Y aunque no hay excusa alguna para que un país comunista invada a una democracia, si las hay para que naciones democráticas invadan un país donde sus gobernantes violan sistemáticamente los derechos humanos.
Las naciones democráticas no deberían permitir que países como Cuba, Venezuela y otros sigan en poder de tremendos delincuentes asesinos.
Las naciones democráticas no deberían permitir que países como Cuba, Venezuela y otros sigan en poder de tremendos delincuentes asesinos.