Hola Hermana Maripaz:
Por cuestión de manejo de información y por deferencia, he puesto aparte esta respuesta:
Dices 25-06-2000 14:57):
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Francisco Javier, así creía el escritor de la epístola a los Hebreos con respecto al sacrificio de Cristo que conmemoramos en la Santa Cena, partimento del pan o eucaristía.
Así dice la Palabra de Dios:
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo HECHA UNA VEZ PARA SIEMPRE. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; PERO CRISTO, HABIENDO OFRECIDO UNA VEZ PARA SIEMPRE UN SOLO SACRIFICIO POR LOS PECADOS, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque CON UNA SOLA OFRENDA HIZO PERFECTOS PARA SIEMPRE A LOS SANTIFICADOS.(Hebreo 10:10-14)[/quote]
Hermana mia: Esta cita no está completa, la cita completa dice así:
<<Por esta voluntad, pues, somos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo hecha una vez sola.
Y así en lugar de que todo sacerdote de la antigua ley se presenta cada día, por mañana y tarde, a ejercer su ministerio y a ofrecer muchas veces las mismas víctimas, las cuales no pueden jamás quitar los pecados, este nuestro sumo sacerdote (Jesús) después de ofrecida una sola hostia por los pecados (su propio cuerpo y sangre en la cruz), está sentado para siempre a la diestra de Dios, aguardando entretanto lo que resta, es a saber, que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.
Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que ha santificado.>>
Está en negritas quienes son los sacerdotes que hacen los sacrificios de esta forma: SON LOS SACERDOTES DE LA ANTIGUA ALIANZA. Las víctimas que ofrecen son corderos, tórtolas, reses etc. Además, toda ofrenda y alianza se tiene que sellar con sangre:
Heb. 13-15<<Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la ternera sacrificada, esparcida sobre los inmundos, los santifica en orden a la purificación legal de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por impulso del Espíritu Santo se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas de los pecados, para que tributemos un verdadero culto al Dios vivo?
Y por eso es Jesús mediador de un nuevo testamento, a fin de que mediante su muerte para expiación aun de las prevaricaciones cometidas en tiempo del primer Testamento, reciban la herencia eterna prometida a los que han sido llamados de Dios.>>
Los sacrificios hechos en la antigua alianza son prefigura del sacrificio de Jesús, el cordero inmaculado, sin defecto, que entró al santuario celestial con su propia sangre, como sello de la nueva alianza, para rescatarnos de la muerte. Pero el poder de Dios no está limitado como ustedes creen, ya que tiene una dimensión eterna. Fíjate que en el párrafo marcado con negritas habla de las prevaricaciones cometidas antes de su muerte. ¿Por qué?: Por que para Dios el tiempo no tiene el mismo sentido que para nosotros. Abrahan, Isaac, Jacob, avidd, Salomón, Elías y muchos más son justos a los ojos de Dios antes del sacrificio de Jesús en nuestras coordenadas de tiempo y espacio.
Ap. 13, 8 <<Y así lo adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos, digo, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la vida del Cordero, que fue sacrificado desde el principio del mundo.>>
Por eso es que los que confiaron en Dios antes de la manifestación de Cristo son justos, solo la sangre de Jesús justifica; luego entonces, este sacrificio ocurrió una sola vez aquí en la tierra, PERO TIENE UNA DIMENSIÓN ETERNA EN EL CIELO. De otra manera no sería posible encontrar salvación en el Santo nombre de Jesús, porque para tener salvación, tenemos que cubrirnos con la sangre preciosa de la nueva alianza.
El Sacrificio de Cristo en la cruz fue único y suficiente para expiar los pecados de todos, y no se le puede repetir. Pero hay más sobre el sacrificio de Jesucristo. Es más preciso decir que su muerte aconteció una sóla vez y no volvió a repetirse. Pero veremos que la misa revive, reactualizando (hace presente de nuevo) el Sacrificio. Jesús no muere pero la misa es un verdadero sacrificio que aplica a los hombres los frutos del calvario. Es una actualización sacramental de este mismo sacrificio.
La Última Cena sucedió durante la fiesta de la Pascua (Mc 14, 1). Jesús hubiera podido celebrar la Cena otro día, pero lo hizo durante esta fiesta. Y le dio un nuevo sentido. Para entender la Última Cena (Misa), tenemos que saber qué hizo Jesús.
La Pascua se celebraba cada año. Todavía la celebran los judíos. Es la conmemoración de la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. El ángel de la muerte pasó por encima de cada casa que fue untada con la sangre de un cordero. Después la familia comió el cordero. No fue suficiente untar el dintel de la casa con la sangre. Tuvieron que comer: Y aquella noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura (Ex 12, 8). El cordero tuvo que ser sin defecto (v. 5) como prefigura de Jesús, el Cordero de Dios (Jn 1, 36) quien también es sin mancha. En esta celebración Dios realizó una alianza, un pacto con su pueblo.
En Exodo 24, 7-8 se narra que Moisés roció el pueblo con la sangre del cordero para sellar este pacto.
Ahora Jesús celebró esta misma fiesta pero la transformó. Es su sangre la que salvaría de la muerte del pecado, LA SANGRE DEL CORDERO DE DIOS. El pan que se usa en la fiesta de Pascua (y en la misa) es pan sin levadura (Mc 14, 1). Con el pan en sus manos, Jesús dijo: Esto es mi cuerpo. Recordemos lo que ya hemos dicho sobre el capítulo seis de Juan, el discurso de Jesús sobre comer su cuerpo se dio cercano a la Pascua (Jn 6, 41). Se puede ver en ésto el vínculo entre el discurso y la celebración de la Última Cena. Esto es mi sangre del nuevo pacto (Mc 14, 24 y 1 Co 11, 25) alude al Antiguo Pacto de Éxodo 24.
Entraban en la celebración de Pascua más de una copa de vino, como vemos en Lucas 22, 17-20. Si hoy celebraras la Pascua con una familia judía, la celebrarán con cuatro copas. La primera copa se llama la Kadush. La celebración verdaderamente comienza con la segunda copa que se toma después de recitar el Salmo 113. La tercera copa es la copa de bendición que se toma después de dar gracias y orar sobre el pan y cantar el Hallel (Salmos de alabanza 114-118). En Marcos, Jesús canta estos salmos pero no concluye con la cuarta copa que se llama la copa de consumación. El Evangelio de Lucas ha cambiado un poco el orden de las palabras de Jesús. Se reconoce por todos los eruditos de la Biblia que Lucas se basó en el Evangelio de Marcos. Si no, parece que Jesús se contradice. Para más sobre las cuatro copas y cómo los judíos celebraban la Cena Pascual ver cap. 15 de La Plegaria Eucarística, Luis Maldonado, pp. 166-170.
Fue la tercera copa de vino que Jesús cambió en su sangre. Así Pablo identifica la copa de bendición con la Eucaristía en 1 Co 10, 16. Él dijo algo que hubiera sorprendido a los apóstoles: no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios (Mc 14, 25). Qué sorpresa para los Apóstoles, porque ellos sabían que todavía quedaba otra copa en la fiesta pascual, pero Jesús no la tomó. ¿Dónde está la última copa para terminar la fiesta de Pascua? La fiesta que Jesús celebraba en la Última Cena no había terminado. Le daría otro sentido a "la copa" y a la fiesta.
En Marcos 14, 36 Jesús dijo: Padre aparta de mí esta copa. Aquí está la otra copa de la cual Jesús habló: La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? (Jn 18, 11). Es el sufrimiento y muerte en la Cruz. La celebración de la Última Cena continúa en la Pasión del Señor. El Calvario terminaría la Pascua (y la Cena). Sería un sólo acto de Sacrificio Pascual. El Calvario representa el sacrificio del Cordero perfecto. La túnica que llevaba Jesús era como la que usaba el sacerdote judío para los sacrificios en el templo (Jn 19, 23). Él es el Sacerdote Supremo.
En el camino al calvario los soldados le ofrecieron vino a Jesús (Mr 15, 23) pero no lo tomó. Había dicho que no tomaría hasta aquel día cuando lo bebería en el reino (14, 25). Luego en la cruz Jesús dijo: Tengo sed. ¿Será que de repente Jesús tenía sed? No. Hacía horas que estaba sufriendo de sed por la pérdida de sangre (y en un clima de desierto). Pero ahora en la cruz Él quiere terminar la Última Cena (la última copa de la Pascua), para que la Escritura se cumpliese (Jn 19, 28). Los soldados le dan vino agrio ("atum" [gr: OXOS] una especie de vinagre para los solados comunes) y esta vez sí lo bebe (Jn 19, 29). Se lo dan con una rama de hisopo, igual a la que usaron cuando untaron la casa con sangre del cordero (Ex 12, 12). Luego Jesús dice (todo) consumado es. ¿Qué es "consumado" si Jesús no ha resucitado todavía? El fue resucitado para nuestra justificación dice Pablo (Ro 4, 25). Es la Última Cena de la Pascua la que está concluida. Y es de notar que el nombre de la cuarta copa era "la Copa de Consumación", y lo que dijo Jesús (en hebreo) es exáctamente lo que decía el padre de la familia cuando terminaba la cuarta copa.
La Pascua celebraba el acontecimiento de la muerte de los primogénitos de los egipcios. Ahora es Jesús quien es el primogénito sacrificado para salvar, no solamente a los judíos, sino a todo el mundo. El es la Pascua que nos libera (1 Co 5, 7) es la sangre del Nuevo Pacto que por muchos es derramada (Mr 14, 24). Pero no terminó la fiesta en la mesa.
Para los judíos no era suficiente untar la puerta para salvarse, había que comer. Y nosotros, los del Nuevo Pacto, tenemos que celebrarlo también: Haced esto en memoria de mí (1 Co 11, 24). Y no es por casualidad que la Palabra de Dios vincula "recordar/hacer memoria" con "sacrificio" en Heb 10, 3. Los únicos dos lugares donde se habla del holocausto -Lv 24, 7 y Nm 10, 10 (tópicos en Sal 37 y 39)- hacen un enlace entre pan y sacrificio.
Por eso Pablo dice: que celebremos la fiesta (1 Co 5, 8) para mantener presente el sacrificio. O como lo dijo Jesús el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna (Jn 6, 54). Para salvarse de la muerte los judíos en Egipto no comieron una cosa que representaba un cordero. Comieron cordero. Tampoco creen los católicos que comen solamente un símbolo del Cordero de Dios. Moisés no roció algo que simboliza sangre de cordero (Ex 24, 8).
Jesucristo es nuestro sacrificio, fue sacrificado una vez en el Calvario, pero tenemos que comer su cuerpo para cumplir la Alianza. La Última Cena fue un revivir la Pascua . La misa católica es un revivir la Última Cena. No es solamente un recuerdo. La misa no es "otro sacrificio" sino la participación en el mismo y único sacrificio de Cristo en la cruz, igual como la Pascua para los judíos hoy es participar en aquella noche cuando celebraban su liberación de Egipto. El pasado es hecho presente -ANAMNESIS- haced esto en memoria mía.
Tenemos que distinguir entre la muerte de Cristo, y el sacrificio en la Cruz. La Iglesia Católica sabe que Cristo murió una vez, y resucitó para siempre. No muere en la misa. Pero su sacrificio es hecho presente en cada una. La santa Cena está infinitamente vinculada con el sacrificio del calvario. Todas las veces que comiéreis este pan, y bebiéreis esta copa, la muerte del Señor anuncias hasta que él venga (1 Co 11,26).
Era un domingo, el día del Señor (Ap 1, 10) cuando el autor del Apocalipsis vió a Jesús: Y miré, y vi que en medio del trono... estaba en pie un Cordero como inmolado (Ap 5, 5-6). ¿Cómo vio Juan a Jesús? ¿Cómo rey triunfante? ¿Cómo el León de Juda? Lo vio en su gloria como un cordero inmolado. Espiritualmente, el sacrificio sigue. La misa refleja y participa en esta celebración celestial como decían los Padres de la Iglesia primitiva. El autor de la carta a los Hebreos habla de la posibilidad de que Jesús sea sacrificado "nuevamente" por nuestros pecados: y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio (He 6,6). En la Biblia, Dios Habla Hoy, leemos: porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla. Obviamente Jesús no es crucificado de manera igual al Calvario. El sentido es espiritual.
Nosotros participamos en esta copa, este sacrificio: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero (Ro 8, 36). ¿Podéis beber de la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? preguntó Jesús (Mr 10, 38). Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí (Ga 2, 20).
Jesús claramente se refiere al sacrificio durante la Cena: la copa es el nuevo pacto en mi sangre (1 Co 11, 25. Ver Jeremías 31, 31). El selló el Nuevo Pacto entre Dios y el pueblo con su sangre. El nuevo sacrificio en la sangre de Cristo es eficaz para sellar el Nuevo Pacto como el sacrificio de animales lo era para el Antiguo Pacto (Ver 1 Co 10, 14-21). Es por medio de la Eucaristía que Pablo entiende cómo se cumplió la profecía de Malaquías de que "la mesa del Señor" en Jerusalén será reemplazada por el sacrificio Cristiano, la nueva "mesa del Señor": Por tanto, amados míos, huid de la idolatría .... Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios (1 Cor 10, 14 y 18-21). Nota como Pablo ubica los sacrificios en el Templo Judío, los sacrificios paganos, y la Eucaristía en la misma categoría: mesas sacrificiales, altares a los cuales la gente participa por comer los sacrificios y así comulgar con la divinidad.
Otro enlace entre la Última Cena y la Cruz es el agua y la sangre que salieron del costado del Crucificado que la Iglesia primitiva entendió como símbolos representando el Bautismo y la Eucaristía.
El Apocalipsis muestra al Cordero inmolado de pie (Ap 5, 5). Inmolado, como sacrificado, no es sinónimo de muerto. Pablo dijo: Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro 12, 1). La fiesta de la Pascua es eterna: Celebramos la fiesta (1 Co 5, 8). La Misa cumple la profecía de que la Pascua sería eterna según: dijo Dios a los israelitas: Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones;... por estatuto perpetuo lo celebraréis... Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura... en vuestras generaciones por costumbre perpetua (Ex 12,14-17).
Has citado la Carta a los Hebreos para decir que no hay otro sacrificio. Que el sacrificio de Cristo en la cruz fue de una vez para siempre. ESTOY DE ACUERDO. Pero mirando más la carta a los hebreos ¿qué vemos?:
1) Hebreos pone al lado el sacrificio levítico del AT, no el sacrificio memorial de Cristo instituído en la Última Cena. Los sacrificios levíticos eran parte de la Ley (He 7, 11, 18 y 28). El contexto de Hebreos 7 a 9 no se opone al sacrificio de Cristo sino del levítico.
2) El sacrificio memorial de Cristo no está bajo la Ley sino dentro de la promesa o juramento de Dios (He 7, 20-21) (Nota: "sacramento" viene de la palabra de latina para juramento). Es la misma distinción entre Ley y promesa que encontramos en Ro 4, 13-17; Gá 3, 15-22.)
3) Puesto que Cristo es "sacerdote para siempre" su oficio de ofrecer sacrificio continúa: viviendo siempre para interceder (He 7, 25). Hermano, si todos tus pecados son perdonados y estás salvado para siempre, ¿por qué Jesucristo sigue intercediendo por tí?. La Biblia dice: Y él es la propiciación por nuestros pecados (la misma palabra utilizada en Ro 3, 25 donde habla de Cristo ofreciéndose como sacrificio por los pecados. Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre (1 Jn 2, 1). No es solo de una vez para siempre. Su ministerio de propiciación por nuestros pecados sigue.
4) La primera intercesión al Padre tuvo lugar en la cruz. Su intercesión continúa en el sacrificio memorial. NO ES UN NUEVO SACRIFICIO sino el mismo sacrificio pero de una manera no sangrienta. Sacrificio no quiere decir morir sino ofrecerse a sí mismo (presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, Ro 12, 1)(15).. Es decir Cristo no derrama su sangre cómo lo hizo en el Calvario, sin embargo se ofrece al Padre en la Eucaristía. Cristo murió en la cruz "una vez para siempre" (He 7, 27), es decir para toda la humanidad en toda la eternidad. No va volver al Calvario para morir. Pero la re-presentación (hacer presente) de este sacrificio es ofrecida al Padre por su sacerdocio eterno.
5) La palabra "memoria" o "conmemoración" que utiliza Jesús en la Última Cena (Lc 22, 19; 1 Co 11, 24-25) es la palabra ANAMNESIS, que traduce la palabra hebrea AZKARAH (utilizada siete veces en el AT para referir a los sacrificios: Lv 2, 2, 9, 16; 5, 12; 6, 15 y Nm 5, 26). Es significativo que ANAMNESIS sea solamente utilizada cuatro veces en el NT, la cuarta en He 10, 3 refiriendo a un sacrificio memorial. El uso de ANAMNESIS por Jesús en Lc 22, 19 subraya, entonces, la dimensión de sacrificio de la Eucaristía. Jesús está diciendo: cuando hagan esto, hacedlo en sacrificio memorial de mí.
6) El uso de ANAMNESIS en Lc 22, 19 es aún más significante porque subraya el aspecto de sacrificio puesto que existía otra palabra griega que Lucas hubiera podido utilizar para un memorial no de sacrificio: MNEMOSUNON (ver Mt 26, 13; Mr 14, 9; Hch 10, 4).
7) Si tomamos el argumento de que "no hay más sacrificio" después de la Cruz, entonces no debemos obedecer la Palabra de Dios que nos dice "hacer (ofrecer) sacrificios": de nuestro cuerpo (Ro 12, 1), de nuestros donativos (Fil 4, 18) o de alabanza (He 13, 15-16). ¿Por qué ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio si todo está cumplido en la Cruz? SERÁ QUE DIOS NO SABE LO QUE DICE, O USTEDES ESTÁN EQUIVOCADOS?. Para mi no hay dudda que ustedes están equivocados.
En resumen, la carta a los Hebreos advierte a los recien bautizados que no vuelven al sacrificio anterior que no trae salvación sino que sigan con la Pascua Nueva y "no dejen de congregar" (He 10, 25). La implicación es clara: el sacrificio de la misa -nueva pascua- sigue. Tenemos un altar porque ofrecemos un sacrificio, [¡no tiene sentido si no hay sacerdotes y sacrificio!] del cual no tiene derecho de comer los que sirven al tabernáculo (He 13, 10). Acordaos de vuestros pastores (Heb 13 7).
La razón de que existan sacerdotes es que hay sacrificio que ofrecer, esa es su función. Si somos pueblo sacerdotal la conclusión es clara; EL SACRIFICIO SIGUE.
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Y perseverando unánimes cada día en el templo, y PARTIENDO EL PAN EN LAS CASAS, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.(Hechos 2:46-47)[/quote]
Hermana mía, analiza tus escritos y confróntalos con la discusión y citas que aporto, te darás cuenta de la concordancia de las ideas, tal vez te parezca que tuerzo las cosas, pero por favor analiza sin apresuramientos, yo así lo he hecho y esa es una razón de mi tarddanza en contestar.
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Al parecer, los primeros cristianos entendían el partimento del pan como un acto de comunión con los hermanos y un motivo de alabanza a Dios. (Me recuerda mucho a mi iglesia local, en la que lo hacemos en memoria de Cristo hasta que Él venga)[/quote]
Así es exactamente, y ninguno dudaba de la presencia real y verdadera de Jesús en el Pan y el Vino ofrecido en estas celebraciones. Y debemos estár en comunión todos los cristianos (común-unión), hasta el retorno de Cristo. Como no es posible realizarla en su totalidad en las doctrinas, debemos realizarla en el amor.
Que Dios te bendiga hermana, gracias por tus oraciones. Perdona la tardanza, porque además, murió ahogado un pequeñin de casi tres años de edad el jueves pasado, hijo de un matrimonio amigo de años que llegó de vacaciones. Como podrás comprender, es un golpe duro para ellos. Aunque no te conozco como persona, se que eres positiva y que tienes mucho para dar.
Tu hno. Francisco Javier.
Por cuestión de manejo de información y por deferencia, he puesto aparte esta respuesta:
Dices 25-06-2000 14:57):
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Francisco Javier, así creía el escritor de la epístola a los Hebreos con respecto al sacrificio de Cristo que conmemoramos en la Santa Cena, partimento del pan o eucaristía.
Así dice la Palabra de Dios:
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo HECHA UNA VEZ PARA SIEMPRE. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; PERO CRISTO, HABIENDO OFRECIDO UNA VEZ PARA SIEMPRE UN SOLO SACRIFICIO POR LOS PECADOS, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque CON UNA SOLA OFRENDA HIZO PERFECTOS PARA SIEMPRE A LOS SANTIFICADOS.(Hebreo 10:10-14)[/quote]
Hermana mia: Esta cita no está completa, la cita completa dice así:
<<Por esta voluntad, pues, somos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo hecha una vez sola.
Y así en lugar de que todo sacerdote de la antigua ley se presenta cada día, por mañana y tarde, a ejercer su ministerio y a ofrecer muchas veces las mismas víctimas, las cuales no pueden jamás quitar los pecados, este nuestro sumo sacerdote (Jesús) después de ofrecida una sola hostia por los pecados (su propio cuerpo y sangre en la cruz), está sentado para siempre a la diestra de Dios, aguardando entretanto lo que resta, es a saber, que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.
Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que ha santificado.>>
Está en negritas quienes son los sacerdotes que hacen los sacrificios de esta forma: SON LOS SACERDOTES DE LA ANTIGUA ALIANZA. Las víctimas que ofrecen son corderos, tórtolas, reses etc. Además, toda ofrenda y alianza se tiene que sellar con sangre:
Heb. 13-15<<Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la ternera sacrificada, esparcida sobre los inmundos, los santifica en orden a la purificación legal de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por impulso del Espíritu Santo se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas de los pecados, para que tributemos un verdadero culto al Dios vivo?
Y por eso es Jesús mediador de un nuevo testamento, a fin de que mediante su muerte para expiación aun de las prevaricaciones cometidas en tiempo del primer Testamento, reciban la herencia eterna prometida a los que han sido llamados de Dios.>>
Los sacrificios hechos en la antigua alianza son prefigura del sacrificio de Jesús, el cordero inmaculado, sin defecto, que entró al santuario celestial con su propia sangre, como sello de la nueva alianza, para rescatarnos de la muerte. Pero el poder de Dios no está limitado como ustedes creen, ya que tiene una dimensión eterna. Fíjate que en el párrafo marcado con negritas habla de las prevaricaciones cometidas antes de su muerte. ¿Por qué?: Por que para Dios el tiempo no tiene el mismo sentido que para nosotros. Abrahan, Isaac, Jacob, avidd, Salomón, Elías y muchos más son justos a los ojos de Dios antes del sacrificio de Jesús en nuestras coordenadas de tiempo y espacio.
Ap. 13, 8 <<Y así lo adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos, digo, cuyos nombres no están escritos en el Libro de la vida del Cordero, que fue sacrificado desde el principio del mundo.>>
Por eso es que los que confiaron en Dios antes de la manifestación de Cristo son justos, solo la sangre de Jesús justifica; luego entonces, este sacrificio ocurrió una sola vez aquí en la tierra, PERO TIENE UNA DIMENSIÓN ETERNA EN EL CIELO. De otra manera no sería posible encontrar salvación en el Santo nombre de Jesús, porque para tener salvación, tenemos que cubrirnos con la sangre preciosa de la nueva alianza.
El Sacrificio de Cristo en la cruz fue único y suficiente para expiar los pecados de todos, y no se le puede repetir. Pero hay más sobre el sacrificio de Jesucristo. Es más preciso decir que su muerte aconteció una sóla vez y no volvió a repetirse. Pero veremos que la misa revive, reactualizando (hace presente de nuevo) el Sacrificio. Jesús no muere pero la misa es un verdadero sacrificio que aplica a los hombres los frutos del calvario. Es una actualización sacramental de este mismo sacrificio.
La Última Cena sucedió durante la fiesta de la Pascua (Mc 14, 1). Jesús hubiera podido celebrar la Cena otro día, pero lo hizo durante esta fiesta. Y le dio un nuevo sentido. Para entender la Última Cena (Misa), tenemos que saber qué hizo Jesús.
La Pascua se celebraba cada año. Todavía la celebran los judíos. Es la conmemoración de la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. El ángel de la muerte pasó por encima de cada casa que fue untada con la sangre de un cordero. Después la familia comió el cordero. No fue suficiente untar el dintel de la casa con la sangre. Tuvieron que comer: Y aquella noche comerán la carne asada al fuego y panes sin levadura (Ex 12, 8). El cordero tuvo que ser sin defecto (v. 5) como prefigura de Jesús, el Cordero de Dios (Jn 1, 36) quien también es sin mancha. En esta celebración Dios realizó una alianza, un pacto con su pueblo.
En Exodo 24, 7-8 se narra que Moisés roció el pueblo con la sangre del cordero para sellar este pacto.
Ahora Jesús celebró esta misma fiesta pero la transformó. Es su sangre la que salvaría de la muerte del pecado, LA SANGRE DEL CORDERO DE DIOS. El pan que se usa en la fiesta de Pascua (y en la misa) es pan sin levadura (Mc 14, 1). Con el pan en sus manos, Jesús dijo: Esto es mi cuerpo. Recordemos lo que ya hemos dicho sobre el capítulo seis de Juan, el discurso de Jesús sobre comer su cuerpo se dio cercano a la Pascua (Jn 6, 41). Se puede ver en ésto el vínculo entre el discurso y la celebración de la Última Cena. Esto es mi sangre del nuevo pacto (Mc 14, 24 y 1 Co 11, 25) alude al Antiguo Pacto de Éxodo 24.
Entraban en la celebración de Pascua más de una copa de vino, como vemos en Lucas 22, 17-20. Si hoy celebraras la Pascua con una familia judía, la celebrarán con cuatro copas. La primera copa se llama la Kadush. La celebración verdaderamente comienza con la segunda copa que se toma después de recitar el Salmo 113. La tercera copa es la copa de bendición que se toma después de dar gracias y orar sobre el pan y cantar el Hallel (Salmos de alabanza 114-118). En Marcos, Jesús canta estos salmos pero no concluye con la cuarta copa que se llama la copa de consumación. El Evangelio de Lucas ha cambiado un poco el orden de las palabras de Jesús. Se reconoce por todos los eruditos de la Biblia que Lucas se basó en el Evangelio de Marcos. Si no, parece que Jesús se contradice. Para más sobre las cuatro copas y cómo los judíos celebraban la Cena Pascual ver cap. 15 de La Plegaria Eucarística, Luis Maldonado, pp. 166-170.
Fue la tercera copa de vino que Jesús cambió en su sangre. Así Pablo identifica la copa de bendición con la Eucaristía en 1 Co 10, 16. Él dijo algo que hubiera sorprendido a los apóstoles: no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios (Mc 14, 25). Qué sorpresa para los Apóstoles, porque ellos sabían que todavía quedaba otra copa en la fiesta pascual, pero Jesús no la tomó. ¿Dónde está la última copa para terminar la fiesta de Pascua? La fiesta que Jesús celebraba en la Última Cena no había terminado. Le daría otro sentido a "la copa" y a la fiesta.
En Marcos 14, 36 Jesús dijo: Padre aparta de mí esta copa. Aquí está la otra copa de la cual Jesús habló: La copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? (Jn 18, 11). Es el sufrimiento y muerte en la Cruz. La celebración de la Última Cena continúa en la Pasión del Señor. El Calvario terminaría la Pascua (y la Cena). Sería un sólo acto de Sacrificio Pascual. El Calvario representa el sacrificio del Cordero perfecto. La túnica que llevaba Jesús era como la que usaba el sacerdote judío para los sacrificios en el templo (Jn 19, 23). Él es el Sacerdote Supremo.
En el camino al calvario los soldados le ofrecieron vino a Jesús (Mr 15, 23) pero no lo tomó. Había dicho que no tomaría hasta aquel día cuando lo bebería en el reino (14, 25). Luego en la cruz Jesús dijo: Tengo sed. ¿Será que de repente Jesús tenía sed? No. Hacía horas que estaba sufriendo de sed por la pérdida de sangre (y en un clima de desierto). Pero ahora en la cruz Él quiere terminar la Última Cena (la última copa de la Pascua), para que la Escritura se cumpliese (Jn 19, 28). Los soldados le dan vino agrio ("atum" [gr: OXOS] una especie de vinagre para los solados comunes) y esta vez sí lo bebe (Jn 19, 29). Se lo dan con una rama de hisopo, igual a la que usaron cuando untaron la casa con sangre del cordero (Ex 12, 12). Luego Jesús dice (todo) consumado es. ¿Qué es "consumado" si Jesús no ha resucitado todavía? El fue resucitado para nuestra justificación dice Pablo (Ro 4, 25). Es la Última Cena de la Pascua la que está concluida. Y es de notar que el nombre de la cuarta copa era "la Copa de Consumación", y lo que dijo Jesús (en hebreo) es exáctamente lo que decía el padre de la familia cuando terminaba la cuarta copa.
La Pascua celebraba el acontecimiento de la muerte de los primogénitos de los egipcios. Ahora es Jesús quien es el primogénito sacrificado para salvar, no solamente a los judíos, sino a todo el mundo. El es la Pascua que nos libera (1 Co 5, 7) es la sangre del Nuevo Pacto que por muchos es derramada (Mr 14, 24). Pero no terminó la fiesta en la mesa.
Para los judíos no era suficiente untar la puerta para salvarse, había que comer. Y nosotros, los del Nuevo Pacto, tenemos que celebrarlo también: Haced esto en memoria de mí (1 Co 11, 24). Y no es por casualidad que la Palabra de Dios vincula "recordar/hacer memoria" con "sacrificio" en Heb 10, 3. Los únicos dos lugares donde se habla del holocausto -Lv 24, 7 y Nm 10, 10 (tópicos en Sal 37 y 39)- hacen un enlace entre pan y sacrificio.
Por eso Pablo dice: que celebremos la fiesta (1 Co 5, 8) para mantener presente el sacrificio. O como lo dijo Jesús el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna (Jn 6, 54). Para salvarse de la muerte los judíos en Egipto no comieron una cosa que representaba un cordero. Comieron cordero. Tampoco creen los católicos que comen solamente un símbolo del Cordero de Dios. Moisés no roció algo que simboliza sangre de cordero (Ex 24, 8).
Jesucristo es nuestro sacrificio, fue sacrificado una vez en el Calvario, pero tenemos que comer su cuerpo para cumplir la Alianza. La Última Cena fue un revivir la Pascua . La misa católica es un revivir la Última Cena. No es solamente un recuerdo. La misa no es "otro sacrificio" sino la participación en el mismo y único sacrificio de Cristo en la cruz, igual como la Pascua para los judíos hoy es participar en aquella noche cuando celebraban su liberación de Egipto. El pasado es hecho presente -ANAMNESIS- haced esto en memoria mía.
Tenemos que distinguir entre la muerte de Cristo, y el sacrificio en la Cruz. La Iglesia Católica sabe que Cristo murió una vez, y resucitó para siempre. No muere en la misa. Pero su sacrificio es hecho presente en cada una. La santa Cena está infinitamente vinculada con el sacrificio del calvario. Todas las veces que comiéreis este pan, y bebiéreis esta copa, la muerte del Señor anuncias hasta que él venga (1 Co 11,26).
Era un domingo, el día del Señor (Ap 1, 10) cuando el autor del Apocalipsis vió a Jesús: Y miré, y vi que en medio del trono... estaba en pie un Cordero como inmolado (Ap 5, 5-6). ¿Cómo vio Juan a Jesús? ¿Cómo rey triunfante? ¿Cómo el León de Juda? Lo vio en su gloria como un cordero inmolado. Espiritualmente, el sacrificio sigue. La misa refleja y participa en esta celebración celestial como decían los Padres de la Iglesia primitiva. El autor de la carta a los Hebreos habla de la posibilidad de que Jesús sea sacrificado "nuevamente" por nuestros pecados: y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio (He 6,6). En la Biblia, Dios Habla Hoy, leemos: porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla. Obviamente Jesús no es crucificado de manera igual al Calvario. El sentido es espiritual.
Nosotros participamos en esta copa, este sacrificio: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero (Ro 8, 36). ¿Podéis beber de la copa que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? preguntó Jesús (Mr 10, 38). Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí (Ga 2, 20).
Jesús claramente se refiere al sacrificio durante la Cena: la copa es el nuevo pacto en mi sangre (1 Co 11, 25. Ver Jeremías 31, 31). El selló el Nuevo Pacto entre Dios y el pueblo con su sangre. El nuevo sacrificio en la sangre de Cristo es eficaz para sellar el Nuevo Pacto como el sacrificio de animales lo era para el Antiguo Pacto (Ver 1 Co 10, 14-21). Es por medio de la Eucaristía que Pablo entiende cómo se cumplió la profecía de Malaquías de que "la mesa del Señor" en Jerusalén será reemplazada por el sacrificio Cristiano, la nueva "mesa del Señor": Por tanto, amados míos, huid de la idolatría .... Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios (1 Cor 10, 14 y 18-21). Nota como Pablo ubica los sacrificios en el Templo Judío, los sacrificios paganos, y la Eucaristía en la misma categoría: mesas sacrificiales, altares a los cuales la gente participa por comer los sacrificios y así comulgar con la divinidad.
Otro enlace entre la Última Cena y la Cruz es el agua y la sangre que salieron del costado del Crucificado que la Iglesia primitiva entendió como símbolos representando el Bautismo y la Eucaristía.
El Apocalipsis muestra al Cordero inmolado de pie (Ap 5, 5). Inmolado, como sacrificado, no es sinónimo de muerto. Pablo dijo: Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro 12, 1). La fiesta de la Pascua es eterna: Celebramos la fiesta (1 Co 5, 8). La Misa cumple la profecía de que la Pascua sería eterna según: dijo Dios a los israelitas: Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones;... por estatuto perpetuo lo celebraréis... Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura... en vuestras generaciones por costumbre perpetua (Ex 12,14-17).
Has citado la Carta a los Hebreos para decir que no hay otro sacrificio. Que el sacrificio de Cristo en la cruz fue de una vez para siempre. ESTOY DE ACUERDO. Pero mirando más la carta a los hebreos ¿qué vemos?:
1) Hebreos pone al lado el sacrificio levítico del AT, no el sacrificio memorial de Cristo instituído en la Última Cena. Los sacrificios levíticos eran parte de la Ley (He 7, 11, 18 y 28). El contexto de Hebreos 7 a 9 no se opone al sacrificio de Cristo sino del levítico.
2) El sacrificio memorial de Cristo no está bajo la Ley sino dentro de la promesa o juramento de Dios (He 7, 20-21) (Nota: "sacramento" viene de la palabra de latina para juramento). Es la misma distinción entre Ley y promesa que encontramos en Ro 4, 13-17; Gá 3, 15-22.)
3) Puesto que Cristo es "sacerdote para siempre" su oficio de ofrecer sacrificio continúa: viviendo siempre para interceder (He 7, 25). Hermano, si todos tus pecados son perdonados y estás salvado para siempre, ¿por qué Jesucristo sigue intercediendo por tí?. La Biblia dice: Y él es la propiciación por nuestros pecados (la misma palabra utilizada en Ro 3, 25 donde habla de Cristo ofreciéndose como sacrificio por los pecados. Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre (1 Jn 2, 1). No es solo de una vez para siempre. Su ministerio de propiciación por nuestros pecados sigue.
4) La primera intercesión al Padre tuvo lugar en la cruz. Su intercesión continúa en el sacrificio memorial. NO ES UN NUEVO SACRIFICIO sino el mismo sacrificio pero de una manera no sangrienta. Sacrificio no quiere decir morir sino ofrecerse a sí mismo (presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, Ro 12, 1)(15).. Es decir Cristo no derrama su sangre cómo lo hizo en el Calvario, sin embargo se ofrece al Padre en la Eucaristía. Cristo murió en la cruz "una vez para siempre" (He 7, 27), es decir para toda la humanidad en toda la eternidad. No va volver al Calvario para morir. Pero la re-presentación (hacer presente) de este sacrificio es ofrecida al Padre por su sacerdocio eterno.
5) La palabra "memoria" o "conmemoración" que utiliza Jesús en la Última Cena (Lc 22, 19; 1 Co 11, 24-25) es la palabra ANAMNESIS, que traduce la palabra hebrea AZKARAH (utilizada siete veces en el AT para referir a los sacrificios: Lv 2, 2, 9, 16; 5, 12; 6, 15 y Nm 5, 26). Es significativo que ANAMNESIS sea solamente utilizada cuatro veces en el NT, la cuarta en He 10, 3 refiriendo a un sacrificio memorial. El uso de ANAMNESIS por Jesús en Lc 22, 19 subraya, entonces, la dimensión de sacrificio de la Eucaristía. Jesús está diciendo: cuando hagan esto, hacedlo en sacrificio memorial de mí.
6) El uso de ANAMNESIS en Lc 22, 19 es aún más significante porque subraya el aspecto de sacrificio puesto que existía otra palabra griega que Lucas hubiera podido utilizar para un memorial no de sacrificio: MNEMOSUNON (ver Mt 26, 13; Mr 14, 9; Hch 10, 4).
7) Si tomamos el argumento de que "no hay más sacrificio" después de la Cruz, entonces no debemos obedecer la Palabra de Dios que nos dice "hacer (ofrecer) sacrificios": de nuestro cuerpo (Ro 12, 1), de nuestros donativos (Fil 4, 18) o de alabanza (He 13, 15-16). ¿Por qué ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio si todo está cumplido en la Cruz? SERÁ QUE DIOS NO SABE LO QUE DICE, O USTEDES ESTÁN EQUIVOCADOS?. Para mi no hay dudda que ustedes están equivocados.
En resumen, la carta a los Hebreos advierte a los recien bautizados que no vuelven al sacrificio anterior que no trae salvación sino que sigan con la Pascua Nueva y "no dejen de congregar" (He 10, 25). La implicación es clara: el sacrificio de la misa -nueva pascua- sigue. Tenemos un altar porque ofrecemos un sacrificio, [¡no tiene sentido si no hay sacerdotes y sacrificio!] del cual no tiene derecho de comer los que sirven al tabernáculo (He 13, 10). Acordaos de vuestros pastores (Heb 13 7).
La razón de que existan sacerdotes es que hay sacrificio que ofrecer, esa es su función. Si somos pueblo sacerdotal la conclusión es clara; EL SACRIFICIO SIGUE.
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Y perseverando unánimes cada día en el templo, y PARTIENDO EL PAN EN LAS CASAS, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.(Hechos 2:46-47)[/quote]
Hermana mía, analiza tus escritos y confróntalos con la discusión y citas que aporto, te darás cuenta de la concordancia de las ideas, tal vez te parezca que tuerzo las cosas, pero por favor analiza sin apresuramientos, yo así lo he hecho y esa es una razón de mi tarddanza en contestar.
<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Al parecer, los primeros cristianos entendían el partimento del pan como un acto de comunión con los hermanos y un motivo de alabanza a Dios. (Me recuerda mucho a mi iglesia local, en la que lo hacemos en memoria de Cristo hasta que Él venga)[/quote]
Así es exactamente, y ninguno dudaba de la presencia real y verdadera de Jesús en el Pan y el Vino ofrecido en estas celebraciones. Y debemos estár en comunión todos los cristianos (común-unión), hasta el retorno de Cristo. Como no es posible realizarla en su totalidad en las doctrinas, debemos realizarla en el amor.
Que Dios te bendiga hermana, gracias por tus oraciones. Perdona la tardanza, porque además, murió ahogado un pequeñin de casi tres años de edad el jueves pasado, hijo de un matrimonio amigo de años que llegó de vacaciones. Como podrás comprender, es un golpe duro para ellos. Aunque no te conozco como persona, se que eres positiva y que tienes mucho para dar.
Tu hno. Francisco Javier.