La pasión comenzó a arder dentro de nosotros, quienes charlábamos, un calorcito dentro cambió las cosas y nos hizo ver que más allá de lo externo está lo interno, lo espiritual, lo básico, lo más fundamental, mostrar amor, dar amor y fomentar el amor los unos por los otros y con ésto, los del mundo verán que somos sus discípulos y querrán ser uno de nosotros. Ahora entiendo que Dios no quiere una mega iglesia, Dios no necesita tales nimiedades para ser y hacer, sino que nos requiere a cada uno totalmente entregados a El y en comunión los unos con los otros, mostrando al mundo que en realidad, si hay vida y vida eterna, vida en abundancia, somos enviados para dar las buenas nuevas a los pobres; a mostrar que Dios puede sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar que en Jesús hay libertad para los cautivos, y el puede dar vista a los ciegos; y poner en libertad a los oprimidos; hay que predicar el año agradable del Señor.
Si la iglesia hace ésto ¿Podrá extinguirse? De ninguna manera, aún si la vemos bastante apagada, será como la caña cascada, no se quebrará, y como el pábilo que humea, no se apagará, hasta que saque a victoria el juicio. Y en su nombre esperarán los gentiles, todos nosotros.
Asi que si me preguntan si aun hay esperanza, yo diría DEFINITIVAMENTE SI. Hoy más que nunca, es tiempo de pensar que de verdad poseemos tanto la capacidad como la voluntad de ser verdaderamente testigos en éste mundo, y no permitir que ninguno venga y diga que esta muerta, no esta muerta, ni a punto de morir, no esta apagada totalmente, estamos seguros que nunca lo ha estado y por la gracia de Dios, declaro en el Nombre que es sobre todo Nombre, que nunca lo estará.
Bendiciones,