Re: QUIEN CERRO EL CANON? quien hizo el canon?
A propósito de Marción, tan admirado por julio velazquez, les copio un texto escrito por Ireneo de Lyon (140-202) en su tratado "Contra las Herejías".
3.9. Cerdón
27.1. Un cierto Cerdón, tomando su punto de partida de los seguidores de Simón, vivió en Roma en tiempo de Higinio, el noveno en el episcopado desde los Apóstoles (134). Enseñó que el Dios anunciado por la Ley y los profetas no era el Padre de nuestro Señor Jesucristo; [688] porque a éste lo conocemos, mientras el primero es desconocido; el primero es justo, el segundo bueno.
3.10. Marción
27,2. Marción, del Ponto, lo sucedió, amplió su doctrina blasfemando de modo desvergonzado que aquel que anunciaron la Ley y los profetas era el Dios creador de los males, que se complacía en guerras; era inconstante en sus opiniones y también se contradecía a sí mismo. Dijo que Jesús había venido a la Judea de parte de aquel Padre que está por sobre el Dios fabricador del mundo, en tiempos del gobierno de Poncio Pilato, que fue procurador de Tiberio César; y que se manifestó en forma humana a los judíos de entonces, para destruir la Ley y los profetas y todas aquellas obras del Dios que hizo el mundo, al cual llamaba Cosmocreador. Además recortó al Evangelio según Lucas quitándole todas las cosas escritas sobre la generación del Señor, y arrancando, de la doctrina que el Señor predicó, muchas partes en las que el Señor manifiestamente confiesa Padre suyo al Creador del universo, y convenció a sus discípulos de que él es más veraz que aquellos Apóstoles que nos transmitieron los Evangelios, y les habían legado no el Evangelio sino una partecilla del Evangelio. Igualmente recortó de las cartas del apóstol Pablo, todo aquello en lo cual el Apóstol habla abiertamente sobre que el Dios que hizo el mundo es el mismo Padre de nuestro Señor Jesucristo, [689] y todo aquello en lo cual el Apóstol recuerda a los profetas que preanuncian el adviento del Señor.
27,3. Dijo que habrá salvación sólo para las almas que hayan enseñando su doctrina; pero al cuerpo, como fue tomado de la tierra, le es imposible participar de la salvación. A su blasfemia contra Dios aún añade, recibiendo del diablo la palabra y diciendo todo lo contrario a la verdad: Dios salvó a Caín y a todos los que le son semejantes, y a los sodomitas y a los egipcios y a sus semejantes, y a todos los paganos que vivieron mezclados a todo género de malignidad, cuando descendió a los infiernos, porque ellos acudieron a él, y así los llevó a su reino; en cambio -proclamó la serpiente que habitaba en Marción-, Abel, Enoch, Noé y los demás justos y los que tienen parte con el patriarca Abraham, con todos los profetas y aquellos que agradaron a Dios, no tienen parte en la salvación. Porque, dijo él, sabían que su Dios siempre los estaba tentando, y aunque sospecharon que aquél los tentaba, no acudieron a Jesús ni creyeron en su anuncio: y por eso, dijo, sus almas siguieron en los infiernos.
27,4. Pero a éste mismo, siendo el único que se ha atrevido a mutilar manifiestamente las Escrituras y a atacar impúdicamente a Dios más que los demás, le contraatacaremos arguyendo con sus mismos escritos y con los discursos del Señor y del Apóstol que Marción ha conservado y que él mismo utiliza, para deshacerlo con la ayuda divina. Por ahora era necesario recordarlo para que sepas que todos aquellos que en cualquier manera adulteran la verdad y lesionan la predicación de la Iglesia, son discípulos y sucesores de Simón el mago samaritano. Aunque no usan el nombre de su maestro para seducir a los demás, sin embargo enseñan su doctrina: profieren el nombre de Jesucristo como un cebo, pero introducen de muchas maneras la impiedad de Simón, dañando a muchos; usan este santo Nombre para difundir su doctrina, y por la dulzura y honor del Nombre (Sant 2,7) les administran el amargo y maligno veneno de la serpiente príncipe de la apostasía.
(Contra las Herejías, Libro I)
También cuenta Ireneo una sabrosa anécdota:
Este obispo (Policarpo) viajó a Roma cuando la presidía Aniceto, y convirtió a la Iglesia de Dios a muchos de los herejes de los que hemos hablado, anunciando la sola y única verdad recibida de los Apóstoles [853] que la Iglesia ha transmitido. Algunos le oyeron contar que Juan, el discípulo del Señor, habiendo ido a los baños en Efeso, divisó en el interior a Cerinto. Entonces prefirió salir sin haberse bañado, diciendo: «Vayámonos, no se vayan a venir abajo los baños, porque está adentro Cerinto, el enemigo de la verdad». Y del mismo Policarpo se dice que una vez se encontró a Marción, y éste le dijo: «¿Me conoces?» El le respondió: «Te conozco, primogénito de Satanás»
(Contra las Herejías, Libro III)
A propósito de Marción, tan admirado por julio velazquez, les copio un texto escrito por Ireneo de Lyon (140-202) en su tratado "Contra las Herejías".
3.9. Cerdón
27.1. Un cierto Cerdón, tomando su punto de partida de los seguidores de Simón, vivió en Roma en tiempo de Higinio, el noveno en el episcopado desde los Apóstoles (134). Enseñó que el Dios anunciado por la Ley y los profetas no era el Padre de nuestro Señor Jesucristo; [688] porque a éste lo conocemos, mientras el primero es desconocido; el primero es justo, el segundo bueno.
3.10. Marción
27,2. Marción, del Ponto, lo sucedió, amplió su doctrina blasfemando de modo desvergonzado que aquel que anunciaron la Ley y los profetas era el Dios creador de los males, que se complacía en guerras; era inconstante en sus opiniones y también se contradecía a sí mismo. Dijo que Jesús había venido a la Judea de parte de aquel Padre que está por sobre el Dios fabricador del mundo, en tiempos del gobierno de Poncio Pilato, que fue procurador de Tiberio César; y que se manifestó en forma humana a los judíos de entonces, para destruir la Ley y los profetas y todas aquellas obras del Dios que hizo el mundo, al cual llamaba Cosmocreador. Además recortó al Evangelio según Lucas quitándole todas las cosas escritas sobre la generación del Señor, y arrancando, de la doctrina que el Señor predicó, muchas partes en las que el Señor manifiestamente confiesa Padre suyo al Creador del universo, y convenció a sus discípulos de que él es más veraz que aquellos Apóstoles que nos transmitieron los Evangelios, y les habían legado no el Evangelio sino una partecilla del Evangelio. Igualmente recortó de las cartas del apóstol Pablo, todo aquello en lo cual el Apóstol habla abiertamente sobre que el Dios que hizo el mundo es el mismo Padre de nuestro Señor Jesucristo, [689] y todo aquello en lo cual el Apóstol recuerda a los profetas que preanuncian el adviento del Señor.
27,3. Dijo que habrá salvación sólo para las almas que hayan enseñando su doctrina; pero al cuerpo, como fue tomado de la tierra, le es imposible participar de la salvación. A su blasfemia contra Dios aún añade, recibiendo del diablo la palabra y diciendo todo lo contrario a la verdad: Dios salvó a Caín y a todos los que le son semejantes, y a los sodomitas y a los egipcios y a sus semejantes, y a todos los paganos que vivieron mezclados a todo género de malignidad, cuando descendió a los infiernos, porque ellos acudieron a él, y así los llevó a su reino; en cambio -proclamó la serpiente que habitaba en Marción-, Abel, Enoch, Noé y los demás justos y los que tienen parte con el patriarca Abraham, con todos los profetas y aquellos que agradaron a Dios, no tienen parte en la salvación. Porque, dijo él, sabían que su Dios siempre los estaba tentando, y aunque sospecharon que aquél los tentaba, no acudieron a Jesús ni creyeron en su anuncio: y por eso, dijo, sus almas siguieron en los infiernos.
27,4. Pero a éste mismo, siendo el único que se ha atrevido a mutilar manifiestamente las Escrituras y a atacar impúdicamente a Dios más que los demás, le contraatacaremos arguyendo con sus mismos escritos y con los discursos del Señor y del Apóstol que Marción ha conservado y que él mismo utiliza, para deshacerlo con la ayuda divina. Por ahora era necesario recordarlo para que sepas que todos aquellos que en cualquier manera adulteran la verdad y lesionan la predicación de la Iglesia, son discípulos y sucesores de Simón el mago samaritano. Aunque no usan el nombre de su maestro para seducir a los demás, sin embargo enseñan su doctrina: profieren el nombre de Jesucristo como un cebo, pero introducen de muchas maneras la impiedad de Simón, dañando a muchos; usan este santo Nombre para difundir su doctrina, y por la dulzura y honor del Nombre (Sant 2,7) les administran el amargo y maligno veneno de la serpiente príncipe de la apostasía.
(Contra las Herejías, Libro I)
También cuenta Ireneo una sabrosa anécdota:
Este obispo (Policarpo) viajó a Roma cuando la presidía Aniceto, y convirtió a la Iglesia de Dios a muchos de los herejes de los que hemos hablado, anunciando la sola y única verdad recibida de los Apóstoles [853] que la Iglesia ha transmitido. Algunos le oyeron contar que Juan, el discípulo del Señor, habiendo ido a los baños en Efeso, divisó en el interior a Cerinto. Entonces prefirió salir sin haberse bañado, diciendo: «Vayámonos, no se vayan a venir abajo los baños, porque está adentro Cerinto, el enemigo de la verdad». Y del mismo Policarpo se dice que una vez se encontró a Marción, y éste le dijo: «¿Me conoces?» El le respondió: «Te conozco, primogénito de Satanás»
(Contra las Herejías, Libro III)