¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los evangélicos somos mejores? ¡De ninguna manera!. Ya hemos demostrado que tanto los evangélicos como los ‘católicos’ están bajo el pecado. Así está escrito: “No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay quien entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno, ¡no hay uno solo!.” “Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños”. “¡Veneno de víbora hay en sus labios! “Llena está su boca de maldiciones y de amargura.” “Veloces son sus pies para ir a derramar sangre; dejan ruina y miseria en sus caminos; Y no conocen la senda de la paz”. “No hay temor de Dios delante de sus ojos”.
Romanos 3
Romanos 3