para que la obra sea agradable a Él-


Oso:
Tampoco implica la obra de otro que no sea la acción de Dios obrando en el creyente, de un modo semjante a la voz de Cristo llamando a Lázaro.

Luis:
No, eso seguro. Al fin y al cabo, las obras del creyente no son tanto o únicamente suyas como de Dios que actúa en él provocandole tanto el querer como el obrar. Y además, son obras preparadas por Dios de antemano, así que nadie puede gloriarse en algo que jamás habría podido hacer por sí mismo sin la ayuda de Dios y sin que Dios hubiera determinado que debía de actuar de tal manera.
Finalmente podemos decir que por gracia creemos y por gracia obramos


Oso:
La escritura nos declara "muertos", sin vida o sin Cristo. Un muerto no puede "obrar"

Luis:
Un "muerto" sí puede "obrar". Mira el caso de Cornelio, cuyas obras subieron delante de Dios antes de que estuviera en Cristo.


Oso:
pero de algun modo que no entiendo puede "oir"

Luis:
Desde luego, si puede obrar, puede oir. Lo que no puede es aceptar lo que oye sin la gracia de Dios. Y lo que sí puede, según la doctrina católica, es rechazar la gracia de Dios y, como consecuencia, rechazar lo que oye.
Ahora bien, Lutero y Calvino, basándose en su interpretación de la Escritura, afirman que el hombre ni puede obrar ni puede oir, de forma que es Dios el que le hace oír. Y en ese mismo instante es cuando el hombre recibe la fe ya que Dios ha dispuesto que sea así como dicha fe ha de ser recibida. Y una vez que ya tiene la fe, todo está cumplido. No ha tenido que hacer nada para oir, porque es Dios quien le ha abierto los oídos, ni ha tenido que hacer nada para recibir la fe, porque es Dios quien se la ha concedido automáticamente al oir la Palabra. Y de ahí se deduce que los que tienen fe es porque Dios ha querido que la tengan y los que no la tienen es porque Dios no ha querido que la tengan. Porque como no se deja lugar alguno a la voluntad del hombre para recibirla o rechazarla, entonces es imposible escapar del hecho de que Dios ha querido que unos sí la tengan y otros no.


Oso:
Antes tal como declara la escritura "estabamos muertos en nuestros pecados y delitos"..."la obras" de un muerto no son sino pudrición, trapos de imundicia aunque tengan apariencia de piedad (pio=limpio), estan contaminadas del pecado del hombre no regenerado. Esas obras no cuentan, no al menos para salvación. Si bien es cierto pueden hablar de la fe de quien las ejecuta y ser esa fe la que ve Dios, el asunto es que finalmente es la fe y no las obras la que cuenta para justificación.

Luis:
Bien, en mi opinión todo ese argumento se va abajo con Santiago 2,24
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Me dirás que las obras son fruto de la fe y que tal que cual. Me da lo mismo. El caso es que esas obras justifican al hombre. El hombre no es justificado solamente por la fe.
Pero ese es otro asunto. Lo que he planteado en este epígrafe es si el Sola Fide de la Reforma protestante del siglo XVI es compatible con una doctrina que niega la predestinación reformada.


Bendiciones


PD: A partir de mañana sólo entraré una vez en el foro cada día porque nos vamos a las fiestas del pueblo de mis suegros que duran toda la semana. Así que si tardo en responder, esa es la razón.
 
¡QUE SOLA FIDE NI QUE OCHO CUARTOS!

La fe no es lo que nos salva. Si realmente fueramos salvos por nuestra fe, es obvio que podríamos perder esa fe, y junto con ella nuestra salvación.

Importante: La Biblia no dice en ningún lugar que somos salvos por nuestra fe, a pesar de que constantemente suponemos que es así.

Pablo pone especial cuidado en hacernos saber que nuestra fe no nos salva. Lo que nos salva es la fidelidad de Cristo.

Es bien sabido por los eruditos en griego que la palabra “pistis” tiene un significado dual: Fe o Fidelidad.

La Palabra de Dios es bien clara con respecto a esto, a pesar de que la mayoría de las traducciones tienden a nublar esta verdad.

Bultmann dice en su Theological Dictionary of the New Testament, Vol. VI, p. 177: “De acuerdo con la sensibilidad del idioma griego, ‘pistis’ puede denotar no solo la confianza que uno tiene sino también la confianza que uno recibe, i.e., digno de confianza ….. Concretamente ‘pistis’ significa la garantía que crea la posibilidad de confiar, aquello con lo que contamos, la aseguranza de confiabilidad ……. Esto conduce por un lado al sentido de certidumbre, confianza, y por el otro a los ‘medios de prueba’ …………. En particular ‘pistis’ denota la integridad de las personas, fidelidad”.

Notemos por ejemplo Gálatas 2:20:

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe (por la fidelidad) del Hijo de Dios ……”

Hagamos la pausa en la última frase. La fuerza de la costumbre nos lleva a leer: “lo vivo por fe en el Hijo de Dios”.

En realidad Pablo está diciendo que no vivimos por fe en el Hijo de Dios, sino por la fidelidad del Hijo de Dios.

El griego dice “pistei zo te tou huiou theou”. Según Dana y Mantey, en su Manual de Gramática del Nuevo Testamento, sección 122, basados en lo que es llamado el dativo instrumental, es correcto decir que lo que vivimos lo vivimos gracias a la fidelidad de Jesucristo.

Este no es un caso aislado. Pablo subraya esta verdad en varios lugares.

Gálatas 2:16 es otro ejemplo:

“sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por [griego ‘alla’, seguido por el genitivo] la fidelidad de Jesucristo ….” --- el resto del verso vuelve a repetir, y es correctamente traducido si decimos: “para ser justificado por medio de la fidelidad de Cristo”.

Lo mismo sucede en Gálatas 3:22 (griego ‘ek’, seguido del genitivo), donde “por la fe en Jesucristo” debió traducirse “por la fidelidad de Jesucristo”.

En cada caso es la fidelidad de Cristo y no la perseverancia del creyente, la base para la eterna seguridad de los cristianos.

El Nuevo Testamento abunda en este principio.

Noten Romanos 3:22. Aquí la justicia de Dios no nos es imputada como resultado de nuestra fe, sino más bien, la correcta traducción sería, “la justicia de Dios que es por medio [dia] de la fidelidad de Jesucristo”.

En otras palabras: “gracias a la fidelidad de Jesucristo”.

Otra vez, en Filipenses 3: 8,9 encontramos lo mismo:

“y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por [dia] la fidelidad de Cristo, …..”

Reitero, la fuerza de la costumbre nos hace leer estos pasajes como que hablan de nuestra fe en Cristo.

Estre las traducciones que se acercan más a los originales mencionamos: The Berkeley Version –------ Wesley’s Version (titulada “ Explanatory Notes on the New Testament”) ----- The Holy Bible in Modern English, de Ferrar Fenton ------ the Concordant Version ------ Young’s Literal Translation of the Bible.

Lo que es reconfortante en todo esto, es que si bien nuestra fe puede fallar y falla, su fidelidad está firme. El no se puede negar a sí mismo.
 
Una convicción

Una convicción

Hola Luis

Soy ajeno a "Sola Fide o Sola Gratia" o como se le llame. No tengo ni idea. He leído tu escrito, lo encuentro bueno y muy pegado a la letra o doctrinal. Doctrinas, que son -a mi jucio-, resultado del imperio religioso, que a gobernado por años y siglos.
Quizás, lo que te diga, no entrará en los parametros intelectuales y doctrinales que tu tienes.
Lo que yo tengo, no es doctrina o enseñansas heredadas por familiares o por profesores de colegio lo que tengo, vino hacer un resultado de la experiencia espiritual que experimenté hace algunos años atrás. Doctrinas, que bien tu sabes, son enseñanzas. Dependen mucho lo que te han enseñado, sea por tus padres o por educadores católicos o protestantes. Yo tuve una experiencia espiritual.
Por eso, mi tónica no es entrar en discusiones doctrinales, sino, en las experiencias espirituales y por ende, sobrenaturales que cada persona haya tenido. Obviamente, muchos pueden tener experiencias sobrenaturales, pero lo cierto, es que el Espíritu te guiará a la verda, esa verdad es una sola, esa verdad resulta ser el único mediador entre Dios y los hombres, como bien tu has captado, me refiero a JESUCRISTO.
Te relataré una de las experiencias que he tenido, pero, te pido que leas o te acuerdes, de Hechos 2.
Junto, a otros cristianos (7), concordamos después de una reunión tener una noche o vigilia de oración.
Siendo, pasado de las 0 horas, nos pusimos a orar. Pienso, que despues de una o dos horas (Ya que no estaba controlando o midiendo el tiempo de oración) , estábamos todos orando en otros idiomas, idiomas que no eran entendible a nuestro lenguaje. Idioma distinto que hasta el día de hoy hablo, y sin entenderlo. (Hablarán nuevas lenguas) La pieza estaba practicamente a oscura, yo me paseaba orando de esquina a otra (Como muchos lo hacen), hablando en un idioma distinto al mío, idioma que desconocida, mientras me psaeaba (NO sé lo que los demás hacían, la pieza estaba a oscura)
En un momento, las lenguas sobrenaturales que expresabamos todos o casi todos (No lo sé), yo al menos lo expresaba, se pusieron a expresarse más fuerte, no en grito, la verda, no sé como decirlo, pero tales lenguajes eran muy distintos a los que estabamos expresando en ese momento. el ambiente se volvió raro, poco común, sobrentarual. Hasta, que salió una voz entendible a nuestros oídos, no era una voz vacilante, no era una voz común y corriente de hombre, esa voz dijo: "YO SO JEHOVÁ Y TENGO PODER SOBRE USTEDES". Yo estaba moviendome de esquina a otra esquina en medio de la habitación, hablando en idiomas extraños, pero, cuando escuche esa voz y antes que terminara, caí de rodillas al suelo y me puse hablar en otras lenguas extrañas, las cuales eran super potente, para describirlo de una manera. Mientras hablaba esas lenguas extrañas y sobrenaturales, nunca perdí mi conciencia de la realidad, sólo experimentaba los hechos, dentro de mi realidad humana.
Dios se expresó, porque él quiso expresarse. Ese día, nos juntamos a orar con el fin de que Dios repartiera sus dones espirituales. Nos propusimos, dentro de nuestra realidad de madurez espiritual de ese tiempo, que los dones espirituales fueran una realidad en la iglesia.
Yo no creo en Dios por herencia doctrinaria, no me interesa conocer todas las doctrinas, sean cuales sena las religiones.
Yo creo en Dios y en Jesucristo, por experiencia. Dios sabe, que por años fuí ateo, y que la única manera de convencer -por la gracia de Dios- a un hombre así, es por una experiencia.
Todos los amigos que tuve, por lo menos más de 10, aceptaron a Cristo. D esos diez, sólo perseveran dos. El último en creer, fui yo.
Tengo mucha historia que contar, pero no a base de doctrina, sino ha experiencia.
Pablo, como muchos otros, se convirtieron al cristianismo por la experiencia vivida, de esa experiencia surge la fe. La fe, es algo que sólo Dios te da.
Amigo Luis, la doctrina mata, el Espíritu y la experiencia con él da vida. Hay que renunciar a la religión, sea cual sea, y creer que hay un sólo mediador entre Dios y los hombres. Hay que renunciar a las distintas religiones y a sus tradiciones, y aceptar, que hay uno sólo que nos puede unir a Dios verdaderamente, JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS.
Saludos.
 
Buenos días.
Esto de levantarse un lunes por la mañana y encontrarme con alguien a quien creía protestante diciendo...

¡QUE SOLA FIDE NI QUE OCHO CUARTOS!
La fe no es lo que nos salva. Si realmente fueramos salvos por nuestra fe, es obvio que podríamos perder esa fe, y junto con ella nuestra salvación.
Importante: La Biblia no dice en ningún lugar que somos salvos por nuestra fe, a pesar de que constantemente suponemos que es así.
Pablo pone especial cuidado en hacernos saber que nuestra fe no nos salva. Lo que nos salva es la fidelidad de Cristo.



........la verdad es que impresiona.

Mira, Pablo, a mí me parece muy bien que pienses lo que quieras, pero el protestantismo evangélico deja de ser lo que es sin la doctrina del Sola Fide. Para Lutero, y cito a José Grau, la doctrina de la justificación era «el artículo de fe que indica si una iglesia está en pie o cae ("articulus stantis et cadentis ecclesiae").
Es decir, si niegas el Sola Fide podrás decir que eres cristiano pero no protestante.
Por otra parte, el pretender a estas alturas que TODAS, ABSOLUTAMENTE TODAS las traducciones de la palabra pistis han sido erróneas en esos versículos que has citado me parece una barbaridad



Froimovich, dices:
Soy ajeno a "Sola Fide o Sola Gratia" o como se le llame. No tengo ni idea"

Ok, muy bien, pero en este epígrafe estamos tratando de ese asunto. Si no no tienes ni idea puedes leer lo que acá se escriba para enterarte un poco.
Y si no te interesa, pues entonces no te preocupes que a nadie se le va a obligar a participar en un debate sobre un tema en el que no tiene ningún interés

Me dices:
Quizás, lo que te diga, no entrará en los parametros intelectuales y doctrinales que tu tienes.

Te comento:
Ya estoy acostumbrado a escuchar cualquier cosa que se me diga

Me dices:
Lo que yo tengo, no es doctrina o enseñansas heredadas por familiares o por profesores de colegio lo que tengo, vino hacer un resultado de la experiencia espiritual que experimenté hace algunos años atrás

Te respondo:
Y yo respeto mucho tu experiencia personal pero déjame que te diga que no puedo considerar las experiencias personales como la regla de fe que determina lo que es o no es ajustado a la Palabra y la voluntad de Dios.
Yo procuro no debatir jamás sobre experiencias espirituales porque eso es entrar en un ámbito etéreo donde pueden mezclarse fenómenos con un origen auténticamente divino con fenómenos cuya procedencia es sospechosa. Es decir, un musulmán sufí también puede contarnos experiencias místicas y lo mismo alguien que practique la medsitación trascendental. De hecho yo conozco casos de personas que han hecho viajes astrales y dicen haberse encontrado con Cristo. Y te aseguro que no son cristianos.
Por tanto, desde el respeto a tu experiencia personal te digo que para un protestante la norma de fe es la Biblia y no sus experiencias. Por mucho que hayas tenido un encuentro real con Cristo, y digas que la doctrina mata y el Espíritu da vida, lo cierto es que la Palabra de Dios es clara:
2ª Juan 9
Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.

Hasta la noche o hasta mañana

Bendiciones
 
Originalmente enviado por: Luis Fernando

Mira, Pablo, a mí me parece muy bien que pienses lo que quieras, pero el protestantismo evangélico deja de ser lo que es sin la doctrina del Sola Fide. Para Lutero, y cito a José Grau, la doctrina de la justificación era «el artículo de fe que indica si una iglesia está en pie o cae ("articulus stantis et cadentis ecclesiae").
Es decir, si niegas el Sola Fide podrás decir que eres cristiano pero no protestante.
Por otra parte, el pretender a estas alturas que TODAS, ABSOLUTAMENTE TODAS las traducciones de la palabra pistis han sido erróneas en esos versículos que has citado me parece una barbaridad


Por algo me llaman Pablo "The Barbarian".

Bendiciones

Pablo Sola Gratia

PD: Vuelvo con más comentarios pronto.
 
¡LIBRANOS DE LAS EXPERIENCIAS!

¡LIBRANOS DE LAS EXPERIENCIAS!

Misticismo es la idea de que el conocimiento directo de Dios se logra a través de la intuición personal, subjetiva. Se busca una experiencia aparte o contraria a las verdades históricas e independiente de la revelación divina objetiva.

Es debido a esta clase de lenguaje por parte de líderes evangélicos, que la gente se aleja de la verdad de Cristo para perseguir experiencias paranormales, fenómenos sobrenaturales, y revelaciones especiales, como si la Biblia no fuera suficiente para todas las cosas de la vida.

¿La experiencia es superior a nuestros razonamientos? Esto es interesante. En realidad esta clase de misticismo irracional y anti-intelectual es la antítesis de la teología cristiana, y ha invadido nuestras iglesias. La experiencia personal y los sentimientos individuales han reemplazado la sana interpretación bíblica.

Esta es una posición muy peligrosa. No solamente socava la integridad y la autoridad bíblica al implicar que se debe buscar una experiencia personal más que un entendimiento de la Escritura, sino que en muchos casos iguala las revelaciones “privadas” y las opiniones personales con la eterna verdad de la Palabra inspirada por Dios.

Por lo tanto esta aproximación mística deshonra a Dios y exalta al hombre, y lo que es peor, lleva a la fatal ilusión de que el error es verdad.

Esta es la razónn del porqué existe en algunas iglesias (demasiadas) un clima teológico que es altamente intolerante hacia la doctrina precisa y sana exégesis bíblica.

Es muy popular hoy en día hablar despreciativamente de doctrina, de estudios bíblicos sistemáticos, de buena exégesis, o simplemente de la presentación lisa y llana del evangelio.

La persona que evita estudiar doctrina porque piensa que es muy técnica o impráctica ha abdicado su responsabilidad bíblica.

Somos llamados a hablar con la autoridad de Dios, Y NADIE PUEDE HACER ESO SI NO CONOCE LA DOCTRINA DE CRISTO.


Resumiendo


El misticismo no distingue la diferencia entre la realidad y la fantasía. Mezcla la natural con lo sobrenatural.

Busca una experiencia emotiva pero no busca lo que la Palabra enseña.

Algunos hablan de teología como si fuera una mala palabra.

En realidad teología es el conocimiento de Dios revelado en su Palabra.

Isaías nos invita a que razonemos juntos.

Isaías 66:2 dice que Dios favorece al que es pobre de espíritu y que tiembla a Su Palabra (Palabra de Dios).

Filipenses 1: 9,10 nos invita a tener discernimiento y conocer nuestra Biblia.

Dios desea que conozcamos la Biblia. No valora la ignorancia. Dios no exalta al que rehusa aprender, o entender.

2 Pedro 1:5 dice que debemos añadir a la fe, virtud, y a la virtud conocimiento.

Jesús pidió a Dios Padre: "Santifícalos en tu verdad; TU PALABRA ES VERDAD.

Nadie puede ser santificado (perfeccionado en su vida cristiana) aparte de la Escritura.

Las experiencias no santifican a nadie. Sin la Palabra no hay proceso de crecimiento.


PD: Si usted desea tener todas las experiencias que quiera, puede hacerlo, pararse de cabeza si quiere. Pero no critique a los que nos basamos en la realidad de la Palabra de Dios.
 
Buen escrito Pablo,

Despreciar la doctrina es despreciar a Cristo mismo por mas amen que griten. La doctrina de un Cristiano es la misma doctrina que Cristo predicaba y que dejo plasmada en su Palabra y nada mas. Muchos se admiraban de ella (Lucas 4:31) muchos nos admiramos hoy de ella pero lamentablemente mucho odian la doctrina. Es como una paradoja aman a Cristo pero desprecian la doctrina y todo por el deficiente evangelismo de hoy. Solo Dios sabe en que va a parar todo esto, la Biblia y la predicación es menos leída cada día o suprimida por la psicología modernista, por lo tanto el conocimineto de la verdad es suprimido y menoscabado. Claro, no todas las iglesias o mas bien congregaciones (pues hay unas que ni son consideradas como iglesias sino como asociaciones religiosas) han traspasado la Gloria de la iglesia que es la misma antigua, apostolica y no modernista copn añadiduras. Pero no quiero ser intolerante Dios tiene su pueblo en cualquier lugar.

Bendiciones
Malcom