ROMAN: Matías y no Pablo sucede a Judas

Alguien dice que "los apóstoles en la actualidad no poseen el ministerio de establecer el fundamento, pero si el ministerio de establecer iglesias sobre ese fundamento".
El "fundamento de los apóstoles y profetas" no son ni los Doce, ni los profetas, sino Cristo, la Piedra Angular, la Roca.
"Sobre esta Roca edificaré Mi Iglesia", dice el Señor, aludiendo a Sí mismo.
Por tanto, el fundamento que hasta el día de hoy establecen los misioneros o apóstoles verdaderos (que el Señor ha tenido en todas las épocas), respaldados por el Espíritu Santo, es Cristo. No hay otro, ni otros.
¡Cuán débil hubiese sido una Iglesia fundada sobre hombres pecadores! Mas, su fundamento es el Señor Jesucristo, y nadie puede poner otro fundamento que éste.
No se pueden establecer iglesias sin establecer primero el fundamento. Los apóstoles, hoy como ayer, fundan iglesias; pero, primeramente predican el evangelio de Jesucristo. ¿Cómo podrían colaborar en la obra de Dios si no tuviesen -como se dice- el ministerio de establecer el fundamento?
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Van tres páginas de debate donde nadie convence a nadie. ¡Qué lástima ver cómo se desperdicia un espacio precioso donde se podría proclamar el Evangelio de Salvación conforme al mandato del Señor!
No dice "Id y contended sobre doctrinas", sino "Id y predicad las Buenas Nuevas".
No discutamos más sobre cuál es el fundamento, o quién es más, si Matías o Pablo, sino glorifiquemos a nuestro Dios, edificando y no confundiendo a los hermanos menores: hablemos de Aquél que nos llamó de las tinieblas a su Luz admirable.

Desde Temuco (Chile), en lo último de la Tierra.
 
Hermano ROMAN: Creo que al responderte ahora no seguiré el orden
de tu mensaje, sino más bien el de contestarte aquellas cosas que más me llaman la atención y que tienen prioridad de ser aclaradas. Debo,
cuanto antes, despejar cualquier malentendido. Por ejemplo, tú dices:
" Su conjetura de que el Señor en realidad había elegido a Matías pero en su lugar nombró a Judas hasta que este apostatara y muriera es artificial. Esto no lo dice, ni puede inferirse de la Escritura en ningún lugar."
En realidad, si yo conjeturé de tal manera, me desconozo a mí mismo. ¿Pero qué fue lo que dije?: "Veamos: vamos a Lc.6:13: "Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles". Creo que admitirás que entre todos esos discípulos llamados por el Señor también estaría Matías; pero entonces no lo escogió pues era necesario que estuviese Judas".
No veo que esté conjeturando nada: 1ero.: Que el Señor llamó a sus discípulos y que entre ellos estaría Matías, no es conjetura a la luz de lo que dice Pedro en Hechos 1:21,22: "...estos hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día que de entre nosotros fue recibido arriba...". Que entonces, de entre los discípulos que llamó no escogió a Matías sino a Judas, fue necesario para que la Escritura se cumpliese (Jn.13:18; 17:12; Hch.1:25). Esto se percibe claro en las palabras del Señor en Jn.13:18: "No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura..." La traición y suicidio de Judas no fue accidental o un fracaso imprevisto por el Señor. Si quieres deducir de mis palabras que el Señor escogió a Judas de forma "provisoria", puedes hacerlo; pero no me adjudiques a mí el que incurra en decir lo que la Escritura no dice.
Entre las cosas que más me impactaron de lo que dices, está tu primer
párrafo a JIMMY: "Quizá pueda parecer que la elección de Matías fue resultado de una actitud apresurada de Pedro, pero realmente me parece que de ser así, de alguna manera esto debería haber sido registrado por Lucas, de lo contrario dejaría un evento tan importante sin saber si fue correcto o no. Yo creo que fue correcto, y mas aún, necesario, pero esto NO hace a Matías parte del fundamento de la Iglesia (Ef. 2:20)"
Pese a que prosigues en lo mismo, por lo menos hay un evidente progreso en tu concepto, si se le compara al tradicional que atribuye la elección de Matías a la propuesta precipitada del temperamental Pedro, que ni siquiera reparó en usar el recurso de las suertes, tan chocante para nuestra mentalidad evangélica.
Por lo menos ahora, y aunque nada nada más que en el asunto de la sucesión de Judas, dejas asentadas dos cosas: 1 - Fue correcto; 2 - fue necesario. Pero luego, hacia la mitad de tu mensaje, dices lo que sigue:
"Matías fue elegido y comisionado directamente por los once Apóstoles, sin duda alguna esto fue la voluntad de Dios y Él dio su aprobación sobre esto, pero esto no significa que Matías fuese el doceavo Apóstol del Cordero."
Así que ahora asientas dos cosas más: 3 - Fue la voluntad de Dios; 4 - Ésto fue aprobado por Dios. Más abajo, en otros párrafos reafirmas lo mismo, por ejemplo:
"El apostolado de Matías, es del mismo tipo que el apostolado de Bernabé: Según la voluntad de Dios," y: " Era necesaria la presencia de Matías para completar el número de Doce de los que estarían en Jerusalén."
Por lo menos ya concedes demasiado, a tener en cuenta la posición clásica sobre el particular, renuente siempre a concesión alguna. Esta ya es clara señal de pericia en la argumentación. Los lectores del Foro podrían preguntarse, sin embargo: ¿cómo es posible decir que la elección de Matías fue: correcta, necesaria, según la voluntad de Dios y aprobada por Él, y simultáneamente declarar: "pero esto no significa que Matías fuese el doceavo Apóstol del Cordero"? La respuesta está en una expresión que has encontrado -no en la Biblia sino en la argumentación- que parece dar solución al dilema: "PERSONALMENTE". Por ej. en tu punto 4: "el hecho de la elección PERSONAL de Pablo por parte del Señor, a la elección de Matías realizada por los Once Apóstoles, según la voluntad del Señor, pero NO PERSONALMENTE por Él." Tan conveniente solución trae consigo un problema más grande que el que pretende resolver. Pero veamos primero otras citas en las que explayas mejor la idea: ". Más tarde el mismo Señor en PERSONA llamaría y comisionaría a Pablo para tal Apostolado Suyo. El apostolado de Matías, es del mismo tipo que el apostolado de Bernabé: Según la voluntad de Dios, pero NO elegidos y comisionados en PERSONA por el Señor.La disposición de los Apóstoles en hacer la voluntad de Dios, no quita el hecho de que son ellos los que intervienen directamente en el nombramiento de Matías. No fue Cristo en PERSONA quien lo eligió.. De la misma manera, cuando Dios eligió a Matías, lo hizo por medio de otros creyentes, y no en forma PERSONAL, pero SI lo hizo en forma personal, sin ningún otro intermediario, en el caso de los Once Apóstoles y Pablo. De la misma manera sólo los comisionados PERSONALMENTE por el Señor Jesucristo, son Apóstoles de Jesucristo.Pero entre las condiciones para ser Apóstol de Jesucristo, hay una primera y elemental: 1) Haber sido escogido y comisionado PERSONALMENTE por el Señor (Ga. 1:1), y esto Matías no lo cumple."
Aunque pegué estas citas extrayéndolas de sus respectivos párrafos, no lo hice para alterar el sentido de su contextos, sino por brevedad, y para enfatizar la importancia que le atribuyes a la elección personal del Señor. Pero esta novedad tuya, afecta ahora a la Cristología. Nos da la impresión que la solución que propones no es todo lo ortodoxa que sería de desear. Veamos: no me cabe duda alguna que el Señor Jesucristo eligió personalmente a los once discípulos así como también a Pablo; en ésto estamos de acuerdo. Pero en lo que no estamos de acuerdo, es en que yo creo que también Matías y Bernabé fueron elegidos personalmente por el Señor. Recordemos unos pocos textos bien conocidos: "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt.18:20); "he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt.28:20); "Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido" (Hch.1:24); "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra que los he llamado" (Hch.13:2). Sinceramente, no puedo ver que Matías hubiese sido elegido menos "personalmente" que los once y el propio Pablo. Que en el caso de Matías hubiese una participación directa de los once apóstoles y el resto de los que se encontraban en el aposento alto (como ciento veinte en número), no hace impersonal la elección de Matías. El "muestra cual de estos dos has escogido", no solamente señala una acción personal del Señor puesta en el pasado, sino que lo que al presente se da - por iniciativa de Pedro en consenso unánime con los demás apóstoles y los hermanos reunidos-, es el conocimiento por parte de todos ellos de la decisión del Señor. No veo cómo pueda decirse que aquí el Señor no actuó personal y directamente. La instrumentalidad de sus siervos a quienes usa, no hace al Señor de ellos pasivo en la acción, sino soberanamente activo y responsable. En el caso de Pablo, aunque el Señor se le aparece de forma personal, y así lo hace constar más precisamente en el tercer relato que tenemos del caso en Hechos (26:12-18), en los dos primeros es a través de Ananías por quien anuncia lo que hará con Saulo (9:15,16 y 22:12-15). Pablo y Bernabé no son llamados apóstoles hasta Hechos 14:4. Su apostolado comienza en Hch.13:1-4.
"Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo...".
Aunque el servicio o ministerio de evangelistas y maestros ya lo habían comenzado antes, y Bernabé antes que Pablo (11:22-30), como apóstoles lo comienzan tras el hablar del Señor por el Espíritu Santo a los profetas y maestros en la iglesia que estaba en Antioquía. La instrumentalidad de estos hermanos no priva al Señor de su elección personal, ni siquiera por comunicarla por el Espíritu Santo. Aunque previo a ésto fue el encuentro de Saulo con el Señor en el camino cerca
de Damasco, y aún anterior todavía el haber sido apartado desde el vientre de su madre (Gal.1:15), y anterior aún el haber sido escogido en Cristo antes de la fundación del mundo (Ef.1:4), el apostolado de Bernabé y Pablo comienza conjuntamente en esa reunión de oración y ayuno de los profetas y maestros de la iglesia en Antioquía. Lo que ha de caracterizar el apostolado de Pablo ha de ser su trabajo entre los gentiles, que incluye a los propios judíos en las ciudades de la gentilidad. Tras ésto, sus muchos padecimientos y final martirio.
Pero por más especial que haya sido todo cuanto concierna a Pablo, no lo es al grado de que su personal destaque anule la realidad de la elección personal del Señor para el apostolado de un Matías y un Bernabé.
Si estoy equivocado, agradeceré por favor que me lo hagan saber.
Por ahora debo ya concluir diciendo que no puede ser acertada esta frase tuya: "El hecho de que existan apóstoles comisionados por hombres, sin que por esto dejen de ser apóstoles, el mismo Apóstol Pablo lo dice: Ga. 1:1."
Creo que es una temeridad decir que por este texto Pablo reconoce la autenticidad de un apostolado por comisión humana. Es cierto que Pablo habla de otros "apóstoles", pero como "falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo" (2Cor.11:13). También lo que dice el Señor a la iglesia en Efeso: "has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos" (Ap.2:2b).
Es significativo que en las Escrituras nunca es cuestionado el apostolado de Matías sino el de Pablo: "si para otros no soy apóstol..."(1Co.9:2)lo que lo lleva a defender la genuinidad de su apostolado en los caps.10 al 12 de 2Corintios. Ya en aquellos tiempos existían cristianos que no admitían más apóstoles que los Doce. Como Pablo no integraba tal número - pretensión que jamás defendió -, algunos resistían su apostolado.
Te sugiero -¡ahora sí!- que revises entonces estos nuevos conceptos tuyos.
El Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Estimado hermano Mario:

La Principal Piedra del ángulo, es la primera piedra de la esquina del edificio, sobre la que una vez puesta, se edifica primero el fundamento, y luego se elevan los muros.
Primeramente Cristo es la Principal Piedra del ángulo. (Ef. 2:20)
Pero también es el Fundamento (1 Co. 3:11)
Por último TODO el edificio es su propio Cuerpo. (Ef. 2:21-22)
Nadie comparte la posición de Cristo como Principal Piedra del ángulo.
Pero el Fundamento, que es parte del edificio, que es Su Cuerpo, también son los Apóstoles de Jesucristo.
El resto del edificio, cada una de las piedras vivas (1 P. 2:5), edificadas sobre el Fundamento, es parte del edificio y somos nosotros, pero también es Su Cuerpo.
En 1 Co. 3:9-16, el énfasis está puesto en la forma en que se debe edificar sobre el Fundamento. No se trata del evangelio de salvación, sino de la vida cristiana.
En el momento que el Apóstol escribía esta epístola, el Fundamento había sido puesto por los Apóstoles enviados por el Señor Jesucristo. No se encargó el Señor mismo de esta obra sino que la encomendó a Sus Apóstoles. Ningún mérito recae sobre ellos por esta empresa, sino la gloria que recibirán del Señor por su fidelidad en ella.

Es necesario tener en cuenta los siguiente, en Ef. 2:20 la frase “de los apóstoles y profetas” se encuentra en caso genitivo. Normalmente indica pertenencia, contenido o relación, también puede indicar aposición.
Sería incorrecto pensar en pertenencia, ya que el fundamento NO pertenece a ellos. La frase no da lugar a pensar en contenido o relación. Aquí se indica aposición. Literalmente sería traducido:
Sobreedificados sobre el fundamento QUE ES los apóstoles y profetas.
Los “apóstoles y profetas” están en aposición con “el fundamento”, es decir, son la misma cosa. Es una frase explicativa.

Los Apóstoles fueron hombres pecadores, pero con un ministerio y una vida espiritual como jamás se volvió a ver en los años posteriores a la era Apostólica. Hasta tal punto es esto así, que ellos fueron comisionados para establecer la doctrina en la Iglesia. (Hch. 2:42)
Hoy NO haya apóstoles como los 12 Apóstoles de Jesucristo, y bien se haría en no utilizar esta terminología para denominar a los misioneros.

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Estas páginas que utilizamos para debatir acerca de temas Bíblicos, en ninguna manera están desperdiciadas.
Escrito está:
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos.” (Judas 1:3)

Es necesario predicar el Evangelio, y créame que yo no descuido este mandato. Pero cada cosa tiene su lugar, y a decir verdad, este foro no es el mejor lugar para predicar el evangelio de salvación.
El mejor lugar es:
1) Nuestra casa.
2) Nuestros parientes, amigos, vecinos.
3) Nuestro trabajo.
O sea, donde la gente nos ve, nos conoce, y estamos obligados a respaldar nuestras palabras con nuestras vidas.

En este foro mucha gente podría llenarse la boca con palabras piadosas, y sin embargo vivir vidas pecaminosas y alejadas de Dios.
Por supuesto que a quien no es salvo, también debe predicársele el Evangelio, lo cual también he hecho.

Que Dios le bendiga.

Roman.
 
Estimando hermano Ricardo:

Antes que nada disculpe por la tardanza en contestarle, cuando contesté a Mario, no me percaté de que antes ya me había contestado Ud.
También por diversos motivos no he podido contestar a ningún debate en estos últimos días, y por casualidad me di cuenta de que no había contestado a su última respuesta.

Hermano, yo no le pido que me conteste en el orden que yo escribo, pero si que conteste a todo lo que yo escribo, aunque sea brevemente.

Para poder contestarle debidamente, necesitaría sus respuestas a las siguientes preguntas, le pido por favor, que las conteste:
1) ¿El Señor Jesucristo escogió a Judas Iscariote como Apóstol o no?
2) ¿En que momento el Señor escogió al 12º Apóstol?
3) ¿En la última cena estaban presente Matías y José Barsabás? (Jn. 13)
4) ¿Por qué el Señor mismo no dio instrucciones de quien era el Apóstol que había escogido en lugar de Judas, cuando estuvo hablándoles por cuarenta días del reino de Dios (Hch. 1:3)?


“El evidente progreso en mi concepto”, como Ud. dice, podría haberlo apreciado desde el primero momento que comenzamos con este debate, ya que ha sido mi postura desde siempre:
Que la elección de Matías fue:
1) Correcta, 2) Necesaria, 3) Según la voluntad de Dios, 4) Aprobada por Dios.
Si en algún momento pudiera no haber sido explícito, también faltó mi disensión de que la elección de Matías fue genuina.
Matías fue elegido en forma correcta, necesaria, según la voluntad y aprobación de Dios como uno de los DOCE, no como uno de los DOCE APÓSTOLES DEL CORDERO. Estos grupos que son distintos. Me gustaría saber si Ud. admite esto.

El hecho de que Pablo fue elegido personalmente por el Señor sin intermediarios está en la Biblia: Hch. 9:1-9; Gá. 1:1; 1:11-12; 1:17. Ananías no intervino en esto.


Creo que SU posición está reñida con la Cristología, ya que no distingue entre una acción llevada a cabo en forma personal por el Señor, y otra, llevada a cabo según su voluntad, pero por intermedio de hombres.
Si Ud. no ve ninguna diferencia entre la elección de los Once y Pablo con el resto de los Apóstoles, pues tampoco podrá ver ninguna diferencia entre el Apostolado del Señor Jesucristo, los Once, Pablo, Matías y Bernabé.
Ya que todas las obras que el Señor Jesucristo hacía, eran las que obraba el Padre que estaba en él (Jn. 14:10), siguiendo su propia línea de razonamiento, la elección de los Apóstoles sería por la intervención Personal del Padre, por lo tanto los Once, Pablo, Matías y Bernabé, serían Apóstoles (del Padre), al igual que el Señor Jesucristo, lo cual estoy seguro de que no aceptará, ya que Ud. mismo admitió esta diferencia al iniciar este debate.

Pero la realidad es que los Apóstoles fueron elegidos personalmente por el Señor, según la voluntad del Padre, así como también Matías fue elegido por los Apóstoles, según la voluntad del Señor, pero no personalmente por Él.

Por su puesto que con su posición jamás podrá contestar porque los Apóstoles del Cordero son DOCE (Ap. 21:14), ni porque El Apóstol (del Padre) es UNO, el Señor Jesucristo, ni tampoco porque a Matías no se llama nunca Apóstol de Jesucristo (de hecho no se le llama Apóstol).

Pablo escribe la carta a los Gálatas aprox. en el 56 d.C., y los hechos relatados en Hch. 13:1-4 datan del 46 d.C.
Si su llamamiento hubiese comenzado en Hch. 13:1-4, resultaría bastante extraño, que el Apóstol no hubiera mencionado esto en Gá. 1:11-24, donde él explica los detalles de su llamamiento. Antes, por el contrario, Pablo da a entender aquí que desde el primer momento que el comprendió que era Apóstol de Jesucristo, ya que relata en Ga. 1:17: “Ni fui a Jerusalén a los que ERAN APÓSTOLES ANTES QUE YO”, esta descripción realizada en tiempo pasado, indica claramente que en ese momento, Pablo ya se consideraba Apóstol de Jesucristo.

En un contexto donde creo que queda bien claro, que la acción humana es citada sólo como instrumentalidad Divina, no es ninguna temeridad afirmar que Pablo reconociera que había apóstoles elegidos según hombre.
Mas bien creo que es una temeridad suya citar una frase mía fuera de su contexto.

El apostolado de Matías nunca es cuestionado, como tampoco se dice absolutamente nada mas de él. Deducir que el fue el 12º Apóstol del Cordero porque NO se diga que NO lo fue, es un argumento bastante flojo.
¿Ud. se fundamenta en lo que la Biblia DICE, o en lo que NO DICE?
Uno de los cristianos que no admitieron mas Apóstoles del Cordero que los DOCE Apóstoles del Cordero fue el Apóstol Juan en Ap. 21:14.
Como Pablo reclamaba ese lugar como suyo, entonces debió defender su Apostolado. Cuando digo que el reclamaba este lugar como suyo, me refiero a las numerosas veces que el dijo ser “Apóstol de Jesucristo”.

Ud. dice:
“Te sugiero -¡ahora sí!- que revises entonces estos nuevos conceptos tuyos.”
Antes de emitir cualquier tipo de sugerencia, creo que Ud. debería contestar multitud de problemas que se presentan a su posición y que todavía no ha resuelto contestar.
Creo que no es honesto emitir un juicio como el suyo, cuando ha respondido parcialmente a mis argumentos.

Que Dios le bendiga.

Roman.
 
Hermano ROMAN: Procuraré ahora no dejar de responderte a punto
alguno de tu mensaje. Pero necesariamente debo comenzar por el final
ya que no puedo dejar pasar por alto que arrojes un velo de deshonestidad sobre mi forma de debatir. Me extraña que tú hagas
conmigo precisamente aquello por lo que le has reclamado a otros haber hecho contigo. Si alguna riqueza en verdad poseo, que me ha
distinguido y ganado el respeto junto a la desavenencia de no pocos
hermanos, es por decir todo cuanto pienso y creo sin eludir jamás a
cuestión alguna que me sea planteada. No debieras ser tan quisquilloso
trocando tan fácilmente una sugerencia mía como si hubiese emitido
un juicio precipitado. Yo mismo te he dicho que era consciente de no
estar respondiendo a todos tus argumentos, pero no porque el peso
de los mismos me dejara abrumado y sin palabras, sino que para no
dilatar más mi respuesta atendía a lo que consideraba más importante.
Con todo el aprecio y respeto que te profeso, sin embargo no me siento como el alumno ante el profesor ante quien tiene que rendir examen. Si tú has explicado que las demoras en tus respuestas se debe
a otras importantes cosas que tienes que atender, y luego, cuando lo
haces abundas con muchos y variados argumentos, bien podrías pensar
que yo también debo tener más ocupaciones que la de mi participación
en los Foros. Está muy bien que me recuerdes las respuestas que te debo; mas no al grado de inhabilitarme para hacerte una sugerencia.
Paso entonces ahora, a responder tus cuatro primeras preguntas:
1 - ¿El Señor Jesucristo escogió a Judas Iscariote como Apóstol o no?
Respondo: dice Juan 6: 70,71: "Jesús les respondió: ¿No os he
escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo?
Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le
iba a entregar, y era uno de los doce"; también Juan 13:18: "No
hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que
se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí
su calcañar". En Mateo 26:50 las palabras del Señor a Judas
podrían ser mejor traducidas como: "Compañero, ¡a lo que has
venido!". Nunca el Señor llama así a sus discípulos, y las otras dos
ocasiones en que usó la expresión fue en parábolas en las que
recriminó a quien recibió tal tratamiento (Mt.20:13; 22:12). Por
estos textos contesto afirmativamente la pregunta, pero haciendo la
salvedad que al escoger a Judas el Señor lo hizo para que la
Escritura se cumpliese, sabiendo que su apostolado sería breve y no
tendría la trascendencia universal de los demás apóstoles que
testificarían de su resurrección hasta la muerte, evento glorioso del
que Judas ni alcanzó a enterarse.
2 - ¿En qué momento el Señor escogió al 12° Apóstol? Sabemos que
Judas Iscariote siempre aparece al final de la lista de los doce
discípulos que el Señor Jesús eligió de entre todos, a los que
también llamó apóstoles. Pero no aparece ningún detalle adicional.
Como la pregunta apunta probablemente al sucesor de Judas,
recuerdo que en la oración de los reunidos en el aposento alto
ellos dijeron: " Tú, Señor, que conoces los
corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido" (Hch.
1:24). Siendo que el tiempo verbal está en el pasado, y que el
Señor Jesús, como el Hijo, es Dios eterno desde siempre, no nos es
posible precisar el momento en que escogió al sucesor de Judas,
pero así como ocurrió con Jacob y Esaú, podemos decir que: aún
antes de que naciera. Si solamente nos atenemos a su naturaleza
humana a la que voluntariamente se limitaba, podríamos dar como
probable el tiempo de aquella noche que pasó orando a Dios en el
monte, tras lo cual escogió a los doce (Lc.6: 12,13).
3 - ¿En la última cena estaban presentes Matías y José Barsabás? Jn.13
Entiendo que no, según Mt.26:20, Mr.14:17 y Lc.22:14
4 - ¿Por qué el Señor mismo no dio instrucciones de quien era el
Apóstol que había escogido en lugar de Judas, cuando estuvo
hablándoles por cuarenta días del reino de Dios (Hch.1:3)? Es
posible que sí instruyera a Pedro en cuanto a que era necesario que
Judas fuera sucedido en su ministerio y apostolado por un testigo
de su resurrección, pero sin revelarle su nombre. Para una respuesta
más autorizada, deberás esperar hacérsela al mismo Señor.
I - Me preguntas seguidamente si admito que son distintos los Doce
(entre los que sí incluyes a Matías) con los "doce apóstoles del
Cordero", y contesto que no, reafirmando lo que ya había dicho
antes: los "doce" de Hechos 6:2 son los mismos de Ap.21:14, ya
que no hay indicio alguno que suscite dudas al respeto. Sólo la
intención de incluir el nombre de Pablo sobre uno de los cimientos
del muro de la nueva Jerusalem provoca este problema que no tiene
razón de ser.
II - Pienso también que no es lo más sabio devolverme el cumplido
como que sea mi posición la que esté reñida con la Cristología. Es
más que obvio que sí yo puedo distinguir entre una acción física del
Señor (en su cuerpo de resurrección) y una espiritual (en cada uno
de los suyos y en medio de los congregados a Su nombre), pero en
cualquiera de las formas siempre es una acción personal del Señor.
Si bien es cierto que el Señor Jesús se le apareció a Pablo (1Cor.
15:8), también es cierto que Matías convivió con El por más de
tres años. El método indirecto para conocer Su voluntad respecto a
quien El había escogido para suceder a Judas, no hace que tal
elección fuese "impersonal".
III- Ante la necesidad de sostener tu posición, inconscientemente te
deslizas a terrenos peligrosos sin advertir el riesgo. Me dices:
" Ya que todas las obras que el Señor Jesucristo hacía, eran las que obraba el Padre que estaba en él (Jn. 14:10), siguiendo su propia línea de razonamiento, la elección de los Apóstoles sería por la intervención Personal del Padre, por lo tanto los Once, Pablo, Matías y Bernabé, serían Apóstoles (del Padre), al igual que el Señor Jesucristo, lo cual estoy seguro de que no aceptará, ya que Ud. mismo admitió esta diferencia al iniciar este debate."
Siendo que Dios es uno y trino, es evidente que cuando el Padre envía un Apóstol (Heb.3:1), el Hijo a doce (Lc.6:13; 9:1,2) y el Espíritu Santo a Bernabé y a Pablo (Hch.13: 2,4), no hay una disociación en la Deidad, pues la iniciativa que personalmente asuma el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo, siempre es la del único Dios verdadero. Así que haces mal en estar seguro de que yo no aceptaría tu propuesta, pues podemos distinguir diferencias en las Escrituras que enriquecen nuestra mejor comprensión de las cosas, pero no al grado de confundir la verdad en que se asienta nuestra fe en cuanto a la Divinidad. No estires tanto tu argumento en cuanto a la "elección personal" que termines provocando un desajuste de tal magnitud. Revisa por favor tu concepto hasta que te convenzas de que Matías no fue menos "elegido personalmente" por el Señor que los demás apóstoles.
IV - En el párrafo que sigue comentas: "...Matías fue elegido por los
Apóstoles...". Eso lo dices tú, pero no es lo que la Biblia dice. En Hch.
1:23 dice: "Y señalaron a dos...(gr. "estêsan" presentaron)" y en el
v.26: "y fue contado (gr."sygkatepsêfisthê" fue reconocido)". Y eso
fue todo cuanto hicieron los apóstoles (a más de echar las suertes), pero ellos realmente no eligieron. La expresión "has escogido" (gr.exelexô) del v.24 apela a una decisión del mismo Señor, no de sus apóstoles.
V - Contesto seguidamente al párrafo en que dices: "Por supuesto que con su posición jamás podrá contestar por qué los Apóstoles del Cordero son DOCE (Ap. 21:14), ni por qué El Apóstol (del Padre) es UNO, el Señor Jesucristo, ni tampoco por qué a Matías no se llama nunca Apóstol de Jesucristo (de hecho no se le llama Apóstol)." Antes que nada, me extraña que argumentes de esta manera, cuando más adelante me dirás: "¿Vd. se fundamenta en lo que la Biblia DICE, o en lo que NO DICE?" Lo que parece ser lícito para tí, ¿no lo es para mí? Puedo tomar como significativos los silencios de la Biblia, pero nadie dudaría en este Foro que solamente me fundamento en la Biblia.
Pero sí que puedo contestar a ello: Son doce en Ap.21:14 tal como se completó el número original con Matías como aparece en Hch.6:2. Que el Apóstol del Padre sea uno (Jesucristo) me basta con la cita inequívoca de Heb.3:1. En cuanto a que a Matías no se le llama nunca Apóstol de Jesucristo, creo que está incluído en la expresión genérica de Judas (v.17): "los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo", aunque el v.18 es una cita textual de 2P.3:3. En realidad, fuera de este texto de Judas a ninguno se le llama "Apóstol de Jesucristo", pues con tal título se presentan a sí mismos Pedro y Pablo, pero no que otros les llamen de tal manera. En cuanto a que a Matías no se le llama Apóstol, y es cierto, no hay sin embargo manera de sacarlo de la denominación "apóstoles" que se le da en Hechos 1:26; 2:37,42,43; 4:33,35,36,37; 5:2,12; 6:6; 8:1,14,18; 9:27; 11:1; 15:2,4,6,22, 23; 16:4, limitándome a este libro y sin seguir por las epístolas. Si te refieres a que a Matías nunca se le llama particularmente "Apóstol", pues ese es el mismo caso de todos ellos, no solamente de los "doce", sino de Pablo inclusive, ya que tanto él como Pedro se presentan con este título, pero nadie se los da. Cuando Pedro alude a Pablo usa la expresión: "nuestro amado hermano Pablo" (2P.3:15), y a la vez éste le llama: Pedro o Cefas, a secas, nomás: Gal.1:18; 2:7,8,11,14; 1Cor.1:12; 3:22; 9:5; 15:5; Gal.2:9. No sé como se las arreglan los "Ministros" que se hacen llamar "Reverendo Pastor" cuando reparan en estos detalles. De todos modos, revisa mejor tus argumentos antes de darlos, pues así me evitarás recordarte cosas que me consta las sabes muy bien.
VI - Continuando con lo que sigue, no tengo yo inconveniente alguno en concederte que el llamamiento de Pablo antecediera a Hechos 13, tanto como quieras, ya sea al encuentro con el Señor en el camino de Damasco, como al vientre de su madre, o aún a su elección en Cristo antes de la fundación del mundo, como ya dije en mi mensaje anterior. Pero el apostolado es otra cosa. Observa el lenguaje empleado en Gálatas: "...sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.Después ...subí a Jerusalem...Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia..." (1:17,18,21). Aunque la iniciativa de Pablo en ir aquí y allí fuera bajo la guía del Señor e inspirada por el Espíritu Santo, todavía no había sido enviado en el sentido que la palabra "apostolos" implica. Esto constrasta con el lenguaje de Hch.13:2 y 4: "...dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo...". Si, como creemos, la porción que sigue en el capítulo 2 encaja con los problemas suscitados con los judaizantes en Antioquía y que llevó a la consulta con los apóstoles, los ancianos y toda la iglesia en Jerusalem (Hch.15), entonces aparece claro la confirmación del apostolado de Pablo y Bernabé a los gentiles, así como el de Pedro y los demás a la circuncisión, por parte de Jacobo, Cefas y Juan (Gal.2:7-9). En cuanto a Gal.1:17: "a los que eran apóstoles antes que yo" no necesariamente indica el tiempo pasado el de su viaje a Arabia, sino que simplemente data el apostolado de los de Jerusalem con anterioridad al suyo propio.
VII- Lamentablemente no corriges tu argumento sino que persistes en el error cuando dices: "En un contexto donde creo que queda bien claro, que la acción humana es citada sólo como instrumentalidad Divina, no es ninguna temeridad afirmar que Pablo reconociera que había apóstoles elegidos según hombre." Insisto sí conque es temerario, y aún contradictorio con lo que tú mismo admites; pues si los hombres actúan (como en el caso de Matías) sólo como instrumentos humanos que reconocen la decisión del Señor, no es posible decir que sean ellos los que eligen a los apóstoles. Yo encendí mi televisor para enterarme a quien habían los argentinos elegido por Presidente, y conocido el resultado le reconozco como tal. Pero yo no lo elegí. Aquella oración que hicieron tras presentar los dos candidatos, unida a las suertes que echaron, se ilustra con el ejemplo del televisor que me brinda el conocimiento de una elección en la que no tuve nada que ver. Yo ignoro si las palabras de Pablo en Gal.1:1 trasuntan una fina ironía, en el sentido de salir al paso de quienes podían decir que su apostolado fue cosa de Niger, Lucio y Manaén (Hch.13:1), o quizá alude a "aquellos grandes apóstoles" a los que también tilda de "falsos" y que solían presentarse con "cartas de recomendación" (2Cor.11:4,5,13; 3:1). Pero en todo caso, no es posible inferir de tales palabras la existencia de apóstoles genuinos bajo elección humana.
VIII- A continuación me dices: "Mas bien creo que es una temeridad suya citar una frase mía fuera de su contexto." Mas ¿cómo pudiste olvidar lo que te decía en mi mensaje?: "Aunque pegué estas citas extrayéndolas de sus respectivos párrafos, no lo hice para alterar el sentido de su contextos, sino por brevedad, ". Acúsame sí, si a propósito he sacado una frase tuya fuera de su contexto para hacerte decir lo que yo quiero, y no lo que has dicho. Pero entiende que si con la extensión de tus mensajes (¡y de los míos!), vamos a reproducir el contexto de las frases que cuestionamos, cada vez será más difícil que uno pueda responder cabalmente a otro, y todavía que quede lector capaz de seguirnos en nuestro debate. A todos nos es muy fácil ubicar un mensaje anterior y releer la frase en todo su contexto. No puedes librarte tan fácilmente de la temeridad que te apliqué en el caso anterior, con devolvérmela gratuitamente.
IX - Dices: "El apostolado de Matías nunca es cuestionado, como tampoco se dice absolutamente nada mas de él." Ya habíamos hablado algo al comienzo del debate; pues es el caso que tampoco se dice más nada de: Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo y Judas hermano de Jacobo (dado lo improbable que fuese el autor de la epístola homónima), en total siete, o sea, de la mayoría de los Doce no se les vuelve a mencionar por nombre en las Escrituras, luego de la lista de los que moraban en el aposento alto (Hch.1:13). Este argumento, pues, es mejor ni mencionarlo.
X - Dices: "Deducir que él fue el 12º Apóstol del Cordero porque NO se diga que NO lo fue, es un argumento bastante flojo." Sin embargo, lo que yo realmente señalo es algo bastante distinto a esa infundada deducción que me adjudicas: dije: "Es significativo que en las Escrituras nunca es cuestionado el apostolado de Matías sino el de Pablo: "si para otros no soy apóstol..."(1Co.9:2)lo que lo lleva a defender la genuinidad de su apostolado en los caps.10 al 12 de 2Corintios." Como ves, la flojera no está en mi argumento sino en las ropas conque lo vistes y que no le quedan.
XI - Dices: "Uno de los cristianos que no admitieron mas Apóstoles del Cordero que los DOCE Apóstoles del Cordero fue el Apóstol Juan en Ap. 21:14.
Como Pablo reclamaba ese lugar como suyo, entonces debió defender su Apostolado. Cuando digo que el reclamaba este lugar como suyo, me refiero a las numerosas veces que el dijo ser “Apóstol de Jesucristo”."
Perdóname, hermano Román, pero pese a lo obvio de tu primer frase, la segunda dificulto que encuentres quien se te adhiera en este Foro, en tu iglesia o sobre la faz de la tierra (con conocimiento del tema, por supuesto). Así como eres propenso a diferenciar unos apóstoles de otros, tan fácilmente también igualas unos términos con otros. Debes notar que en Ap.21:14 la expresión "apóstoles del Cordero" no es precedida ni proseguida por el nombre JESUCRISTO. ¡Y por favor no me des a mí la noticia de que Jesucristo es el Cordero! Pero sí viene precedida por: "los doce" que fácilmente cualquiera relacionará con el grupo original de los doce apóstoles escogidos por el Señor Jesús, recompuesto con Matías y como reaparece en Hechos 6:2. Se percibe fácilmente que hasta tú mismo adviertes lo defectuoso de la aseveración "Como Pablo reclamaba ese lugar como suyo, entonces debió defender su Apostolado", por lo que te apresuras a corregir tal imprudencia con algo que nada tiene que ver con lo ya dicho, como son las 8 veces que se presenta como apóstol de Jesucristo, en el primer versículo de tantas epístolas. Tú sabes tan bien o mejor que todos que Pablo nunca pudo reclamar ese lugar como suyo pues jamás llegó a leer nada sobre los doce apóstoles del Cordero, ya que siendo esa la única cita que existe, todos sabemos que Pablo fue martirizado en Roma unos treinta años antes que Juan recibiera la Revelación de Jesucristo o Apocalipsis.
Presiento que ahora me examinarás: -¿Acaso no es Pablo un apóstol de Jesucristo? Respondo: -Sí, lo es, tanto como Matías, Bernabé y todos los demás.
-¿Y acaso no es entonces también un apóstol del Cordero? Respondo: -Sí, lo es, tanto como Matías, Bernabé y todos los demás.
-Entonces, si Vd.Ricardo admite que Pablo es un apóstol de Jesucristo, y apóstol del Cordero, ¿tendrá inconveniente en aceptar también que su nombre está inscripto sobre uno de los fundamentos del muro de la nueva Jerusalem según Ap.21:14? Respondo: -¡Sí, tengo todos los inconvenientes habidos y por haber! De entre todos los apóstoles de Jesucristo (el Cordero), el diseñador divino de la nueva Jerusalem dispuso que únicamente el nombre de los conocidos como "los doce" de ellos, fuesen los que apareciesen sobre los cimientos del muro de la ciudad. Y si El lo dispuso así, ¿qué podría yo hacer?
De todos modos, vuelves a arriesgar cosas sin fundamento alguno. Fíjate qué buena ocasión tenía Pablo en los capítulos 10 al 13 de 2da.Corintios, cuando defiende su apostolado, para dejar alguna pauta que diese pie a tu argumento, ¡pero no lo hace! Pablo no se siente en ningún momento desplazado por Matías, ni él cuestiona a ningún otro apóstol legítimo que le esté usurpando su lugar, presente o futuro, en la tierra o en el cielo, en la Jerusalem terrenal o en la celestial o en la Roma imperial. Él no es un cristiano exclusivo sino inclusivo. Un texto clave aquí puede ser el de 2Cor.10:7b: "Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo". Él no pretende ser más que nadie, pero amando y sirviendo a los corintios como lo hacía, era muy doloroso que algunos no solamente cuestionaran su apostolado, sino aún su autoridad, le criticaran por su apariencia, objetaran su espiritualidad y aún osaran dudar de su pertenencia a Cristo. Y simultáneo a todo ésto, fácilmente se deslumbraban por los falsos apóstoles que venían a sacar provecho de ellos. ¡Cuánto dolor!
XII - Finalmente (y mira que sin proponérmelo también llego acá a mi punto 12), quiero responder brevemente a lo que me dices: "Antes de emitir cualquier tipo de sugerencia, creo que Ud. debería contestar multitud de problemas que se presentan a su posición y que todavía no ha resuelto contestar." Digo, entonces, que sí te concedo que has logrado reunir una multitud de problemas contra mi posición, pero cuya resolución apenas requiere algo de tiempo y paciencia. Tú, en cambio, te enfrentas desde el comienzo al único y gran problema de defender (magistralmente, ¡es cierto!) una causa perdida ya de entrada. Podrás apabullar a cualquier contrario con miles de argumentos, pero cuando se defiende una posición equivocada, bastará que la mano que sostiene la verdad mueva algunos dedos, para que los muchos problemas que elaboras, se te vuelvan como arietes contra tu baluarte.
Siento, de veras, que en los tópicos que debatimos no tengas buen suceso, ya que en otros despliegas la estrategia del vencedor.
"Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad" 2Cor.13:8
Con todo mi respeto, aprecio y amor fraternal en Cristo,
Ricardo.
 
Apreciado hermano ROMAN: tan solamente
traigo este tópico a la primera página para
que esté junto al otro sobre los dones
espirituales, por si revisas el Foro este
fin de semana. Como yo me demoré también
bastante en responderte, no hay problema
conque te tomes también tu tiempo.
Tampoco pretendo que me contestes a todo,
pero una opinión general en tu propio estilo
siempre será instructiva y edificante para
todos.
Que el Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Estimando Ricardo:

Perdone Ud. por haber abandondado este debate sin aviso alguno.

Ya le dejé otro mensaje en el epígrade "La Vigencia de los dones del Espíritu Santo".

Tampoco seguiré adelante con este debate, aunque mantengo mi postura. Ha sido interesante su aporte, pero aún así, creo estar en lo correcto.

Que Dios le bendiga.

Roman.