¿Por qué todos los líderes políticos como religiosos del mundo moderno van a Jerusalén a venerar los restos del templo antiguo judío?
Y esto, de líderes seculares de derecha como de izquierda, cómo de líderes religiosos sean católicos o evangélicos.
Se han preguntado: ¿qué significa ir al "Muro de Lamentaciones" y orar en esa pared, incluso dejando en un papelito peticiones entre sus grietas, cómo si Dios estuviese más presente ahí que en el resto del mundo?
Les diré sin reparos: es literalmente negar la obra de Jesucristo y aliarse con los anticristos.
Número 1. Cristo mismo destruyó ese antiguo templo. Sí, fue por medio de la instrumentación del general/emperador Tito en el año 70 d.C., pero fue Cristo mismo quien lo decreto.
– Juan 2:18-19: "Entonces los judíos respondieron y le dijeron: Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras? Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré".
– Y Mateo 24:1-2: "Cuando salió Jesús del templo, y se iba, se le acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Mas respondiendo Él, les dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo: no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada".
Desear y orar por la construcción de un tercer templo judío es desear deshacer la obra de Cristo, la obra del Anticristo.
Número 2: La presencia de Dios ya no está allí, aquella antigua casa de culto ahora está desierta bajo la plenitud del Nuevo Pacto. Los tres evangelios sinópticos nos dicen que cuando Cristo Jesús consumó Su obra en la Cruz y entregó Su espíritu en rescate por los pecadores, inmediatamente "el velo en el templo se rasgo de arriba abajo" (véase Marcos 15:38, Mateo 27:51, Lucas 23:45). ¿Qué significa esto? Ciertamente, el cumplimiento de la profecía de Ezequiel (véase capítulo 10): el abandono de la presencia de Dios de aquel antiguo templo. Jesús dijo:
– "He aquí, vuestra casa se os deja desierta" (Mateo 23:38).
La presencia de Dios ya no habita en un templo construido por manos humanas, sino que ahora, bajo la plenitud del Espíritu Santo, habita en el Nuevo y Eterno Templo construido por las manos de Dios: el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.
– Juan 2:20-22: "Entonces los judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días? Pero Él hablaba del templo de Su Cuerpo. Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado".
Desear y orar por la construcción de otro templo físico es negar que Dios haya cumplido Su promesa de construir un Mejor y Nuevo Templo dónde habita la plenitud de Su presencia corporalmente, es decir, en el Cuerpo de Su Hijo. Verdaderamente, la obra del Anticristo.
Número 3: ¿Cuál era la función del antiguo templo judío? Era el lugar asignado donde se hacía la expiación sacrificial en favor del pueblo. Allí y sólo allí se hacían sacrificios por mano del sacerdocio levítico aarónico, mediante el cual el pueblo del pacto encontraba expiación por sus pecados. Pregunta: ¿Qué logró Cristo Jesús mediante Su encarnación, vida sin pecado, muerte y resurrección?
– Hebreos 9:11-12: "Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna".
¡Cristo hizo expiación perfecta por los pecados de todo el pueblo, de una vez para siempre! Bueno, ¿qué implica eso? Sencillo: querer, esperar y orar por la reconstrucción de un tercer templo judío físico en Jerusalén terrenal es literalmente decir que el sacrificio de Jesucristo no expió por todos los pecados, y que es necesario reanudar el antiguo sistema levítico sacerdotal y su sistema sacrificial (que no eran más que sombras que apuntaban a la obra perfecta de Cristo) para expiar por los pecados de los hombres. Sin duda, no conozco una afrenta, una negación, un pisoteo más directo y demoniaco de la perfecta obra de expiación de Cristo que esta: indudablemente, la obra del Anticristo.
En conclusión: ¿quienes desean y alientan a todo el mundo bajo su hechizo a que veneren y luchen por la construcción de un tercer templo judío? Los anticristos: aquellos que niegan que Jesús es el Mesías (1 Juan 2:22) e Hijo de Dios encarnado (2 Juan 1:7), que por medio de Su muerte y resurrección obtuvo eterna redención para Su pueblo escogido, que es Su cuerpo y el Templo del Dios vivo.
En palabras de los Apóstoles, ¡no os dejéis engañar por este espíritu que está hechizando a todo el mundo!
– 2 Tesalonicenses 2:3-4: "Que nadie os engañe en ninguna manera, porque Cristo no vendrá sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios".
Entienda quien pueda …
Y sus cadáveres estarán
en la plaza de la grande ciudad
que en sentido espiritual
se llama Sodoma y Egipto,
donde también nuestro Señor fue crucificado.
Apocalipsis 11:8 RVR1960