Re: Si usted muriera esta noche, ¿dónde cree que pasaría la eternidad?
Cristo no es sólo el cordero.
La Biblia enseña que Cristo es además, nuestro ¡¡SUMO SACERDOTE!!
Me imagino que sabes cuál era la función y responsabilidad de un sumo sacerdote.
La función del sumo sacerdote (en este caso de Cristo) es expiar los pecados de los creyentes presentándo a Dios Su propia ofrenda de sangre, en el Lugar Santísimo (el cielo).
Cristo vino a cambiar el sacerdocio, no vino a eliminarlo (He. 7.12), Cristo vino a cambiar la ley, no vino a eliminarla (He. 7.12) y Cristo vino a reformar el templo, no a eliminarlo (He. 8.10).
¡¡¡Lo que Él ofreció una vez para siempre fue Su cuerpo!!!
No obstante, no es Su cuerpo que redime el pecado del mundo. Es Su preciosa sangre.
Y no es Su preciosa sangre derramada en cualquier parte. Es Su sangre derramada en el Lugar Santísimo (el cielo) por nuestro sumo sacerdote, que es Él mismo.
Por otro lado en la tierra, los pecadores podemos entrar libremente al Lugar Santísimo ¡¡del templo en la tierra!! únicamente por medio de la sangre de Jesucristo (He. 10.19)
Sin ofrenda (Su sangre) no hay remisión de pecados y una vez remitidos los pecados no hay más ofrenda (He. 10.18). Se consumió. Fue aceptada por Dios.
En consecuencias, sin Su preciosa sangre que Él nos regala cada vez que celebramos la eucaristía, estaríamos tan perdidos como antes de arrepentirnos...
Esta ES mi sangre... ¿te recuerda la promesa del Señor o aún no?
Sin esa maravillosa promesa estaríamos tan perdidos como antes de habernos arrepentido...
Le han mentido: JESUCRISTO ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO. EL ES EL QUE te perdona tus pecados, Y TE LIMPIA y te dice VETE Y NO PEQUES MAS. Ese juguito de uva que te tomas los domingos no es la sangre de Jesus, ni tiene poder para perdonarte pecados.
Cristo no es sólo el cordero.
La Biblia enseña que Cristo es además, nuestro ¡¡SUMO SACERDOTE!!
Me imagino que sabes cuál era la función y responsabilidad de un sumo sacerdote.
La función del sumo sacerdote (en este caso de Cristo) es expiar los pecados de los creyentes presentándo a Dios Su propia ofrenda de sangre, en el Lugar Santísimo (el cielo).
Cristo vino a cambiar el sacerdocio, no vino a eliminarlo (He. 7.12), Cristo vino a cambiar la ley, no vino a eliminarla (He. 7.12) y Cristo vino a reformar el templo, no a eliminarlo (He. 8.10).
¡¡¡Lo que Él ofreció una vez para siempre fue Su cuerpo!!!
No obstante, no es Su cuerpo que redime el pecado del mundo. Es Su preciosa sangre.
Y no es Su preciosa sangre derramada en cualquier parte. Es Su sangre derramada en el Lugar Santísimo (el cielo) por nuestro sumo sacerdote, que es Él mismo.
Por otro lado en la tierra, los pecadores podemos entrar libremente al Lugar Santísimo ¡¡del templo en la tierra!! únicamente por medio de la sangre de Jesucristo (He. 10.19)
Sin ofrenda (Su sangre) no hay remisión de pecados y una vez remitidos los pecados no hay más ofrenda (He. 10.18). Se consumió. Fue aceptada por Dios.
En consecuencias, sin Su preciosa sangre que Él nos regala cada vez que celebramos la eucaristía, estaríamos tan perdidos como antes de arrepentirnos...
Esta ES mi sangre... ¿te recuerda la promesa del Señor o aún no?
Sin esa maravillosa promesa estaríamos tan perdidos como antes de habernos arrepentido...