OÍDO PUEBLO:
La pregunta sobre "quién es mayor" entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo parte de una comprensión equivocada.
En la doctrina de la Trinidad, no hablamos de jerarquía de esencia, sino de distinción de personas.
Los tres son iguales en naturaleza, poder y gloria, porque comparten la misma esencia divina pero sus oficios difieren entre sí:
1Co 12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
1Co 12:5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
1Co 12:6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios (Padre), que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Nótese que son el mismo Dios= Espíritu, Señor, Dios Padre.
No son tres dioses (triteísmo), sino un solo Dios en tres Personas. Jesús mismo dijo:
"Yo y el Padre uno somos" (Juan 10:30)
Y el Espíritu Santo es llamado ‘Dios’ en Hechos 5:3-4.
Por tanto, no hay uno "mayor" en esencia, aunque en la economía de la salvación, el Hijo se somete al Padre y el Espíritu es enviado por ambos.
Esta subordinación funcional no implica inferioridad ontológica.
Es muy sospechosa, o mejor, "no muy acertada" la manera como Ricardo aborda el reto:
La frase “no me identifico con el calificativo numerario” es una forma de evadir la distinción personal.
El modalismo enseña que Dios es una sola Persona que se manifiesta en tres modos (Padre, Hijo, Espíritu), lo cual contradice la revelación bíblica, donde las tres Personas interactúan entre sí:
Jesús ora al Padre (Juan 17)
El Padre envía al Hijo (Juan 3:16)
El Hijo envía al Espíritu (Juan 16:7)
Estas no son “modos” de una sola Persona, sino relaciones reales entre Personas divinas.
Precisamente cuando se usa el término triteísmo se está cayendo en una herejía que enseña la existencia de tres dioses separados, lo cual no es lo que enseña la doctrina cristiana de la Trinidad.
La Trinidad afirma que hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4), que existe eternamente en tres Personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Un solo Ser divino, no tres seres.
Tres Personas, no tres dioses.
Iguales en esencia, pero distintas en relación y función como queda demostrado en 1Cor.12:3-6.
Ir más allá de la escritura para complacer nuestro propio ego, no agrada a Cristo porque el conoce que no se está glorificando él como hace el Espíritu Santo (Jn.16:14-15) sino la criatura.