Ya veo
Entonces para ti, el hecho de que el esposo sea cabeza de la mujer puede querer decir que el esposo es de mayor rango que la esposa
¿es así?
Mira, los que os oponéis a la enseñanza bíblica sobre la diferencia de papel de la mujer y el hombre tanto en el matrimonio como en la Iglesia, partís de un error básico. Confundís roles con rangos.
El hombre no puede dar a luz. No puede dar de mamar a sus hijos. No los lleva en su seno. Y no por eso su "paternidad" es de menor rango que la "maternidad" de la mujer. Cada cual tiene su papel, su lugar asignado. De la misma manera, el hecho de que el esposo sea cabeza de la mujer no significa que esta sea de rango menor que aquel. Y cuando Pablo manda a las mujeres que callen en las congregraciones y pregunten a sus maridos o dice "porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1ª Tim 2,12), no está situando a la mujer en un rango inferior al del hombre. Simplemente está explicando, con la inspiración del Espíritu Santo, el papel que le corresponde a cada cual según el orden que Dios, en su infinita sabiduría, ha dispuesto. Si vosotras creéis que por el hecho de tener que estar sujetas al marido o no poder ejercer dominio sobre el hombre entonces estáis en un rango inferior, caéis en el ENORME error de creer que el rango de una persona no depende de su valor como hijo-a de Dios redimido-a por Cristo sino por el papel o rol que le toca jugar en esta vida, en su familia y en la Iglesia.
Luchar desde la fe en contra del orden establecido por Dios para el matrimonio y la Iglesia poniendo como excusa la supuesta discriminación de la mujer en la Iglesia, es ganas de dar coces contra el aguijón. Es ganas también de dejarse llevar por el ambiente mundano y pagano que se está imponeindo en nuestra sociedad que busca el igualitarismo entre hombres y mujeres en vez de buscar la necesaria armonía y unidad en la diversidad.
En definitiva, negáis la Palabra de Dios y la queréis esconder debajo de contextos histórico-sociológicos para acomodarla al espíritu de nuestro tiempo. Si fuerais capaces de ver el estado de las "iglesias" que empezaron hace décadas el camino por el que queréis ir vosotros ahora, entenderíais que por ahí no vais a llegar a ningún sitio bueno.
Nada más
Bendiciones
Entonces para ti, el hecho de que el esposo sea cabeza de la mujer puede querer decir que el esposo es de mayor rango que la esposa
¿es así?
Mira, los que os oponéis a la enseñanza bíblica sobre la diferencia de papel de la mujer y el hombre tanto en el matrimonio como en la Iglesia, partís de un error básico. Confundís roles con rangos.
El hombre no puede dar a luz. No puede dar de mamar a sus hijos. No los lleva en su seno. Y no por eso su "paternidad" es de menor rango que la "maternidad" de la mujer. Cada cual tiene su papel, su lugar asignado. De la misma manera, el hecho de que el esposo sea cabeza de la mujer no significa que esta sea de rango menor que aquel. Y cuando Pablo manda a las mujeres que callen en las congregraciones y pregunten a sus maridos o dice "porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1ª Tim 2,12), no está situando a la mujer en un rango inferior al del hombre. Simplemente está explicando, con la inspiración del Espíritu Santo, el papel que le corresponde a cada cual según el orden que Dios, en su infinita sabiduría, ha dispuesto. Si vosotras creéis que por el hecho de tener que estar sujetas al marido o no poder ejercer dominio sobre el hombre entonces estáis en un rango inferior, caéis en el ENORME error de creer que el rango de una persona no depende de su valor como hijo-a de Dios redimido-a por Cristo sino por el papel o rol que le toca jugar en esta vida, en su familia y en la Iglesia.
Luchar desde la fe en contra del orden establecido por Dios para el matrimonio y la Iglesia poniendo como excusa la supuesta discriminación de la mujer en la Iglesia, es ganas de dar coces contra el aguijón. Es ganas también de dejarse llevar por el ambiente mundano y pagano que se está imponeindo en nuestra sociedad que busca el igualitarismo entre hombres y mujeres en vez de buscar la necesaria armonía y unidad en la diversidad.
En definitiva, negáis la Palabra de Dios y la queréis esconder debajo de contextos histórico-sociológicos para acomodarla al espíritu de nuestro tiempo. Si fuerais capaces de ver el estado de las "iglesias" que empezaron hace décadas el camino por el que queréis ir vosotros ahora, entenderíais que por ahí no vais a llegar a ningún sitio bueno.
Nada más
Bendiciones