(...) Todos los cristianos del primer siglo sabían que nadie del pasado había ido a los cielos, sino que vivirían en la tierra del futuro. Por ejemplo, Marta creía que su hermano Lázaro sería resucitado en la tierra:
Juan 11:23 Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. 24 Marta le dijo: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último día”.
Lo que Marta llama como "el último día", es la idea del Milenio que tenían los judíos, un día de mil años en que la tierra llegaría a su etapa de oro. Daniel también tenía esa esperanza:
Dan.12:9 Y él pasó a decir: “Anda, Daniel, porque las palabras quedan secretas y selladas hasta el tiempo de[l] fin. 10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán. [...] 13 ”Y en cuanto a ti mismo, ve hacia el fin; y descansarás, pero te pondrás de pie para tu porción al fin de los días”.
Esa es la segunda resurrección a la que se refieren las Escrituras, porque la primera pertenece a los reyes que irán a formar parte del reino en los cielos.
Entonces ¿ya nos vamos dando cuenta de que los cristianos del primer siglo sí sabían que la tierra sería habitada en el futuro por sus generaciones anteriores de justos, mientras que a ellos se les estaba llamando para formar parte del reino de esa tierra?
La profecía dice al respecto:
Sal.45:16 En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos,
a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.
17 Ciertamente haré mención de tu nombre durante todas las generaciones por venir.
Por eso pueblos mismos te elogiarán hasta tiempo indefinido, aun para siempre.
... porque no fué con los patriarcas con los que se hizo un pacto para reinar, sino con las generaciones post-Cristo, después que su sacrificio fue pagado.
1Ped.1:10 Respecto a esta misma salvación, los profetas que profetizaron acerca de la bondad inmerecida que había de ser para ustedes hicieron una indagación diligente y una búsqueda cuidadosa. 11 Siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de [época], indicaba respecto a Cristo el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos. 12 A ellos les fue revelado que, no para sí mismos, sino para ustedes, ministraban las cosas que ahora han sido anunciadas a ustedes mediante los que les han declarado las buenas nuevas con espíritu santo enviado desde el cielo. En estas mismas cosas los ángeles desean mirar con cuidado.
Y lo maravilloso es que no solo se seleccionaron reyes de Israel ... Todo esto era un misterio para los antiguos, porque aunque sabían que iban a vivir en la tierra después de ser resucitados, no sabían cuál sería el arreglo de gobierno que estaría rigiendo sobre ellos. Pero el misterio fue revelado a los apóstoles, ... a los cristianos verdaderos, mediante el espíritu santo:
Efe.1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en unión con Cristo, 4 así como nos escogió en unión con él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin tacha delante de él en amor. 5 Pues nos predeterminó a la adopción mediante Jesucristo como hijos para sí mismo, según el beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de su gloriosa bondad inmerecida que él nos confirió bondadosamente por medio de [su] amado. 7 Por medio de él tenemos la liberación por rescate mediante la sangre de ese, sí, el perdón de [nuestras] ofensas, según las riquezas de su bondad inmerecida.
8 Esta él la hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría y buen sentido, 9 por cuanto nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo 10 para una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra. [Sí,] en él, 11 en unión con el cual a nosotros también se nos asignó como herederos, por cuanto fuimos predeterminados según el propósito de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera como su voluntad aconseja, 12 para que sirviéramos para la alabanza de su gloria, nosotros los que hemos sido los primeros en esperar en el Cristo. 13 Pero ustedes también esperaron en él después que oyeron la palabra de la verdad, las buenas nuevas acerca de su salvación. Por medio de él también, después que ustedes creyeron, fueron sellados con el espíritu santo prometido, 14 que es una prenda por anticipado de nuestra herencia, con el propósito de poner en libertad por rescate la propia posesión [de Dios], para su gloriosa alabanza.