Ricardo:
LUIS FERNANDO: Una reiteración que observé en tu mensaje a JULIO y otros muchos:
Cada vez que mencionas "mi iglesia" me da
la impresión como de que no sabes con
certeza cual sea tu iglesia, pues si lo
supieras, no lo dirías.
Luis:
¿eh?
Mi Iglesia es la Iglesia católica romana, aunque ciertamente me siento también ortodoxo. Sé lo que soy y sé lo que no soy. No soy protestante.
Ricardo:
Yo solamente uso tal expresión cuando quiero referirme a la congregación en la que me reúno. De aquella iglesia a la que el Señor Jesús llamó con propiedad "mi iglesia", es nuestra iglesia, si en ella estamos, pues no hay otras.
Luis:
Tengo ciertos problemas en aceptar la idea de que algo que no tiene un mismo credo y un mismo bautismo sea la Iglesia de Cristo, pero bueno....
Ricardo:
Las muchas confesiones y denominaciones
religiosas que se arrogan tal término,
aunque están emparentadas o relacionadas con
aquella, son otra cosa. Pero si te gusta
usar el "mi iglesia", no puedo impedirlo.Que
tú la tengas por "tuya" no me fuerza a
tenerla por "mía". Perdona la disgresión.
Luis:
Perdonado,
Ricardo:
Volviendo al tema, y para ilustración de los
lectores, comparto acá lo dicho en otro sitio:
Cierto es que has utilizado las Escrituras.
Mi alusión solamente se refería a la acuosa claridad de las conclusiones que vienes aportando.
Luis:
Es que, como bien decías en tu primer mensaje, la cosa está bien clara a menos que alguien quiera complicarla. Las conclusiones que vengo aportando derivan directamente de la literalidad del texto bíblico, no rechazando cualquier interpretación alegórica que pueda darse, sino afirmando que esa hipotética interpretación alegórica no puede quebrantar y violentar el propio texto bíblico. En otras palabras, si la Biblia dice que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe y si la Biblia dice que Dios nos juzgará a TODOS por nuestras obras, siendo que el que persevera en hacer el bien obtiene la vida eterna, entonces poco más se puede decir excepto "sí y amén" a lo que dice la Palabra de Dios.
Ricardo:
Mal podría ponerme yo ahora a charlar sobre un agua bautismal que perdona los pecados. Me sería algo así como discutir sobre las nevadas que caen sobre Venus o las playas de Plutón.
Luis:
Pues como quieras, pero la Biblia también es clara respecto a que el bautismo es para el perdón de los pecados.
Ricardo:
La realidad constatable del pasaje propuesto es tal, que no veo en qué pueda yo disentir o dudar en cuanto al mismo.
Entiendo sí, que vuestras reflexiones a partir de allí, puedan despertar a algunos católicos a que vean la futilidad de aducir obras que no son el producto natural de una genuina fe en Cristo como Salvador; y también a algunos evangélicos que se abandonan a una fe teórica y estéril sin frutos espirituales.
Luis:
Desde luego eso sería lo ideal en este debate. Finalmente lo que tiene que quedar claro es que obras sin fe no valen, y fe sin obras tampoco.
Lo que yo no tengo NADA CLARO es que el protestantismo admita que las obras son NECESARIAS para la salvación, no como algo independiente de la fe, ya que esta fe ha de ir primero, sino como complemento indispensable que demuestra que creemos y obedecemos.
Bendiciones
LUIS FERNANDO: Una reiteración que observé en tu mensaje a JULIO y otros muchos:
Cada vez que mencionas "mi iglesia" me da
la impresión como de que no sabes con
certeza cual sea tu iglesia, pues si lo
supieras, no lo dirías.
Luis:
¿eh?
Mi Iglesia es la Iglesia católica romana, aunque ciertamente me siento también ortodoxo. Sé lo que soy y sé lo que no soy. No soy protestante.
Ricardo:
Yo solamente uso tal expresión cuando quiero referirme a la congregación en la que me reúno. De aquella iglesia a la que el Señor Jesús llamó con propiedad "mi iglesia", es nuestra iglesia, si en ella estamos, pues no hay otras.
Luis:
Tengo ciertos problemas en aceptar la idea de que algo que no tiene un mismo credo y un mismo bautismo sea la Iglesia de Cristo, pero bueno....
Ricardo:
Las muchas confesiones y denominaciones
religiosas que se arrogan tal término,
aunque están emparentadas o relacionadas con
aquella, son otra cosa. Pero si te gusta
usar el "mi iglesia", no puedo impedirlo.Que
tú la tengas por "tuya" no me fuerza a
tenerla por "mía". Perdona la disgresión.
Luis:
Perdonado,

Ricardo:
Volviendo al tema, y para ilustración de los
lectores, comparto acá lo dicho en otro sitio:
Cierto es que has utilizado las Escrituras.
Mi alusión solamente se refería a la acuosa claridad de las conclusiones que vienes aportando.
Luis:
Es que, como bien decías en tu primer mensaje, la cosa está bien clara a menos que alguien quiera complicarla. Las conclusiones que vengo aportando derivan directamente de la literalidad del texto bíblico, no rechazando cualquier interpretación alegórica que pueda darse, sino afirmando que esa hipotética interpretación alegórica no puede quebrantar y violentar el propio texto bíblico. En otras palabras, si la Biblia dice que el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe y si la Biblia dice que Dios nos juzgará a TODOS por nuestras obras, siendo que el que persevera en hacer el bien obtiene la vida eterna, entonces poco más se puede decir excepto "sí y amén" a lo que dice la Palabra de Dios.
Ricardo:
Mal podría ponerme yo ahora a charlar sobre un agua bautismal que perdona los pecados. Me sería algo así como discutir sobre las nevadas que caen sobre Venus o las playas de Plutón.
Luis:
Pues como quieras, pero la Biblia también es clara respecto a que el bautismo es para el perdón de los pecados.
Ricardo:
La realidad constatable del pasaje propuesto es tal, que no veo en qué pueda yo disentir o dudar en cuanto al mismo.
Entiendo sí, que vuestras reflexiones a partir de allí, puedan despertar a algunos católicos a que vean la futilidad de aducir obras que no son el producto natural de una genuina fe en Cristo como Salvador; y también a algunos evangélicos que se abandonan a una fe teórica y estéril sin frutos espirituales.
Luis:
Desde luego eso sería lo ideal en este debate. Finalmente lo que tiene que quedar claro es que obras sin fe no valen, y fe sin obras tampoco.
Lo que yo no tengo NADA CLARO es que el protestantismo admita que las obras son NECESARIAS para la salvación, no como algo independiente de la fe, ya que esta fe ha de ir primero, sino como complemento indispensable que demuestra que creemos y obedecemos.
Bendiciones