Quien es el fortista de mas antiguedad?

Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

He hecho memoria, y el pastor Manuel fue un error, era el pastor Ezequiel, y el chileno de Quilpué es Rogelio.

Que bueno, parece que no estoy tan viejo (por lo menos la memoria me ha funcionado y no recurrí a buscar los datos).

En todo caso, parece que también me equivoqué con el tema de Fray Nelson (ese error me indica que mi memoria es frágil :cheeky-sm), si me lo puedes enviar estaría agradecido a ti, y a tu connotado disco duro (deberás crearle un nick y que participe también solito).

Es bueno recordar los viejos tiempos, de vez en cuando.

Fraternalmente en Cristo
Fegna


Conocí a Ezequiel en persona hace unos años, pasamos un día estupendo, de Rogelio que voy a decir, que se le echa en falta por aquí, hace tiempo que no hablo con él, lo que buscas son temas como este de Ricardo a Fray Nelson?

Vaya aquí pues el resumen
de tanto verso y mensaje,
pues aunque sobre el coraje
pudiera faltar el numen
y hasta cesar el cacumen.
El Decálogo, ordenado,
compendia la Ley que ha dado
nuestro Dios, y corresponde
acatarla, mas se esconde
el intento solapado
de soslayar la ordenanza
segunda según la cuenta
natural que a diez alcanza.
De manera fraudulenta
del último hicieron dos
separados mandamientos;
así del primero en pos
fue el segundo complemento,
¡tan ingenioso instrumento
mudó la orden de Dios!
Así se hizo camino
al uso de las figuras,
evocando lo divino
en íconos y esculturas.
Insólito el argumento
de serpiente y querubines:
¡el Dador del mandamiento
podía con otros fines
ordenarlos al momento!
Mayúsculo disparate
argüir con la encarnación;
y que al Hijo lo retrate
pincel e imaginación.
Que Dios se hizo visible
en Jesús es tal verdad,
que hacerlo reproducible
parece calamidad.
También es vana disculpa
que con el arte se instruye;
el artífice que esculpa
piedra, madera o metal,
sin quererlo así destruye
la simple fe espiritual.
Si el pueblo en su mayoría
le da un culto equivocado
a tanto "Santo" invocado,
¿de qué sirve la porfía
negando la idolatría?

Ricardo.


Chapó Ricardo!!!!
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

Por supuesto Toni, Rogelio, Jetonius, tambièn de los primeros que conocì en el 2001
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

LFP es el abuelito del foro :)
De su generación forera me parece que eran karolo, maripaz,timoteo,solafide y elisa pero acá sólo él permanece.

De acuerdo con Igrocb y que bueno que me voy acordando de muchos que no han vuelto. Solafide tambièn
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

Conocí a Ezequiel en persona hace unos años, pasamos un día estupendo, de Rogelio que voy a decir, que se le echa en falta por aquí, hace tiempo que no hablo con él, lo que buscas son temas como este de Ricardo a Fray Nelson?

Vaya aquí pues el resumen
de tanto verso y mensaje,
pues aunque sobre el coraje
pudiera faltar el numen
y hasta cesar el cacumen.
El Decálogo, ordenado,
compendia la Ley que ha dado
nuestro Dios, y corresponde
acatarla, mas se esconde
el intento solapado
de soslayar la ordenanza
segunda según la cuenta
natural que a diez alcanza.
De manera fraudulenta
del último hicieron dos
separados mandamientos;
así del primero en pos
fue el segundo complemento,
¡tan ingenioso instrumento
mudó la orden de Dios!
Así se hizo camino
al uso de las figuras,
evocando lo divino
en íconos y esculturas.
Insólito el argumento
de serpiente y querubines:
¡el Dador del mandamiento
podía con otros fines
ordenarlos al momento!
Mayúsculo disparate
argüir con la encarnación;
y que al Hijo lo retrate
pincel e imaginación.
Que Dios se hizo visible
en Jesús es tal verdad,
que hacerlo reproducible
parece calamidad.
También es vana disculpa
que con el arte se instruye;
el artífice que esculpa
piedra, madera o metal,
sin quererlo así destruye
la simple fe espiritual.
Si el pueblo en su mayoría
le da un culto equivocado
a tanto "Santo" invocado,
¿de qué sirve la porfía
negando la idolatría?

Ricardo.


Chapó Ricardo!!!!

Si, te agradecería si me lo puedes enviar a mi correo ([email protected]).

Insisto, tu disco duro debe participar del foro :)

Fraternalmente en Cristo
Fegna
 
Que nadie se pierda este debate poético de Ricardo Estevez con Fray Nelson

Que nadie se pierda este debate poético de Ricardo Estevez con Fray Nelson

Ante una imagen de "Cristo"
(Viajando en un ómnibus, desde mi asiento enfrentaba un cuadro del
"Sagrado Corazón de Jesus" pegado contra la cabina del chofer)
Con sus ojos azules, dulcemente
buscaba mi mirar y yo rehuía;
encanto seductor que tiernamente
podía embelesar el alma mía.

Muy rojo el corazón, en fuego ardía
de amor, rubia la barba y el cabello,
por muy poco sucumbe el alma mía
creyendo que eras Tú, ¡pues todo aquello!

¡Perdóname Señor si en un instante
la magia del pincel me cautivara!
No podría cambiar al habitante

divino conque hablo cara a cara,
por figura que pongan por delante
¡si en espíritu a Dios sólo adorara!


Ricardo.



922.827 en respuesta a 922.825

(A Ricardo, el poeta del omnibus)
Si aquella imagen, hermano mío,
de Jesús te apartaba;
si ese fuego te dejaba frío,
y esos ojos te estorbaban;
y si nada de lo que has conocido
mirándolos recordabas,
¡qué grande ignorancia has padecido
y qué poco te ha enseñado la Palabra!


Fr. Nelson Medina F., O.P.





" Aquí me pongo a cantar
al compás de la vihuela";
aunque no soy payador
ni tengo Bíblica Escuela,
¡trabajo te voy a dar
hermano predicador!
De Jesús, el Verdadero,
sólo el pecado me aparta
no hay imagen que me imparta
reverencia o temor fiero
¡pues Jesús llegó primero!

El fuego que deja frío
es el fuego del infierno,
ardiendo parece invierno
en llamas que arden sin luz.
Cuando miro a mi Jesús
por sus ojos atraído
-son los que llevo adherido
muy dentro del corazón-,
le adoro por su pasión
por todos sus redimidos.

La Palabra, ¿conocerla?
Me sorprende tu prestancia
¡hablando de mi ignorancia!
No es peor el no saberla
sino el desobedecerla.
La imagen Dios abomina
y aquel que a ella se inclina;
la suya mostró en Belén
y en tu corazón también
¡hermano Nelson Medina!

Ricardo.





Si fuera cosa de artistas
plasmar el Rostro de Dios,
no fuera Dios lo plasmado,
acuerdo habemos tú y yo.

Si nuestras bellas palabras
quisieran contar su amor,
por igual desfallecieran
sin darle el debido honor.

Y si acaso me dices, hombre,
que le tiene tu corazón,
¿diremos que lo que tienes
es todo enterito mi Dios?

¡Mueran todas las imágenes,
si reemplazan al Creador!,
¡mueran de muerte mala,
si suplantan al Redentor!

Mas no es eso lo que pretendo,
mi muy querido doctor:
ninguna imagen reemplaza
a mi Santo y Grande Señor,

Ni semejante cosa yo he dicho,
¡que me líbre mi Padre Dios!
...Y al cielo nos lleve a toditos
con Devetac y con Matrix Gold!


Fr. Nelson Medina F., O.P.





Buena la has hecho paisano
dando brillo al contrapunto;
y bien entonas tu asunto
con gracejo colombiano.
Ya con mi mate en la mano
como buen gaucho uruguayo,
seguidamente me explayo
con mi sentida respuesta
(Luis Fernando está de fiesta)
¡qué grande me queda el sayo!
A la primera cuestión,
responderé que el problema
no es la medida suprema
de Dios es mi corazón;
el dilema es en sazón
si es que yo soy enterito
para mi Señor todito:
mi propio cuerpo es su templo,
y en mi espíritu contemplo
la faz de mi Jesucristo.

Si quieres exterminar
imágenes siempre muertas,
mudas y sordas, y tuertas;
¡vida debiérasles dar
para poderlas matar!
No es bajando su rango
que harás parar ese tango
que al borde del precipicio
se baila con tal desquicio
hasta caer en el fango.

Tu propio ejemplo es la senda
si a las figuras renuncias;
el evangelio que anuncias
quitará a otro la venda
a que nunca más dependa
de íconos auxiliares.
La entrada está abierta a pares
hacia el trono de la gracia;
por Su sangre la eficacia
de bendición llueve a mares.
Ricardo.






Si tales gracias habitan
en tu espíritu bendito,
al punto que ves a Cristo,
como dijiste otro día,
¿quién soy yo?, me pregunto,
¿por qué discuto a porfía
con este santo que envía
sus mensajes del otro mundo?

Nosotros, pobres mortales,
vamos aún caminando,
y en nuestras pobres imágenes

memoria hacemos del Santo,
con una esperanza grande:
¡llegar donde ya está Ricardo!


Fr. Nelson Medina F., O.P.





Con el verso así cambiado
-que lo tomé por soneto-,
me metí en tal aprieto
que por metro y por rimado
casi salgo despistado.
No soy yo consignatario
de gracias, depositario
de algún favor exclusivo;
ver por fe al Cristo vivo
no es cosa de visionario.

Si como pobres mortales
caminan llevando "santos"
con sus rezos y sus cantos,
el Papa y sus cardenales,
¡Dios les prohibió cosas tales!
Nuestra senda es la obediencia
a la luz de la conciencia.
Recordámosle en su Cena
y la esperanza nos llena
¡promesa de su presencia!

Ricardo.



No sobran tus advertencias,
hermano en la fe de Cristo:
no debe el pueblo sencillo
pensar que con sus palabras
o con sus trémulas láminas
agota al que es Infinito.
Y, si es riesgo del romano
idolatrar los objetos,
tampoco nos olvidemos
de otros peligros muy claros,
que por ahí han asomado
en este Foro del Reino.

Un hombre llamado Silas
(Dios sabe si ese es su nombre)
quiso alumbrar al orbe,
cosa para él tan sencilla,
interpretando la Biblia,
y juzgando a todos de torpes.

Le siguió el gentil Timoteo,
astuto e inteligente,
--no diría yo prudente--
aunque él creyese certero
todo lo que le saliese
de su lúcido entendimiento.

Y el uno y otro se fundan
en la Palabra Divina,
y a nombre de Ella castigan
a los que no les secundan
en esa, su idolatría,
y en su sentencia tan dura.

¿Crees, entonces, mi amigo,
que todo es cosa de santos,
de procesiones y cantos?
Aquello que Dios nos dijo,
lo resumió Luis Fernando,
y ahora yo lo predico:

Que el alma humilde se tenga
ante Dios, que da la vida,
adórele con fe muy limpia,
y camine ante su presencia,
con sabia y leal medida
con gratitud y prudencia.

No piense con arrogancia
el corazón peregrino,
mientras está de camino,
que ya llegó hasta la Patria,
ni por las sabias palabras
ni por magníficos ritos.

Use de todo y posea
tan sólo seguridad
en la humilde majestad
de Aquel que le ama de veras,
¡y que su inmensa piedad
el Cielo a todos conceda!

Amén.


Fr. Nelson Medina F., O.P.





Querido hermano aparcero,
pues tu respuesta provoca
dejarme muda la boca,
¡lo primero es lo primero!
y te admiro compañero.
Ante tu estilo galano
no quisiera meter mano,
pues dices tantas verdades
de nuestras calamidades
¡corto mejor por lo sano!

Que exista bibliolatría,
yo mismo lo he denunciado.
Hasta el diablo la ha citado
con singular maestría
¡maligna sabiduría!
Mas con un mal no tapemos
otro mal, si ya sabemos,
que los dos son mandamientos
y tales quebrantamientos
son de impíos y blasfemos.

¿Por qué -ahora pregunto-,
dijo Dios el "No te harás..."
si a Moisés le dijo "Harás..."?
Bien mirado en su conjunto...
no es complicado este asunto.
El Dador del mandamiento
del Antiguo Testamento,
si bien al hombre lo obliga
y su quebranto castiga,
no le debe acatamiento.

Quizá Dios en su secreto
-porque no le pintarrajen-
ya se tenía Su imagen
en plan eterno y completo
por su presciencia y decreto.
Así al hombre incorregible
el Señor se hizo accesible,
pues en el Hijo encarnado
-por nosotros humillado-
se mostró el Dios Invisible.

Esa imagen no requiere
que lo evoque una figura,
pues nos parece locura
que lo que al lienzo se adhiere,
el mármol que el cincel hiere,
o el buril sobre el metal,
logre resultado tal,
que Dios olvide su ley.
¡Así se pierde la grey
en su desvío fatal!

Hoy en día nos es dado
mirarle de otra manera;
la de la fe es otra esfera:
es un retrato cantado
en el alma dibujado;
sin rasgos, formas, colores,
ni atractivos exteriores.
Mas pronto con alegría
veremos en ese día
al Amor de los amores.

Ricardo.


Hermosa palabra traes,
mi querido compañero,
y no le faltan razones
a tu precioso argumento.

Bien muestra tu regio estilo
que, de lo antiguo a lo nuevo,
hay cosas que permanecen
como las rimas del Fierro.

Pero te excedes, hermano,
cuando afirma tu pensamiento
que a las palabras escritas
ni llega ni pasa el tiempo.

¿No dice la Biblia Santa
--y es cosa de gran precepto--
que hay que guardar el sábado
con reverencia y respeto?

¿Y no es otra la ley que rige
ahora, en el Pacto Nuevo,
aunque leamos la palabra
del Antiguo Testamento?

No basta con que me digas
con grave y profundo acento
que Dios escribió estas leyes
con su mismísimo Dedo.

Recuerda, si hiciera falta,
que en ellas también yo cuento
aquel precepto del sábado
del que te hablé hace un momento.

Hace falta, pues, que entendamos
qué lugar y para qué tiempo
fueron dichas las cosas
que reclaman cumplimiento.

No hablaba Dios a las piedras
que quebrantó con sus truenos
sino a los hijos de Adán
dotados de entendimiento.

Por eso propongo, hermano,
que con renovado empeño
busquemos la esencia propia
de aquellos Diez Mandamientos.

Y que entendamos, suplico,
al Dios piadoso y eterno,
qué pretenden sus palabras
y cuál es su pensamiento.

Lejos huya de nosotros
el orgullo fariseo,
de aquellos que se creían
muy salvos antes de tiempo.

Y la razón de su orgullo
es que daban cumplimiento
a la letra, que al cabo mata:
¡yugo de bronce y de hierro!

Con el alma bien humilde,
de todo a conciencia usemos,
sabiendo que hay Quien nos mira
de lo más alto del Cielo.

Y que su amor nos proteja,
bendiciones esparciendo,
y mire con gran clemencia
a nuestro Foro del Reino.


Fr. Nelson Medina F., O.P.





Cada vez más alto vuelas;
las cumbres a las que subes
-y yo tras tí hacia las nubes-,
hace a mis musas tontuelas
¡no me alumbran ni con velas!
Superior inspiración
nos viene por la oración,
y la Sagrada Escritura
es como la partitura
dictándonos la canción.

"La palabra del Dios nuestro
para siempre permanece"*
y si a tí no te amanece **
lo que nos dijo el Maestro,
tampoco lo que te muestro:
sabatistas fariseos
ignoran que en Los Hebreos ***
es Cristo nuestro descanso,
-¡Salvador humilde y manso!-,
y no cesar los empleos.

La esencia del mandamiento
propones pues que busquemos,
pero no nos empeñemos
tras un nuevo entendimiento
a esquivar su cumplimiento.
¿Dónde manda la Escritura
de Jesús una pintura?
Muéstrame el texto si puedes
que por más que te denuedes
no encontrarás tal lectura.

Del sábado bien se explica,
en Hebreos lo hemos visto;
mas una imagen de Cristo
que el artesano fabrica
¡ninguna ley modifica!
Si se cambió el mandamiento
¿dónde el Nuevo Testamento
imágenes autoriza?
¡Con eso quedó hecho triza
lo mejor de tu argumento!

(*Isaías 40:8; **Isaías 8:20; ***Hebreos 4)
Ricardo.




Curiosa y bendita experiencia
los breves versos,
que poco a poco y con paciencia,
como en un juego
lleno de respeto y de prudencia,
nos tiene inmersos.

Ricardo, bien citas la Palabra,
que a Dios da honra,
y recuerdas para su alabanza
que no es la historia
la que tiene poder en lo que manda
la Biblia sola.

Es Ella quien llena de razones
mi pensamiento,
pues dice que Dios dotó a los hombres
de entendimiento,
para que acogiésemos sus órdenes
y mandamientos.

Y en ese mandamiento que te ocupa,
mi buen Ricardo,
hay una razón que no se oculta,
querido hermano,
y bien te la declara la Escritura,
muy fuerte y claro.

Imagen de un Dios nunca visible,
¿cómo le llamas?
Ídolo ante el cual nunca se rinde
la fe cristiana;
y así lo predica y bien lo vive
la Iglesia Santa.

Mas ahora en derroche de ternura
Dios dio a su Hijo,
y lo que se ocultaba en la espesura,
por fin lo vimos,
¡la noche ha terminado, el día anuncia
la faz de Cristo!

¿Imagenes de Dios? Ya no les temo,
pues predicamos
el uso respetuoso del recuerdo
de amor tan alto.
Y aquí ya tienes todo mi argumento,
¡oh buen Ricardo!


Fr. Nelson Medina F., O.P.


Ya largamente y en prosa
discutimos este punto,
¡en verso es otro asunto!
pero cambiando la glosa
¡te cavas tu propia fosa!
¿Cuál es pues el fundamento
de tu manido argumento?
"Que Dios se hizo visible"
es una idea terrible
que me deja sin aliento.
Ya discutí con detalles
que la misma encarnación
del Hijo en su humillación,
hace imposible que talles
imagen en que no falles
de una u otra manera.
El escultor usa cera
cubriendo su desperfecto,
¿a ti te parece recto
hacer "Cristos" de madera?

No alcanza conque me digas
que no te importe un comino
la imagen de lo divino.
Es ya bastante que sigas
teniéndolas como amigas,
pues su visible apariencia
reflejan en tu conciencia
destellos que Lo recuerdan;
y tras tu ejemplo se pierdan
los que no tienen tal ciencia.

Si es el valor tan escaso
-que le atribuyes tú mismo
y todo el catolicismo-
a la imagen, no hacer caso
¿no evitaría el fracaso
del culto de idolatría?
Tal riesgo se acabaría
-pues estuvo equivocado
el darlo por acabado-
¡y otro día nacería!

Ricardo.



¿Con qué fundamento afirmas
que tantos al fin se pierden?
Hablas tú de un fracaso
que a mí más bien me parece
es nombre para tu falta
en demostrar lo que quieres.

Mi muy querido Ricardo,
yo sólo pido al Dios Fuerte,
que te devuelva el aliento
y luz para lo que lees:
Cristo, Señor de todos,
es Dios visible, ¿lo crees?


Fr. Nelson Medina F., O.P.



No hay mejor fundamento
que con sólo estar despierto;
si el que viviendo está muerto
y muere así, al momento
está en eterno tormento.
Tú los cuentas con los dedos
en tus católicos ruedos;
y yo veo multitudes
que toman como virtudes
el poder vivir sin Dios.

Si urgidos, en la emergencia
ante una imagen se inclinan,
pues entonces imaginan
que tras esa reverencia
la imagen tendrá clemencia.
Que tú no apruebes tal cosa
con tu práctica virtuosa,
no anula el extravío
del pueblo que en su desvío
a Virgen o Santo endiosa.

Demostrarlo no es mi falta
ni cosa que a mí me cuesta:
quien despierte de su siesta
claro verá que resalta
la devoción cuando exalta
la imagen ante su altar.
Si logró el catequizar
resultado tan escaso,
¿no llamé bien de fracaso
tal foma de adoctrinar?



Ricardo



Reiteras con otras palabras
la dureza de tu juicio,
sin añadir más razones
que tus temores, amigo.

En esta misma palestra
ya varias veces se ha dicho
que pueden las mismas cosas
tener diverso sentido.

Y la razón es muy clara,
según nos enseña el Libro:
todo está en las intenciones
y depende de los motivos.

Si el alma se entrega entera
al objeto de yeso y lino,
idólatra puedes llamarla
y decir que ya no es de Cristo.

Mas si la imagen le enseña
la piedad del amor divino,
no quieras tomar tú la cátedra
y el trono de Cristo Vivo.


Fr. Nelson Medina F., O.P.



La imagen la haces ser
-parece cosa de güelfos-
un oráculo de Delfos,
que te puede bien hacer
o que te puede perder.
Como maestra piadosa,
esa obrita primorosa
bendice al que bien la use
¡y condena al que seduce
con su belleza de diosa!

Cual una ruleta rusa
el gatillo que no acierte
con la bala se divierte;
la pobre alma confusa
reza sus preces, ilusa,
pues sus motivos son buenos.
No tiene dioses ajenos,
mas sufre una distración
quedando aquí su intención
y en el cielo sólo truenos.

Lamento sí la dureza
conque mi juicio revisto
¡pero por amor de Cristo!
no está en mi naturaleza
expresarme con rudeza.
Procuraré en el futuro
dejar este verso duro,
pero al decir la verdad
si achico su gravedad
me vuelvo débil y oscuro.

Ricardo.



Tanto te empeñas, hermano,
en guardar el misterio divino
--no sea que acaso una imagen
usurpe su Rostro bendito--
que juzgas con cruel dureza
si alguno piensa distinto,
y haces pensar a todos
que ahora ya es otro el peligro:
no que los yesos reemplacen
al Dios que es Uno y es Trino
sino que sean tus sentencias
las que suplanten a Cristo.

Fr. Nelson Medina F., O.P.



He tomado en mi verso tus ideas
deduciendo de ellas conclusiones,
¡no es justo que tú tan solo veas
lo que pueda servir a tus razones!
Que una imagen parezca usurpadora
de aquel bendito rostro nunca visto,
no debiera extrañarte, si la adora
el que cree ver en ella a Jesucristo.
Hasta tú mismo admites el peligro
de caer en la burda idolatría;
al que piense distinto no denigro,
¡pero advertirle a tiempo es cosa mía!
Muéstrame ¿dónde he dado yo sentencia
que suplante al Señor, en la Escritura?
¿Cómo acallar la voz de la conciencia
que priva ver a Dios en la figura?
Decir podrás con versos superiores
la opinión que te da tu teología,
y trabajar también la estrofa mía
hasta afearla con mi crueldad y errores.
Pero déjame a mí, que el verso grave
de vieja escuela, por aquí deslice;
verso simple que sabe lo que dice
y lo que dice todo el mundo sabe.
Ricardo.




Es cosa que tiene gracia
ver que, con celo divino,
temes que el arte sacro
suplante a tu amado Cristo,
sin darte cuenta, mi hermano,
de aquello que ya se dijo:
las palabras con que predicas,
y también las que yo predico,
y las canciones que cantan
a los misterios altísimos,
y las lecturas muy sabias,
y los cultos, y los ritos,
y los conciertos gigantes
con aplausos, danzas, gritos,
dime: ¿describen tanto
al amor que es infinito,
como para que digamos
que ya quedó todo dicho?
¿Tienes alguna imagen,
no de yeso ni puesta en lino,
sino tejida en palabras,
que todo diga de Cristo?
¿Es tan perfecto tu verbo,
tan fieles son tus oídos
que cuando escuchas o lees
nada imaginas, mi amigo?
¿Y diremos ingenuamente
que tu noble y sabio espíritu
ni conoce ni reclama
esos iconos sencillos,
aquellos que forma tu mente
si predicas o te predico?
¿Por qué tanta hipocresía,
perdóname si me irrito,
por qué los juicios tan duros
contra mi pueblo sencillo,
si acaso plasma en la tela,
la madera o el granito
las huellas de la Palabra
que tú tienes en ti mismo?

Fr. Nelson Medina F., O.P.





"En estos postreros días
Dios nos habló por el Hijo"*,
pues por lo tanto colijo
que las iconografías,
las dulías y latrías
no son cosas que olvidara
y a nuestro arbitrio dejara.
Admiro el arte sacro
por el arte; simulacro
el que al culto se depara.

El argumento que labras
me parece inconsistente:
¿es acaso insuficiente
la Biblia con sus palabras?
Yo quisiera que te abras
a la voz de la razón:
no hubo en Dios omisión
cuando nos dio la Escritura,
y pareciera locura
hacerle la corrección.

Una imagen más enseña
que mil palabras ¡es cierto!,
al indocto, al inexperto,
al que se le habla por seña,
a la criatura pequeña.
Sin provocarte a la ira,
recuerda, medita y mira:
¡que tu argumento se muestre
tan sólo en arte rupestre
como en cuevas de Altamira!

"No visteis figura alguna
y su voz fue la excepción".**
Dios a la imaginación
sugirió forma ninguna
hasta Jesús en su cuna.
Lo que el Espíritu imprime
es al más santo y sublime,
en el mismo corazón
al que le da salvación
y con su sangre redime.

El Señor no dejó huella
de su Palabra en mi alma,
si está en paz y si está en calma
es porque vive y destella
siendo mi norte y estrella.
No es Dios externo y distante
y de difícil acceso,
no llego a El por mi rezo
con una imagen delante,
¡lo llevo conmigo preso
con un beso a cada instante!

(* Hebreos 1:2; **Deuteronomio 4:12).


Ricardo.



Si evocas con tu recuerdo,
oh buen amigo, Ricardo,
eso que te han predicado,
Cristo te habla, ¿no es cierto?
Tu mente penetra, inquieta,
como es claro y manifiesto,
lo que llega a tu pensamiento
y pasa a tu inteligencia.

Una conclusión se imponga:
es el mismo Cristo quien habla
cuando yo leo su Palabra
y cuando mi mente lo evoca.

No es otro el uso correcto
de aquello que te preocupa:
las imágenes que te angustian
son ecos del pensamiento,

y en ellas, hermano mío,
si buen uso se les da,
el fervor y la piedad
brotan del Cristo Vivo.

Por dar a este verso fin,
permite que te regale
con afecto incomparable
este precioso link:





Fr. Nelson Medina F., O.P.



Ese "si" condicional
todo este asunto resuelve:
fervor piadoso se vuelve
con buen uso intencional;
de equivocarse el ritual
dándole el uso indebido,
el infierno tan temido
arriesga el pobre devoto.
Que a ésto no pongas coto
es cosa ya sin sentido.

Los ecos del pensamiento
son voces de la Escritura
y no visión de figura.
Lo que oigo, leo y siento,
y mueve mi sentimiento
sólo es palabra divina,
hincándose como espina
en surcos de la memoria.
Así de simple es mi historia
hermano Nelson Medina.

Ricardo.



¡Dios te bendiga, Ricardo!,
a todos nos queda claro
qué poco requieres, hermano.

Y es bello que así sea,
¡Cristo siempre te lo conceda,
con su amor que de amor te llena!

Sin embargo, no estoy de acuerdo
si nos dices que el Dios eterno
también tiene tu pensamiento.

Dices con voces sencillas
que cuando meditas la Biblia
sólo voces y voces te habitan.

Y que tus ojos, bendecidos,
nada imaginan de Cristo
¡nada!, ni sólo un poquito.

¿Qué diré yo, pobre mortal?
Que de nuevo me haces pensar:
"Nelson: ¿con quién estás?"

Digamos, pues, con certeza
que Ricardo, crea quien crea,
¡del cielo nos manda poemas!


Fr. Nelson Medina F., O.P.





No son mis ojos, los ojos carnales
enturbiados por el polvo del mundo
que a Cristo ven; mas los espirituales,
luminosos y de mirar profundo.

Mis ojos físicos son andaluces
con los misterios y las sombras moras;
mas los del alma son como dos luces
que se incendian en todas las auroras.

En la imaginación brilla la idea
ardiendo como zarza, como tea;
mas no es en raptos de ficción ¡al tacto!

sin rasgos, formas, dimensión, colores,
sin percibir aromas ni sabores
¡es solamente espiritual contacto!

Ricardo



después que a Cristo han conocido,
que su gracia han aceptado
y su Espíritu han recibido,
¿no es eso negar la obra
que hace Dios, hermano mío?
¿Qué es entonces lo que predicas,
tan diverso de lo que predico?



Fr. Nelson Medina F., O.P.



Cuando llamo a las cosas por su nombre:
carnal o espiritual,
no debiera ser cosa que te asombre
si con doble visión
dotó Dios al mortal;
para que le contemplase el hombre
por fe, y en la Creación.

Mi cuerpo corruptible y andariego
pasea por el mundo;
la misma vanidad de que reniego
me sigue hasta que trunca
la vida, moribundo,
de estos ojos pudiera quedar ciego
¡pero de aquellos nunca!

Ricardo.




Una extraña anatomía
se esconde en tu pensamiento:
afirmas con gran certeza
que la gracia del Eterno
abunda siempre en tu boca
y mana en tus argumentos,
pero tus ojos, tan pobres,
--dices al mismo tiempo--
carecen de aquella lumbre
que pudiera darles, al menos,
saber que un poco de tela
o un gran pedazo de yeso
no es el Dios en el que crees
y en el que todos creemos.
¿Qué pasa?, yo me pregunto,
¿qué obstáculo tan inmenso
aleja tanto tu boca
o lleva a tus ojos tan lejos?
¡qué extraña esta anatomía!
¡qué raro este pensamiento!


Fr. Nelson Medina F., O.P.



Si es que a Dios en el yeso puedo verlo
¿por qué es que no habría de adorarlo?
Y si El no está allí, ¿a qué hacerlo
si no le puedo oir, ni ver, tocarlo?

Lo más raro no está en mi pensamiento,
ni en una concepción de anatomía;
lo más raro es no ver la idolatría
sutil invalidando el mandamiento.

El fantasma del obstáculo que ves
en mí no es más que la obediencia
al precepto de Dios, y no al artista

que pretenda que me eche yo a los pies
de la obra de sus manos, ¡qué demencia!
"porque por fe andamos, no por vista" *

* 2Cor.5:7

Ricardo.



No dije yo que en el yeso le vieras,
ni en el yeso ni en la madera.
Mis palabras, oh buen Ricardo,
iban muy por el otro lado.

Dije que aquel que conoce a Cristo
luego no llega a confundirlo.

Y ese tal cuando ve una imagen
sabe que no es para reemplazarle.

Dije también que por nuestra mente,
después que Dios se hizo presente,

siempre hay imágenes que miramos
o por lo menos imaginamos,

y que, por tanto, tu gran fiereza
es hora y punto que al fin ya ceda.

(Si acaso echas de menos un mensaje,
error fue mío y tuve que borrarle)


Fr. Nelson Medina F., O.P.



Si es hora que yo ceda a mi fiereza
indómita y audaz, garra charrúa,
no es sacrificando la bravura
faltando a la verdad y a la franqueza.

Si es Cristo por cierto irremplazable
- imposible que pueda confundirlo -,
no por ello mi alma haré culpable,
hasta tomar un "Cristo" y bendecirlo.

Luego que en Cristo, Dios se hizo presente
es cuando menos compondrá la mente
su cuerpo en carne conque El fue visto;

también Pablo nos dio clara enseñanza*
que no es ya por la física semblanza
que conocemos hoy así a Cristo.

*2Cor.5:16

Ricardo.


No es lo mismo decir "según la carne"
que negar al Dios que, por piedad,
carne de tu carne fue a tomar
por darte modo y luz con que te salves.
Y aquel misterio, noble y bello,
no lo enloden vanas confusiones,
pues la cita bíblica que pones
a otra cosa, hermano, va de cierto.

Caso bien complejo ocupa a Pablo:
hablan unos tanto de Moisés
que terminan por poner la ley
cual si fuera todo y lo más santo.

Y se olvidan estos pobres miserables
que la gracia vino por Jesús,
y que aquello que nos da su Cruz
vale precio de divina Sangre.

Otra historia, en cambio, nos ocupa:
la memoria que tu mente hace
y la huella que en tu mente nace
cuando el Evangelio se te anuncia.

No confundas, pues, oh gaucho fiero,
a la carne esgrimida de judíos
con la huella que te deja el Hijo
en recuerdo de su Cuerpo Bello.


Fr. Nelson Medina F., O.P.



No cito todo el capítulo
ni confundo a quien me lea,
lo que bien dice el versículo
deja muy clara la idea.
Si algún texto te disgusta
tu problema es con el texto,
mas no pongas de pretexto
que a mi tema no se ajusta.
En cuanto a aquel "Cuerpo Bello"
en eso yo no concuerdo
¡es mucho más que un recuerdo!
De redención es un sello
su cuerpo y sangre bermeja;
en el pan es un destello
que en la copa se refleja.

Ricardo.

Tu sonoro planteamiento
no roza la cuestión, hermano.
Cuanto dices no desdice
que, cuando te predicamos,
no son sólo tus oídos
los que son involucrados,
ni solas son tus palabras
las que hablan del Dios Humanado.
Ninguna cita de la Biblia
niega lo que bien anunciamos;
es Ella quien lo predica
con notas de gozo y canto:
Dios, por su amor, ha venido
a nuestro pobre poblado,
y así ha poblado de amores
a nuestros ojos cansados.


Fr. Nelson Medina F., O.P.



Es verdad cuanto ahora dices;
buena distancia has tomado
de nuestro pleito iniciado,
es obvio que te deslices
por donde exista un acuerdo,
y aunque vidrio yo no muerdo,
si he de dejarlos felices
prefiero cazar perdices
si en laberinto me pierdo.
¿Acaso discutiré
si hay imágenes mentales?
Mas esas no igualaré
con las de yeso o metales.
Que imagine mil figuras
en sucesivas escenas
no me son cosas ajenas;
mas ni siquiera en la mente
levantaría esculturas
que me ayuden de mecenas.
Si cual último reducto
fuese a la imaginación
el diabólico producto
de sutil idolatría,
allí la combatiría
hasta total destrucción.



P.D. (A fin de no prolongar indefinidamente nuestro contrapunto,
-yo cantaría mientras las velas ardan y supongo que tú también-,
te propongo finalizarlo cuando se llegue al mensaje 900, sea quien
sea el forista que haya ingresado el mensaje. De este modo podemos
esmerarnos en rematar del mejor modo nuestra posición, con la
claridad y precisión de que seamos capaces, por la gracia de Dios).

Ricardo.



El Dios del Antiguo Testamento
mostró bien
que amaba con ternura al pueblo
de Israel.

Ese Dios, majestuoso, sabio y bueno,
siempre fiel,
un día reveló su nombre eterno:
es Yahvé.

Y alianza hizo Dios en el desierto
con poder;
y el pueblo recibió con humo y truenos
a su Rey.

Mas luego Jesucristo Nazareno,
de Belén,
nueva alianza trajo de los Cielos,
por la fe.

Con sus manos y el tono de su acento
Cristo fue
la presencia bendita del Dios Bueno,
¡gloria a él!

Por su Nombre, venido de los cielos,
Emmanuel,
jubilosos sus obras conocemos
como ayer.

Y nombrándole descubre al fin mi pueblo
nueva ley,
y admira el encanto desenvuelto
de su tez.

De la Virgen concebido el Nazareno
una vez,
da su imagen y rostro al pensamiento,
cuando hay fe.


Fr. Nelson Medina F., O.P.




Una razón, una sola,
me impide acoger tu propuesta,
y es verte cada vez más cerca
de la santa fe católica.

Permíteme que te diga:
no cedas hoy al cansancio;
¡tal vez mañana temprano
ceda por fin la mentira,
y entre luz por las rendijas
de algún corazón ya cansado!


Fr. Nelson Medina F., O.P.



Del estante en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
yacía la Biblia.

¡Cuánta vida dormía en sus páginas,
cuánta luz ocultaban sus tapas!
Una mano que ansiosa la abriera
en vano esperaba.

Una efigie en el ángulo opuesto,
divisaba a la luz de una vela,
con rodilla y cabeza inclinada
rezaba su dueño.

Cuanta lágrima el rostro surcaba,
señalaba su angustia y su pena,
y la imagen tan fría y tan muda
ni cuenta se daba.

¡Ay!, pensé: ¡cuántas veces el alma
desfallece sedienta y hambrienta,
ignorando que puede llevarse
el pan a la boca!

Ricardo.



922.895 en respuesta a 922.894

¡Triste historia nos cuentas, hermano!
Y pienso, ¿qué descripción nos harías,
--si te fuera dado contemplarlo--
sobre el corazón de aquello hombres
que por este foro han asomado
y que enhiestos sobre aquella Biblia
a todos han juzgado y condenado?



Fr. Nelson Medina F., O.P.







Despierte el Foro dormido,*
avive el seso y despierte,
meditando,
de que modo han debatido,
como discuten a muerte,
no pensando,
que nadie habrá de leer,
ni será más recordado
tal horror.
A nuestro modo de ver
mucho tópico pasado
fue mejor.

Por despertar el debate
a Episcopal Conferencia
-Española-,
invité a que aquilate
el tema de referencia,
mas ni ¡hola!
dijeron por cortesía.
Con la cristiana unidad
-que presencio-,
¿precisarán todavía
"Cien años de soledad"
en silencio?

*La primera estrofa va en respuesta a tu expreso pedido.


Ricardo.



¿Es decir que, faltando ya razones,
apelas al cansancio de los hombres?
Una cosa, mi amigo, bien recuerda:
fuiste tú quien, con alma de poeta,
nuevo estilo trajiste a nuestro foro
contándonos inusitado rollo.
Si quieres volver, pues, a la prosa
nadie te lo impide, ¡hazlo ahora!
Solamente te pido que no olvides
que las imágenes que revives,
cuando a la Católica refieres,
tan fijas me parecen a tu mente
que, dime, ¿qué quieres que yo piense?,
¿No son esas acaso las "imágenes"
de aquella tradición muy protestante
que al mundo recorre sin pararse,
triste idolatría transmitida,
tan hábil al manejo de la Biblia?


Fr. Nelson Medina F., O.P.



No acierto con lo que dices,
a mi actitud no se ajusta;
pues a ratos me bendices,
y a poco ya te disgusta
cuanto digo o te propongo:
¡si payando no me canso,
tengo cuerda para rato!
Será - por lo que supongo -,
que tan fácil no me amanso,
y tuve el loco arrebato
de invitar a este debate
la Conferencia Española.
Fue así que no respondieron
siquiera de
carambola, - quizá por falta de vate -
o al leernos se dijeron
-¡Están locos de remate!
¿Yo con falta de razones?
Fíjate tus apurones
en debate tan adverso
y piensa sólo una cosa:
¡has escrito más en verso
que lo que hiciste en la prosa!

Ricardo.



Entonces, hermano mío,
¡siga la conversación,
y brote como un río
de Dios nuestra inspiración!
Que si acaso se molesta
algún que otro forista
tú alma de buen poeta
con ánimo le resista.

Una propuesta te hago,
en medio de tantos mensajes:
¡novecientos son ya tantos,
y a tantos, hombre, llegaste!

Si bien te parece, hermano,
resume en algunos versos
aquello que ya has contado
en todos los novecientos.

Y gracias por tu paciencia
y tu gran honestidad,
y aquella recta conciencia
que vemos que Dios te da.


Fr. Nelson Medina F., O.P.





Vaya aquí pues el resumen
de tanto verso y mensaje,
pues aunque sobre el coraje
pudiera faltar el numen
y hasta cesar el cacumen.
El Decálogo, ordenado,
compendia la Ley que ha dado
nuestro Dios, y corresponde
acatarla, mas se esconde
el intento solapado
de soslayar la ordenanza
segunda según la cuenta
natural que a diez alcanza.
De manera fraudulenta
del último hicieron dos
separados mandamientos;
así del primero en pos
fue el segundo complemento,
¡tan ingenioso instrumento
mudó la orden de Dios!
Así se hizo camino
al uso de las figuras,
evocando lo divino
en íconos y esculturas.
Insólito el argumento
de serpiente y querubines:
¡el Dador del mandamiento
podía con otros fines
ordenarlos al momento!
Mayúsculo disparate
argüir con la encarnación;
y que al Hijo lo retrate
pincel e imaginación.
Que Dios se hizo visible
en Jesús es tal verdad,
que hacerlo reproducible
parece calamidad.
También es vana disculpa
que con el arte se instruye;
el artífice que esculpa
piedra, madera o metal,
sin quererlo así destruye
la simple fe espiritual.
Si el pueblo en su mayoría
le da un culto equivocado
a tanto "Santo" invocado,
¿de qué sirve la porfía
negando la idolatría?
Ricardo.





Vaya también mi resumen,
que la ocasión lo amerita,
y si alguien protesta mucho,
y por protestante, grita,
ya sabemos que tras la noche
llega siempre de nuevo el día.

Claro queda el valor supremo
que en todo tiene la Biblia,
y también nos queda bien claro
que por sus letras divinas
maná que alimenta el alma
en el alma se destila.

Hay quienes esto creen,
mas piensan que significa
que las palabras que encuentran
en un libro de la Biblia
son el mensaje completo
para aquello que les intriga.

Y así leen con asombro
las leyes que están prescritas,
y en el Decálogo encuentran
prohibiciones gravísimas
sobre el sábado, las imágenes,
y sobre otras cosas distintas.

Llevados de justo celo,
o --de pronto-- de dura envidia,
abordan impetuosos
al pueblo de alma sencilla
y confunden, a menudo,
con aquello que predican.

Reconocen, en efecto,
que no es el sábado el día
para honrar, cual es debido,
al Dios que nos da la vida,
y un pasaje de la Escritura
como fuente propia citan.

Y saben también que es cierto
que ese Dios nos hizo visita,
de modo tal que la carne
que recibió de María
está siempre, siempre presente
si de Cristo bien se predica.

No es entonces que la imagen
es cosa del que imagina:
¡es que no hay otra manera
de predicar sin mentira
a Cristo: Dios Verdadero,
en nuestra carne bendecida!


Fr. Nelson Medina F., O.P.




Si no procede, lo puede borrar el Webmaster.
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

Si, te agradecería si me lo puedes enviar a mi correo ([email protected]).

Insisto, tu disco duro debe participar del foro :)

Fraternalmente en Cristo
Fegna

Mi disco duro participa, te lo aseguro...

Un abrazo!!
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

Gracias por enviármelo.

Un abrazo en Cristo Jesús

Fraternalmente en Cristo
Fegna
 
Re: Quien es el fortista de mas antiguedad?

Gracias por enviármelo.

Un abrazo en Cristo Jesús

Fraternalmente en Cristo
Fegna

Cualquier cosa que puedas necesitar, aquí me tienes.

Un saludo cordial!!