Verdades necesarias para neófitos, despistados, perplejos...y malintencionados
Los judíos proceden del territorio donde se extiende el Estado de Israel. Son originarios de allí y allí han mantenido una presencia ininterrumpida durante milenios.
Israel es el hogar nacional de los judíos. La asunción definitiva de esa verdad en la era contemporánea llega cuando la comunidad internacional se enfrenta a la realidad del Holocausto, el mal absoluto. Se hace entonces evidente y apremiante que los supervivientes, que todos los judíos del mundo que lo deseen, dispongan de un Estado que los defienda.
En el lugar que ocupaba el Mandato Británico, la ONU establece las fronteras del nuevo Estado de Israel. También de otro, Palestina. El mundo árabe no acepta la partición e Israel es atacada por todos sus vecinos a las pocas horas de ser legítimamente declarada su independencia. Desde entonces ha librado una serie de guerras caracterizadas por constituir, cada una de ellas, una amenaza existencial para el hogar nacional de los judíos.
La tierra en la que Hamás ha penetrado el 7 de octubre de 2023, asesinando, torturando, violando y secuestrando a la población civil, no es en modo alguno un “territorio ocupado”. Quien use esa expresión está mintiendo: ese territorio es el de un Estado soberano reconocido mundialmente. Pero no solo miente: dada la masacre y los centenares de asesinatos, quien emplee la expresión “territorio ocupado” está en realidad justificando los atroces crímenes de Hamás.
Los asesinados no eran “ocupantes” sino ciudadanos de pleno derecho de un Estado democrático y soberano. El único Estado democrático, por cierto, de esa zona del mundo. El único del planeta donde los árabes vienen en absoluta libertad: el 20% de la población israelí es musulmana.
El nombre de Palestina es el que dieron los romanos a Judea. Desde entonces, y hasta la independencia de Israel en 1948, no ha existido ningún Estado independiente en ese territorio: ni bajo control bizantino, ni bajo el califato, ni en la era de las cruzadas, ni bajo los mamelucos, ni bajo el Imperio Otomano, ni bajo el Mandato Británico, por seguir el orden cronológico.
El nombre de Palestina no alude por tanto a ningún Estado que haya existido; era el nombre, por cierto despectivo, que los romanos dieron a una zona geográfica, y ha sido utilizado históricamente sin connotaciones nacionales. Basta comprobar la simbología de las instituciones judías del área durante el Mandato Británico, utilizando el nombre de Palestina, un topónimo, una referencia geográfica sin connotación nacional alguna.
El ataque del 7 de octubre se lanzó aprovechando la coincidencia de varias fiestas religiosas judías. Tomando por sorpresa a Israel, los terroristas de Hamás, que gobiernan la Franja de Gaza, lanzaron 3.000 cohetes en dos horas contra zonas residenciales. Mientras, sus comandos penetraron en Israel para matar, vejar y secuestrar al mayor número posible de judíos.
A ningún país del mundo que sufriera un ataque semejante —sin previa provocación, con invasión de territorio y sembrando el terror entre la población civil— se le negaría o se matizaría su derecho a defenderse. Sin embargo, eso es lo que está sucediendo con Israel, sometida siempre a un doble baremo por las instituciones internacionales y por la prensa. Los personajes y organizaciones que, ante una agresión tan clara, culpan a la parte agredida son sencillamente cómplices del terrorismo de Hamás. Un terrorismo financiado y controlado, como en el caso de los terroristas de Hezbollá, por Irán.
Hamás no es un interlocutor con el que se pueda negociar ninguna paz estable. Hamás es una organización terrorista cuya carta fundacional llama a borrar a Israel del mapa y a matar a todos los judíos.
Hamás, al gobernar Gaza, ha venido utilizando sistemáticamente los fondos que con fines civiles recibe de Occidente para construir infraestructuras de guerra, túneles que le permiten entrar en Israel y escapar, armarse, formarse militarmente, etc. A la vista de los últimos y trágicos acontecimientos, ya nadie lo puede negar. Las instituciones que mantengan su financiación, así como las que adoptan el hipócrita lenguaje victimista de los terroristas, son ya cómplices indubitados.
Conviene no engañarse. Es la existencia de Israel lo que no toleran las organizaciones terroristas, ni las ONG supuestamente pacíficas que asumen su discurso, ni los numerosos amigos y colaboradores de Irán en Occidente.
Los que invocan la existencia de dos Estados tienen la obligación moral de recordar que esa propuesta, precisamente, la ha hecho Israel en diversas ocasiones, encontrándose siempre con el rechazo. Los que abrazan la “causa palestina” no persiguen la paz sino el exterminio de Israel y de todos los judíos.
No hay ninguna presencia isrelí en Gaza desde 2005. Ni un solo judío habita en la Franja. Entre tanto, los numerosos musulmanes de Israel gozan de los derechos de ciudadanía, incluyendo la educación y la sanidad, el derecho al voto y al trabajo. Por otra parte, millares de habitantes de Gaza trabajan en Israel.
Por lo que respecta a los habitantes de Judea y Samaria (West Bank) —falsamente denominados por la prensa occidental “territorios ocupados” cuando su estatus oficial es el de territorios en disputa— la inmensa mayoría de ellos viven bajo las normas y el control de la Autoridad Palestina. Si no tienen derecho al voto en Israel es porque no son ciudadanos israelíes. Lo mismo que sucede en cualquier otra democracia del mundo. Entre tanto, los habitantes de Gaza no votan simplemente porque los terroristas de Hamás que les gobiernan no convocan elecciones.
Israel no ha dejado de demostrar su voluntad de alcanzar la paz. Hamás desea exactamente lo contrario al tener como objetivo el exterminio de Israel y de todos los judíos. Esta evidencia debería mostrar con claridad a la comunidad internacional quién merece ser objeto de sus presiones. Sin embargo, hasta Amnistía Internacional presiona a la otra parte con la ignominiosa y rotundamente falsa acusación de “apartheid” que, como hemos visto, carece de cualquier relación con la realidad.
Desde el Holocausto, no habían sido asesinados tantos judíos en un solo día. No hay país en el mundo que no respondiera a algo semejante, que no ejerciera su derecho de defensa y que no tratara de asegurarse de que algo semejante no volverá a suceder. Hamás ha declarado la guerra a Israel e Israel tiene el derecho y la obligación de defender su integridad nacional y la vida y seguridad de sus ciudadanos.
SI ES ASÍ
ES MÁS GRAVE DE LO QUE PARECE
ES ALTA TRAICIÓN,
QUE
NO REPARA EN EL
SUFRIMIENTO
DE
LAS VÍCTIMAS.
PUEDEN DESENCADENAR
UNA
APOCALÍPTICA GUERRA MUNDIAL
«»No echen a perder
el territorio en el que viven
porque yo, su Dios,
vivo allí entre ustedes,
y no soporto estar en un lugar
en donde viven asesinos.
Solo matando al asesino
podrán hacer que el lugar
vuelva a ser digno de mi presencia».»
Números 35:33-34 TLAI
«Ve, pueblo mío,
entra a tus habitaciones
y cierra las puertas tras de ti.
Escóndete por un tiempo
mientras pasa la ira.
Porque, mira, el SEÑOR
sale de su lugar
a castigar a los habitantes
de la tierra por ser culpables.
La tierra mostrará la sangre
de la gente asesinada
y no cubrirá más su muerte.»
«»No echen a perder
el territorio en el que viven
porque yo, su Dios,
vivo allí entre ustedes,
y no soporto estar en un lugar
en donde viven asesinos.
Solo matando al asesino
podrán hacer que el lugar
vuelva a ser digno de mi presencia».»
Números 35:33-34 TLAI
«Ve, pueblo mío,
entra a tus habitaciones
y cierra las puertas tras de ti.
Escóndete por un tiempo
mientras pasa la ira.
Porque, mira, el SEÑOR
sale de su lugar
a castigar a los habitantes
de la tierra por ser culpables.
La tierra mostrará la sangre
de la gente asesinada
y no cubrirá más su muerte.»
'Hamás es ISIS y es Al-Qaeda combinados', y así es como lo sabemos'
Atar, quemar y ejecutar niños son solo algunos de los puntos en común entre ambas doctrinas.
-Segun el Dr. Harel Chorev del Centro Moshe Dayan de Estudios de Medio Oriente de la Universidad de Tel Aviv, Hamas e ISIS comparten fundamentos ideológicos y veneran a las mismas figuras filosóficas que los desarrollaron: Abdullah Azzam y Sayyid Qutb.
-Abdullah Azzam, nacido en la Cisjordania palestina durante la década de 1950 bajo el dominio jordano, a menudo se considera fundamental en el desarrollo del yihadismo global contemporáneo. Un odio profundamente arraigado hacia é marcó sus primeros años, particularmente intensificado cuando su familia se vio obligada a huir a través del río Jordán tras la victoria de Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967.
-Los escritos y conferencias de Azzam sobre “al-Qaida al-Sulba” (la Fundación Firme) sentaron las bases para el surgimiento de la organización terrorista Al-Qaida. Reclutó a Osama Bin Laden para dirigir la organización.
-Además, Azzam fue una figura central en la génesis de Hamás, contribuyendo a la autoría de su carta fundacional. Es también conocido por su reinterpretación de la historia islámica y de la filosofía occidental moderna para proporcionar justificaciones ideológicas para las predicas fantásticas que impulsan a los movimientos islamistas globales.
- Con respecto a Sayyid Qutb, fue un ideólogo egipcio que sentó las bases teóricas del islamismo radical.
Lo mas grave, es que centrados en las ideologías de estos filósofos, Hamas e ISIS suscriben una perspectiva profundamente paranoica y apocalíptica, en la que propagan la creencia de que “los cruzados y los sionistas” estuvieron conspirando durante siglos para destruir el Islam, una concepción de la realidad que comparten con Al-Qaeda y con muchas otras corrientes fundamentalistas islámicas.