Re: Salvacion por obras y fe , no solo por fe???
Dios te bendiga Tobi.
Antes de todo, primero dejemos sentado algo bien claro: La Iglesia Católica defiende, ha defendido y defenderá hasta el final de los tiempos que nada que el hombre haga antes de ser justificado le merece, produce o consigue justificación... absolutamente NADA. Somo justificados gratuita e inmerecidamente, sin ningún mérito de nuestra parte.
Sí es La Justicia de Cristo, no la misma de Cristo como si la justicia fuera un "monto" que se transfiere de una cuenta a otra. Es la justicia de Cristo porque sólo Él la produce, sólo Él la crea, sólo Él la otorga, sólo Él la sostiene, no porque es una cualidad de Cristo que nos ha sido imputada declarativamente en un tribunal judicial sino porque Cristo nos ha infundido su Espíritu y nos ha hecho tan justos y santos como el Espíritu ha querido y no a todos ni en la misma medida ni en la misma magnitud. Es de Cristo porque nada que el hombre haga, aunque externamente parezca intachable moralmente puede hacerle agradable a los ojos de Dios excepto esta justicia regalada, infundida y que embellece el alma de uno que antes de tenerla era un impío. Es de Cristo porque nada hay en el hombre que sea inocente sin la presencia de su Espíritu.
Esa justicia se pierde porque no es sólo una sentencia declarada en un tribunal sino que también es un regalo real, vivo y vivificante en el alma de cada hombre que lo regenera, que lo hace nuevo, lo transforma, lo libera del poder del pecado y siembra en él un germen de vida.
Has traido a Pablo, yo le hago otra pregunta a Pablo para que nos aclare más:
Habéis roto con Cristo todos cuantos buscáis la justicia en la ley. Os habéis apartado de la gracia. (Gálatas 5, 4)
Y sí, precisamente traigo este verso que condena a aquellos que quieren buscar una justicia distinta de la que regala Cristo, Y Pablo dice claramente que quien busca justicia en otro sitio pierde la que Cristo regala. La pierde Tobi, la pierde, es desgajado de Cristo. Y si es desgajado es porque antes estaba injertado en Él.
Y ojo con esto, esta condenación de Pablo es espada de doble filo, condena a los Pelagianos y condena también a los Antinominianos. Es desgajado de Cristo tanto el que pretende auto-justificarse como el que no vive según el Espíritu de Cristo.
Que Pablo nos aclare más:
Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias. (Gálatas 5, 24)
Más claro no canta un gallo... ¿dijo quien? este "gallo" sí que canta más claro:
No os engañéis; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: el que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. (Gálatas 6, 7-9)
El Evangelio de La Gracia ha nadie ha venido a exonerarle de vivir fructificando en santidad y buenas obras. El Evangelio de la Gracia ha venido a enseñarnos que sólo los que se abandonan a la guía del Espíritu Santo serán salvados, que sólo a los que el Espíritu constantemente le aplique los méritos de Cristo cosecharán vida. Por eso el Espíritu es la garantía de nuestra salvación, las arras y prenda de nuestra salvación.
Esto trasciende las imputaciones y declaraciones, Dios es demasiado poderoso y bueno para andarse declarando justos a quienes no convierte en justos. Y si usted se vuelve a sus injusticias pues ha renunciado, escupido, rechazado y perdido la justicia que Cristo le ha otorgado.
¿La Buena Noticia? Dios es fiel! y su Espíritu nos anhela celosamente (Santiago 4, 5) por lo que siempre, siempre, eternamente nos estará brindando justificación gratuitamente.
Trento y toda la Iglesia Católica enseña que el que pierde la justificación vuelve a obtenerla, cada vez que la pierde, de la misma manera que la consiguió la primera vez: sin ningún mérito de su parte, gratis, por Sola Gratia.
De mérito sólo se habla en uno ya justificado gratuitamente; uno no justificado, ya sea porque no ha sido justificado nunca o porque ha perdido su justificación no efectúa ningún acto que pueda ser considerado meritorio, de nada le sirven sus obras. Las obras que recibirán recompensa (recompensa en la que no está la justificación) son las obras de uno que ha sido justificado gratuitamente.
Eso es Doctrina Católica, santa, bendita y Revelada.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.
Dios te bendiga Tobi.
Antes de todo, primero dejemos sentado algo bien claro: La Iglesia Católica defiende, ha defendido y defenderá hasta el final de los tiempos que nada que el hombre haga antes de ser justificado le merece, produce o consigue justificación... absolutamente NADA. Somo justificados gratuita e inmerecidamente, sin ningún mérito de nuestra parte.
¿Sabes algo? Estoy en total acuerdo contigo! ... si y sólo si la justicia que recibimos de Cristo fuera "imputada". Pero tal cosa no existe en Pablo, ni en ninguna otra parte de La Biblia, ni en 1500 años de Iglesia hasta que llegó La Reforma. La Justicia por la que somos justos no es la justicia con la que Dios mismo es justo sino con la que Él nos hace justos.Si justificación es ser hecho JUSTO a aquel que no lo es, como puede perder lo que él no ha adquirido?Puede una persona dejar de ser JUSTA pero será de su propia justicia y no de la que le ha sido imputada por Dios
Sí es La Justicia de Cristo, no la misma de Cristo como si la justicia fuera un "monto" que se transfiere de una cuenta a otra. Es la justicia de Cristo porque sólo Él la produce, sólo Él la crea, sólo Él la otorga, sólo Él la sostiene, no porque es una cualidad de Cristo que nos ha sido imputada declarativamente en un tribunal judicial sino porque Cristo nos ha infundido su Espíritu y nos ha hecho tan justos y santos como el Espíritu ha querido y no a todos ni en la misma medida ni en la misma magnitud. Es de Cristo porque nada que el hombre haga, aunque externamente parezca intachable moralmente puede hacerle agradable a los ojos de Dios excepto esta justicia regalada, infundida y que embellece el alma de uno que antes de tenerla era un impío. Es de Cristo porque nada hay en el hombre que sea inocente sin la presencia de su Espíritu.
Esa justicia se pierde porque no es sólo una sentencia declarada en un tribunal sino que también es un regalo real, vivo y vivificante en el alma de cada hombre que lo regenera, que lo hace nuevo, lo transforma, lo libera del poder del pecado y siembra en él un germen de vida.
Has traido a Pablo, yo le hago otra pregunta a Pablo para que nos aclare más:
Habéis roto con Cristo todos cuantos buscáis la justicia en la ley. Os habéis apartado de la gracia. (Gálatas 5, 4)
Y sí, precisamente traigo este verso que condena a aquellos que quieren buscar una justicia distinta de la que regala Cristo, Y Pablo dice claramente que quien busca justicia en otro sitio pierde la que Cristo regala. La pierde Tobi, la pierde, es desgajado de Cristo. Y si es desgajado es porque antes estaba injertado en Él.
Y ojo con esto, esta condenación de Pablo es espada de doble filo, condena a los Pelagianos y condena también a los Antinominianos. Es desgajado de Cristo tanto el que pretende auto-justificarse como el que no vive según el Espíritu de Cristo.
Que Pablo nos aclare más:
Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias. (Gálatas 5, 24)
Más claro no canta un gallo... ¿dijo quien? este "gallo" sí que canta más claro:
No os engañéis; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: el que siembre en su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. (Gálatas 6, 7-9)
El Evangelio de La Gracia ha nadie ha venido a exonerarle de vivir fructificando en santidad y buenas obras. El Evangelio de la Gracia ha venido a enseñarnos que sólo los que se abandonan a la guía del Espíritu Santo serán salvados, que sólo a los que el Espíritu constantemente le aplique los méritos de Cristo cosecharán vida. Por eso el Espíritu es la garantía de nuestra salvación, las arras y prenda de nuestra salvación.
Esto trasciende las imputaciones y declaraciones, Dios es demasiado poderoso y bueno para andarse declarando justos a quienes no convierte en justos. Y si usted se vuelve a sus injusticias pues ha renunciado, escupido, rechazado y perdido la justicia que Cristo le ha otorgado.
¿La Buena Noticia? Dios es fiel! y su Espíritu nos anhela celosamente (Santiago 4, 5) por lo que siempre, siempre, eternamente nos estará brindando justificación gratuitamente.
Trento y toda la Iglesia Católica enseña que el que pierde la justificación vuelve a obtenerla, cada vez que la pierde, de la misma manera que la consiguió la primera vez: sin ningún mérito de su parte, gratis, por Sola Gratia.
De mérito sólo se habla en uno ya justificado gratuitamente; uno no justificado, ya sea porque no ha sido justificado nunca o porque ha perdido su justificación no efectúa ningún acto que pueda ser considerado meritorio, de nada le sirven sus obras. Las obras que recibirán recompensa (recompensa en la que no está la justificación) son las obras de uno que ha sido justificado gratuitamente.
Eso es Doctrina Católica, santa, bendita y Revelada.
En el Amor de Jesús.
Gabaon.