SIMON, ¿SOBRE TÍ EFIFICARÉ MI IGLESIA? <<<<<<<<<<<<

-Los humanos somos tan vanidosos, que fácilmente cambiamos el servicio que se nos encarga como una autoridad conferida por sobre aquellos mismos que servimos: ¡se ambiciona tener autoridad!
Yo pensaba este tema mientras caminaba en la calle.

Lo primero es que Jesús no estaba haciendo un concurso de quien "adivine", pero fue Simón el que respondió bien. Luego Jesús le dice la frase en donde le cambia el nombre y es el tema de este epígrafe, pero eso, aun siendo católico, me da igual. No me importa si lo llama piedra, madero o arena, eso me es indiferente. Si me llama luego la atención el tema cuando habla de su "iglesia" (gran tema para debatir pero no lo tomare en cuenta) y el tema de la autoridad:

17 Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

18 Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.

19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

Para mi es super interesante, porque en otros versículos, les da autoridad a los apóstoles de por ejemplo perdonar pecados, a todos como conjunto, pero acá, solo le dice a Pedro, y es algo muy abstracto como las llave del cielo. No se que significa la verdad. Lo ignoro.

saludos
 
Explico a continuación presento un desarrollo bíblico, contextual y doctrinal que demuestra que las llaves del Reino no fueron dadas exclusivamente a Pedro, sino a la Iglesia como cuerpo apostólico y, por extensión, a la Iglesia de Cristo.

1. Texto base frecuentemente citado: Mateo 16:18–19 (Pedro como representante)

Mateo 16:18–19

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.”

Observación doctrinal clave

Pedro habla como portavoz del grupo (v.16: “Tú eres el Cristo…”).

Jesús responde a la confesión revelada, no a la persona como figura exclusiva.

En la Escritura, Pedro actúa frecuentemente como representante apostólico, no como monarca espiritual.

2. La misma autoridad es dada a todos los apóstoles: Mateo 18:18

Mateo 18:18

“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo.”

Punto decisivo

Aquí Jesús habla en plural (“os digo”, “atéis”, “desatéis”).

La misma autoridad de atar y desatar, vinculada a las llaves, es conferida al cuerpo apostólico.

El contexto es disciplina y gobierno de la iglesia, no una persona aislada.

3. Jesús entrega autoridad directamente a todos: Juan 20:21–23

Juan 20:21–23

“Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”

Conexión con las llaves

Remitir o retener pecados es función directa del Reino.

La autoridad fluye del envío de Cristo, no de una sucesión jerárquica individual.

Es un acto corporativo y espiritual, no administrativo humano.

4. La Iglesia está edificada sobre todos los apóstoles, no solo uno

Efesios 2:19–20

“Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.”

Implicación doctrinal

El fundamento es plural.

Cristo es la piedra angular; nadie ocupa su lugar.

Pedro es parte del fundamento, no el fundamento único.

5. Las llaves representan autoridad del Reino, no poder personal

Isaías 22:22

“Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.”

Apocalipsis 3:7

“Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David…”

Conclusión bíblica

Las llaves pertenecen primero a Cristo.

Cristo las delega funcionalmente a su Iglesia para:

Predicar el evangelio

Ejercer disciplina espiritual

Administrar los misterios del Reino

6. Evidencia práctica en Hechos: la Iglesia ejerce las llaves

Hechos 2: Pedro abre el Reino a los judíos (representando a la Iglesia).

Hechos 8: Los apóstoles confirman la obra en Samaria.

Hechos 10: Pedro abre el Reino a los gentiles, pero luego rinde cuentas a la Iglesia (Hech. 11), mostrando que no actúa como autoridad suprema.

Conclusión doctrinal clara

Las llaves del Reino no fueron dadas exclusivamente a Pedro.

Pedro las recibe como representante del colegio apostólico.

La autoridad es confirmada explícitamente a todos los apóstoles.

La Iglesia ejerce las llaves bajo el señorío exclusivo de Cristo.

No existe base bíblica para un monopolio personal o sucesión exclusiva.

Cristo es la cabeza.

Los apóstoles, el fundamento.

La Iglesia, la administradora del Reino.
 
La Biblia enseña con claridad que el perdón de los pecados se obtiene únicamente mediante la confesión directa a Dios por medio de Jesucristo, y no a través de intermediarios humanos. Esta verdad se fundamenta en la obra redentora de Cristo y en su papel exclusivo como mediador.

El apóstol Pablo declara en 1 Timoteo 2:5:

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

Este pasaje establece doctrinalmente que ningún hombre, ministro o líder espiritual ocupa el lugar de mediador del perdón. Cristo es suficiente y exclusivo en esa función.

El apóstol Juan afirma en 1 Juan 1:9:

“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”

La confesión aquí es personal y directa a Dios. El texto no menciona mediación humana; el perdón procede de Dios mismo como acto de justicia basado en la obra de Cristo.

Jesús mismo enseñó que la relación con el Padre, incluida la confesión del pecado, debe tener un carácter íntimo y reservado. En Mateo 6:6 dijo:

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto.”

La confesión forma parte de esa vida devocional secreta, donde el creyente se presenta delante de Dios con un corazón sincero.

Un ejemplo claro se observa en la parábola del fariseo y el publicano. El publicano clamó:

“Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:13–14),

y Jesús declara que este hombre descendió a su casa justificado. No acudió a ningún hombre; su confesión fue directa a Dios, y fue justificado.

Asimismo, David expresa esta verdad en Salmo 32:5:

“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad… y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”

Y reafirma en Salmo 51:4:

“Contra ti, contra ti solo he pecado.”

El pecado, en su dimensión espiritual, es primordialmente una ofensa contra Dios y debe ser tratada delante de Él.

Ahora bien, la Escritura también menciona la confesión entre creyentes, pero con un propósito distinto. Santiago 5:16 dice:

“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.”

Este texto no enseña absolución de pecados ni mediación espiritual, sino sanidad, restauración y acompañamiento espiritual dentro del cuerpo de Cristo.

Cuando el pecado ha dañado a otra persona, la confesión y la reconciliación sí deben incluir al ofendido. Jesús enseñó en Mateo 5:23–24 que antes de presentar una ofrenda a Dios, el creyente debe reconciliarse con su hermano. Aquí la confesión es relacional, no judicial.

El liderazgo espiritual también tiene un rol en la restauración, pero no en el perdón de pecados. Gálatas 6:1 exhorta a restaurar al que ha caído con espíritu de mansedumbre, no a absolverlo en lugar de Dios.

La Biblia es igualmente clara en afirmar que el poder de borrar los pecados pertenece solo a Dios. Él declara en Isaías 43:25:

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo.”

En conclusión, el perdón del pecado se recibe exclusivamente al confesarlo a Dios en Cristo, en lo secreto y con un corazón arrepentido. La confesión a otros creyentes es bíblica únicamente como medio de sanidad, restauración y reconciliación, nunca como requisito para la salvación ni como sustituto de la gracia de Cristo. Visitame Para Saber Más
 
Explico a continuación presento un desarrollo bíblico, contextual y doctrinal que demuestra que las llaves del Reino no fueron dadas exclusivamente a Pedro, sino a la Iglesia como cuerpo apostólico y, por extensión, a la Iglesia de Cristo.
ok veamos
1. Texto base frecuentemente citado: Mateo 16:18–19 (Pedro como representante)

Mateo 16:18–19

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.”
Hasta ahora solo veo que le habla a Pedro
Observación doctrinal clave

Pedro habla como portavoz del grupo (v.16: “Tú eres el Cristo…”).
El respondió a titulo persona, si te fijas los demas dieron respuestas diferentes, el nunca dice algo como: "nosotros creemos que Tu eres Cristo"
Jesús responde a la confesión revelada, no a la persona como figura exclusiva.
Le responde a Simón, negarlo es negar el texto tal cual esta de forma literal
En la Escritura, Pedro actúa frecuentemente como representante apostólico, no como monarca espiritual.
No creo que se debata que Pedro sea monarca espiritual
2. La misma autoridad es dada a todos los apóstoles: Mateo 18:18

Mateo 18:18

“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo.”
La diferencia es que en este caso le habla solo a el, y le da la llave de los cielos, aunque no se que significa esa autoridad. He de tener que insistir que solo el se las entrega dicha autoridad, el mismo Cristo dice "a TI te entregare"
Punto decisivo

Aquí Jesús habla en plural (“os digo”, “atéis”, “desatéis”).

La misma autoridad de atar y desatar, vinculada a las llaves, es conferida al cuerpo apostólico.
Lo de la llave solo a Pedro.
El contexto es disciplina y gobierno de la iglesia, no una persona aislada.

3. Jesús entrega autoridad directamente a todos: Juan 20:21–23

Juan 20:21–23

“Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.”
Esto sin duda fue a todos los apóstoles
Conexión con las llaves

Remitir o retener pecados es función directa del Reino.

La autoridad fluye del envío de Cristo, no de una sucesión jerárquica individual.
Nada tiene que ver si hubo o no sucesión o como se formo la iglesia luego.
Es un acto corporativo y espiritual, no administrativo humano.

4. La Iglesia está edificada sobre todos los apóstoles, no solo uno

Efesios 2:19–20

“Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.”

Implicación doctrinal

El fundamento es plural.

Cristo es la piedra angular; nadie ocupa su lugar.

Pedro es parte del fundamento, no el fundamento único.

5. Las llaves representan autoridad del Reino, no poder personal

Isaías 22:22

“Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.”

Apocalipsis 3:7

“Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David…”

Conclusión bíblica

Las llaves pertenecen primero a Cristo.

Cristo las delega funcionalmente a su Iglesia para:

Predicar el evangelio

Ejercer disciplina espiritual

Administrar los misterios del Reino

6. Evidencia práctica en Hechos: la Iglesia ejerce las llaves

Hechos 2: Pedro abre el Reino a los judíos (representando a la Iglesia).

Hechos 8: Los apóstoles confirman la obra en Samaria.

Hechos 10: Pedro abre el Reino a los gentiles, pero luego rinde cuentas a la Iglesia (Hech. 11), mostrando que no actúa como autoridad suprema.

Conclusión doctrinal clara

Las llaves del Reino no fueron dadas exclusivamente a Pedro.

Pedro las recibe como representante del colegio apostólico.

La autoridad es confirmada explícitamente a todos los apóstoles.

La Iglesia ejerce las llaves bajo el señorío exclusivo de Cristo.

No existe base bíblica para un monopolio personal o sucesión exclusiva.

Cristo es la cabeza.

Los apóstoles, el fundamento.

La Iglesia, la administradora del Reino.
Saludos
 
Eso es. Y el fundamento edifica su iglesia sobre Pedro.

Sino por que se contradice el apostol diciendo que los fundamentos son los apostoles y profetas en Efesios 2:20?
Pedro significa roca, pero La Roca Principal de la Iglesia es Jesucristo. Yo soy una roca viva, al igual que pedro, somos rocas vivas pero solo uno es La Roca Principal, El Fundamento... ponerle un nombre a alguien que signifique roca no significa que sea La Roca, como se le dice a abraham que es padre de naciones no El Padre de las naciones...

Pedro no es La Roca... su nombre significa roca... eso no lo hace La Roca.
Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro (Cefas), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
Según la lenguistica lo que debió seguir, si esa Roca era Pedro... es "tí"... pero la Roca es Cristo... Pedro y los demas discipulos lo sabían... no se pone otro fundamento que no sea Jesucristo... eso es lo que hacen los herejes... Pedro significa roca... pero no es el fundamento de la iglesia de Cristo... sal al resto de las escrituras en especial las cartas de Pedro... arriesgate con la verdad y desecha la mentira.

Si Jesús hubiese querido establecer a Pedro en esa misma hora como La Roca fundamental sobre la cual edificaría su Iglesia, en la secuencia lenguistica, lo mas obvio es que Jesús, hubiese dicho "sobre tí"... pero no lo dice y el resto de la Escritura y el mismo Pedro aclaran que en ningún momento se le esta colocando a Pedro como La Piedra del angulo... pero, ya sabemos, si ya Cristo viene, no vale la pena cambiar esa doctrina, lo que toca es defenderla y disimular el paganismo cristianizado hasta lo último y hasta las últimas consecuencias... que mas da. que pena. almas tan valiosas, por una religion pagana. no vale la pena.


Yo tengo las llaves del Reino por medio de la fe... y no solo a Pedro se le dice que lo que ate y lo que desate... mira este otro texto:
Mt 18: 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
Lo que quiere decir que no solo tengo las llaves del Reino sino tambien que lo que yo ate y desate queda hecho así...
Pedro sería un apostol y Jesús considero conveniente que tenga un nombre mas apropiado a "naris chata"... ¿a poco a muchos no les gustaría cambiarse el nombre que les puso su madre? yo conozco a muchos que odian sus nombres... pues en el caso de Pedro no dice nada de eso... pero el nuevo es mas elegante y poderoso que el anterior... ¿o no crees que Pedro es mejor que Simon? en cuanto al significado. aunque al final, el nombre no hace a la persona ¿cuantas personas no tienen el nombre de Jesús? UUUF los papas se ponen nombres de apostoles y son anticristo, o sea todo lo opuesto a los apostoles... camuflaje, solo tretas y trapas... maestros del disfraz, estafadores estrellas... ya la hora de su fin viene.
Jesús le cambia el nombre, pero en ves de decir, sobre tí, dice, sobre éste hombre... y el resto de la escritura lo aclara todo, el mismo Pedro en sus epistolas tambien nos enseña lo que realmente se dice en ése versiculo... Pedro no es la Piedra sobre la cual se edifica la iglesia y eso es obvio... fue Cristo quien murió por ella... y sobre ese fundamento, Jesucristo, dicho por mismos apostoles, el edificio es edificado... Pedro mismo dice a Jesús: Solo tú tienes palabras de vida eterna...
 
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