Hermano Oso
En primer lugar es necesario decir que permaneciendo aun los Judíos en incredulidad, es absolutamente natural y de lógica simple que deseen reconstruir el Templo, esto no debe ser causa de extrañeza entre nosotros, pero si debemos permanecer vigilantes a los acontecimientos y discernir las señales. Nuestra actitud como cristianos, en modo alguno debe ser arrogante o jactanciosa respecto de ellos, porque sabemos que por su incredulidad nos ha llegado a nosotros la Salvación en Cristo.
Digo esto porque los llamados cristianos de la antigüedad y hasta tiempos muy recientes mostraron un absoluto, sistemático y demoniaco desprecio por la clara enseñanza de Pablo en su carta a los Romanos, por lo cual no tengan la menor duda que pagarán centavo por centavo, su ignominia y oprobio inexcusable, porque Dios no ha desechado a Su Pueblo, por el contrario en el tiene remanente Santo, por Gracia, cuyo tiempo de endurecimiento solo está determinado por la misericordia que sobre nosotros ha sido derramada. Y como está escrito; completado el ingreso de los gentiles a la Salvación todo Israel será salvo.
Además, es señal fuerte y clara para nosotros que en el año 1948, y luego de 1878 años desde la destrucción del Templo, haya comenzado el fin de la dispersión del pueblo de Israel. El mundo ha sido testigo de ello en estos últimos 52 años y está bien reportado como han prevalecido sobre los pueblos Musulmanes.
Con respecto al templo, según entiendo, si ha de ser reconstruido debe hacerse en el mismo lugar y en este caso el asunto es la simpleza misma, es decir, la Cúpula tiene que ser trasladada o derribada, sea por terremoto o por voluntad de hombre.
En particular, creo que ésta es la clave para el desarrollo de algunos importantes acontecimientos de carácter mundial, es decir, es posible que habiendo guerra o sin ella, sectores de Israel destruyan la Cúpula e intenten reconstruir el templo, así es posible que se levantarán todos los Árabes y el resto del mundo no permitiera que la guerra se generalice en la región y se vayan sobre Israel, el cual tiene poder atómico a diferencia de los Árabes, porque de caso contrario sería entrar en guerra con todo el mundo Musulmán no solo de la región, sino también con los países como Pakistán que extrañamente también posee poder atómico. El problema que surge, es que si intentan bloquear a Israel para cumplir el sueño dorado de Satanás, es decir, la aniquilación de su pueblo, el conflicto se generalizará en toda la región, de ser así no dudo que el Señor intervendrá a fin de rescatar al Remanente Santo y desatar su Santa Ira sobre las naciones.
Sobre esto es bueno revisar lo que dice Zacarías 10, 11, 12, 13 y 14. Citaré aquí una parte de Zacarías 14:
"He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.
Porque yo reuniré a todas la naciones para combatir contra Jerusalén....Después saldrá Jehová y peleará contra aquellas naciones"
En Cristo
Rogelio