Re: Querido hermano católico, evangélico, protestante, testigo, ateo, mormón, adventi
La pregunta es simple: ¿Cree usted que hay gente predestinada para perderse?
Yo me apunto a responder, y voy a ser agustiniano 100%. Dios conoce quien se perderá y quien se salvará, y Dios ha predestiando a los que se salvarán (de entre todos que se condenan por el pecado de Adán, algo que es cosa de los hombres, y no castigo caprichoso de Dios.
Ahora bien, aquí me distancio de los agustinos reformados y de los jansenitas católicos. Dios no predestinó a los hombres a ciegas, sino que sabe muy bien porque lo hace, y en esa omnisciencia (que es la misma que nos lleva a afirmar que ya sabe de antemano) es con la misma que se puede afirmar sin miedo alguno que sería absolutamente incompatible con la justicia divina y con la expiación ilimitada de Cristo en la Cruz, el hecho de que Dios no tuviese en cuenta la respuesta a la Gracia que los hombres toman cuando Dios LES OTORGA INMERECIDAMENTE esta oportunidad.
Podría ser que muchos no tengan esa oportunidad y si se condenen, Dios no sería injusto, pues ya éstos están condenados. Pero sería poco probable en un Dios que quiere que todos se salven (como dice la Escritura). Por otro lado, que el hombre no pueda decidir por si mismo entregarse a Dios no significa que Dios no pueda en su absoluta soberanía prepararlo para que sí pueda tomar esa respuesta.
Y si alguien me interroga de dónde dice la Biblia que Dios prepare a los hombres para que puedan aceptarle yo le diré que en toda la Biblia. Pues eso fue lo que hicieron los patriarcas, jueces, profetas, Jesús y los apóstoles. Instrumentos que por el anuncio de la Palabra de Dios y por el Sacrificio de Cristio y su resurrección anunciada dan a conocer a los hombres en esta oscuridad donde ni a Dios vemos, el evangelio. Que es buena noticia para todos, no para los salvos, sino también para los condenados aunque la rechacen.
Me expliqué con un lenguaje claramente reformado pero creo haber entendido así a Agustín, y sobra que diga que antes de todo su Santa Palabra. Lo que pasa es que ni soy tan listo como lo fue Agustín, ni le he dedicado el tiempo que éste y por eso no temo en someterme a la autoridad de los maestros de la Iglesia, como a la de mis ancianos, siempre con la Palabra delante claro. Por cierto Agustín forjó esta doctrina ante los que decían que el hombre se salvaba por sus méritos (los pelagianos) o por una especie de acuerdo entre méritos y alguna ayuda divina (los semipalagianos) la ortodoxía cristiana de su momento dijo: sólo por la Gracia de Dios, mediante la Fe que es Primera (y entendían fe como en realidad cualquier cristiano maduro la entiende) es decir, amor y esperanza, santidad y obediencia, arrepentimiento y conversión*
* Con el matiz de que en Agustín el bautismo era sacramento que regeneraba, por la Gracia de Dios, no por la magia de los curas advierto.